¡Oh! San Simeón, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
y su amado santo. Primo de Jesús, vuestro padre era
Cleofás, hermano de San José, y vuestra madre, hermana
de la Virgen María. Vos, recibisteis el Espíritu Santo
el día de Pentecostés. Pero, habiendo sido asesinado
Santiago «el menor» por los judíos, los apóstoles y los
discípulos elegieron a su sucesor en Jerusalén y por
unanimidad os escogieron a vos. Luego, estalló la guerra
en Palestina, por oponeros a los romanos y habiendo
recibido del cielo el aviso de que la ciudad destruida
sería, os refugiaron con vos, en la ciudad de Pela.
Después de la destrucción de Jerusalén los cristianos
volvieron y se establecieron en las ruinas, pero el impío
emperador Adriano, arrasó con los escombros. Pero, Dios
es maravilloso y nunca os abandonó, floreciendo la Iglesia,
y convirtiéndose numerosos judíos a Cristo, debido a los
milagros obrados por los santos. Entonces los míseros
Vespaciano y Domiciano, ordenaron matar a todos los
miembros descendientes de David, pero vos, lograsteis
escapar. Pero, durante la persecución del impío Trajano,
os denunciaron como cristiano y además, de ser descendiente
de David, y por ello, os sentenciaron a muerte por Atico,
rastrero gobernador romano. Os torturaron y crucificaron,
soportando con fortaleza y valentía el cruel suplicio, a
pesar de que contabais con ciento veinte años. Y, así, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona de luz,
como premio a vuestra entrega de amor y fe increíbles.
¡Oh! San Simeón, «vivo amor por el Dios de la Vida y del amor».
© 2025 by Luis Ernesto Chacón Delgado
18 de Febrero
San Simeón
Primo de Jesús
El Evangelio de San Mateo describe a San Simeón como uno de los parientes o hermanos del Señor. Su padre era Cleofás, hermano de San José, y su madre, era hermana de la Virgen María, siendo Simeón primo carnal del Señor. Sin duda, el santo fue uno de los primos de Jesús que recibió el Espíritu Santo el día de Pentecostés.
Siendo asesinado Santiago el menor por lo judíos, los apóstoles y discípulos se reunieron para elegir a su sucesor en la sede de Jerusalén y por unanimidad escogieron a Simeón. El año 66 estalló en Palestina la guerra civil a consecuencia de la oposición de los judíos a los romanos y parece que los cristianos de Jerusalén recibieron del cielo el aviso de que la ciudad sería destruida y que debían salir de ella sin tardanza, refugiándose con el santo en la ciudad de Pela.
Después de la toma y destrucción de Jerusalén, los cristianos volvieron y se establecieron en las ruinas, hasta que el emperador Adriano arrasó con los escombros, pero este hecho permitió que la Iglesia floreciera grandemente y que numerosos judíos se convirtieran al cristianismo debido a los milagros obrados por los santos. Vaspaciano y Domiciano mandaron a matar a todos los miembros descendientes de David, pero Simeón consiguió escapar.
Sin embargo, durante la persecución de Trajano, fue denunciado como cristiano y descendiente de David, siendo sentenciado a muerte por el gobernador romano Atico. Fue torturado y crucificado, soportando con fortaleza y valentía el suplicio, pese a que contaba con 120 años.
(https://www.aciprensa.com/recursos/san-simeon-4197)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario