¡Oh! Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo,
Rey del Universo, que cerráis el Año Litúrgico
en el que se ha meditado sobre todo el misterio
de vuestra vida, vuestra predicación y el anuncio
del Reino de Dios. Vuestra fiesta, fue instaurada
por Pío XI Papa, para motivar a los católicos
de todo el orbe de la tierra, a reconocer en
público que el mandatario de la Iglesia toda,
sois Vos, Cristo Rey, Dios y Señor Nuestro.
Al anunciar el Reino, Vos, nos mostráis lo que
éste significa para nosotros como Salvación,
Revelación y Reconciliación ante la mentira
mortal del pecado, que "vive" en el mundo. Sois
Vos, Señor Jesús cómo respondeís a Pilatos cuando
os pregunta si en verdad sois el Rey de los judíos:
"Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese
de este mundo mi gente habría combatido para que
no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino
no es de aquí". Y, claro, Vos, no sois el Rey
de un mundo de miedo, mentira y pecado. Vos, en
cambio, si sois el Rey del Reino de Dios que trae
y al que nos conducís para salvar a toda la humanidad;
¡Oh! Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Domingo 24 de noviembre
domingo XXXIV del Tiempo Ordinario
Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo
La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce. (ACI Prensa).
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