26 abril, 2024

San Rafael Arnáiz Barón, Religioso Cisterciense y Místico

 

 

 

 ¡Oh! San Rafael Arnáiz, vos sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo, que aquejado aún novicio
por una grave enfermedad, la soportaseis con valor y
estoicismo, confiando siempre en el Dios de la Vida
y del Amor. A vos, os visitó vuestra amiga y compañera:
dolores y fiebres, que os obligaron a interrumpir vuestros
estudios. Recuperado, vuestro padre en agradecimiento
por el milagro concedido por la santísima Virgen, os
llevó a Zaragoza, donde os consagró a la Virgen del Pilar.
Vos mientras estudiabais, visitabais a diariamente a "el
Amo", participaba puntualmente en vuestro turno nocturno
de adoración. Poseíais una inteligencia brillante y
hacíais gala de ser siempre amistoso, tratando siempre
a todos con gran jovialidad. Erais deportista, rico en
talento para el dibujo y la pintura; os gustaba la música
y el teatro. A la par, crecíais en vuestra experiencia
espiritual de vida cristiana. Y, Dios, os invitó a una
consagración especial en la vida contemplativa, y os
invitó al monasterio de San Isidro. Y, más aún, de repente
Dios, os probó con una penosa enfermedad: una aguda
diabetes sacarina, que os obligó a dejar el monasterio
y a regresar a casa de vuestros padres para que os
cuidaran debidamente. Regresasteis al monasterio una y
otra vez, respondiendo fielmente el llamada de Dios.
Os santificasteis siendo fiel a vuestra vocación y
aceptasteis amorosamente los planes de Dios y el llamado
de la Cruz. Os fascinaba la contemplación de lo Absoluto;
llevabais en vuestro corazón una ternura amorosa a la
Virgen María. Y, así, como todo en esta vida, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona de
luz, como justo premio a vuestra entrega de amor y fe;
Vuestros numerosos escritos ascéticos y místicos continúan
difundiéndose para el bien de cuantos entran en contacto
con vos. A vos, se os considera como uno de los más
grandes místicos de nuestro tiempo y ejemplo de los jóvenes.
¡Oh! San Rafael Arnáiz, "viva contemplación del Dios Vivo".

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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26 de Abril

San Rafael Arnáiz Barón 

Religioso Cisterciense

Martirologio Romano: En el monasterio de San Isidoro de Dueñas, en España, san Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense, que, aquejado todavía novicio por una grave enfermedad, soportó con gran paciencia su maltrecha salud, confiando siempre en el Señor. ( 1938)

Fecha de canonización: 11 de octubre de 2009, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI

Breve Biografía

Nació en Burgos (España) el 9 de abril de 1911, de una familia de alta sociedad y profundamente religiosa. En esa misma ciudad fue bautizado y confirmado. Comenzó sus estudios en el colegio de los padres jesuitas y recibió por primera vez la Eucaristía en 1919.

En esos años tuvo la primera visita de la que habría de ser su asidua compañera: una enfermedad de fiebres colibacilares que le obligó a interrumpir sus estudios. Cuando se recuperó, su padre, en agradecimiento a lo que consideró una intervención especial de la santísima Virgen, a finales del verano de 1921 lo llevó a Zaragoza, donde lo consagró a la Virgen del Pilar.

Su familia se trasladó a Oviedo, y allí continuó sus estudios de bachillerato, en el colegio de los padres jesuitas y al terminar se matriculó en la Escuela superior de arquitectura de Madrid, donde supo unir el estudio con una ardiente y asidua vida de piedad; había introducido en su horario de estudio una larga visita diaria a "el Amo" en el oratorio de Caballero de Gracia, y participaba puntualmente en su turno de adoración nocturna.

De inteligencia brillante y ecléctica, Rafael tenía destacadas dotes para la amistad y buen trato. Poseía un carácter alegre y jovial; era deportista, rico en talento para el dibujo y la pintura; le gustaba la música y el teatro. A la vez que crecía en edad y desarrollaba su personalidad, crecía también en su experiencia espiritual de vida cristiana.

En su corazón bien dispuesto a escuchar Dios quiso suscitar la invitación a una consagración especial en la vida contemplativa. Había conocido la trapa de San Isidro de Dueñas y se sintió fuertemente atraído porque la percibió como el lugar que correspondía a sus íntimos deseos. Así, en diciembre de 1933 interrumpió sus cursos en la universidad, y el 16 de enero 1934 entró en el monasterio de San Isidro.

Después de los primeros meses de noviciado y la primera Cuaresma vividos con entusiasmo en medio de las austeridades de la trapa, de improviso Dios quiso probarlo misteriosamente con una penosa enfermedad: una aguda diabetes sacarina, que lo obligó a abandonar apresuradamente el monasterio y a regresar a casa de sus padres para ser cuidado adecuadamente.

Regresó a la trapa apenas restablecido, pero la enfermedad le obligó a abandonar varias veces el monasterio, donde volvió otras tantas veces para responder generosa y fielmente a la llamada de Dios.

Se santificó en la gozosa y heroica fidelidad a su vocación, en la aceptación amorosa de los planes de Dios y del misterio de la cruz, en la búsqueda apasionada del rostro de Dios; le fascinaba la contemplación de lo Absoluto; tenía una tierna filial devoción a la Virgen María —la "Señora" como le gustaba llamarla—. Falleció en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién cumplidos los 27 años. Fue sepultado en el cementerio del monasterio, y después en la iglesia abacial.

Muy pronto su fama de santidad se extendió fuera de los muros del convento. Sus numerosos escritos ascéticos y místicos continúan difundiéndose con gran aceptación y para el bien de cuantos entran en contacto con él. Ha sido definido como uno de los más grandes místicos del siglo XX.

El 19 de agosto de 1989 el Papa Juan Pablo II, con ocasión de la Jornada mundial de la juventud en Santiago de Compostela, lo propuso como modelo para los jóvenes del mundo de hoy y el 27 de septiembre de 1992 lo proclamó beato.

La canonización la realizó el Papa Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009. Con su canonización el Papa Benedicto XVI lo presenta como amigo, ejemplo e intercesor a todos los fieles, sobre todo a los jóvenes.

Su fiesta se celebra el 26 de abril.

Algunas máximas espirituales de San María Rafael
¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.

El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.

¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!

 

ORACIÓN
Señor omnipotente
que glorificas a los humildes
y abates a los soberbios,
te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre
ensalces la memoria de San Rafael,
concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo,
que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor,
que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.


