!Oh!, San Nicolás de Bari, vos, sois el hijo del Dios
de la vida, su amado Obispo y santo, que, enamorado
de los niños les regalabais juguetes y caramelos, y
por ello hasta hoy, en el mundo todo y en la Natividad
del Dios Niño os recuerdan, confundiendo quizás algunos
hombres vuestro amor por Aquél que todo lo ve, haciendo
de estas fiestas un sórdido mundo de materialismo,
comercio, despilfarro y consumismo, de lado dejando
al Autor y centro de la vida toda. De vos, escribieron
San Juan Crisóstomo y San Metodio, vuestra biografía,
en el que resaltan vuestra especialidad: los milagros,
tantos que Dios, os los consedía casi a diario. A vos,
os pintan rodeado de niños, porque un criminal hirió a
cuchillo a varios y, vos, empezasteis a rezar por ellos
y Dios, los curó en el acto. También os pintan junto a
una señorita, porque en vuestra ciudad había un anciano
pobre con tres hijas y no lograba que se casaran.
Pero, vos, orasteis por tres días seguidos y, cada
noche echabais por la ventana una bolsa con monedas
de oro, logrando que el anciano las tomara y las casara
a todas. Los marineros, os tienen como patrono, porque
en medio de la tempestad ellos decían: “Oh Dios, por las
oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos”.
Y, en ese momento os veían aparecer sobre el barco
bendiciendo al mar, que pronto se calma. Luchasteis
también contra la herejía de Arrio, y con sabiduría
impedisteis que ellos tomaran Mira. Hoy, os rogamos
interceder amado Nicolás, para que, el mundo todo,
reflexione sobre el sentido verdadero de la Natividad y
que, sea el amor, el que prime sobre la “careta” festiva
y falsaria de aquella “divina noche”, y que, volver
nuestros ojos podamos, sobre el pesebre luminoso
del Dios del Amor y de la Vida, como vos, lo habéis
hecho en vuestra terrena vida, cuando Licono Emperador
os persiguó, encarceló y azotó, pero, así y todo
seguisteis enseñando nuestra santa religión a cuantos
trataban con vos. Y, en medio de todo Constantino
emperador apareció y os liberó con justicia, junto a
todos los demás prisioneros cristianos. Y, así,
vuestra santa vida cumplida y gastada en buena lid,
catapultó vuestra alma, para coronada ser con corona
de luz y eternidad como justo premio a vuestra entrega
de amor, por todos los niños del orbe de la tierra.
Protector y defensor de los pueblos que aman al Señor,
¡Oh!, Santo Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía,
¡Oh!, Santo Patrono, de todos los niños del mundo entero;
¡oh!, San Nicolás, “vivo amor por los niños del mundo”.
de la vida, su amado Obispo y santo, que, enamorado
de los niños les regalabais juguetes y caramelos, y
por ello hasta hoy, en el mundo todo y en la Natividad
del Dios Niño os recuerdan, confundiendo quizás algunos
hombres vuestro amor por Aquél que todo lo ve, haciendo
de estas fiestas un sórdido mundo de materialismo,
comercio, despilfarro y consumismo, de lado dejando
al Autor y centro de la vida toda. De vos, escribieron
San Juan Crisóstomo y San Metodio, vuestra biografía,
en el que resaltan vuestra especialidad: los milagros,
tantos que Dios, os los consedía casi a diario. A vos,
os pintan rodeado de niños, porque un criminal hirió a
cuchillo a varios y, vos, empezasteis a rezar por ellos
y Dios, los curó en el acto. También os pintan junto a
una señorita, porque en vuestra ciudad había un anciano
pobre con tres hijas y no lograba que se casaran.
Pero, vos, orasteis por tres días seguidos y, cada
noche echabais por la ventana una bolsa con monedas
de oro, logrando que el anciano las tomara y las casara
a todas. Los marineros, os tienen como patrono, porque
en medio de la tempestad ellos decían: “Oh Dios, por las
oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos”.
