05 mayo, 2018

Santa Judith de Prussia





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05 de Mayo Santa Judith de Prussia
Fuente: Ministerio "CristoMaría"
 
Judith vivió en el siglo XIII. Ella nació en Turingia. Esto fue en lo que ahora es Alemania central. Quería modelar su vida con el ejemplo de Santa Isabel de Hungría.

Al principio la piedad de Judith disgustó a su marido. Pero más tarde aprendió a valorarla y fue corazón y alma con ella en sus piadosos esfuerzos. Hizo una peregrinación a los lugares santos de Jerusalén y murió en el camino. Santa JuditH de Prusia recibió con profunda tristeza la noticia de su muerte, pero también con la más perfecta conformidad con la voluntad de Dios, y resolvió pasar su viudedad de una manera agradable a Dios.

Muchas personas se rieron de la distinguida dama que se hizo la sierva de los más pobres. Pero reconoció en los pobres a su Divino Señor, y se consideró feliz y muy honrada de poder prestarles tales servicios. Una vez, cuando estaba en oración, el mismo Cristo le apareció y le dijo amorosamente:
“Todos mis tesoros son tuyos, y los tuyos son míos”.

La joven viuda crió a sus hijos solos. Cuando los niños crecieron, Judith escuchó un anhelo que había estado en su corazón durante los días ocupados y felices de su vida.

Por inspiración divina, Santa Judith entró en Prusia hacia 1260, y construyó una pequeña ermita cerca de un gran cuerpo de agua. Allí rezaba incesantemente por la conversión de los prusianos. Los habitantes cristianos de la vecindad a veces la veían elevada en el aire en el fervor de su devoción. Tenía como confesor al franciscano Juan Lobedau, que murió en el olor de la santidad, y más tarde el obispo de Kulm.

Después de que Jutdith había vivido aquí durante cuatro años, su santa vida llegó a su fin. Con profunda contrición confesó de nuevo al obispo todos los pecados más pequeños de toda su vida, recibió los santos sacramentos y entregó su alma a Dios con las palabras: “Consumada”. Su cuerpo fue llevado a la iglesia al Kulm, donde sin ser informado, tantas personas a la vez se reunieron como no se había visto en esa ciudad durante muchos años. La iglesia estaba llena de un olor maravilloso.
Debido a que muchos milagros fueron forjados en su tumba, una capilla especial fue construida en su honor, en el que Jutta ha sido venerado durante siglos como el patrón especial de Prusia.