(https://es.catholic.net/op/articulos/34610/fray-mara-rafael-arniz-barn-santo.html#modal)

25 abril, 2024

San Marcos, Evangelista


 

¡Oh!, San Marcos Evangelista, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, su amado santo e intérprete de San Pedro
y primo de Bernabé . Nunca oísteis a Jesús predicar, pero
conocisteis a sus discípulos, sin llegar a ser uno de ellos.
Acompañasteis a Pablo y Bernabé, a Chipre y Perges, de
donde volvisteis sin causa alguna. Bernabé, quiso llevaros
nuevamente pero, Pablo, no lo quiso. Y, vos, seguisteis
a Bernabé una vez más hasta Chipre, pero cosas de Dios,
vos, aparecisteis junto a Pablo en Roma. Fuisteis también,
discípulo de Pedro, pues él, os llamó “hijo” en su primera
carta. Vuestro evangelio, parecido tiene al libro de los
Hechos de los Apóstoles, y, la segunda Carta a Timoteo
lo señala como compañero vuestro. Vos, fundasteis la Iglesia
de Alejandría, y vuestro Evangelio, un espíritu observador
y ágil posee. Sólo vos, resaltáis, el verdor de la hierba
sobre la que Jesús, sentar hizo a la muchedumbre, antes
de multiplicar los panes y los peces. Vuestro escrito,
profundidad posee y demuestra singular valía teológica,
pues vos, presentáis a Jesús siendo recibido con alegría
por la gente, narrando cuando el Señor se retira de Galilea,
para dedicarse a la instrucción de sus discípulos, quienes
todos a la vez, y por boca de Pedro, confiesan la divinidad
de Cristo, vuestro Maestro, y que, más tarde, fuera humillado
por la maldad y la ignorancia de los hombres que él, había
venido a rescatar, pero, luego es exaltado por Dios, Su Amado
Padre y nuestro; como ha de serlo, con todo el que, a Él,
de corazón se le una y lo siga en el camino. Por todo ello,
hoy, coronado de luz estáis, como premio a vuestro santo amor;
¡oh!, San Marcos Eangelista, “vivo Evangelio del Dios Vivo».

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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25 de Abril
San Marcos
Evangelista

Según tradición eclesiástica, Marcos, llamado también Juan Marcos o simplemente Juan, es el autor de un evangelio y el intérprete que traducía a Pedro en sus predicaciones frente a auditorios de habla griega.Era hijo de una cierta María, cuya casa de Jerusalén estaba abierta a la primitiva comunidad Cristiana. Primo de Bernabé, probablemente fuera como él de estirpe sacerdotal.

Afirma por una parte la tradición que Marcos nunca habría oído personalmente la predicación del Señor, pero por otra muchos han querido descubrirlo en aquel muchacho que huyó desnudo en el huerto de Getsemaní, episodio que sólo el evangelio a él atribuido refiere. Tal vez haya conocido al grupo de seguidores sin llegar a ser propiamente discípulo.

Al comenzar la expansión del evangelio, Pablo y Bernabé salieron de Jerusalén hacia Antioquía llevando con ellos a Marcos; éste los acompañó en sus primeras empresas misionales, a Chipre y Perges, de donde regresó por causas desconocidas.

Bernabé, deseoso de llevar nuevamente a Marcos con ellos cuando el apóstol planeaba su segundo viaje, encontró la oposición de Pablo, que partió solo. Marcos siguió, pues, a Bernabé una vez más hasta Chipre. Sin embargo, Marcos reaparece junto a Pablo en Roma, pero es creencia que fue más bien discípulo de Pedro, quien confirma esta suposición al llamarlo “hijo” suyo en su primera carta. El evangelio que se le atribuye, además, sigue muy de cerca el esquema de los discursos de Pedro que nos ha conservado el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Nada sabemos de su existencia posterior. La segunda carta a Timoteo lo señala entre los compañeros de este discípulo de Pablo; conforme a un dato que recoge el historiador Eusebio de Cesarea (a comienzos del siglo IV), la Iglesia de Alejandría lo habría tenido por fundador. Sus últimos años y el lugar de su muerte nos son desconocidos.

El breve relato que lleva su nombre descubre un espíritu observador y ágil. Sólo Marcos, por ejemplo, destaca el verdor de la hierba sobre la que Jesús hizo sentar a la muchedumbre hambrienta antes de multiplicar los panes y los pescados por primera vez.

Las grandes líneas de su evangelio, en tanto, trasuntan una profunda credibilidad histórica y demuestran singular valor teológico. Marcos comienza por presentar a Jesús bien recibido por la gente, pero pronto su humilde mesianismo, tan alejado de las reivindicatorias expectativas populares de los judíos, ocasiona la decepción de la masa; apagado el entusiasmo primerizo, el Señor se retira de Galilea para dedicarse de lleno a la instrucción de los discípulos, quienes por boca de Pedro confiesan la divinidad de su Maestro. A partir de este reconocimiento de Cesarea, todo el relato se orienta a Jerusalén; en la ciudad santa, finalmente, la oposición crece y culmina en el juicio inicuo y la pasión, que alcanza su victoriosa respuesta cuando Cristo abandona su tumba, de acuerdo con lo que había profetizado de si mismo.

El secreto mesiánico, del que Marcos hace un tema central, da así todo su fruto: Jesús, siervo humillado por la maldad y la ignorancia de los hombres que él había venido a rescatar, es exaltado por Dios, como ha de serlo todo el que a él se una de corazón y lo siga en el camino, el único que permite comprender esa “Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios” que Marcos nos ha trasmitido en un lenguaje popular, muchas veces incorrecto en la forma, pero vivaz y lleno de encanto.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Marcos_evangelista.htm)

23 abril, 2024

San Jorge, protector del Papado e intercesor en la lucha contra el mal

 San Jorge

 

¡Oh!, San Jorge, bendito, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, y su amado santo, y aquél que, al dragón
vencisteis, y, luego de éxtasis lleno, a Jesucristo
entre las multitudes aclamasteis, animándolas de corazón
a cristianos ser. Diocleciano, emperador, enterado,
enfureció y mandó que todos adorasen a sus falsarios
dioses, prohibiendo con el Dios de la vida hacerlo.
Y, vos, por negaros, obligado fuisteis a aquella traición,
pero, os negasteis y ratificasteis como seguidor fiel
de Cristo Jesús, Dios y Señor Nuestro. Y, así y todo,
ellos os llevaron en frente de sus falsarias estatuas
albergando que os arrepentiríais, y tan solo ante
vuestra presencia, aquellas cayeron y se despedazaron.
Y, bastó ello y condenado al martirio y la muerte
fuisteis por el infame emperador. Entonces, vuestra
alma, a Dios os encomendasteis, diciendo: “Señor, en
tus manos encomiendo mi alma”. ¿Mataron vuestro cuerpo?
Sí, pero, no, vuestra alma, que, presta, a la Celeste
Patria marchó, para cubriros, con corona de luz, como
premio a vuestro grande amor y entrega de vida y fe;
Patrono Santo de Inglaterra y de los Boys Scouts;
¡Oh!; San Jorge, “vivo agricultor del Dios de la Vida”.

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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23 de Abril
San Jorge
Mártir (303)

Que Dios nos conceda valor como a San Jorge para luchar contra el dragón infernal y vencerlo y no permitirle que nos esclavice con sus tentaciones. Los que siembran entre pesares, cosechan entre cantares. (S. Biblia Salmos).

Jorge significa: el agricultor.

Biografía

Nacido en Lydda, Palestina, la tierra de Jesús, era hijo de un agricultor muy estimado. Entró al ejército y llegó a ser capitán. Se hizo famoso porque al llegar a una ciudad de Oriente se encontró con que un terrible caimán (o dragón o tiburón) devoraba a mucha gente y nadie se atrevía a acercársele. San Jorge lo atacó valientemente y acabó con tan feroz animal. Y reuniendo a todos los vecinos que estaban llenos de admiración y de emoción, les habló muy hermosamente de Jesucristo y obtuvo que muchos de ellos se hicieran cristianos.

