01 septiembre, 2017

San Egidio


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¡Oh!, San Egidio; vos, sois el hijo del Dios de la vida, y,
el mismo que honor, disteis al significado de vuestro nombre:
“El Protegido o defendido”. Del Ródano, ermitaño y anacoreta;
milagros por cientos se os atribuyen, y, el Medioevo, como
prueba de ello os llamó: “Abogado de los pecadores”, por haber
ayudado en su conversión al Rey Carlos; Protector de pobres,
tullidos y arqueros, por haber sido herido por una flecha;
Abogado contra el miedo y el incubo, por ayudar a una cierva
en peligro; y Defensor contra las enfermedades del cáncer y
la epilepsia, llamada también “mal de San Gil”. Hasta hoy,
se os representa como anacoreta, con varios atributos: cierva,
lirio, flecha clavada en el brazo, dos puertas, regalo del Papa
a vuestro monasterio y un mensaje celeste en una filacteria
por haber descubierto un pecado oculto del Rey Carlos y hacérselo
confesar. Eso erais, hasta el día en que, luego de haber gastado
vuestra santa vida en buena lid, voló vuestra alma al cielo,
para, con justicia, coronado ser con corona de luz, como premio
a vuestra entrega grande de amor. ¡Aleluya! ¡Aleluya!¡Aluya!
¡oh!, San Egidio, “vivo amor y defensa del Dios de la Vida”.


© 2017 by Luis Ernesto Chacón Delgado
 
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1º de septiembre
San Egidio


(“El Protegido o Defendido” en latín; o “cabrito” en griego).

Martirologio Romano: En la región de Nimes, de la Galia Narbonense (hoy Francia), san Egidio o Gil, cuyo nombre adopta la población que después se formó en la región de la Camargue y donde se dice que el santo había erigido un monasterio y acabado el curso de su vida mortal (s. VI/VII).


Ermitaño de origen griego que vivió entre los siglos VI y VII. Algunas leyendas piadosas lo consideraban un rico heredero emigrado de Marsella y establecido como anacoreta en un bosque, en la desembocadura del río Ródano. Con el tiempo edificó un monasterio.

Se le atribuyen algunos milagros y la piedad en el Medioevo lo llamó: Abogado de los pecadores, por haber ayudado en su conversión al Rey Carlos; Protector de pobres, tullidos y arqueros, por haber sido herido por una flecha; Abogado contra el miedo y el incubo, por ayudar a una cierva en peligro; y Defensor contra las enfermedades del cáncer y la epilepsia, llamada “mal de San Gil”.

Se le consideró uno de los “14 santos auxiliares”. Se le representa como anacoreta, con varios atributos: cierva, lirio, flecha clavada en el brazo, dos puertas (regalo del Papa a su monasterio) y un mensaje celeste en una filacteria por haber descubierto un pecado oculto del Rey Carlos y hacérselo confesar.

 (http://www.es.catholic.net/op/articulos/32158/gil-o-egidio-santo.html)

 (http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Gil_9_1.htm)