04 junio, 2025

San Francisco Caracciolo, Fundador

 Puede ser una imagen de 3 personas y texto que dice "San Francisco แรอ Caracciolo Patrono de los cocineros italianos 4 de lejunio aciprensa.com"

 

¡Oh!, San Francisco Caracciolo, vos, sois el hijo del Dios de la
Vida y su amado santo, pero en la flor de vuestra vida, un mal
contrajisteis, que lepra parecía y creían todos, que incurable
sería. A Dios le dijisteis así con gran fervor, entonces:
“Si me curas de esta enfermedad, Dedicaré mi vida al
sacerdocio y al apostolado”. Y, Dios, os escuchó
y curado quedasteis de vuestro mal y vuestra promesa
cumplisteis dedicándoos a prepararos para el sacerdocio
santo y ejerciéndolo ya, la comunidad de “Clérigos
regulares” fundasteis.  Vuestros religiosos y vos,
os dedicaban a predicar misiones por pueblos, campiñas,
cárceles y hospitales. Vuestros pobres amados, os
esperaban, porque siempre algo teníais para regalarles,
limosnas incluidas. Vuestro corazón, comprensible
y de amor lleno para con los pecadores, así estaba en
el confesionario. Vuestros sermones recordaban siempre
la misericordia de Dios, por nosotros, los pecadores
y, quizás por ello, os llamaban “El predicador del Amor
de Dios” y claro, jamás dejasteis la devoción a Nuestra
Señora, y cuando os llegaba la muerte, os dedicasteis
a la oración y a la meditación en un cuartucho debajo
de las  escaleras donde en pleno éxtasis y con los
brazos en cruz dijisteis: “Vayamos jubilosos, vayamos
jubilosos a la Patria Celestial. Al cielo para siempre”.
Y, así, partisteis a la gloriosa eternidad, para recibir
corona de luz, como premio a vuestra entrega de amor y fe;
¡oh!, San Francisco Caracciolo, “viva luz del Dios de la Vida y del Amor".


© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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4 de junio
San Francisco Caracciolo
Fundador

Cada 4 de junio la Iglesia Católica conmemora a San Francisco Caracciolo, religioso italiano del siglo XVI, fundador, junto al P. Agustín Adorno, de la Orden de Clérigos Regulares Menores, de la que fue superior general.

De lo que rebosa el corazón, habla la boca

A Francisco lo llamaban “el predicador del amor de Dios» porque en su prédica aludía constantemente a la misericordia de Dios con los pecadores.

El P. Francisco, al mismo tiempo, fue siempre un fiel devoto de la Santísima Virgen. Dios le concedió el don de curar enfermedades, y en reiteradas ocasiones pudo devolver la salud a personas enfermas con solo hacer la señal de la cruz sobre ellas.

De mente inquieta y de alma dócil a las mociones del Espíritu Santo, encabezó, a lo largo de su vida religiosa, varias iniciativas con el deseo de extender el Reino de Dios.

Anuncio publicitario

Francisco fue el fundador de uno de los más grandes conventos de Nápoles (Italia), que pronto se llenaría de vocaciones, e hizo lo mismo en España, en las ciudades de Madrid, Valladolid y Alcalá.

Curado de la peor enfermedad

Francisco Ascanio Caracciolo nació el 13 de octubre de 1563 en la región de los Abruzos (Italia). A los 22 años se contagió de lepra, enfermedad de la piel en ese entonces incurable. Los médicos lo desahuciaron y sus amigos pronto se apartaron, dejándolo solo.

Él, sintiéndose perdido, volvió sobre el Señor, al que pidió que lo salve. En su oración de súplica le prometió a Dios que le daría un sentido distinto a su vida y que si lo curaba, se haría sacerdote y dedicaría su vida al apostolado.

Curado de milagro, Francisco decidió cumplir su promesa y empezó a prepararse para el sacerdocio. Se fue a Nápoles a estudiar teología y allí, apenas ordenado sacerdote, se unió a un grupo de religiosos dedicados a asistir a los presos de las cárceles.

La fundación

En 1588 el Papa Sixto V dio su aprobación a la nueva Congregación que Francisco y sus compañeros fundaron. El Papa, a continuación, dejó bajo el cuidado de la nueva Orden la residencia que está junto a la famosa Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.

Los clérigos menores -a los que se conoce como “caracciolos” o “caracciolinos”- trabajaban en cárceles y hospitales, anunciando al Señor en esas difíciles circunstancias, además de hacerlo recorriendo calles o pueblos enteros.

Francisco entregó lo mejor de su vida trabajando para la extensión del Reino de Dios en la tierra, labor dura y exigente, principalmente porque muchas almas se encontraban endurecidas.

El tiempo que el santo dedicaba a la oración y a la vida en común con sus hermanos fueron los pilares que lo sostuvieron.

Aferrado a lo esencial

En 1607 el P. Francisco Caracciolo renunció al cargo de superior general que se le había encomendado para dedicarse exclusivamente a la oración y la meditación.

Gracias a la guía y los cuidados de Francisco, sus hijos espirituales desarrollaron un estilo de vida en el que se equilibraba la predicación (la pastoral) con la vida contemplativa.