Pero el emperador Diocleciano mandó que todos tenían que adorar ídolos o dioses falsos y prohibió adorar a Jesucristo. El capitán Jorge declaró que él nunca dejaría de adorar a Cristo y que jamás adoraría ídolos. Entonces el emperador declaró pena de muerte contra él. De paso para el sitio del martirio lo llevaron al templo de los ídolos para ver si los adoraba, pero en su presencia varias de esas estatuas cayeron derribadas por el suelo y se despedazaron.

A Jorge lo martirizaron y mientras lo azotaban, él se acordaba de los azotes que le dieron a Jesús, y no abría la boca, y sufría todo por Nuestro Señor sin gritar ni llorar. Muchos al verlo exclamaban: “Es valiente. En verdad que vale la pena ser seguidor de Cristo”. Cuando lo iban a matar decía: “Señor, en tus manos encomiendo mi alma”. El siempre rezaba y Dios siempre lo escuchaba. Al oír la noticia de que ya le iban a cortar la cabeza se puso muy contento, porque él tenía muchos deseos de ir al cielo a estar junto a Nuestro Señor Jesucristo.

San Jorge mártir es el Patrono de Inglaterra y de los Boys Scouts.

Su culto alcanzó gran celebridad desde muy antiguos tiempos en la Iglesia. La Iglesia de Oriente lo llama “El gran mártir”.

En tiempos de Las Cruzadas, el rey Ricardo Corazón de León se convenció en Tierra Santa de que San Jorge tenía un gran poder de intercesión en favor de los que lo invocaban y llevó su devoción a Europa, especialmente a Inglaterra.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Jorge_4_23.htm)

22 abril, 2024

San Anselmo de Canterbury, Obispo y Doctor de la Iglesia

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 ¡Oh!, San Anselmo; vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su amado Obispo, Santo y doctor de la Iglesia. Aunque
vuestra vida, entre dos mundos transcurrió, más pudo
el disipado, pero, éste, duró sólo por un tiempo, ya que,
el Espíritu Santo, obró en vos, y os premió con el talento
de ser la “pluma de oro”. Y, así, de vuestro ser surgieron
“El Monologio”, sobre la fe; y, el “Prosologio”, a cerca
de la inteligencia, dos grandes escritos en favor de Aquél
que todo lo ve y juzga. Profesor eminente, elocuente
predicador y reformador de la vida monástica, y, sobre todo,
gran teólogo. Vuestras obras filosóficas y meditaciones
sobre la Redención, provinieron del vivo impulso de vuestro
corazón y de vuestra inteligencia. Por ello, os llamaron
sin duda: “padre de la Escolástica”, porque os asemejabais
mucho a San Agustín. Más tarde, os elevaron a la dignidad
de arzobispo primado de Inglaterra, y allí, con la humildad
que os caracterizaba, luchasteis contra la hostilidad
de Guillermo “el Rojo” y Enrique I, convertidos en dos
destierros. En medio de todo, reclamasteis vuestros
derechos en Roma, pero, también para que, disminuyesen
las sanciones contra vuestros adversarios, desarmando así,
la maldad de vuestros opositores. De María Santísima fiel
devoto y de viva perfección del amor de Dios; hoy, no sólo
os recordamos por vuestra prolífica obra, sino, por vuestras
palabras al final de vuestra santa vida: “Allí donde están
los verdaderos goces celestiales, allí deben estar siempre
los deseos de vuestro corazón. Haz, te lo ruego, Señor,
que yo sienta con el corazón lo que toco con la inteligencia”.
Y, así, a su tiempo, entregasteis vuestra alma a quien
os la dio: ¡Dios!, para vivir en la eternidad, como premio
justo a vuestra entrega increíble de amor y, fe. ¡Aleluya!
¡oh!, San Anselmo, “vivo amor, y perfección de Cristo Vivo".

 © 2024 Luis Ernesto Chacón Delgado


21 de Abril
San Anselmo
Obispo y Doctor de la Iglesia


Martirologio Romano: San Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia, que, nacido en Aosta, fue monje y abad del monasterio de Bec, en Nomandía, enseñando a los hermanos a caminar por la vía de la perfección y a buscar a Dios por la comprensión de la fe. Promovido a la insigne sede de Canterbury, en Inglaterra, trabajó denodadamente por la libertad de la Iglesia, sufriendo por ello dificultades y destierros (1109).

Etimológicamente: Anselmo=Aquel que tiene la protección divina, es de origen germánico. San Anselmo nació en Aosta (Italia) en 1033 de noble familia. Desde muy niño se sintió inclinado hacia la vida contemplativa. Pero su padre, Gandulfo, se opuso: no podía ver a su primogénito hecho un monje; anhelaba que siguiera sus huellas. A causa de esto, Anselmo sufrió tanto que se enfermó gravemente, pero el padre no se conmovió. Al recuperar la salud, el joven pareció consentir al deseo paterno. Se adaptó a la vida mundana, y hasta pareció bien dispuesto a las fáciles ocasiones de placeres que le proporcionaba su rango; pero en su corazón seguía intacta la antigua llamada de Dios.

En efecto, pronto abandonó la casa paterna, pasó a Francia y luego a Bec, en Normandía, en cuya famosa abadía enseñaba el célebre maestro de teología, el monje Lanfranco.


Anselmo se dedicó de lleno al estudio, siguiendo fielmente las huellas del maestro, de quien fue sucesor como abad, siendo aún muy joven. Se convirtió entonces en un eminente profesor, elocuente predicador y gran reformador de la vida monástica. Sobre todo llegó a ser un gran teólogo.


Su austeridad ascética le suscitó fuertes oposiciones, pero su amabilidad terminaba ganándose el amor y la estima hasta de los menos entusiastas. Era un genio metafísico que, con corazón e inteligencia, se acercó a los más profundos misterios cristianos: “Haz, te lo ruego, Señor—escribía—, que yo sienta con el corazón lo que toco con la inteligencia”.


Sus dos obras más conocidas son el Monologio, o modo de meditar sobre las razones de la fe, y el Proslogio, o la fe que busca la inteligencia. Es necesario, decía él, impregnar cada vez más nuestra fe de inteligencia, en espera de la visión beatífica. Sus obras filosóficas, como sus meditaciones sobre la Redención, provienen del vivo impulso del corazón y de la inteligencia. En esto, el padre de la Escolástica se asemejaba mucho a San Agustín.


Fue elevado a la dignidad de arzobispo primado de Inglaterra, con sede en Canterbury, y allí el humilde monje de Bec tuvo que luchar contra la hostilidad de Guillermo el Rojo y Enrique I. Los contrastes, al principio velados, se convirtieron en abierta lucha más tarde, a tal punto que sufrió dos destierros.


Fue a Roma no sólo para pedir que se reconocieran sus derechos, sino también para pedir que se mitigaran las sanciones decretadas contra sus adversarios, alejando así el peligro de un cisma. Esta muestra de virtud suya terminó desarmando a sus opositores. Murió en Canterbury el 21 de abril de 1109. En 1720 el Papa Clemente XI lo declaró doctor de la Iglesia.

