Oh, San Raúl, vos sois el hijo
del Dios de la vida, y el hombre
del Monasterio del “Valle de
las Celdas” que vos mismo
fundasteis. “Señor ten piedad,
perdón Señor que soy un pecador.
Gracias a Dios. Bendito sea
Dios”, recomendabais rezar por
el tiempo todo de vida diaria;
oh, San Raúl, “valiente consejero”.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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1° de Febrero
del Dios de la vida, y el hombre
del Monasterio del “Valle de
las Celdas” que vos mismo
fundasteis. “Señor ten piedad,
perdón Señor que soy un pecador.
Gracias a Dios. Bendito sea
Dios”, recomendabais rezar por
el tiempo todo de vida diaria;
oh, San Raúl, “valiente consejero”.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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1° de Febrero
San Raúl
Su nombre significa: “Consejero valiente”.
Fue un monje muy fervoroso enviado por San Bernardo en el año 1132 a fundar el famoso monasterio del Valle de las Celdas, al norte de Francia, en Cambray. Allí estuvo de superior por veinte años y con sus monjes se dedicó a la oración, a la lectura de los libros sagrados y a enseñar a los campesinos a cultivar técnicamente los campos.
Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.
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Oh, Santa Emma; vos sois,
la hija del Dios de la vida,
mujer santa piadosa, que os
disteis a manos llenas a los
desposeídos y miserables del
tiempo vuestro, tanto que, Dios,
os premió vuestra entrega con
corona de luz imperecedera, y
conservando hasta hoy vuestra
derecha mano, con la que dabais
amor sin medida y gran alegría;
oh, Santa Emma, “fuerte mujer”.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Santa Emma, de Inglaterra.
Año 1300.
Emma significa: mujer fuerte.
Santa Emma era esposa de Ricardo “Sin miedo”, jefe de Normandía. Fue madre del rey San Eduardo, al cual supo formar muy bien en cuanto a creencias religiosas y moralidad. Santa Emma fue sumamente generosa en repartir ayudas a los pobres.
De ella pudo decir su santo hijo: “La única tristeza que nos produjo en toda su vida, fue haberse muerto”. Por muchos siglos se ha conservado intacta la mano derecha de Santa Emma, la mano con la cual repartió tantas limosnas a los pobres.
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Oh, Santa Alicia; vos sois
la hija del Dios de la vida,
y maravillosa mujer aquella,
sobre cuyos hombros, reposó
la feliz tarea de consuelo dar,
a los enfermos y afligidos de
vuestro tiempo como ángel
del Dios vivo, hasta que Él
mismo, os llamó, para ceñiros
“corona de luz”, inextinguible;
oh, santa Alicia, ángel de Dios.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Santa Alicia
Alicia significa: “de buena familia”.
Santa Alicia nació en el año 400 y desde los veinte años, hasta su muerte, se dedicaba a asistir enfermos y ayudarles a soportar con paciencia y por amor a Dios todos sus dolores en un hospital de París.
Su más grande deseo era obtener que Cristo le dijera en el día del Juicio aquello que El prometió que les dirá a los que atienden bien a los enfermos: “Estuve enfermo y me atendiste y me ayudaste. Todo el bien que le hiciste a cada uno de estos humildes, fue a Mí mismo a quien lo hiciste. Venid al reino preparado por mi Padre desde el principio de los siglos” (S. Mateo 25,40).
(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Raul_Emma_Alicia.htm)
Su nombre significa: “Consejero valiente”.
Fue un monje muy fervoroso enviado por San Bernardo en el año 1132 a fundar el famoso monasterio del Valle de las Celdas, al norte de Francia, en Cambray. Allí estuvo de superior por veinte años y con sus monjes se dedicó a la oración, a la lectura de los libros sagrados y a enseñar a los campesinos a cultivar técnicamente los campos.
Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.
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Oh, Santa Emma; vos sois,
la hija del Dios de la vida,
mujer santa piadosa, que os
disteis a manos llenas a los
desposeídos y miserables del
tiempo vuestro, tanto que, Dios,
os premió vuestra entrega con
corona de luz imperecedera, y
conservando hasta hoy vuestra
derecha mano, con la que dabais
amor sin medida y gran alegría;
oh, Santa Emma, “fuerte mujer”.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Santa Emma, de Inglaterra.
Año 1300.
Emma significa: mujer fuerte.
Santa Emma era esposa de Ricardo “Sin miedo”, jefe de Normandía. Fue madre del rey San Eduardo, al cual supo formar muy bien en cuanto a creencias religiosas y moralidad. Santa Emma fue sumamente generosa en repartir ayudas a los pobres.
De ella pudo decir su santo hijo: “La única tristeza que nos produjo en toda su vida, fue haberse muerto”. Por muchos siglos se ha conservado intacta la mano derecha de Santa Emma, la mano con la cual repartió tantas limosnas a los pobres.
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Oh, Santa Alicia; vos sois
la hija del Dios de la vida,
y maravillosa mujer aquella,
sobre cuyos hombros, reposó
la feliz tarea de consuelo dar,
a los enfermos y afligidos de
vuestro tiempo como ángel
del Dios vivo, hasta que Él
mismo, os llamó, para ceñiros
“corona de luz”, inextinguible;
oh, santa Alicia, ángel de Dios.
© 2011 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Santa Alicia
Alicia significa: “de buena familia”.
Santa Alicia nació en el año 400 y desde los veinte años, hasta su muerte, se dedicaba a asistir enfermos y ayudarles a soportar con paciencia y por amor a Dios todos sus dolores en un hospital de París.
Su más grande deseo era obtener que Cristo le dijera en el día del Juicio aquello que El prometió que les dirá a los que atienden bien a los enfermos: “Estuve enfermo y me atendiste y me ayudaste. Todo el bien que le hiciste a cada uno de estos humildes, fue a Mí mismo a quien lo hiciste. Venid al reino preparado por mi Padre desde el principio de los siglos” (S. Mateo 25,40).
(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Raul_Emma_Alicia.htm)
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