18 mayo, 2019

San Juan I Papa

 
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¡Oh!, San Juan I Papa; vos, sois el hijo del Dios de la vida
y su amado santo, y, el que, a los arrianos herejes
fustigasteis con la verdad de la fe, que habita solo
en Nuestra Santa Madre Iglesia. Teodorico reyezuelo
de aquél tiempo, apoyaba la herejía de los arrianos,
pero, Justino emperador de Constantinopla decretó
cerrar todos los templos de aquellos, prohibiendo
que los que pertenecían a esa herejía ocuparan
empleos públicos. Entonces el reyezuelo, os obligó
temeroso a que fuerais a Constantinopla para lograr
de que el emperador Justino, quitara las leyes contra
los arrianos. Pero vos, no teníais interés en que se
apoyara a aquellos herejes, pues os mantuvisteis fiel
a nuestra Santa Madre Iglesia. Y, desde aquél día,
Teodorico, montado en ira, cobró venganza con vos,
haciéndoos encarcelar y luego recibir malos tratos.
En plena prisión, os encomendabais a Dios, y Aquél
que todo lo ve y juzga, os premió coronándoos con
valor y fuerza para resistir aquellos atropellos y al
no lograr nada, el triste y cruel bandido aquél, os
envió a la muerte, y os veía hasta en los pescados que
le servían, porque, cometió con vos, Boecio y Símaco,
vuestros consejeros, un martirio cruel e inmerecido.
Así, de esa manera voló vuestra alma al cielo, para
coronada ser, con corona de luz, como justo premio
a vuestra entrega increíble de amor y fe. ¡Aeluya!
¡Oh!, San Juan I Papa “vivo amor por el Dios de la Vida”.

 
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Mayo 18 San Juan I Papa y mártir (año 526)

Era italiano, de Toscana. En 523 fue elegido Sumo Pontífice. En Italia gobernaba el rey Teodorico que apoyaba la herejía de los arrianos. Y sucedió que el emperador Justino de Constantinopla decretó cerrar todos los templos de los arrianos de esa ciudad y prohibió que los que pertenecían a la herejía arriana ocuparan empleos públicos (los arrianos niegan que Jesucristo es Dios y esto es algo muy grave y contrario a la religión Católica).
 
El rey Teodorico obligó entonces al Papa a que fuera a Constantinopla y tratar de obtener que el emperador Justino quitara las leyes que habían dado contra los arrianos. Pero Juan no tenía ningún interés en que apoyaran a los herejes. Y así lo comprendió la gente de esa gran ciudad.
Más de 15,000 fieles salieron en Constantinopla a recibir al Papa Juan, con velas encendidas en las manos, y estandartes. Y lo hicieron presidir muy solemnemente las fiestas de Navidad. Y claro está que el emperador Justino, aunque les devolvió algunas iglesias a los arrianos, no permitió que ninguno de estos herejes ocupara puestos públicos.
Y Teodorico se encendió en furiosa rabia, y al llegar el Santo Padre a Ravena (la ciudad donde el rey vivía) lo hizo encarcelar y fueron tan crueles los malos tratos que en la cárcel recibió, que al poco tiempo murió. Junto con el Papa fueron martirizados también sus dos grandes consejeros, Boecio y Símaco.
Y dicen los historiadores que el rey Teodorico sintió tan grande remordimiento por haber hecho morir a San Juan Primero, que en adelante lo veía hasta en los pescados que le servían en el almuerzo.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Juan_I_5_18.htm)