04 febrero, 2006

°CUANDO LA VERDADERA POBREZA, ES RIQUEZA



Por Luis Ernesto Chacón Delgado

La pobreza como sabemos tiene implicaciones éticas, económicas y políticas, pero en nuestro medio, solo cuentan las dos últimas, es decir las económicas y políticas, porque las éticas son historia y no valen. El PNUD, (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), ha dicho que: “ la pobreza es una brutal negación de los derechos humanos y ello elimina la errónea noción de que el bienestar social, la educación, la salud y el empleo son favores o actos de caridad de los gobiernos y de los organismos internacionales, en beneficio de los pobres. La pobreza niega libertades, capacidades, derechos y oportunidades a las personas para tener una vida larga, creativa y sana, adquirir conocimientos, tener libertad, dignidad y respeto por sí mismas.”

Hegel, sentencio alguna vez que "No existe ninguna verdad eterna", y yo diría que sí. Existe Dios. Dueño y fuente de la verdad. Se debe comprender, de que en estos tiempos hay ciertos geniecillos, que se creen “dueños” de la verdad y que además se la “venden” a tanta gente incauta por allí. Y la verdad, esas no son “verdades”. Son más bien medias verdades o totales mentiras, con apariencia ilusoria de verdad, de partículas de verdad de parodias de verdad. Porque si fueran “verdades” , no creen ustedes que el mundo debería de ser otro? .!Claro!. Pero no lo es. Ellas son las que forman parte de la única gran mentira, que gobierna su triste mentor, el Padre de la mentira.

Para poder, asimilar los últimos conocimientos tecnológicos tienen que pasar alrededor de toda una generación (cincuenta años) mientras sucede esto, la brecha respecto de los pobres sigue creciendo y creciendo. La falta de una política apropiada para la educación y su pésima interpretación de “libertad”, que en realidad es “libertinaje” , donde casi ya no existe Dios; ausente de valores y sin ningún tipo de identidad; contribuyen a que los niños, adolescentes y jóvenes asimilen en el aprendizaje costumbres extranjeras, dejando las propias, y obviando así, su preparación para contribuir al desarrollo de la nación. La imitación negativa de la violencia, las drogas, el sexo y terror; publicitados por la avalancha mediática, ha quebrado su mundo interior. Además, la no implantación de una verdadera “meritocracia” para conseguir ciudadanos responsables, con buenas calificaciones y la sobre protección en su formación sólo hacen más real, la mediocridad en su educación y la alejan cada vez más del ideal de vida superior.

Díganme ustedes ¿La humanidad es más rica ahora que hace 500 ó 2000 años?. Creo que no y rotundamente que no. Si lo fuera, otro sería el cántico de las grullas, el pastar de los camélidos andinos y el nado libre de las grandes bestias marinas. Mas allá en el mar del Japón, en Taiji; los delfines coronarían la cabeza de sus verdugos, con gemas marinas, en señal de respeto por la vida. El hombre estaría feliz y enseñoreado sobre la naturaleza, todo en paz y en armonía perfecta. Pero él, ha sido reducido a un simple y común genocida que mata, y no mata delfines; mata seres humanos - dice - para sobrevivir. Lo más frustrante y paradojal, es que la productividad de esta globalización, debería de hacer que sobren alimentos, pero por increíble que parezca, el hambre es el principal motivo de muerte (un muerto cada siete segundos).

Aquí un dato que debería hacernos reflexionar, y que parecería extraído del libro de record de Guinness, pero no lo es. No es nada “extraordinario” y son solo simples estadísticas, números y más números; además porque los pobres no tienten quien los represente, no pagan impuestos y se mueren de a millones. Si viviese Poe, él los hubiera mencionado: En el mundo existen alrededor de mil millones de personas que viven, con menos de un dólar al día. Son los más pobres entre los pobres, poblaciones que viven en una miseria total, expuestas a grados extremos de inanición alimentaria. Dos terceras partes (62%) de las personas que luchan por sobrevivir con menos de un dólar al día viven en el sur de Asia y otra quinta parte (20%), en África; al sur del Sahara. El 5% de los pobres absolutos del mundo, está en América Latina, la gran mayoría de ellos al sur de México y América Central.

Mientras todos estos millones no tienen alimento, ni acceso a los servicios básicos esenciales (agua potable, salud, educación elemental y vivienda), los países opulentos, en una muestra de total insensibilidad, se gastan cantidades astronómicas de miles de millones de dólares, que podrían frenar en algo, la muerte inmisericorde de seres humanos a nivele global: 8.000 millones de dólares anuales en cosméticos en Estados Unidos, 11.000 millones en helados en Europa, 35.000 millones en recreación en Japón, 17.000 millones en alimento para mascotas en Europa y Estados Unidos, 450.000 millones en drogas ilícitas en todo el globo y más de un billón de dólares en armamento. Esto último con el pretexto de “liberar” pueblos oprimidos, que más que otra cosa terminan siendo genocidas y nada o poco reivindicatorias. Y el terror del hambre, que asola y convive en el globo; ¿quien lo enfrenta?. Todos lo saben, pero callan al mismo tiempo. Esa es la respuesta del mundo “libre, civilizado y demócrata”.