Para el santo, toda obra en favor de los que sufren tenía que tener un sustento espiritual. Es en el esfuerzo por acompañar a sus hijos que Francisco empieza a desarrollar las características del místico.

En su habitación del convento de Nápoles, se le encontró varias veces tirado en el suelo en éxtasis, con los brazos en cruz, de cara a su crucifijo.

La vuelta a casa

El 4 de junio del año 1608, a los 44 años, San Francisco Caracciolo fue llamado a la Casa del Padre, tras sufrir de unas fiebres intensas.

Fue beatificado por el Papa Clemente XIV el 4 de junio de 1769, y canonizado por el Papa Pío VII el 24 de mayo de 1807.(ACI.prensa)

03 junio, 2025

San Carlos Luanga y compañeros Mártires de Uganda

 Puede ser una imagen de ‎10 personas y ‎texto que dice "‎"דילוית ነችጉትትተ 3 新白 PAdUS San Carlos Lwanga y compañeros mártires Patronos de las victimas de tortura 3 de dejunio junio aciprensa.com‎"‎‎

¡Oh!, San Carlos Luanga y Mártires compañeros
de Uganda, vosotros sois los hijos del Dios de la Vida,
sus mártires y, sus amados santos, que, instruidos
en la verdad de los evangelios santos y el temor
de Dios, os convertisteis en ejemplo vivo y real,
y además gérmen de la fe y cristiandad del África
y del mundo, sobre todo de los jóvenes del tiempo
vuestro y del nuestro, porque, con la donación de
vuestra vida defendisteis el templo del Espíritu Santo,
y con vuestros santos cuerpos, os negasteis a que,
mancillados fueran por aquél tirano y depravado
reyezuelo llamado Muanga. El mismo los volvió
a reunir y os preguntó: “¿Siguen decididos a seguir
siendo cristianos?”. Y vosotros con valor respondisteis
a viva voz y en en coro: “¡Cristianos hasta la muerte!”.
El infame rey, montó en ira y, fuera de sí, os mandó
mataros envolviéndoos en esteras de juncos secos,
y un inmenso montón de leña seca, colocándoos allí
y prendiéndoos rabioso fuego y, de entre las llamas
vuestras voces surgían clamando a Cristo y cantaban
a Dios, hasta vuestro último aliento de vuestras vidas.
Y, así, el malvado pudo sí, con vuestros cuerpos, pero,
jamás nunca, con las almas vuestras, que felices se
tornaron hacia la Casa del Padre, quien os la dio
y a donde fuisteis todos gozosos, para ser coronados
de luz, como premio, a vuestra entrega de amor y fe;
El depravado reyezuelo, "gozando está" del fuego eterno.
¡oh!, San Carlos Luanga “Viva gloria del Dios de la Vida”.


© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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3 de Junio
San Carlos Luanga y los Mártires de Uganda
Año 1886

Santos mártires de Uganda

Os encomendamos a los jóvenes de nuestro tiempo para que sepan defender valientemente su pureza contra todos los corruptores, y para que nunca jamás se dejen robar por nadie su fe católica.

Uganda es un país del Africa. Los padres Blancos del Cardenal Lavigerie empezaron a misionar ese país y pronto hubo muchos negros convertidos al catolicismo y esta religión les transformó muy notablemente su modo de pensar y obrar.

Y sucedió que el jefe de esa nación, llamado Muanga, tenía el vicio de la homosexualidad. Y cuando el jefe del personal de mensajeros del palacio José Makasa, se convirtió al catolicismo le hizo saber al jefe que la Biblia condena y prohibe totalmente la homosexualidad y que la llama una “aberración”, o sea algo abominable, que va contra la Ley Divina y que es totalmente impropio de la persona humana. Y que el Libro Sagrado dice que “la homosexualidad es un pecado merecedor de la muerte” ( Levítico 18 ) y “algo que va contra la naturaleza (Rom. 1,26) y que los que lo cometen no poseerán el Reino de Dios (1 Cor. 6,10). Esto indignó tanto al reyezuelo, que ordenó asesinar a José Makasa el 15 de noviembre de 1885, y así este llegó a ser el primero de los 26 mártires de Uganda. (Ahora se llama San José Makasa). Otra de las causas del asesinato de José fue haber reprendido al rey por el asesinato del dos misioneros.

Al saber esta terrible noticia, los demás católicos que trabajaban en el palacio real como mensajeros o empleados, en vez de acobardarse, se animaron más fuertemente a preferir morir antes que ofender a Dios.

La segunda víctima fue un pequeño mensajero llamado Denis. El jefe Muanga quiso irrespetar a un jovencito llamado Muafa, pero este le dijo que su cuerpo era un templo del Espíritu Santo, y que él se haría respetar costara lo que costara. Averiguó el rey quién le había enseñado al niño estas doctrinas y le dijeron que era otro de los mensajeros, Denis, ¡y le dio muerte! Así este jovencito llegó a ser el segundo mártir San Denis. (Antes de darle muerte, el rey le preguntó: “¿eres cristiano?” y el niño respondió: “Sí, soy cristiano y lo seré hasta la muerte”).

Mientras tanto allá en un salón del palacio, el nuevo jefe de los mensajeros, Carlos Luanga (que había reemplazado a San José Makasa) reunía a todos los jóvenes y les recordaba lo que enseña San Pablo en la S. Biblia, que “los que cometen el pecado de homosexualidad tendrán un castigo inevitable por su extravío” ( Rom. 1,18 ) y les recordaba que “homosexualidad es la tendencia a cometer acciones impuras con personas del propio sexo”, y que eso no es amor de caridad que busca el bien de la otra persona, sino que es un “amor de concupiscencia” por el afecto que se siente hacia personas bien parecidas del propio sexo, y que lo que busca es satisfacer sus propios apetitos e inclinaciones anormales hacia las cualidades físicas del otro. Y les narraba cómo las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por una lluvia de fuego por cometer ese pecado, y cómo la Biblia anuncia tremendos castigos para los que lo cometen. Carlos terminaba sus charlas recordando aquellas palabras de Jesús: “Al que se declare a mí favor aquí, yo me declararé a su favor en el cielo”.

Con estas instrucciones de Carlos Luanga, ya todos los jovencitos mensajeros y empleados del palacio real de Uganda quedaron resueltos a perder su vida antes que renunciar a las creencias católicas o perder la pureza de su alma con un pecado de homosexualidad. Y ahora iba a llegar el desenlace fatal y sangriento.

El reyezuelo tenía como primer ministro al terrible brujo Katikiro, el cual estaba disgustadísimo porque los que se volvían cristianos católicos, ya no se dejaban engañar por sus brujerías. Y entonces se propuso convencer al rey de que debía hacer morir a todos los que se declararon cristianos.

El cruel Muanga reunió a todos sus mensajeros y empleados y les dijo: “De hoy en adelante queda totalmente prohibido ser cristiano, aquí en mi reino. Los que dejen de rezar al Dios se los cristianos, y dejen de practicar esa religión, quedarán libres. Los que quieran seguir siendo cristianos irán a la cárcel y a la muerte”. Y luego les dio una orden mortal: – Los que quieran seguir siendo cristianos darán un paso hacia adelante”.

Inmediatamente Carlos Luanga, jefe de todos los empleados y mensajeros del palacio, dio el paso hacia adelante. Lo siguió el más pequeño de los mensajeros, que se llamaba Kisito. Y enseguida 22 jóvenes más dieron el paso decisivo. Inmediatamente entre golpes y humillaciones fueron llevados todos a prisión.

El Padre misionero no había alcanzado a bautizar a algunos de ellos, y entonces estos jóvenes valientes viendo que su muerte estaba ya muy próxima pidieron a Carlos que los bautizara. Y allí en la oscuridad de la prisión Carlos Luanga bautizó a los que aún no estaban bautizados, y se prepararon todos para su paso a la eternidad feliz, que ya estaba muy cerca.

El reyezuelo los volvió a reunir y les preguntó: “¿Siguen decididos a seguir siendo cristianos?”. Y ellos respondieron a coro: “Cristianos hasta la muerte”. Entonces por orden del cruel ministro Katikiro fueron llevados prisioneros a 60 kilómetros de distancia por el camino, y allí mismo fueron asesinados por los guardias.

Después de haberlos tenido siete días en prisión en esas lejanías, en medio de los más atroces sufrimientos, mientras reunían la leña para el holocaustos el 3 de junio del año 1886, día de la Ascensión, los envolvieron en esteras de juncos muy secos, y haciendo un inmenso montón de leña seca los colocaron allí y les prendieron fuego. Entre las llamas salían sus voces aclamando a Cristo y cantando a Dios, hasta el último aliento de su vida.

Por el camino se llevaron los verdugos a dos mártires más, ya mayores de edad. El uno por haber convertido y bautizado a unos niños (San Matías Kurumba) y el otro por haber logrado que su esposa se hiciera cristiana (San Andrés Kawa). Ellos se unieron a los otros mártires (de los cuales 17 eran jóvenes mensajeros) y en total murieron en aquel año 26 mártires católicos por defender su fe y su castidad.

El cruel Katikiro fue fusilado y echado a los perros unos años después en una revolución. El reyezuelo Muanga fue derrotado por sus enemigos y desterrado a terminar sus años en una isla solitaria. Y los 26 mártires de Uganda, con Carlos Luanga a la cabeza, fueron declarados santos por el Papa Pablo VI, y ahora en Uganda hay un millón de católicos: “La sangre de los mártires, produce nuevos cristianos”.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Carlos%20Luanga_6_3.htm)

02 junio, 2025

San Félix de Nicosia OFMC

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2 de junio
San Félix de Nicosia OFMC
 
Cada 2 de junio se celebra a San Félix de Nicosia, humilde fraile capuchino (Orden de los Frailes Menores Capuchinos) del siglo XVIII, ejemplo de austeridad, entrega y, por sobre todo, de amor a Dios, manifestado en la obediencia y la caridad con los pobres y vulnerables.
 
