¡Oh! San Engelberto, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, su amado santo y mártir. Vos, cuando
erais estudiante, fuisteis prebendado de Santa María
de Aquisgrán, de San Jorge, de San Severino y de
la catedral de Colonia. Más adelante, os nombraron
Arzobispo de Colonia; diócesis arruinada por las luchas
políticas y religiosas, pero vos, con cualidades humanas
extraordinarias teníais un juicio claro, un gran deseo
de justicia, una voluntad fuerte y una presencia que
imponía respeto. Así, recibisteis con alegría a los
frailes menores y dominicos a quienes alentasteis para
que se estableciesen en vuestros dominios. Convocasteis
varios sínodos para mantener la disciplina en el clero
secular y regular. Desempeñasteis con vigor y energía
vuestro trabajo, y ganasteis el respeto de todos; pero
al mismo tiempo, vuestra mano firme y justa con que
gobernasteis os creo muchos enemigos, y lo más, increíble
dentro de vestra familia: uno de de ellos, fue vuestro
primo Federico de Isenberg, quien tramó una conspiración
para asesinaros, debido a que vos, le enrostraste la
verdad por sus malos manejos administrativos. Vos,
partisteis de Soest a Schwelm con una escolta insuficiente,
y Federico, vuestro primo y otros nobles cegados por la
venganza, os emboscaron y os asesinaron. Y, así, voló
vuestra alma al cielo, para recibir corona de luz, como
justo premio a vuestra entrega de amor y fe. ¡Aleluya!
¡Oh! San Engelberto "Vivo amor por el Dios de la Vida".
© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
de la Vida, su amado santo y mártir. Vos, cuando
erais estudiante, fuisteis prebendado de Santa María
de Aquisgrán, de San Jorge, de San Severino y de
la catedral de Colonia. Más adelante, os nombraron
Arzobispo de Colonia; diócesis arruinada por las luchas
políticas y religiosas, pero vos, con cualidades humanas
extraordinarias teníais un juicio claro, un gran deseo
de justicia, una voluntad fuerte y una presencia que
imponía respeto. Así, recibisteis con alegría a los
frailes menores y dominicos a quienes alentasteis para
que se estableciesen en vuestros dominios. Convocasteis
varios sínodos para mantener la disciplina en el clero
secular y regular. Desempeñasteis con vigor y energía
vuestro trabajo, y ganasteis el respeto de todos; pero
al mismo tiempo, vuestra mano firme y justa con que
gobernasteis os creo muchos enemigos, y lo más, increíble
dentro de vestra familia: uno de de ellos, fue vuestro
primo Federico de Isenberg, quien tramó una conspiración
para asesinaros, debido a que vos, le enrostraste la
verdad por sus malos manejos administrativos. Vos,
partisteis de Soest a Schwelm con una escolta insuficiente,
y Federico, vuestro primo y otros nobles cegados por la
venganza, os emboscaron y os asesinaron. Y, así, voló
vuestra alma al cielo, para recibir corona de luz, como
justo premio a vuestra entrega de amor y fe. ¡Aleluya!
¡Oh! San Engelberto "Vivo amor por el Dios de la Vida".
© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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07 Noviembre
San Engelberto
Arzobispo de Colonia y Mártir
Uno
de los abusos que más se extendieron durante la Edad Media, era la
concesión de uno o varios beneficios eclesiásticos a los jóvenes y aún
niños. San Engelberto fue un ejemplo de ellos, cuyo padre era el
poderoso Conde de Berg. Cuando estudiaba todavía en la escuela de la
catedral de Colonia, era ya prebendado de Santa María de Aquisgrán, de
San Jorge, de San Severino y de la catedral de Colonia.
En 1217
fue nombrado Arzobispo de Colonia; la diócesis estaba completamente
arruinada por las luchas políticas y religiosas, pero San Engelberto
poseía cualidades humanas que lo hacían apto para la tarea que le
esperaba: un juicio claro, un gran deseo de justicia, una voluntad
fuerte y una presencia que imponía respeto.
El
santo recibió generosamente a los frailes menores y dominicos a quienes
alentó para que se estableciesen en sus dominios. Convocó varios
sínodos en su diócesis para mantener la disciplina en el clero secular y
regular. El santo desempeñó con vigor y energía, y supo ganarse el
respeto de todos; pero al mismo tiempo, la mano firme y justa con que
gobernó, le creó muchos enemigos. Uno de ellos, fue su primo Federico de
Isenberg, administrador de las religiosas de Essen, quien tramó una
conspiración para asesinarlo debido a los reproches que San Engelberto
le había dirigido a causa de sus abusos y malos manejos administrativos.
El
7 de noviembre de 1225, el santo partió de Soest a Schwelm con una
escolta insuficiente, y Federico y otros nobles cayeron sobre él con
cien soldados y lo asesinaron.
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