¡Oh!, San Olegario, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
su obispo y arzobispo y amado santo, cuando vuestra sede
antiquísima, liberada fue del yugo de los musulmanes.
Vuestro biógrafo dice de vos así: «Guardián celoso y
maestro de la castidad, afable para todos, generoso con
los pobres, esquivo de la vanagloria, despegado de la
pompa mundanal y amante de fiel de la paz no fingida».
Vuestro padre quiso llevar y dirigir vuestros estudios
según los criterios de la época en que vivía, y los encargó
a los canónigos de la catedral, donde vos os distinguisteis
por vuestra piedad, vuestro aprovechamiento y vuestra
afición a leer a los Santos Padres. Tanto los leísteis,
meditasteis y estudiasteis que os convertisteis en santo
varón, pues, anhelabais la perfección espiritual de vuestra
vida. Y, así, empapado en tan sabrosas lecturas, ingresasteis
al convento de canónigos regulares de la orden de San Agustín,
e imitarlos en todas sus virtudes. Jamás hicisteis distinción
alguna entre ricos y pobres, pues a todos considerabais,
hijos de Dios. Participasteis en los concilios de Tarragona,
Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont, y con vuestra
preparación intelectual, lograsteis derrotar a vuestros
enemigos de siempre: los herejes. Y, así, y luego de haber
gastado vuestra santa vida en buena lid, voló voló vuestra
alma al cielo, para coronada ser con corona de luz, como
justo premio a vuestra grande entrega de amor y fe;
¡oh!, San Olegario, «viva lanza del Dios de la Vida y del Amor».
© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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6 de marzo
San Olegario
Obispo
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Martirologio
Romano: En Barcelona, de Cataluña, en España, san Olegario, obispo, que
asumió también la cátedra de Tarragona cuando esta antiquísima sede fue
liberada del yugo de los musulmanes († 1137). Etimológicamente:
Olegario = Aquel de la lanza invulnerable, es de origen germánico.
Fecha de canonización: 25 de mayo de 1675 por el Papa Clemente X.
Breve Biografía
De
este joven dice su biógrafo estas palabras que llegan a lo más íntimo
del alma:» Guardián celoso y maestro de la castidad, afable para todos,
generoso con los pobres, esquivo de la vanagloria, despegado de la pompa
mundanal y amante de fiel de la paz no fingida».
Si estas
palabras se aplicasen a tu vida personal, te encontrarías más feliz de
lo que te hallas en este instante. No me cabe la menor duda.
Nació en la bella ciudad de Barcelona, abierta al mar y a las nuevas corrientes de la cultura y del Evangelio.
Su
familia era de origen noble por parte del padre y de la madre. Ambos se
preocuparon por darle una educación en los valores que nunca defraudan
del Evangelio.
El padre – cosa rara hoy en día – quiso llevar y
dirigir sus estudios según los criterios de la época en que le tocó
vivir. Cuando vio que su preparación intelectual y humanista la
recibiría mejor en los canónigos de la catedral, no tuvo inconveniente
en confiarles su educación como persona humana.
En los estudios
que le prepararían para ser sacerdote, se distinguió por su piedad
sincera, su aprovechamiento y su afición o “hobby” por leer a los Santos
Padres. Tanto los leyó, meditó y estudió que se convirtió en una
verdadero especialista.
El anhelaba la perfección espiritual de
su vida. Por eso, al enterarse de que había cerca de Barcelona un
convento de canónigos regulares de san Agustín, no dudó lo más mínimo en
irse para imitar su virtud. Cuando murió el obispo de Barcelona, desde
la aristocracia hasta la gente sencilla, pensó en que el mejor sucesor
sería Olegario.
El mismo Papa Pascual II tuvo que obligarle a que
aceptara el cargo. No hizo en su misión de pastor distinción alguna
entre ricos y pobres. Todos eran hijos de Dios. Participó en algunos
concilios de Tarragona, Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont. Y
dada su preparación intelectual, logró derrotar a sus enemigos, los
herejes. Murió en el año 1137.
(https://es.catholic.net/op/articulos/31801/olegario-santo.html)