¡Oh!, San Osvaldo de Worchester, vos, sois el hijo del Dios
de la vida y su amado santo y además, benedictino monje, que,
con San Dunstan, monásticos ideales compartisteis y, a su
tiempo, nombrado obispo, el cabildo de la iglesia catedral,
en “comunidad monástica” la convertisteis, monasterios
fundasteis y, siempre os mostrabais amable, cortés y alegre,
motivo por el que, vuestro pueblo os amaba, por ser como
erais. Y, en verdad, la humildad de santo llevabais, pues,
mientras los pies a doce pobres lavabais, y, luego de sentaros
con ellos a su mesa, voló, vuestra alma al cielo, para, justo
premio recibir: coronado ser con corona de luz, como justo
premio a vuestra entrega de amor, fidelidad y constancia;
¡oh!, San Osvaldo de Worchester, “fe, luz y alegría de Dios,”.
premio recibir: coronado ser con corona de luz, como justo
premio a vuestra entrega de amor, fidelidad y constancia;
¡oh!, San Osvaldo de Worchester, “fe, luz y alegría de Dios,”.
© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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28 (29) de febrero
San Osvaldo de Worchester
Obispo
San Osvaldo de Worchester
Obispo
Martirologio Romano: En Worchester, en Inglaterra, san Osvaldo,
obispo, que fue primero canónigo y después monje, presidió las sedes de
Worchester y de York, introdujo en muchos monasterios la Regla de san
Benito, siendo un maestro benigno, alegre y docto (992).
En los años bisiestos se celebra el día 29 en lugar del 28.
Hijo de padres daneses, se hizo monje benedictino en el monasterio de
Fleury, en Francia, y posteriormente recibió la ordenación sacerdotal
en Inglaterra en el año 959. Por recomendación de san Dunstan, con quien
san Osvaldo compartía los ideales monásticos, fue nombrado obispo de
Worcester en el año 961, donde convirtió el cabildo de la iglesia
catedral en una comunidad monástica, fundó también otros dos monasterios
en Westbury-on-Trym, cerca de Bristol, y el más influyente de Ramsey,
para el cual obtuvo que el monasterio de Fleury le “prestara” a san
Abón, como maestro.
Cuando fue nombrado arzobispo de York, se le permitió mantener
también la diócesis de Worchester. En la reacción anti monástica que
siguió a la muerte de san Eduardo mártir, las comunidades monásticas se
dispersaron temporalmente. Tenía como características personales la
amabilidad, la cortesía y la alegría, que lo hicieron ser muy amado por
el pueblo.
Murió en Worcester el 28 de febrero del 992 después de lavar los pies
a doce pobres y de sentarse con ellos a la mesa. Su cuerpo fue
trasladado a un sepulcro nuevo por san Wulfstano, también obispo de
Worchester desde 1062 hasta 1095.