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=706)

21 abril, 2024

Domingo 4 (B) de Pascua: El Buen Pastor

 Para ser ovejas de Su redil … ¿Qué se requiere? – SIN MIEDO A PENSAR

Texto del Evangelio (Jn 10,11-18): En aquel tiempo, Jesús habló así: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.

»También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre».

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«Yo soy el buen pastor» Mons. José Ángel SAIZ Meneses, Arzobispo de Sevilla (Sevilla, España)

Hoy celebramos el domingo del Buen Pastor. En primer lugar, la actitud de las ovejas ha de ser la de escuchar la voz del pastor y seguirlo. Escuchar con atención, ser dóciles a su palabra, seguirlo con una decisión que compromete a toda la existencia: el entendimiento, el corazón, todas las fuerzas y toda la acción, siguiendo sus pasos.


Por su parte, Jesús, el Buen Pastor, conoce a sus ovejas y les da la vida eterna, de tal manera que no se perderán nunca y, además, nadie las quitará de su mano. Cristo es el verdadero Buen Pastor que dio su vida por las ovejas (cf. Jn 10,11), por nosotros, inmolándose en la cruz. Él conoce a sus ovejas y sus ovejas le conocen a Él, como el Padre le conoce y Él conoce al Padre. No se trata de un conocimiento superficial y externo, ni tan sólo un conocimiento intelectual; se trata de una relación personal profunda, un conocimiento integral, del corazón, que acaba transformándose en amistad, porque ésta es la consecuencia lógica de la relación de quien ama y de quien es amado; de quien sabe que puede confiar plenamente.

Es Dios Padre quien le ha confiado el cuidado de sus ovejas. Todo es fruto del amor de Dios Padre entregado a su Hijo Jesucristo. Jesús cumple la misión que le ha encomendado su Padre, que es la cura de sus ovejas, con una fidelidad que no permitirá que nadie se las arrebate de su mano, con un amor que le lleva a dar la vida por ellas, en comunión con el Padre porque «Yo y el Padre somos uno» (Jn 10,30).

Es aquí precisamente donde radica la fuente de nuestra esperanza: en Cristo Buen Pastor a quien queremos seguir y la voz del cual escuchamos porque sabemos que sólo en Él se encuentra la vida eterna. Aquí encontramos la fuerza ante las dificultades de la vida, nosotros, que somos un rebaño débil y que estamos sometidos a diversas tribulaciones.

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«Yo soy el buen pastor» Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España)

Hoy, nos dice Jesús: «Yo soy el buen pastor» (Jn 10,11). Comentando santo Tomás de Aquino esta afirmación, escribe que «es evidente que el título de “pastor” conviene a Cristo, ya que de la misma manera que un pastor conduce el rebaño al pasto, así también Cristo restaura a los fieles con un alimento espiritual: su propio cuerpo y su propia sangre». Todo comenzó con la Encarnación, y Jesús lo cumplió a lo largo de su vida, llevándolo a término con su muerte redentora y su resurrección. Después de resucitado, confió este pastoreo a Pedro, a los Apóstoles y a la Iglesia hasta el fin del tiempo.

A través de los pastores, Cristo da su Palabra, reparte su gracia en los sacramentos y conduce al rebaño hacia el Reino: Él mismo se entrega como alimento en el sacramento de la Eucaristía, imparte la Palabra de Dios y su Magisterio, y guía con solicitud a su Pueblo. Jesús ha procurado para su Iglesia pastores según su corazón, es decir, hombres que, impersonándolo por el sacramento del Orden, donen su vida por sus ovejas, con caridad pastoral, con humilde espíritu de servicio, con clemencia, paciencia y fortaleza. San Agustín hablaba frecuentemente de esta exigente responsabilidad del pastor: «Este honor de pastor me tiene preocupado (…), pero allá donde me aterra el hecho de que soy para vosotros, me consuela el hecho de que estoy entre vosotros (…). Soy obispo para vosotros, soy cristiano con vosotros».

Y cada uno de nosotros, cristianos, trabajamos apoyando a los pastores, rezamos por ellos, les amamos y les obedecemos. También somos pastores para los hermanos, enriqueciéndolos con la gracia y la doctrina que hemos recibido, compartiendo preocupaciones y alegrías, ayudando a todo el mundo con todo el corazón. Nos desvivimos por todos aquellos que nos rodean en el mundo familiar, social y profesional hasta dar la vida por todos con el mismo espíritu de Cristo, que vino al mundo «no a ser servido, sino a servir» (Mt 20,28). 

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «Cristo Jesús es nuestro sumo sacerdote, y su precioso cuerpo, que inmoló en el ara de la cruz por la salvación de todos los hombres, es nuestro sacrificio: Cristo Jesús, nuestro salvador» (San Juan Fisher)
  • «Yo soy el buen pastor —dice Jesús— y conozco a las mías y las mías me conocen. ¡Qué maravilloso es este conocimiento!: “Yo conozco… y ellas conocen”» (San Juan Pablo II)
  • «Este sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios. Ante todo es un don del mismo Dios Padre: es el Padre quien entrega al Hijo para reconciliarnos con Él. Al mismo tiempo es ofrenda del Hijo de Dios hecho hombre que, libremente (…) se ofrece para reparar nuestra desobediencia» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 614)

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2024-04-21)

20 abril, 2024

Santa Inés de Montepulciano, Religiosa y mística

 

 

¡Oh!, Santa Inés de Montepulciano; vos sois
la hija del Dios de la Vida, su sierva humilde
y amada santa, que entregasteis vuestro cuerpo
y alma a los brazos de su Providencia Divina,
desde el día aquél, en que, se os apareció
Santo Domingo de Guzmán y os dijo vívidamente:
“Es voluntad de Dios que tú viajes en la barca
de la Comunidad Dominicana”. Y, así, obediente
como erais, por la vida marchasteis, guiándoos
por su luz, y la luz, que vos misma fuisteis,
pues guiasteis como "viva lámpara" a las mujeres
y los hombres de vuestro tiempo y del nuestro.
¡Milagros y éxtasis! ¡Éxtasis y milagros!, como
el agua que corre, y que cae del cielo y todo
cuanto hacíais, decíais y pedíais, eran las
gracias que Dios Padre os concedía con amor.
Ayunabais casi todos los días y dormíais en el
suelo duro, teniendo por almohada una piedra.
Por orden médica, tuvisteis que trataros sin
muchas asperezas. Dice San Raimundo, que Dios
os permitía visiones celestiales, y que, un día
lograsteis ver cómo era Jesús cuando era Niño.
Cuando os encontrabais en la despensa, cierto
día, no hallasteis alimentos para vuestras monjas,
y entonces rezasteis con mucha fe y de pronto
se llenó de comestibles. Casi a menudo os veían
levantada por los aires mientras os llegaban
los éxtasis de la oración. Un día, un ángel se
os apareció ofreciéndoos un cáliz de amargura
y os dijo: “Como Jesús, en esta tierra tendrás
que beber el cáliz de la amargura, pero para
la eternidad te espera la corona de gloria que
nunca se marchita”. Cuando estabais a punto de
entregar vuestra alma a Dios, oísteis que vuestras
religiosas lloraban y les dijisteis emocionada:
“Si en verdad me aman, alégrense de que voy al
Padre Dios a recibir su herencia eterna. No se
afanen que desde la eternidad las encomendaré
siempre”. Y, luego os marchasteis de este mundo,
para recibir corona de luz, como justo premio
a vuestra entrega increíble de amor y viva fe;
¡Oh!, Santa Inés de Montepulciano "vivo amor por Cristo Vivo"

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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19 de Abril
Santa Inés de Montepulciano
Religiosa
(1317)

Oración
Que nos contagie Inés de su gran amor por Jesús Crucificado.

