Oh, San Zaqueo de Jerusalén, vos, sois
el hijo del Dios de la vida, y su amado
Obispo, y el mismo, que, por ser de pequeña
estatura, pero, gigante de fe, queriendo
ver a Jesús, a un árbol subisteis, y Él,
viéndoos, os invitó a bajar y fue con vos,
a comer a vuestra casa. Venerado fuisteis
y sois, por la gente de vuestro tiempo y
del nuestro. A Dios, amabais de manera
tal, que os entregasteis en cuerpo y alma,
a servirlo en imitación santa de Cristo
Jesús, Dios y Señor Nuestro, y vuestro
amadísimo Maestro. A Santiago, Apóstol
seguisteis y a Justo I, Obispo de Jerusalén
sucedisteis. Hoy, lucís corona de luz
eterna, como premio justo a vuestro amor;
oh, San Zaqueo de Jerusalén, “fe y luz”.
© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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el hijo del Dios de la vida, y su amado
Obispo, y el mismo, que, por ser de pequeña
estatura, pero, gigante de fe, queriendo
ver a Jesús, a un árbol subisteis, y Él,
viéndoos, os invitó a bajar y fue con vos,
a comer a vuestra casa. Venerado fuisteis
y sois, por la gente de vuestro tiempo y
del nuestro. A Dios, amabais de manera
tal, que os entregasteis en cuerpo y alma,
a servirlo en imitación santa de Cristo
Jesús, Dios y Señor Nuestro, y vuestro
amadísimo Maestro. A Santiago, Apóstol
seguisteis y a Justo I, Obispo de Jerusalén
sucedisteis. Hoy, lucís corona de luz
eterna, como premio justo a vuestro amor;
oh, San Zaqueo de Jerusalén, “fe y luz”.
© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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23 de Agosto
Zaqueo de Jerusalén
Obispo
Zaqueo de Jerusalén
Obispo
Fue el cuarto obispo de Jerusalén. De él habla el Evangelio en aquel
episodio en que Zaqueo, por ser de pequeña estatura y queriendo ver a
Jesús que pasaba por el lugar, subió a un sicomoro. Jesús entonces lo
invitó a bajar y fue a comer a su casa. Zaqueo murió en Jerusalén el año
116, a edad muy avanzada.
Zaqueo de Jerusalén (Palestina, siglo I – 116) fue un obispo de
Jerusalén. Es venerado como santo en toda la cristiandad. Fue el cuarto
obispo de Jerusalén desde Santiago el Apóstol, sucediendo a Justo I de
Jerusalén en 111. Muerto en 116, fue sucedido por Tobías.
Es nombrado por Eusebio de Cesarea (265-340) como obispo de Cesareia
Palestina e historiador del origen de la Iglesia que, en su “Historia
Eclesiástica”, ennumera los nombres de los primeros obispo de Jerusalén
citando a Santiago el Apóstol, Simeón, Justo y Zaqueo. Es citado también
por varios hagiógrafos, incluyendo César Baronio en el siglo siglo XVI.