¡Oh! San Pedro Claver, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, Apóstol de los negros y su amado santo,
que desde niño mostrasteis cualidades de inteligencia
y de espíritu, razón suficiente, para que vuestros
padres os pusieran al servicio de la Iglesia en la
Compañía de Jesús. Aconsejado por San Alfonso Rodríguez,
humide portero del monasterio decidisteis salir de
España y dirigiros a evangelizar las Indias Occidentales,
hoy Colombia, y ordenado sacerdote en Cartagena,
y observando el servicio y entrega del P. Alfonso
Sandoval con los esclavos venidos del continente
africano, decidisteis convertiros en “esclavo de los
negros para siempre”, y pese a vuestra timidez y falta
de confianza en vos mismo, os disteis a vuestra misión
con valor y entusiasmo. Vuestras labores empezaban
con la visita diaria a las barracas en el puerto,
donde conversabais y predicabais la palabra de Dios,
logrando así, la conversión y el bautismo de miles
de vuestros negros. Allí, atendíais a numerosos
enfermos y moribundos, a quienes llevabais medicinas
y alimentos; y a los niños, juguetes y caramelos.
Vuestra obra, se extendió por los valles y haciendas
donde predicabais y velabais por el cuidado de vuestra
grey, venciendo obstáculos que os ponian los hacendados.
Vuestra intensa actividad os deterioró la salud,
y luego de bendecir a vuestro sucesor, un día, voló,
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona
de luz como justo premio a vuestra entrega de amor
y fe. Ese día, fue el de la Natividad de Nuestra Señora,
Santa Madre de Dios. ¡Qué grande premio! Santo Patrono,
Apóstol y Esclavo de los negros por siempre jamás;
¡oh!, San Pedro Claver, “vivo esclavo de amor por Cristo".
© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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9 de Setiembre
San Pedro Claver
Apóstol y Patrono de los negros
Nació en 1581 en España, y desde niño mostró grandes cualidades de inteligencia y de espíritu, siendo destinado por sus padres al servicio de la Iglesia. Al terminar sus estudios en la universidad de Barcelona, y tras recibir las órdenes menores, el santo fue aceptado por la Compañía de Jesús.
Gracias a la influencia y consejos de San Alfonso Rodríguez -portero del monasterio jesuita donde San Pedro vivía- el santo decidió abandonar España en 1610 para asumir las misiones de evangelización en las Indias Occidentales, específicamente en la colonia de Nueva Granada, hoy república de Colombia.
En 1615 fue ordenado sacerdote en Cartagena, y fue ahí donde el santo, al ver la entrega y servicio del P. Alfonso Sandoval por los miles de esclavos negros provenientes del África, tomó la decición de convertirse en “esclavo de los negros para siempre” y pese a su timidez y falta de confianza en sí mismo, el santo se entregó a aquella misión con tenacidad y mucho entusiasmo. Sus labores empezaban con la visita casi diaria a las barracas en el puerto, donde conversaba y predicaba la palabra de Dios, logrando la conversión y el bautismo de miles de ellos.
Además, atendía a numerosos enfermos y moribundos, a quienes llevaba medicinas y alimentos, y a los niños, algunos dulces y caramelos. Su obra evangelizadora también se extendió por los valles y haciendas donde el santo iba a predicar y velar por el cuidado de sus “negros”, no sin antes vencer dificultades y penurias por parte de los hacendados.
La intensa actividad del santo deterioró su salud, y luego de bendecir a su sucesor en su misión apostólica falleció el 8 de setiembre de 1654, día de la Natividad de Nuestra Señora, y en medio de grandes muestras de amor y cariño popular. Fue canonizado el 1888, al mismo tiempo que su gran amigo San Alfonso Rodríguez.