Historia

Nació en Montepulciano, (Italia) en 1268 y fue una de las figuras más brillantes de la Orden de Santo Domingo. A los 9 años obtuvo que sus padres (que eran de una de las principales familias de la ciudad) la dejaran irse a vivir a un convento de religiosas. Allí su seriedad y su comportamiento tan inteligente le atrajeron de tal manera la confianza de las superioras que cuando apenas tenía catorce años la encargaron ya de la portería del convento y de recibir las visitas.


Cuando ella tenía 15 años, la superiora de aquella comunidad fue trasladada a fundar un convento en otra ciudad, y pidió que le dejaran llevar como principal colaboradora a Inés, porque era una joven de una extraordinaria responsabilidad en todo lo que hacía.

Y sucedió por aquellos tiempos que las gentes de Montepulciano dispusieron crear unas casas para religiosas. Pidieron que les fuera enviada como superiora del nuevo convento la joven Inés, cuya santidad ya era notoria en todos los alrededores. Ella siendo tan joven, aceptó el cargo porque confiaba en que Dios le iba a ayudar de maneras sorprendentes. Y así sucedió.

Estaba Inés pensando a qué comunidad religiosa debia ella confiar a las monjitas de su nuevo convento, cuando una noche en una visión se le aparecieron en el mar muchas barcas con distintos patronos, invitándola a navegar en ellas. Pero una barca tenía por piloto a Santo Domingo de Guzmán y este santo le decía: “Es voluntad de Dios que tú viajes en la barca de la Comunidad Dominicana”. Desde entonces se propuso afiliar a sus religiosas a la Comunidad de padres Dominicos. Y así ella llegará a ser una de las glorias de esta comunidad, y lo mismo lo será su gran devota, Santa Catalina de Siena.

Desde muy joven ayunaba casi todos los días y dormía en el duro suelo y tenía por almohada una piedra. Después la salud se le resintió y por orden del médico tuvo que suavizar esas mortificaciones. San Raimundo cuenta que Dios le permitía visiones celestiales, que un día logró ver cómo era Jesús cuando era Niño. Otra vez estando la despensa del convento desprovista y no habiendo alimentos para las monjas, ella rezó con fe y la despensa apareció llena de comestibles.

La veían levantada por los aires mientras le llegaban los éxtasis de la oración. Un ángel se le apareció ofreciéndole un cáliz de amargura y le dijo: “Como Jesús, en esta tierra tendrás que beber el cáliz de la amargura, pero para la eternidad te espera la corona de gloria que nunca se marchita”.

Santa Catalina de Siena que fue a Montepulciano a visitar el cadáver de Santa Inés, el cual después de 30 años, todavía se encontraba incorrupto, profesaba una gran veneración a esta santa y en una carta que escribió a las religiosas de esa comunidad les dice: 

“Les recomiendo que sigan las enseñanzas de la hermana Inés y traten de imitar su santa vida, porque dio verdaderos ejemplos de caridad y humildad. Ella tenía en su corazón un gran fuego de caridad, regalado por el mismo Dios, y este fuego le producía un inmenso deseo de salvar almas y de santificarse por conseguir la salvación de muchos. Y después de la caridad lo que más admiraba en ella era su profunda humildad. Siempre oraba y se esforzaba por conservar y aumentar estas dos virtudes. Y lo que le ayudaba mucho a crecer en santidad era que se había despojado de todo deseo de poseer bienes materiales o de darle gusto a sus inclinaciones sensuales, y el dominar continuamente su amor propio. Su corazón estaba totalmente lleno de amor a Cristo Crucificado, y este amor echaba fuera los amores mundanos y los apegos indebidos a lo que es terrenal. Ella ofrecía en sacrificio a Dios su propia sensualidad. Para esta buena religiosa el mejor tesoro era Cristo crucificado, en quien meditaba siempre y a quien tanto amaba”.

 Hermoso relato redactado por una gran santa, acerca de otra santa también muy admirable.

San Raimundo cuenta que muchos testigos le declararon haber presenciado hechos milagrosos en la vida de Santa Inés.

Cuando estaba moribunda, oyó que sus religiosas lloraban y les dijo emocionada: “Si en verdad me aman, alégrense de que voy al Padre Dios a recibir su herencia eterna. No se afanen que desde la eternidad las encomendaré siempre”.Murió en el mes de abril del año 1317 a la edad de 49 años, y en su sepulcro se han obrado muchos milagros.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Inés_de_Montepulciano_4_19.htm)








 

19 abril, 2024

San Expedito, el Santo de las causas justas y urgentes

 


¡Oh!, San Expedito, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su amado santo y mártir, y que, comandante legionario siendo,
defendisteis al Romano Imperio de los Bárbaros con valor
y audacia. Pero, un día, las armas dejasteis para convertiros
en fervoroso cristiano y por ello, martirizado fuisteis
y, junto a vos, también alzaron vuelo las almas de vuestros
compañeros Caio, Gálatas, Hermógenes, Aristónico y Rufo,
que adornan hoy, la celeste eternidad. En el momento
supremo de vuestra conversión se os acercó el demonio,
en forma de un cuervo que os gritaba: “cras, cras cras”,
que en latín significa “Mañana, Mañana, Mañana”. Así,
trataba de persuadiros para que dejaseis vuestra decisión
para después ya que, el demonio sabe que lo que se deja
para mañana, sin hacer se queda. Pero vos, tomando gran
decisión, lo aplastasteis con rapidez diciendo: “¡Hodie!,
¡Hodie!, ¡Hodie!”, que significa “¡Hoy¡, ¡Hoy!, ¡Hoy!”. Acotando:
“No dejaré nada para mañana, a partir de HOY seré cristiano”.
Y, así, os convertisteis en soldado de Cristo, utilizando
desde ese momento, vuestro valor y disciplina para el Reino
de Dios. Así, honor hicisteis a vuestro nombre, “Expedito”,
pues significa, prontitud y segura intercesión. Por, ello
a vos, os invocamos en urgentes problemas, sabiendo de que,
lo importante, la renuncia es, a la vida de pecado y luego,
abrazarnos a la Cruz salvadora de Cristo. Por ello, venerado
sois por los jóvenes, los estudiantes, los enfermos y los que,
se encuentran en urgentes problemas laborales y de familia.
Sois, además, de las causas justas su protector, y que; nosotros
digamos “HOY”, también a Jesús y aplastemos los engaños
del demonio. En la iconografía, os representan como un
soldado con una cruz, que lleva escrita la palabra “Hodie”,
que significa “Hoy”, y, con una hoja de palma por vuestro
valeroso martirio. A vuestros pies hay un cuervo y la palabra “cras”,
que significa “mañana”. Por todo ello y, por vuestro valor
y audacia; Cristo, a quien elegisteis, os coronó con corona
de luz, como justo premio a vuestra entrega increíble
y extraordinaria de amor y fe. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡oh!, San Expedito, “viva prueba del Amor a Cristo: ¡hodie, hodie, hodie!”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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ORACIÓN A SAN EXPEDITO PARA PEDIR SU APOYO EN LAS CAUSAS JUSTAS

San Expedito bendito protector nuestro:
guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno,
hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia,
te reclamo con urgencia y fervor
para que vengas en mi auxilio.