Y, en ese momento os veían aparecer sobre el barco
bendiciendo al mar, que pronto se calma. Luchasteis
también contra la herejía de Arrio, y con sabiduría
impedisteis que ellos tomaran Mira. Hoy, os rogamos
interceder amado Nicolás, para que, el mundo todo,
reflexione sobre el sentido verdadero de la Natividad y
que, sea el amor, el que prime sobre la “careta” festiva
y falsaria de aquella “divina noche”, y que, volver
nuestros ojos podamos, sobre el pesebre luminoso
del Dios del Amor y de la Vida, como vos, lo habéis
hecho en vuestra terrena vida, cuando Licono Emperador
os persiguó, encarceló y azotó, pero, así y todo
seguisteis enseñando nuestra santa religión a cuantos
trataban con vos. Y, en medio de todo Constantino
emperador apareció y os liberó con justicia, junto a
todos los demás prisioneros cristianos. Y, así,
vuestra santa vida cumplida y gastada en buena lid,
catapultó vuestra alma, para coronada ser con corona
de luz y eternidad como justo premio a vuestra entrega
de amor, por todos los niños del orbe de la tierra.
Protector y defensor de los pueblos que aman al Señor,
¡Oh!, Santo Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía,
¡Oh!, Santo Patrono, de todos los niños del mundo entero;
¡oh!, San Nicolás, “vivo amor por los niños del mundo”.
© 2017 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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6 de Diciembre
San Nicolás
Obispo
Año 345
San Nicolás
Obispo
Año 345
San Nicolás bendito, ruégale a Dios que nos libre de todo peligro del alma y del cuerpo.
Su nombre significa “Protector y defensor de pueblos“. Este santo fue
tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más
de dos mil templos. Era invocado en los peligros, en los naufragios, en
los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la
gente conseguía por su intercesión favores admirables.
Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces
y regalos a los niños, y prácticamente con esta fecha se empezaban las
festividades de diciembre. Como en alemán se llama “San Nikolaus”, lo
empezaron a llamar Santa Claus, y lo pintan como un anciano vestido de
rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo
regalos y dulces a los niños (entre nosotros lo llamaron Papá Noel).
De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y
otros grandes santos. Su biografía la escribió San Metodio, Arzobispo de
Constantinopla, y de ella sacamos los siguientes datos curiosos.
Nació en Licia, Turquía, de padres muy ricos. Desde niño se
caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres.
Decía a sus padres: “sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios
nos ha dado tanto”.
Tenía un tío que era obispo y este lo consagró como sacerdote. Al
morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó
heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre
los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después quiso visitar la
Tierra Santa donde vivió y murió Jesús, y al volver de allá llegó a la
ciudad de Mira (en Turquía) donde los obispos y sacerdotes estaban en el
templo discutiendo a quién deberían elegir como nuevo obispo de la
ciudad, porque el anterior se había muerto. Al fin dijeron: “elegiremos
al próximo sacerdote que entre al templo”. Y en ese momento sin saber
esto, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Por
eso se le llama San Nicolás de Mira.
La especialidad de este santo fueron los milagros tan numerosos que
logró conseguir de Dios. Lo pintaban con unos niños, porque los antiguos
contaban que un criminal hirió a cuchillo a varios niñitos, y el santo
al rezar por ellos obtuvo su curación instantánea. También pintan junto a
él a una señorita, porque en su ciudad había un anciano muy pobre con
tres hijas y no lograba que se casaran por ser en tan extremo pobres.
Entonces el santo por tres días seguidos, cada noche le echó por la
ventana una bolsa con monedas de oro, y así el anciano logró casar a sus
hijas muy bien.Es Patrono de los marineros, porque estando unos
marineros en medio de una terribilísima tempestad en alta mar, empezaron
a decir: “Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás,
sálvanos”. Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San
Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció.
Otro día iban a condenar injustamente a tres amigos suyos que estaban
muy lejos. Ellos rezaron pidiendo a Dios que por la intercesión de
Nicolás su obispo los protegiera. Y esa noche en sueños el santo se
apareció al juez y le dijo que no podía condenar a esos tres inocentes. Y
fueron absueltos.
El emperador Licino decretó una persecución contra los cristianos y
Nicolás fue encarcelado y azotado, pero siguió aprovechando toda ocasión
que se le presentaba, para enseñar la religión a cuantos trataban con
él. Más tarde llegó el emperador Constantino y lo liberó a él junto con
todos los demás prisioneros cristianos.
Luego apareció la herejía de Arrio que decía que Jesucristo no es
Dios. San Nicolás se opuso con toda su sabiduría y con su gran
ascendiente y no permitió que los arrianos entraran a su ciudad de Mira.
Dicen que el santo murió el 6 de diciembre del año 345.
En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde estuvo de
obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los
mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí en
secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en
Italia. En esa ciudad se obtuvieron tan admirables milagros al rezarle a
este gran santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda
Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía. En Roma ya en el
año 550 le habían construido un templo en su honor.
(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Nicolás.htm)
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