¡Oh!, San Sixto II Papa, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
su amado santo y Papa, que, mostrasteis siempre vuestro
carácter de amor, fe y bondad. Amabais la paz y por ello
hacíais de mediador de discordias de la Iglesia de vuestro
tiempo de manera acertada. Pusisteis en práctica la romana
norma de no volver a re bautizar a los herejes e impíos.
Con el amor que os envolvía por Cristo, los restos de San
Pedro y San Pablo, los trasladasteis a su actual morada.
Persecución y luego consecuentemente la muerte sufristeis,
por parte de los herejes, que, os obligaban a honores
rendir a paganos dioses, cuestión a la que os negasteis
valerosamente. Así, un día, en que, la liturgia celebrabais
junto a vuestro pueblo en un cementerio, os capturó
una banda de soldados y posteriormente decapitado sin
juicio, junto a vuestros amados diáconos Januarius, Vincentius,
Magnus, Stephanus, Felicissimus y Agapitus. Así, de cruenta
manera, vuestra santa vida terminó, volando vuestra alma para
coronada ser, con corona de luz, como premio a vuestro amor;
¡oh!, San Sixto Papa y Diáconos, “vivo amor por el Dios Vivo”.
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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su amado santo y Papa, que, mostrasteis siempre vuestro
carácter de amor, fe y bondad. Amabais la paz y por ello
hacíais de mediador de discordias de la Iglesia de vuestro
tiempo de manera acertada. Pusisteis en práctica la romana
norma de no volver a re bautizar a los herejes e impíos.
Con el amor que os envolvía por Cristo, los restos de San
Pedro y San Pablo, los trasladasteis a su actual morada.
Persecución y luego consecuentemente la muerte sufristeis,
por parte de los herejes, que, os obligaban a honores
rendir a paganos dioses, cuestión a la que os negasteis
valerosamente. Así, un día, en que, la liturgia celebrabais
junto a vuestro pueblo en un cementerio, os capturó
una banda de soldados y posteriormente decapitado sin
juicio, junto a vuestros amados diáconos Januarius, Vincentius,
Magnus, Stephanus, Felicissimus y Agapitus. Así, de cruenta
manera, vuestra santa vida terminó, volando vuestra alma para
coronada ser, con corona de luz, como premio a vuestro amor;
¡oh!, San Sixto Papa y Diáconos, “vivo amor por el Dios Vivo”.
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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“Cuando la espada (persecución)
las pías entrañas de la Madre (Iglesia)
traspasaba, aquí el obispo sepultado (Sixto II)
la doctrina (las divinas Escrituras) enseñaba.
Llegan de improviso soldados y arrestan
allí al sentado en cátedra (la cátedra episcopal),
mientras los fieles ofrecen sus cuellos a la guardia enviada (es decir, intentan salvar al Papa a costa de su vida).
Apenas el anciano (obispo)
supo que uno quiso arrebatarle la palma (del martirio),
él mismo fue el primero en ofrecerse y dar su cabeza a la
espada, para que así a ninguno pudiera herir una tan impaciente rabia
(pagana).
Cristo que distribuye los premios de la vida, reconoció el mérito del pastor, defendiendo El mismo el resto de su grey”.
(conocereis de verdad.org)
7 de Agosto
San Sixto II y Diáconos
Papa y mártir +258Según el “Liber Pontificalis”, es de origen griego. Elegido el 31 de agosto, fue ordenado obispo de Roma el año 257.
De carácter bondadoso, solucionó las discordias que habían
atormentado la Iglesia durante el reinado de Cornelio, Lucio y Esteban.
Estableció la práctica romana de no re-bautizar a los herejes.
Efectuó la traslación de los restos de San Pedro y San Pablo. Durante
el martirio de Cipriano empezó a pronunciarse la exclamación “Deo
Grazias”.
Poco antes de su pontificado el emperador Valerio decretó un edicto
que obligaba a los cristianos a participar en el culto nacional a los
dioses paganos y les prohibía reunirse en los cementerios, amenazándolos
con exilio o muerte. En agosto del 258 se recrudeció la persecución.
Ver: Testimonio de S.Cipriano. Los obispos, sacerdotes y diáconos eran
perseguidos a muerte.
Sixto II fue una de las primeras víctimas del edicto (“Xistum in
cimiterio animadversum sciatis VIII. id. Augusti et cum eo diacones
quattuor”—Cipriano, Ep. lxxx). Para escapar la vigilancia de las fuerzas
imperiales, Sixto reunió a su pueblo el 6 de agosto en uno de los
cementerios menos conocidos (Prætextatus), junto a la Vía Appia.
Mientras celebraba la sagrada liturgia fue de repente arrestado por una
banda de soldados y decapitado junto con cuatro de sus diáconos:
Januarius, Vincentius, Magnus y Stephanus. Dos otros diáconos,
Felicissimus y Agapitus fueron ejecutados el mismo día.
Murió el 6 de agosto, 258. Los cristianos transfirieron su cuerpo a la cripta papal en el cementerio de San Calixto.
(http://www.corazones.org/santos/sixto_papa.htm )