Las necesidades urgentes que hay en mi vida
no me permiten el descanso
vivo en estado de preocupación y de depresión continua.

Me siento solo y desesperado,
el abatimiento me acompaña,
el desconcierto me guía, y el sufrimiento se ha apoderado de mi.

Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes,
ayúdame, santo glorioso, a levantarme.

Te pido que acudas presto y derrames sobre mí
el valor, la energía, la esperanza,
que alivies mis penurias y miserias,
para que con tu mediación logre solucionar
las angustiosas necesidades,
los problemas económicos que me apremian
y la ruina de la que no se como salir,
te pido que con tu caridad me concedas:

(Mencionar ahora la petición).

Ayúdame a utilizar mi coraje,
a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad,
para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando,
se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo,
que todo sea una experiencia que tuve que pasar
para aprender y mejorar,
y que solucionados los obstáculos
se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.

Glorioso San Expedito, oye mi suplica,
te ruego atiendas mis ruegos con urgencia.

Gracias san Expedito, santo benevolente,
pues se que estas aquí conmigo, escuchándome,
y que mi mejoría comenzará en este mismo momento,
yo te lo agradeceré el resto de mi vida
y llevare tu nombre al que lo precise.

Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria

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19 de Abril
San Expedito
“El Santo de las Causas justas y urgentes”


San Expedito, fue un militar romano que vivió entre los siglos III y IV. Antes de su conversión comandó la legión romana Fulminata XII, bajo el mando del emperador Diocleciano. Se le cuenta entre los mártires de la Iglesia católica.


Según la tradición de la Iglesia, cuando San Expedito ya había tomado la decisión de abrazar el cristianismo, el Maligno se le presentó en forma de cuervo y empezó a gritar: “cras, cras, cras”, que en latín significa: “mañana, mañana, mañana”. Lo que quería el demonio era enfriarle el deseo de conocer a Cristo, que le llenaba el corazón, a sabiendas de que posponer un poquito una decisión tan grande, aunque sea solo por un día, podría acarrear una victoria del mal para siempre.

El Santo de inmediato aplastó al cuervo tentador, diciendo: “¡Hodie, hodie, hodie!”, que quiere decir “hoy, hoy, hoy”. “No dejaré nada para mañana, a partir de hoy seré cristiano”, añadió. De ahí en adelante, Expedito vivió la fe hasta el último de sus días, entregando su sangre en el martirio.

A San Expedito se le considera protector ante las dificultades surgidas en el trabajo, intercesor por las familias y abogado en caso de juicios. Su rápida y contundente respuesta al demonio le convirtió en intercesor en problemas urgentes. Su fiesta se celebra cada 19 de abril.

San Expedito también es protector de la juventud, los estudiantes y enfermos. Se le representa como un soldado con una cruz en la que está escrito “hodie” (hoy) y la hoja de palma que simboliza el martirio. A sus pies se representa un cuervo con la palabra “cras” (mañana).

En este día, miles de fieles se congregan en la Parroquia Nuestra Señora Balvanera de Buenos Aires, para venerar la antigua imagen de San Expedito que se conserva en el templo. Sus devotos participan de las Misas, confesiones y la bendición de objetos.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-fiesta-de-san-expedito-mediador-ante-problemas-urgentes-11798)

18 abril, 2024

Beato José Moreau, Presbítero y Mártir

 Beato José Moreau 

18 de Abril

Beato José Moreau
Mártir
 
“El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mt 16, 27).
 
Cada 18 de abril la Iglesia Católica recuerda al Beato José Moreau, presbítero y mártir francés, quien murió guillotinado por odio a la fe durante la Revolución Francesa. Como él, muchísimos católicos padecieron la persecución y el martirio.
 
José Moreau nació en Saint-Laurent-de-la-Plaine (Francia) en 1763. Fue ordenado sacerdote y llegó a ser párroco de la ciudad donde nació, en la diócesis de Angers. Instaurada la Primera República tras la Revolución Francesa, se sucedieron varias olas de violencia, incluyendo las dirigidas contra los católicos.
 
Un Viernes Santo, a la espera del Domingo de Resurrección

Tanto a los clérigos como a los religiosos se les obligaba a jurar la denominada “Constitución Civil del Clero” y, con ello, someterse irrestrictamente al poder político anticlerical. Como el beato se negó a juramentar, fue arrestado. Un tiempo después pudo ser liberado gracias a la intervención del ‘Ejército católico y real de Vandea’ (Vendée, Loira, Francia), que aglutinaba a las diversas fuerzas antirrevolucionarias. Lamentablemente el P. Moreau volvió a ser detenido cuando retomaba su labor pastoral, y enviado nuevamente a prisión. Al cuestionar la proclama revolucionaria de “libertad e igualdad” y negarse por segunda vez a jurar la abusiva Constitución fue condenado a muerte.
 
El 18 de abril de 1794, día de Viernes Santo, el P. Moreau fue llevado a la plaza principal de Angers y fue guillotinado públicamente. En el Martirologio romano puede leerse en el propio del día: “En Anjou, en Francia, beato José Moreau, presbítero y mártir, que durante la Revolución Francesa fue degollado un Viernes Santo en odio a la fe cristiana (1794)”.
 
100 mártires
 
José Moreau fue beatificado el 19 de febrero de 1984 por San Juan Pablo II, dentro del grupo de los ’99 mártires de la diócesis de Angers’. Ese día, después del rezo del Ángelus, el Santo Padre dijo:
«Hoy he tenido el gozo de elevar al honor de los altares a un numeroso grupo de nuevos Beatos, mártires: 99 de ellos pertenecen a la diócesis del Oeste de Francia y sufrieron el martirio en Angers: durante la Revolución Francesa aceptaron la muerte para conservar "su fe y su religión" y para manifestar su adhesión a la Iglesia católica romana; eran sacerdotes, religiosas, hombres y, en su mayor parte, mujeres. Supieron seguir a Cristo por el camino doloroso de la cruz».
 
El mártir que completó la centena aquel día fue Juan Bautista Mazzucconi, asesinado en Oceanía, en 1855.(ACI prensa).

17 abril, 2024

Santa Catalina Tekakwitha, la primera santa piel roja

 

Santa Catalina Tekakwitha. La primera santa piel roja. Ella es considerada, junto a San Francisco de Asís, patrona de la naturaleza y de la ecología. Cabe señalar que en Estados Unidos -a diferencia del resto del mundo- su fiesta se celebra el 14 de julio.

