04 septiembre, 2024

Santa Rosalía, intercesora de quienes padecen enfermedades infecciosas

 Santa Rosalía

 

¡Oh!, Santa Rosalía de Palermo, sois vos, la
hija del Dios de la Vida, y su amada santa;
una “guirnalda de rosas”; una “rosalinda de
alma y espíritu”. Desde los catorce años el
Espíritu Santo, os embelesó y os invitó a los
montes el Pellegrino y el Cocino, que muy bien
y mucho, saben de vos, y claro, más, el Dios
de la Vida y del Amor, que grabó en Su retina
la vida de vuestra ascesis, oración y penitencia.
Por vuestra intercesión desapareció la peste
en Sicilia, y en ese tiempo vuestros restos
fueron hallados, porque vos misma os aparecisteis
a un cazador al que le indicasteis cómo llegar
a la cueva dónde se encontraban vuestros restos,
y que, sean sacados en procesión para enterralos
cristianamente. El pueblo de Sicilia os escuchó
y en pocos días la peste se extinguió, por ello
los habitantes de la isla os consideran como su
santa patrona. En aquél tiempo, os dedicaron
varias iglesias y se os consideró “Protectora
y Patrona de Palermo”. “Abogada contra la peste
y los terremotos y escudo de honor”. Hoy os
representan como ermitaña o bien revestida con
hábito agustino, y con vuestros principales
atributos: una corona de rosas, en alusión a
vuestro nombre y un crucifico y una calavera,
por vuestra ascesis. Y, así, un día voló vuestra
alma al cielo, para coronada ser con corona de
luz como premio a vuestra entrega de amor y fe;
“Patrona y protectora de Sicilia y Palermo”;
¡oh!, Santa Rosalía, “viva discípula del Dios Vivo”.

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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4 de Septiembre
Santa Rosalía


Santa
Rosalía, conocida también como Rosalía de Palermo (1130 – cir.1156/66), fue una eremita del siglo XII, a quien se le cuenta entre las santas vírgenes de la Iglesia. Rosalía vivió una vida de oración, contemplación y penitencia; alejada del mundo.

Nacida Rosalia Sinibaldi, perteneció a una noble familia proveniente de Normandía que se reclamaba descendiente de Carlomagno. Se le considera patrona de la ciudad de Palermo (Sicilia, Italia), lugar donde nació. Su nombre es una contracción de los vocablos “Rosa” y “Lilia”, y es llamada cariñosamente “La Santuzza” (“La Santita”), debido a que fue una mujer de baja estatura.

Rosalía fue educada en la corte, y por su belleza y bondad se convirtió en dama de honor de la reina Margarita de Navarra, esposa del rey Guillermo II. Sin embargo, dejó su hogar y el palacio real para dedicarse completamente a la vida de oración. Al principio fue acogida en el monasterio basiliano de Santo Salvador en Palermo, pero la presión ejercida por sus padres y su prometido la forzaron a huir hacia una cueva cerca de Bivona, y más tarde a otra, ubicada en el Monte Peregrino, cerca de Palermo, en la cual murió.

De acuerdo al sacerdote bolandista (jesuita dedicado a la recopilación de datos sobre los santos), P. Juan Stilting, Rosalía fue hija de Sinibaldo, conde de Quisquina y Monte Rosa (actual territorio de Santo Stefano Quisquina y Bivona), y fue efectivamente descendiente del emperador Carlomagno.

Según la tradición, fue por intercesión de Rosalía que desapareció la peste que asoló Sicilia en 1624, año en el que sus restos fueron encontrados. Dice la leyenda que la santa se le apareció a un cazador al que le indicó cómo llegar a la cueva dónde se ubicaban sus restos, pidiéndole que sean sacados en procesión y se les entierre debidamente. El pueblo siciliano tomó en serio la solicitud y en pocos días la peste se extinguió. Por eso, los habitantes de la isla mediterránea la consideran su patrona.

Sus restos fueron colocados posteriormente en la Catedral de Palermo. Poco tiempo después, el Papa Urbano VIII reconoció la autenticidad de sus reliquias y dispuso que se le conmemore en Sicilia cada 15 de julio, y el día 4 de septiembre en toda la Iglesia universal, conmemorando tanto el hallazgo como el traslado de sus reliquias.

La iconografía la representa como ermitaña o, a veces, revestida del hábito agustino. Suele aparecer también coronada de rosas -en alusión a su nombre-, al lado de un crucifijo y una calavera, en alusión a la vida ascética que llevó.

El culto a esta santa fue inicialmente promovido por los Benedictinos y se ha hecho universalmente popular. Se pide su intercesión en los momentos difíciles, contra enfermedades infecciosas y, de manera particular, contra la peste. Hoy sus devotos piden por el fin de la pandemia que asedia al mundo.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santa-rosalia-virgen-y-eremita-67071)