San Félix nació en la ciudad siciliana de Nicosia (Italia) en el año 1715. Su nombre de pila fue Filippo Giacomo Amoroso. A los 20 años, pidió ser admitido en el convento de los franciscanos capuchinos en condición de hermano lego, ya que, por ser analfabeto, no podía aspirar a ser clérigo.
 
Fue rechazado durante 8 años consecutivos, hasta que finalmente fue admitido en el convento de Mistretta, Sicilia. Hizo su profesión perpetua el 10 de octubre de 1774, y, de inmediato, fue enviado al convento de Nicosia, su pueblo natal.
 
Limosnero, pero rico
 
Durante gran parte de su vida religiosa ejerció el oficio de limosnero. Cada día recorría las calles de su pueblo llamando a las puertas de los ricos, invitándolos a compartir sus bienes y a acudir a Dios, de quien todos somos deudores.
 
Luego, tocaba las puertas de los pobres, ofreciendo asistencia en sus necesidades y recordándoles que aún en medio de la pobreza hay mucho que ofrecer y compartir. De esta manera, él mismo se convirtió en nexo de unión entre unos y otros, ayudando a romper los muros sociales.
 
Con su conducta amable, San Félix conmovía a sus coetáneos, especialmente porque siempre daba las gracias, tanto cuando recibía donativos como cuando lo rechazaban o maltrataban. En cualquiera de los casos su respuesta era la misma: “Sea por amor de Dios".
 
Iletrado, pero sabio
 
Aunque era analfabeto, conocía bien las Sagradas Escrituras y la doctrina cristiana, pues se esforzaba en retener los pasajes bíblicos que le resultaban más significativos, así como los textos de los maestros espirituales que se leían en el convento durante las comidas.
 
Algo similar hacía con lo que escuchaba en la homilía. El hermano Felix demostró con contundencia que era realmente bueno para atesorar lo que llegaba a sus oídos para, una vez interiorizado, compartirlo con cualquiera que lo necesitara.
 
Fue un gran amante de la Eucaristía (se pasaba horas rezando ante el Sagrario). Profesó una devoción particular a la Virgen de los Dolores (llevó en su pecho durante treinta años una imagen de Ella) y a la Pasión de Cristo (solía meditar sobre el sacrificio de Cristo en la Cruz con los brazos cruzados).
 
Dócil instrumento de Dios
 
San Félix tenía como mayor aspiración corresponder lo mejor posible al amor de Dios. Sabía que si a Dios se aferraba, todo lo restante calzaría en su lugar. Sabía también que si había que preocuparse de algo, debía ser de poner a Dios en primer lugar, siempre.
 
El Señor, sabiéndose reparado por la piedad del humilde santo, adornó su vida con el don de curar enfermedades, tanto del cuerpo como del alma. En nombre de Cristo obró muchos milagros. Es conocido, además, que el buen Hno. Félix recibió el don de la bilocación, gracias al cual sirvió a más gente.
 
El santo murió el 31 de mayo de 1787 en el convento de Nicosia, su hogar, a la edad de 78 años. Fue beatificado el 12 de febrero de 1888 por el Papa León XIII y canonizado el 23 de octubre del 2005 por el Papa Benedicto XVI.
 
"Sea por amor de Dios"
 
En la homilía de la Misa de canonización, el Papa pronunció unas palabras dedicadas a San Félix: «”Sea por amor de Dios”. Así podemos comprender bien cuán intensa y concreta era en él la experiencia del amor de Dios revelado a los hombres en Cristo. Este humilde fraile capuchino, hijo ilustre de la tierra de Sicilia, austero y penitente, fiel a las expresiones más auténticas de la tradición franciscana, fue plasmado y transformado gradualmente por el amor de Dios, vivido y actualizado en el amor al prójimo. Fray Félix nos ayuda a descubrir el valor de las pequeñas cosas que enriquecen la vida, y nos enseña a captar el sentido de la familia y del servicio a los hermanos, mostrándonos que la alegría verdadera y duradera, que anhela el corazón de todo ser humano, es fruto del amor».(ACI prensa).

31 mayo, 2025

Fiesta de la Visitacion de Maria a su prima Santa Isabel

 

 

 
31 de Mayo
Fiesta de la Visitacion de Maria a su prima Santa Isabel
 
Cada 31 de mayo la Iglesia celebra la fiesta de la “Visitación de la Virgen María” a Santa Isabel, su prima, quien se encontraba también en estado de buena esperanza.
 
Con esta celebración se cierra el mes de mayo, dedicado a nuestra Madre del Cielo. Se trata, pues, de un hermoso detalle previsto por la Iglesia para coronar los ejercicios de piedad o las expresiones de amor que hemos ido realizando a lo largo del mes.
 
Durante mayo hemos acompañado a la Virgen en los jubilosos días de Pascua; la hemos celebrado en la Advocación de la Virgen de Fátima y, hace poco, hemos estado a su lado celebrando Pentecostés. Aunque, quizás, sea mejor decir, que fue Ella quien estuvo todo el tiempo a nuestro lado, educándonos en la fe. Cada rezo del Rosario, cada Letanía a la Virgen, cada oración frente a su santa imagen ha sido un gesto importante para que la amemos más, la conozcamos mejor y la tengamos más presente el resto del año.
 