Marcada por el dolor

Catalina nació en 1656 en Ossernenon (hoy Auriesville, Nueva York, Estados Unidos), una villa habitada en ese entonces por la tribu Mohawk. Su madre fue una mujer cristiana, integrante de la tribu algonquina, mientras que su padre fue jefe tribal de los Mohawk.

Con tan sólo cuatro años, Catalina perdió a sus padres y a su hermano a causa de una epidemia de viruela. Ella también contrajo la enfermedad, pero logró sobrevivir, aunque quedó con el rostro desfigurado y con la vista dañada. Serían sus tíos quienes la acogerían en su casa y se harían cargo de ella.

El don de la fe en Cristo

A los 11 años, Catalina tuvo la oportunidad de conocer la fe cristiana gracias a los jesuitas franceses que evangelizaron el territorio Mohawk. Sin embargo, es bien conocida la resistencia que había entre muchos pueblos nativos de Norteamérica para acoger el mensaje cristiano. Ese no fue el caso de Catalina, pero sí de su familia y su tribu.

La joven pidió ser bautizada a los 20 años, haciendo frente a la oposición de sus familiares y al rechazo de su comunidad. Convertida en blanco de numerosos maltratos, Catalina decidió dejar su pueblo y emprender camino hacia Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal (hoy Michigan), habitado por indios conversos de Canadá. El trayecto recorrido para salvarse de la persecución fue de longitudes épicas: 320 km. (200 millas), a través de montañas, ríos y la inclemencia del clima.

Portadora del Evangelio

En Sault Ste. Marie, el día de Navidad, Santa Catalina hizo su Primera Comunión y prometió solemnemente a Dios permanecer virgen por el resto de sus días. Así, consagrada a Dios, se dedicó a la vida de oración y virtud. Se convirtió en evangelizadora de sus coetáneos y en ferviente defensora de los mismos. Acompañada por la guía espiritual de los miembros de la Compañía de Jesús, Catalina acrecentó día a día su amor por Cristo, especialmente presente en la Eucaristía; un amor que revertía en servicio a sus hermanos.

Partió a la Casa del Padre el 17 de abril de 1680, durante la Semana Santa de aquel año. Tenía tan sólo 24 años. Sus últimas palabras fueron: “¡Jesús, te amo!”. Su muerte fue ocasión de numerosas conversiones entre los suyos, al punto de que se hizo de su tumba en Caughnawaga -lugar donde murió- destino para los peregrinos. En 1884, el P. Clarence Walworth mandó erigir un monumento al lado de su sepultura.

Identidad católica de América

La dulce Catalina dejó una huella imborrable en la memoria de las tribus que formaban la nación iroquesa (una confederación de seis tribus nativas) y hoy es motivo de orgullo para todo el pueblo católico norteamericano. Ella es uno de los más hermosos frutos que el Evangelio ha producido en Estados Unidos y Canadá, un “puente” que une razas y tradiciones. Con justa razón se le conoce como “El Lirio de los Mohawks”.

Santa Catalina fue beatificada por San Juan Pablo II en 1980, y canonizada por el Papa Benedicto XVI en octubre de 2012.

(https://ec.aciprensa.com/wiki/Beata_Kateri_Tekakwitha)

16 abril, 2024

Santa Bernardette Soubirous, Vidente de la Virgen de Lourdes

 

Biografía de Santa Bernadette de Soubirous

 

  ¡Oh! Santa Bernardette, vos sois la hija del Dos de la Vida
vidente de Nuestra Señora de Lourdes y su amada santa
“Sí, Madre querida, tú te has abajado hasta la tierra para
aparecerte a una débil niña. Tú, reina del cielo y la tierra,
has querido servirte de lo que había de más humilde según
el mundo”; describisteis vuestra visión de que la Madre
de Dios, se os haya aparecido. Os bautizaron con el nombre
de Marie-Bernard, pero os llamaban “Bernardette”. Os
preocupaba el no poder prepararos para recibir la Primera
Comunión, y también no haber recibido aún la Eucaristía.
Por ello, pedisteis a vuestros padres retornar a casa para
recibir la preparación para la Primera Comunión, y ellos
os escucharon y como premio, se os aparece la Virgen María,
en la gruta de Lourdes, como “la Inmaculada Concepción”.
Luego de las apariciones, vos, mantuvisteis la sencillez y la
Modestia. Hicisteis vuestra Primera Comunión el Día del
Corpus Christi y seguidamente, fuisteis blanco de mofas
y burlas y con ello, vuestra salud, que era mala empeoró
y casi siempre estabais enferma. La Santa Madre de Nuestro
redentor os dijo: “No te prometo hacerte feliz en este
mundo, sino en el próximo”. Y aquellas palabras, con
creces se cumplieron. Decidisteis abrazar la vida religiosa
y visitasteis por última vez a vuestra amada gruta para
despediros antes de ingresar al noviciado. Durante la
ceremonia, solo pudisteis asentir con gestos para dar
vuestro consentimiento, ya que no podías hablar. Aquel
día recibisteis el velo de profesa y un año más tarde,
hicisteis vuestros votos perpetuos. Vuestros dolores
continuaron, quedando postrada definitivamente.
Padecisteis fuertes tentaciones, llegando a pensar que
no os salvarías, y que Dios os había abandonado y a
pesar de ello, vuestro amor por la Santa Madre de
Nuestro Redentor, os fortaleció y no venció el enemigo
En plena Semana Santa, pedisteis a las religiosas que
rezaran con vos, el Santo Rosario. Al terminar uno de
los Avemarías, vuestro rostro dibujó una sonrisa como
si vos vierais de nuevo a Nuestra Señora, en la gruta
de Lourdes. Poco después, en medio de la oración voló,
vuestra alma al cielo, para recibir corona de luz,
como justo premio a vuestra entrega de amor increíble;
exclamando: “Santa María, Madre de Dios, ruega por
mi, pobre pecadora, pecadora”, ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Oh! Santa Bernardette, “vivo amor por la Madre del Dios Vivo”

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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16 de Abril
Santa Bernardette Soubirous
Vidente de la Virgen de Lourdes

“Sí, Madre querida, tú te has abajado hasta la tierra para aparecerte a una débil niña… Tú, reina del cielo y la tierra, has querido servirte de lo que había de más humilde según el mundo”; con estas hermosas palabras, Santa Bernardette Soubirous, la vidente de la Virgen de Lourdes, describió su experiencia por el don inconmensurable de que la Madre de Dios se le haya aparecido. Su fiesta se celebra cada 16 de abril.

Santa Bernardette nació el 7 de enero de 1844 en Lourdes (Francia), en el seno de una familia muy pobre. Al ser bautizada recibió el nombre de Marie-Bernard, pero tanto sus familiares como sus amigos solían llamarla por el diminutivo “Bernardette”.

La pequeña Bernardette quedó a cargo de una nodriza, quien, una vez que alcanzó la edad propicia, la envió a pastorear ovejas. Era muy común que los niños en la campiña francesa, dada la carencia de recursos, tuviesen que trabajar desde muy pequeños. A Bernardette se le hacía muy difícil el trabajo, no porque no quisiese ayudar a la familia, sino porque le impedía prepararse para recibir la Primera Comunión. Era la única niña del pueblo que con casi 14 años no había recibido aún la Eucaristía. Esto se debía, paradójicamente, a que era muy buena pastora, por lo que la obligaban a cuidar más tiempo las ovejas.

