¡Oh! Santa Margarita Bourgeoys, vos, sois la hija del Dios de la Vida
y su amada santa, y que, fundasteis la Congregación de las Hermanas
de Nuestra Señora de Montréal, que prestó ayuda a colonos europeos
que llegaban a Canadá. Vos trabajasteis, incansablemente para llenar
de fortaleza a los cristianos católicos que arribaban a las nuevas
tierras, convirtiendoos junto a vuestras hermanas, en soporte de los
que padecieron hambre y enfermedades. Vos, os impactasteis por
la imagen de la Virgen del Rosario, durante las celebraciones que se
realizaban en honor de la Madre de Dios y os consagrasteis a Él.
En Ville-Marie, os dedicasteis junto a un grupo de mujeres, a la
catequesis en las escuelas y a la asistencia pastoral, hasta el final
de vuestros días. Fundasteis la primera Congregación de Nuestra
Señora en la historia de la Iglesia sin claustro. Administrasteis una
granja convirtiéndola en centro de formación y apoyo
para granjeros en la crianza de animales y cultivo de especias.
Y, así y luego de gastar vuestra santa vida en buena lid, voló vuestra
alma al cielo, para coronada ser con corona de luz y eternidad;
¡Oh! Santa Margarita Bourgeoys, «viva alma del Amor del Dios Vivo».
© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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12 de Enero
Santa Margarita Bourgeoys
Originaria de Troyes, Francia, donde nació en 1620. Se trasladó al Canadá donde fundó la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Montreal, con la finalidad de asistir y enseñar a los niños de la incipiente ciudad de Montreal.
Santa Margarita Bourgeoys, que nació en Troyes (Francia), el año 1620, dedicó totalmente su vida a los más necesitados, a partir de la edad de 20 años. Su campo de acción fueron las familias pobres de la ciudad natal. Pero luego fue a Montreal (Canadá), entonces posesión francesa y allí durante largos años se entregó, juntamente con sus primeras hermanas, a impartir una instrucción humana y cristiana tanto en las escuelas como en las parroquias, hasta su muerte, que tuvo lugar en 1700.
De modo especial cooperó a la edificación de aquel nuevo país, intuyendo el papel determinante de las mujeres, y se afanó con asiduidad en su formación con un espíritu profundamente cristiano.
En una época en donde no se concebía religiosas que vivieran fuera de la clausura de los conventos, Margarita, animada por la certeza del llamado de Dios, fundó en Canadá la primera Congregación Femenina sin clausura de la historia de la Iglesia.
En 1652, Margarita se entera de que el gobernador de Montreal estaba buscando una maestra de escuela para su pequeña colonia, y ella interpretó esto como un signo de Dios, embarcándose rumbo a esta joven colonia americana para servir como maestra.
En 1657 inauguró la primera escuela de Montreal, que poco a poco va recibiendo más alumnos. Como ya no podía darse abasto y le preocupara también la educación de los niños indígenas, regresa a Francia por ayuda. Un año más tarde retorna con cuatro jóvenes y comienza a pensar en fundar una nueva congregación religiosa que recibe el aliento del Rey de Francia, al que visita en un nuevo viaje en busca de más jóvenes que quisieran vivir su llamado.
En 1676, el primer obispo de Quebec, Mons. Laval, quiere orientar a la nueva comunidad según sus ideas; en 1683, el convento se incendia y dos hermanas mueren carbonizadas, entre ellas su sobrina.
El nuevo obispo decide deshacer la comunidad e integrarla a las ursulinas que vivían en claustro. Margarita lucha y reza para que se manifieste la voluntad de Dios y finalmente, en 1698, las veinticuatro primeras hermanas pudieron hacer la profesión de votos simples, en la nueva Congregación.
Había fundado la primera escuela para indios en 1676. En 1679, había ya dos jóvenes iroquesas en la congregación. En 1685, fueron invitadas a Quebec, y allí fundaron la segunda de las más de doscientas casas que tendrán más tarde.
Murió el 12 de enero de 1700 en Montreal, Canadá. Fue beatificada por Pío XII en 1950 y canonizada en 1982 por Juan Pablo II.
(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=648)