¡Dios nos conceda el don de amar a María como Jesús la amó!
Conociendo a nuestra Madre
 
La fiesta de la Visitación constituye esencialmente una invitación del Señor a contemplar a la Virgen María, la Madre de Dios, que salió al encuentro de Isabel para ponerse a su servicio -recordemos que Isabel estaba embarazada y era una mujer mayor-.
 
Al mismo tiempo, se trata de una oportunidad renovada para considerar el llamado a vivir el ‘amor generoso’ -amor que brota de nuestro interior cuando en él habita Jesús-. María camino a la casa de Zacarías e Isabel es la clara evidencia de que la Madre de Dios jamás se cerró sobre sí misma sino que estuvo siempre sensible y atenta a las necesidades del otro. Se puso en marcha para servir en las labores domésticas sin hacer alarde de nada; María acude con sencillez, movida por el amor a su prima.
 
María viene a visitar tu corazón
 
De acuerdo al relato evangélico, el ángel Gabriel anunció a María que sería la Madre de Jesús, Redentor del mundo. Luego le revelaría que su prima Isabel estaba encinta a pesar de su edad. Dios obraba con grandeza delante de todos y suscita la respuesta amorosa del ser humano: la Virgen sale en ayuda de su pariente embarazada, la que será madre de Juan el Bautista, y se queda con esta por un periodo de tres meses.
 
Este gesto amable nos recuerda que María, como madre que es, ama a cada uno con un amor particular. Por otro lado, evoca el encargo que recibirá en el Calvario (Cfr. Jn 19, 26-27) por el que sabemos que nunca abandonará a ninguno de sus hijos.
 
De esta manera, la doncella elegida por Dios se ha hecho ejemplo perfecto de cómo debemos salir también nosotros al encuentro del prójimo: llevando a Jesús en el corazón.
 
No perdamos la esperanza, al contrario: la primera que quiere ayudarnos a tener a Jesús dentro es la Virgen. ¡Llámala sin reparos! ¡Recíbela en tu casa! 
 
Una madre como Ella jamás ha de negarse.
 
‘Canal de la Gracia’
 
San Bernardo de Claraval, a propósito de los pasajes considerados, señalaba que “desde entonces María quedó constituida como un ‘canal inmenso’ por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones”.
 
Evangelio del día (Lc 1, 39-56)
 
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.
 
Entonces dijo María:
 
“Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su nombre
y su misericordia llega de generación en generación
a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo:
dispersó a los de corazón altanero,
destronó a los potentados
y exaltó a los humildes.
A los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia,
vino en ayuda de Israel, su siervo,
como lo había prometido a nuestros padres,
a Abraham y a su descendencia,
para siempre”.
 
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa.(ACI prensa).

 

30 mayo, 2025

Santa Juana de Arco, Mártir y Patrona de Francia

 Santo del día 30 de mayo: Santa Juana de Arco. Santoral católico

¡Oh!, Santa Juana de Arco; vos, sois la hija del Dios
de la Vida y su amada santa. Desde niña, os entregasteis
a Su divina providencia y cada sábado recogíais bellas
y maravillosas flores del campo para llevarlas al altar
de Nuestra Señora. San Miguel Arcángel, Santa Catalina
y Santa Margarita os hablaron así: “Vos debéis salvar
a vuestra nación y al rey”. Y, así, los colores de Jesús
y María, estandartes hechos, flamearon sobre los campos
de batalla, y, las victorias una a una se dieron. Así,
brilló la luz de la verdad sobre vos, y así, también,
la oscuridad del maligno os envolvió y, por la envidia
de los hombres, fuisteis sometida a crueles martirios
y hasta la cárcel. Pero, nada os importó el desprecio,
el sobrevivir en las mazmorras, el descrédito y el ser
quemada viva. ¡Inmutable y feliz, tres veces pronunciasteis
el santo nombre de Jesús! Encendieron una gran hoguera,
os ataron a un poste y os quemaron lentamente. Dejasteis
este mundo, rezando y vuestro consuelo, mirar era el
crucifijo y encomendaros a Nuestro Señor. Invocasteis
a San Miguel Arcángel, y luego, voló, vuestra alma al
cielo, para coronada ser con corona de luz, como justo
premio a vuestra entrega de amor. Las gentes decían:
“¡Hoy hemos quemado a una santa!”. Pero, Dios es justo,
y, veintitrés años después gracias a vuestra santa madre
y a vuestros hermanos, se reabrió el juicio que se había
hecho en contra de vos, y Calixto III, Papa os liberó de
vuestra innoble sentencia del pasado. El rey de Francia
os declaró inocente y Benedicto XV, Papa, de aquella
época, os proclamó santa para gloria de Nuestra Iglesia,
y el pueblo francés os nombró feliz, su Santa Patrona;
¡oh!, Santa Juana de Arco; “vivo amor por Jesús y María".

© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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30 de Mayo
Santa Juana de Arco
Mártir
(1431)

Petición
Juana de Arco: concédenos un gran amor por nuestra patria.

Historia

Esta santa a los 17 años llegó a ser heroína nacional y mártir de la religión. Juana de Arco nació en el año 1412 en Donremy, Francia. Su padre se llamaba Jaime de Arco, y era un campesino. Juana creció en el campo y nunca aprendió a leer ni a escribir. Pero su madre que era muy piadosa le infundió una gran confianza en el Padre Celestial y una tierna devoción hacia la Virgen María. Cada sábado la niña Juana recogía flores del campo para llevarles al altar de Nuestra Señora. Cada mes se confesaba y comulgaba, y su gran deseo era llegar a la santidad y no cometer nunca ningún pecado. Era tan buena y bondadosa que todos en el pueblo la querían.

Su patria Francia, estaba en muy grave situación porque la habían invadido los ingleses que se iban posesionando rápidamente de muchas ciudades y hacían grandes estragos. A los catorce años la niña Juana empezó a sentir unas voces que la llamaban. Al principio no sabía de quién se trataba, pero después empezó a ver resplandores y que se le aparecían el Arcángel San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita y le decían: “Tú debes salvar a la nación y al rey”.

Por temor no contó a nadie nada al principio, pero después las voces fueron insistiéndole fuertemente en que ella, pobre niña campesina e ignorante, estaba destinada para salvar la nación y al rey y entonces contó a sus familiares y vecinos. Las primeras veces las gentes no le creyeron, pero después ante la insistencia de las voces y los ruegos de la joven, un tío suyo se la llevó a donde el comandante del ejército de la ciudad vecina. Ella le dijo que Dios la enviaba para llevar un mensaje al rey. Pero el militar no le creyó y la despachó otra vez para su casa.

Sin embargo unos meses después Juana volvió a presentarse ante el comandante y este ante la noticia de una derrota que la niña le había profetizado la envió con una escolta a que fuera a ver al rey.

Llegada a la ciudad pidió poder hablarle al rey. Este para engañarla se disfrazó de simple aldeano y colocó en su sitio a otro. La joven llegó al gran salón y en vez de dirigirse hacia donde estaba el reemplazo del rey, guiada por las “voces” que la dirigían se fue directamente a donde estaba el rey disfrazado y le habló y le contó secretos que el rey no se imaginaba. Esto hizo que el rey cambiara totalmente de opinión acerca de la joven campesina.

Ya no faltaba sino una ciudad importante por caer en manos de los ingleses. Era Orleans. Y estaba sitiada por un fuerte ejército inglés. El rey Carlos y sus militares ya creían perdida la guerra. Pero Juana le pide al monarca que le conceda a ella el mando sobre las tropas. Y el rey la nombra capitana. Juana manda hacer una bandera blanca con los nombres de Jesús y de María y al frente de diez mil hombres se dirige hacia Orleans.

Animados por la joven capitana, los soldados franceses lucharon como héroes y expulsaron a los asaltantes y liberaron Orleans. Luego se dirigieron a varias otras ciudades y las liberaron también.

Juana no luchaba ni hería a nadie, pero al frente del ejército iba de grupo en grupo animando a los combatientes e infundiéndoles entusiasmo y varias veces fue herida en las batallas.

Después de sus resonantes victorias, obtuvo Santa Juana que el temeroso rey Carlos VII aceptara ser coronado como jefe de toda la nación. Y así se hizo con impresionante solemnidad en la ciudad de Reims.

Pero vinieron luego las envidias y entonces empezó para nuestra santa una época de sufrimiento y de traiciones contra ella. Hasta ahora había sido una heroína nacional. Ahora iba a llegar a ser una mártir. Muchos empleados de la corte del rey tenían celos de que ella llegara a ser demasiado importante y empezaron a hacerle la guerra.

Faltaba algo muy importante en aquella guerra nacional: conquistar a París, la capital, que estaba en poder del enemigo. Y hacia allá se dirigió Juana con sus valientes. Pero el rey Carlos VII, por envidias y por componendas con los enemigos, le retiró sus tropas y Juana fue herida en la batalla y hecha prisionera por los Borgoñones.

Los franceses la habían abandonado, pero los ingleses estaban supremamente interesados en tenerla en la cárcel, y así pagaron más de mil monedas de oro a los de Borgoña para que se la entregaran y la sentenciaron a cadena perpetua.

Los ingleses la hicieron sufrir muchísimo en la cárcel. Las humillaciones y los insultos eran todos los días y a todas horas, hasta el punto que Juana llegó a exclamar: “Esta cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel, como nunca me había imaginado que pudiera serlo”. Pero seguía rezando con fe y proclamando que sí había oído las voces del cielo y que la campaña que había hecho por salvar a su patria, había sido por voluntad de Dios.

En ese tiempo estaba muy de moda acusar de brujería a toda mujer que uno quisiera hacer desaparecer. Y así fue que los enemigos acusaron a Juana de brujería, diciendo que las victorias que había obtenido era porque les había hecho brujerías a los ingleses para poderlos derrotar. Ella apeló al Sumo Pontífice, pidiéndole que fuera el Papa de Roma el que la juzgara, pero nadie quiso llevarle al Santo Padre esta noticia, y el tribunal estuvo compuesto exclusivamente por enemigos de la santa. Y aunque Juana declaró muchas veces que nunca había empleado brujerías y que era totalmente creyente y buena católica, sin embargo la sentenciaron a la más terribles de las muertes de ese entonces: ser quemada viva.