Esta no es otra cosa que una cruel y vívida realidad, del hedonismo en el que vive el hombre poderoso y que ha acuñado el “nuevo hombre global”, en función del poseer y la negación del ser. El surgimiento de la neo sociedad hiper consumista, que cobija muy risueña e hipócritamente en sus entrañas, la más inimaginable miseria humana. ¿Entonces de que riquezas estamos hablando? . ¿De que ha valido evolucionar al hombre, si a estas alturas no sabe la diferenciar la oscuridad de la luz?. ¿La muerte de la vida?. ¿Podemos hablar racionalmente de riqueza, si esta se basa en el hambre de su verdadero promotor: el que trabaja? ¿Es, éste modelo realmente “rico”, que genera escasez y diezma la población cada segundo, el que debe de seguir imperando? . Decididamente no; pero sigue y seguirá siéndolo por mucho más tiempo.

La declarada riqueza que el "progreso" ha traído, oculta la pobreza desgarradora que anida en su seno. Como dijo Lacan: "en el mundo moderno lo que falta, es la falta". La felicidad está a cuenta de las cosas materiales que suplen todo. Ese es el error feliz de los ricos y también su desgracia. Vivir de manera hedonista la vida, dejando de lado las leyes de Dios y los más elementales principios éticos es un acto condenatorio, pero ahí, en esa falsa sobreabundancia, estriba el problema: ¿Habrá alguien o algo que pueda hacer cambiar a un rico?. "La humildad hace al hombre capaz de Dios." Dice Santo Tomás de Aquino y esto corrobora que un acto de fe verdadera y una vuelta hacia Dios legitiman el retorno al Padre. Él, comprende y lo sabe todo y sabrá como trocar el fuego eterno, por la luminosidad de la pastura eterna. ¿Puede, ser este acto de fe, la riqueza en una civilización que se precia de ser mayoritariamente cristiana y que habla de la caridad? . Yo creo que si, pero más allá de las palabras deben de estar las obras.

Como sigue diciendo el gran Santo Tomás: "Así como Cristo aceptó la muerte corporal para darnos la vida espiritual, así soportó la pobreza temporal para darnos las riquezas espirituales." Él, el más rico del universo, quiso confundirse con las miserias humanas y habitó entre nosotros. Vivió su tiempo justo y fue crucificado entregando su cuerpo material. Desde entonces y al tercer día fuimos “ricos”, para siempre. Pero a pesar de ello, unos pocos, los más pudientes, no comprendieron el mensaje y vivieron, viven y vivirán a su manera, bajo sus propias disquisiciones y estilos de vida, en la creencia, de la inexistencia del Juez Supremo.

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.” Nos lo recuerda este pasaje bíblico de la Epístola Universal de Santiago Cap. 1, 8 - 11. , donde está claramente graficado el final de los ricos.

Finalmente, quiero compartir la siguiente historia que nos muestra claramente quien es verdaderamente “rico” .Creo que su autor, del cual, lamentablemente desconozco su nombre, era verdaderamente “rico” :

“Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo, ¿qué te pareció la experiencia?

Buena, -contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
Y... ¿qué aprendiste?, insistió el padre... El hijo contestó: Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, berro y otras bellezas.

Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín... mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna. Nuestro patio llega hasta la cerca... y el de ellos llega al horizonte. Que nosotros compramos nuestra comida... ellos, siembran y cosechan la de ellos.

Nosotros oímos CD's... Ellos escuchan una perpetua sinfonía de gorriones, colibríes, pericos, ranas, sapos, cigarras y otros animalitos... todo esto a veces dominado por el sonoro canto de un vecino que trabaja su monte. Nosotros cocinamos a gas o con electricidad... Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.

Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas... Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos. Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor... Ellos, en cambio, están "conectados" a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.

El padre quedó impactado por la profundidad de las palabras de su hijo... Entonces el hijo terminó diciendo: Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos.”

Cada segundo que pasa estamos más vacíos de espíritu, de una apreciación por la naturaleza y las grandes obras del Creador. Nos preocupamos por “preocuparnos” por TENER, TENER, TENER Y MÁS TENER; despreciando el SER, camino seguro a los pastos eternos, razón primigenia y meta del hombre; que desprecia con desdén y orgullo la opción de ser pobre o rico. Y usted amigo mío, ¿Cuán pobre o rico es?.
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FUENTES:
- LA BIBLIA DE ESTUDIO
- CATHOLIC NET
- SUMMA TEOLOGICA SANTO TOMÁS DE AQUINO
- PNUD
- ONU : LA SITUACIÓN SOCIAL EN EL MUNDO 2005