Juan, abriendo el sendero
de los corazones de todos los hombres del mundo.
Escuchad hermanos míos. Dice Isaías, el Profeta del Señor
“Pueblo de Sión: Mira al Señor que viene a salvar a los pueblos.
El Señor hará oír su voz gloriosa en la alegría de vuestro
corazón. Yo envío mi mensajero delante de ti para que
te prepare el camino. Una voz grita en el desierto:
Preparadle el camino al señor, allanad sus senderos .
Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y
se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados.
Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban
sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido
de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y
se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
“Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco
agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado
con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo” “.
La luz de la Vida se abre paso en la oscuridad del mal
de los corazones de todos los hombres del mundo.
© 2015 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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6 de Diciembre
Segundo Domingo de Adviento.
Juan el Precursor
« Pueblo de Sión: mira al Señor que viene a salvar a los pueblos. El
Señor hará oír su voz gloriosa en la alegría de vuestro corazón. »
(Antífona de Entrada, Is, 30, 19.30)
« Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos
al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este
mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar
plenamente del esplendor de su gloria. Por nuestro Señor . » (Oración
Colecta)
Comienzo de la celebración en torno a la Corona de Adviento
Guía: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: Ven Espíritu Santo,
Todos: llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Guía: Envía tu Espíritu creador.
Todos: Y renovarás la faz de la tierra.
Guía: ¡Oh Dios, que has iluminado los corazones
de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por
Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Bienvenida
Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio
de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de
Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y
en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador
reuniéndonos en torno a esta corona.
(Se enciende la segunda vela)
Lectura de la Palabra de Dios
Guía: Escuchemos la palabra de Dios.
Lector: Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc 1, 1-8)
Allanad los senderos del Señor
« Está escrito en el Profeta Isaías: ‘ Yo envío mi mensajero delante
de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto:
Preparadle el camino al señor, allanad sus senderos’ . Juan bautizaba en
el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se
les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén,
confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido
de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se
alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: ‘Detrás de mí
viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle
las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con
Espíritu Santo’.»
Lector: Palabra de Dios.
Todos: Gloria a Tí, Señor, Jesús.
Reflexión
Guía: La venida de Cristo exige una continua
conversión. El tiempo del Adviento, es una llamada a la conversión para
preparar los caminos del Señor y acoger al Señor que viene. El Señor ya
no quiere nacer en una cueva, el Señor quiere nacer, ahora, en cada uno
de los corazones de los hombres.
Diálogo
(Después de unos momentos de silencio el guía debe motivar que los
participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar
este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)
Compromiso
Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:
En el contacto con Dios, a través de la oración nos damos cuenta de
lo que aún tenemos que cambiar. La conversión es un proceso de todos los
días, y tiene sólo un límite: el ser perfectos como nuestro Padre
celestial es perfecto.
(Reflexión en silencio)
Despedida
Guía: Señor, gracias por reunirnos una vez más en
torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y
prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Todos: Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Todos: Amén.
(Se puede continuar la celebración con poesías, villancicos y juegos)