Encendieron una gran hoguera y la amarraron a un poste y la quemaron lentamente. Murió rezando y su mayor consuelo era mirar el crucifijo que un religioso le presentaba y encomendarse a Nuestro Señor. Invocaba al Arcángel San Miguel, al cual siempre le había tenido gran devoción y pronunciando por tres veces el nombre de Jesús, entregó su espíritu. Era el 29 de mayo del año 1431. Tenía apenas 19 años.

Varios volvieron a sus casas diciendo: “Hoy hemos quemado a una santa”. 23 años después su madre y sus hermanos pidieron que se reabriera otra vez aquel juicio que se había hecho contra ella. Y el Papa Calixto III nombró una comisión de juristas, los cuales declararon que la sentencia de Juana fue una injusticia. El rey de Francia la declaró inocente y el Papa Benedicto XV la proclamó santa.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Juana_de_arco5_11.htm)

29 mayo, 2025

Santa Úrsula Ledóchowska, Fundadora

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29 de mayo
Santa Úrsula Ledóchowska
Fundadora 
 
Santa Úrsula Ledóchowska fue una religiosa austriaca, fundadora de diversas iniciativas evangelizadoras, como la Congregación de las Religiosas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante -la más importante-, así como de centros de formación y enseñanza.
 
Una de las peculiaridades del apostolado de esta santa fue su vínculo con la Compañía de Jesús y otras instituciones de la Iglesia. Como explicó el postulador de su causa de canonización, P. Paolo Molinari, "era hermana de Vladimiro Ledóchowski, que fue prepósito general de la Compañía hasta 1942, y hermana de María Teresa Ledóchowska (beatificada en 1975), fundadora del Sodalicio de San Pedro Claver para sostener las misiones en África. Tuvo también un tío que había sido Cardenal".
 
Santa Úrsula nació el 17 de abril de 1865 en Loosdorf (Austria). Se mudó a Cracovia (Polonia) en 1886 y entró en el convento de las madres ursulinas. Al hacer sus votos en 1889, tomó el nombre de María Úrsula de Jesús.
 
Su servicio se caracterizó por la dedicación a la educación y por su sensibilidad ante las necesidades de los menos favorecidos. Cinco años después de realizados los votos, sería elegida superiora de su convento.
 
Con la bendición del Papa Pío X, en 1907, partió acompañada de otra religiosa a realizar una misión apostólica a Rusia, un país en el que las hostilidades a la Iglesia Católica iban en aumento. A pesar de las dificultades, ambas realizaron una intensa labor educativa y de formación católica. Gracias a ese esfuerzo pastoral, se crearía el noviciado de San Petersburgo, en el que Úrsula sería nombrada superiora.
 
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, tuvo que trasladar su comunidad -ahora con más integrantes- primero a Suecia y luego a Dinamarca. En el interín, la Santa Sede le concedió el permiso para que el grupo de religiosas a su cargo dejen de formar parte de la Orden de Santa Úrsula y se conviertan en las "Hermanas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante".
 
La Congregación creció rápidamente. Nacieron comunidades religiosas en Polonia, Austria, Suecia y Alemania. En 1928 inauguró en Roma la casa general y una pensión para muchachas pobres. Las "Ursulinas del Sagrado Corazón" comenzaron también a trabajar entre los pobres de los suburbios de la Ciudad Eterna. En 1930 se establecieron por primera vez en Francia.
 
Santa Úrsula Ledóchowska falleció en Roma el 29 de mayo de 1939. Fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II el 20 de junio de 1983 y canonizada por él mismo el 18 de mayo del 2003. En la actualidad la Congregación cuenta con alrededor de 900 hermanas repartidas en más de 100 comunidades, presentes en 12 países. Las hermanas desean seguir el camino radical del Evangelio y del servicio fraterno, ante todo a los más necesitados.(ACI prensa).

28 mayo, 2025

San Germán de París Obispo y Padre de los Pobres

 Puede ser una imagen de 1 persona y texto que dice "San Germán de Paris Patrono de Paris 28 de mayo aciprensa.com"

    

