Oh, San Atanasio, vos, sois el hijo del
Dios de la vida, y que, al significado de
vuestro nombre hiciste honores, y, en
la plena época en que, Arrio, confundía
a los fieles, con su falsaria doctrina,
con valor sostuvisteis la verdad católica.
Desterrado, cinco veces fuisteis y, cuando
la civil autoridad, obligaros quiso a que,
de nuevo al hereje en la Iglesia recibieras,
lo rechazasteis vos, con valor y audacia.
Verdaderamente inmortal a vuestro nombre
hicisteis y, de gloria por siempre lo cubristeis
pues, con fortaleza de espíritu y de cuerpo
lo cubristeis, en la defensa de las verdades
de la fe y de Nuestra Santa Madre Iglesia,
con palabras caídas del cielo, hechas vivo
fuego, que sus vanas pretensiones calcinaron
de falsía todas llenas, para gloria de Aquél
que lo ve todo y juzga. Y, del mismo cielo,
que hoy, os cobija, como premio a vuestros
desvelos y el desgaste de vuestra vida,
una corona de luz y eternidad se os posó
como recompensa justa a vuestra entrega;
oh, San Atanasio, santo, “inmortal” y luz.
© 2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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2 de Mayo
San Atanasio
Doctor de la Iglesia
Atanasio, nombre que significa “inmortal”,
nació en Egipto, en la ciudad de Alejandría, en el año 295. Llegado a la
adolescencia, estudió derecho y teología. Se retiró por algún tiempo a un yermo
para llevar una vida solitaria y allí hizo amistad con los ermitaños del
desierto; cuando volvió a la ciudad, se dedicó totalmente al servicio de
Dios.
Era la época en que Arrio, clérigo de
Alejandría, confundía a los fieles con su interpretación herética de que Cristo
no era Dios por naturaleza. Para considerar esta cuestión se celebró un concilio
(el primero de los ecuménicos) en Nicea, ciudad del Asia Menor. Atanasio, que
era entonces diácono, acompañó a este concilio a Alejandro, obispo de
Alejandría, y con su doctrina, ingenio y valor sostuvo la verdad católica y
refutó a los herejes y al mismo Arrio en las disputas que tuvo con él.
Cinco meses después de terminado el concilio
con la condenación de Arrio, murió san Alejandro, y Atanasio fue elegido
patriarca de Alejandría. Los arrianos no dejaron de perseguirlo y apelaron a
todos los medios para echarlo de la ciudad e incluso de Oriente.
Fue desterrado cinco veces y cuando la
autoridad civil quiso obligarlo a que recibiera de nuevo en el seno de la
Iglesia a Arrio, excomulgado por el concilio de Nicea y pertinaz a la herejía,
Atanasio, cumpliendo con gran valor su deber, rechazó tal propuesta y perseveró
en su negativa, a pesar de que el emperador Constantino, en 336, lo desterró a
Tréveris.
Durante dos años permaneció Atanasio en esta
ciudad, al cabo de los cuales, al morir Constantino, pudo regresar a Alejandría
entre el júbilo de la población. Inmediatamente renovó con energía la lucha
contra los arrianos y por segunda vez, en 342, tuvo que emprender el camino del
destierro que lo condujo a Roma.
Ocho años más tarde se encontraba de nuevo en
Alejandría con la satisfacción de haber mantenido en alto la verdad de la
doctrina católica. Pero llegó a tanto el encono de sus adversarios, que enviaron
un batallón para prenderlo. Providencialmente, Atanasio logró escapar y
refugiarse en el desierto de Egipto, donde le dieron asilo durante seis años los
anacoretas, hasta que pudo volver a reintegrarse a su sede episcopal; pero a los
cuatros meses tuvo que huir de nuevo. Después de un cuarto retorno, se vio
obligado, en el año 362, a huir por quinta vez. Finalmente, pasada aquella
furia, pudo vivir en paz en su sede.
San Atanasio es el prototipo de la fortaleza
cristiana. Falleció el 2 de mayo del año 373. Escribió numerosas obras, muy
estimadas, por las cuales ha merecido el honroso título de doctor de la Iglesia.
Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Fiesta
de María Reparadora. Santos: Félix, Flaminia, Saturnino, Germán, Celestino,
Exuperio, Ciriaco, Teódulo, Florencio, Eugenio, Longinos, Zoe, mártires;
Antonino Pierozzi, confesor; Daniel, monje.