¡Oh! San Germán de París, vos, sois el hijo del Dios de la
Vida, su Obispo y amado santo, que conservando vuestra
monástica vida, llegasteis a ser «doctor de almas”. Vuestra
vida la conocemos por Fortunato, obispo; amigo vuestro. A,
vos, vuestra madre quiso abortaros, y enveneraros vuestro
primo Estraditio, por enfermizos celos. Hoy, sois lo que Dios
quiso que fuerais: ¡santo! Agripin, obispo de Autun, os
ordena sacerdote, luego; Nectario, su sucesor, os nombra
abad del monasterio de san Sinforiano. Allí, fuisteis modelo
de oración, disciplina, espíritu penitente y lleno de caridad.
Fortunato cuenta de vos, que, os habíais propuesto que ningún
pobre se fuese de vuestro convento sin comida, y un día, solo
os quedaban panes para vuestros monjes, y terminasteis dándolos
a los pobres. Al día siguiente de pronto, llegan al convento
dos cargas de pan y dos carros llenos de comida. También otro
día, apagasteis con un poco de agua bendita el fuego del pajar
del monasterio. Y otro, cuando el obispo, os manda poneros en
la cárcel, sin motivo, las puertas se os abrieron, pero vos, no
os marchasteis hasta que vuestro “carcelero” os diese libertad.
El rey Childeberto influyó para que os nombren obispo de París
a la muerte de Eusebio y, además de limosnero mayor. Curasteis
al rey cuando estaba enfermo con la sola imposición de vuestras
santas manos. A Cariberto, nieto de Childeberto, excomulgasteis
por adúltero. Y, así, luego de gastar vuestra vida en buena lid,
voló vuestra alma al cielo, para coronada ser, con corona de luz;
¡Oh! San Germán de París, «vivo médico y taumaturgo del Dios Vivo”.

© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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28 de Mayo
San Germán de París
Obispo

Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid

Martirologio Romano: En París, en la Galia, san Germán, obispo, que habiendo sido antes abad de San Sinforiano de Autún, fue llamado a la sede de esta ciudad, donde, conservando el estilo de vida monástico, ejerció una fructuosa cura de almas († 576).

Breve Biografía

Gran parte de su vida la conocemos por el testimonio de su colega el obispo Fortunato que asegura estuvo adornado del don de milagros. Nació Germán en la Borgoña, en Autun, del matrimonio que formaban Eleuterio y Eusebia en el último tercio del siglo V. No tuvo buena suerte en los primeros años de su vida carente del cariño de los suyos y hasta estuvo con el peligro de morir primero por el intento de aborto por parte de su madre y luego por las manipulaciones de su tía, la madre del primo Estratidio con quien estudiaba en Avalon, que intentó envenenarle por celos.

Su pariente de Lazy con quien vive durante 15 años es el que compensa los mimos que no tuvo Germán en la niñez. Allí sí que encuentra amor y un ambiente de trabajo lleno de buen humor y de piedad propicio para el desarrollo integral del muchacho que ya despunta en cualidades por encima de lo común para su edad.

Con los obispos tuvo suerte. Agripin, el de Autun, lo ordena sacerdote solucionándole las dificultades y venciendo la resistencia de Germán para recibir tan alto ministerio en la Iglesia; luego, Nectario, su sucesor, lo nombra abad del monasterio de san Sinforiano, en los arrabales de la ciudad. Modelo de abad que marca el tono sobrenatural de la casa caminando por delante con el ejemplo en la vida de oración, la observancia de la disciplina, el espíritu penitente y la caridad.

Es allí donde comienza a manifestarse en Germán el don de milagros, según el relato de Fortunato. Por lo que cuenta su biógrafo, se había propuesto el santo abad que ningún pobre que se acercara al convento a pedir se fuera sin comida; un día reparte el pan reservado para los monjes porque ya no había más; cuando brota la murmuración y la queja entre los frailes que veían peligrar su pitanza, llegan al convento dos cargas de pan y, al día siguiente, dos carros llenos de comida para las necesidades del monasterio. También se narra el milagro de haber apagado con un roción de agua bendita el fuego del pajar lleno de heno que amenazaba con arruinar el monasterio. Otro más y curioso es cuando el obispo, celoso que de todo hay por las cosas buenas que se hablan de Germán, lo manda poner en la cárcel por no se sabe qué motivo (quizá hoy se le llamaría «incompatibilidad»); las puertas se le abrieron al estilo de lo que pasó al principio de la cristiandad con el apóstol, pero Germán no se marchó antes de que el mismo obispo fuera a darle la libertad; con este episodio cambió el obispo sus celos por admiración.

El rey Childeberto usa su autoridad en el 554 para que sea nombrado obispo de París a la muerte de Eusebio y, además, lo nombra limosnero mayor. También curó al rey cuando estaba enfermo en el castillo de Celles, cerca de Melun, donde se juntan el Yona y el Sena, con la sola imposición de las manos.

Como su vida fue larga, hubo ocasión de intervenir varias veces en los acontecimientos de la familia real. Alguno fue doloroso porque un hombre de bien no puede transigir con la verdad; a Cariberto, rey de París el hijo de Clotario y, por tanto, nieto de Childeberto, tuvo que excomulgarlo por sus devaneos con mujeres a las que va uniendo su vida, después de repudiar a la legítima Ingoberta.

El buen obispo parisino murió octogenario, el 28 de mayo del 576. Se enterró en la tumba que se había mandado preparar en san Sinfroniano. El abad Lanfrido traslada más tarde sus restos, estando presentes el rey Pipino y su hijo Carlos, a san Vicente que después de la invasión de los normandos se llamó ya san Germán. Hoy reposan allí mismo y se veneran en una urna de plata que mandó hacer a los orfebres el abad Guillermo, en el año 1408.

(https://es.catholic.net/op/articulos/32167/germn-de-pars-)