Bernardette reclamó entonces que se haya descuidado así su vida espiritual, más cuando deseaba de corazón recibir a Cristo en la Eucaristía y llevarlo en el pecho. Debido a esto, pidió a sus padres retornar a casa para recibir la debida preparación para la Primera Comunión, largamente postergada. A Dios gracias, sus padres aceptaron y con el deseo de cumplir su sueño es que se le aparece la Virgen María, en la gruta de Lourdes. Era la Señora del Cielo frente a ella, presentándose a sí misma como “la Inmaculada Concepción”.

Después de las apariciones, Bernardette mantuvo la sencillez y la modestia, sin buscar el bullicio ni la popularidad. Hizo su Primera Comunión el 3 de junio de 1858, el día del Corpus Christi. Como otros videntes de la Virgen, Bernardette fue blanco de incomprensiones y burlas. Por otro lado, su salud era mala y casi siempre estaba enferma. Sufrió de vómitos de sangre, asma crónica, se enfermó de tuberculosis, problemas gástricos, caries en los huesos, abscesos en los oídos y al final le apareció un tumor de una rodilla.

La Virgen le había dicho a Santa Bernardette: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo”. Aquellas palabras de María se cumplieron con creces.

En 1860 las Hermanas de la Caridad de Nevers, que servían en la escuela y el hospital, le ofrecieron asilo titular. Allí le asignaron una hermana para que le enseñe a leer y escribir. Más adelante decidió abrazar la vida religiosa y pidió ser aceptada por la Madre Superiora del Hospicio. A los 22 años va por última vez a la amada gruta para despedirse, antes de ingresar al noviciado.

Su salud decayó gravemente y la madre Superiora aceptó que hiciese sus votos prontamente, porque todo indicaba que la muerte se avecinaba. Durante la ceremonia, ella solo pudo asentir con gestos para dar su consentimiento, ya que no podía hablar. Aquel día recibió el velo de profesa. Era el 30 de octubre de 1867. Un año más tarde, en 1868, y con 23 años, hizo sus votos perpetuos.

Sus padecimientos continuaron, aunque solo cuando le apareció un tumor en la rodilla se vio obligada a quedar postrada definitivamente. Era el año de 1878. Muchos dolores en el alma acompañaron a los dolores físicos. A veces las tentaciones fueron muy duras. Por ejemplo, la hermana Bernardette llegó a pensar que no podría salvarse, o que Dios la había abandonado. A pesar de ello, su amor por la Virgen siempre la fortaleció y no se dejó vencer. Era evidente que la Madre de Dios siempre estaba a su lado.

Durante la Semana Santa de 1879 -el 16 de abril- pidió a las religiosas que rezaran con ella el Rosario. Al terminar uno de los Avemarías, su rostro dibujó una sonrisa como si viera de nuevo a la Virgen en la gruta de Lourdes. Poco después, en medio de la oración expiró. Era alrededor de las 3:15 pm de aquel día. “Santa María, Madre de Dios, ruega por mí pobre pecadora… pecadora”, fueron sus últimas palabras.

Hoy, su cuerpo permanece incorrupto en su capilla en Nevers, sin haber perdido la lozanía, tal y como si estuviese dormida.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-celebramos-a-santa-bernardette-soubirus-la-vidente-de-la-virgen-de-lourdes-87714)

15 abril, 2024

San Telmo, Patrono de los Navegantes y Marineros

 San Telmo

¡Oh!, San Telmo, vos sois, el hijo del Dios
de la vida y el mismo que dijo: “Ya que hoy
el mundo se ha burlado de mí, de ahora en
adelante yo me burlaré del mundo”, y así, de
lado dejando terrenales honores, vestisteis
hábitos dominicos y pronto, vuestra palabra
y sabia predicación, tocaba el alma y el ser
y el corazón. Miles de voces, os imploran
cuando perdidas en la inmensidad de la mar y
de la angustia se hallan y os Claman, que por
sus vidas intercedáis, porque, vos, cesáis
el tiempo malo y lo tornáis cual si fueran
palomas mansas, y, con su vanidad y orgullo
acabáis, como si se tratara del mismo hombre,
que, necio, no deja de ser y que, cuando en
desgracia está, sólo se acuerda de Dios, por
que su mal andar, lo ahogó, en un océano por
la oscuridad cubierto. Predicador de pescadores
de los siete mares y marineros; hoy brilláis
luciendo corona de luz, como justo premio a
vuestra entrega total de amor y fe. Santo
Patrono de los marineros y navegantes del Mundo
¡Oh! San Telmo, "viva fe en el Dios Vivo y eterno".

© 2024 by Luis Ernesto Chacón Delgado


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20 de Abril
San Telmo
Predicador
(año 1240.)

Petición

Algo parecido queremos decir nosotros: cuando las olas de nuestras tentaciones y los huracanes de las pasiones quieran hundir la débil navecilla de nuestra alma, San Telmo bendito: ruega a Cristo por nosotros para que seamos salvos y logremos llegar al puerto de la eternidad feliz.

Su nombre era Pedro González Telmo, pero el pueblo lo llamaba Telmo, y como San Telmo ha sido invocado siempre por sus devotos que han conseguido de él muchos favores. En momentos de especial peligro los marineros han gritado: “San Telmo bendito, ayúdame”, y han recibido ayudas que nadie ha podido explicar.

Siendo sobrino del obispo de Astorga, este le costeó la educación religiosa para que se hiciera sacerdote, y una vez ordenado lo nombró presidente de los canónigos de esa ciudad. Pero su educación había sido más mundana que espiritual y lo que buscaba Telmo no era salvar almas sino conseguir honores, y en él dominaban más el orgullo y el deseo de aparecer, que la virtud. Y Dios dispuso corregirlo. Y así fue que el día en que se dirigía lleno de vanidad por las calles de Astorga a tomar posesión de su puesto de presidente de los empleados de la catedral, el caballo en el que viajaba con tanto orgullo y ostentación, empezó a corcovear y lo derribó entre un barrizal, en medio de las risas de la gente. Telmo se levantó de esa caída y exclamó: “Ya que hoy el mundo se ha burlado de mí, de ahora en adelante yo me burlaré del mundo”, y dejando sus puestos honrosos se entró de religioso dominico en un convento.

Después de haberse preparado muy cuidadosamente en la comunidad de los dominicos para dedicarse a la predicación, empezó sus sermones por pueblos y ciudades con gran aceptación de las gentes. Tenía que predicar en las plazas porque la gente no cabía en los templos. Su voz era sonora, su pronunciación perfecta y su estilo directo. Hablaba francamente contra los vicios y en favor de la buena conducta, y sus sermones producían efectos admirables. Pasaba muchas horas estudiando los sermones que iba a pronunciar, y muchas horas más rezando por los hombres a Dios, antes de hablarles de Dios a los hombres.

Y lo oyó predicar el rey San Fernando y quedó tan encantado de su modo de hablar que lo nombró capellán de su ejército que victorioso iba recobrando ciudad por ciudad y pueblo por pueblo, del poder de los moros. Allí en el ejército tuvo que dedicarse Telmo con todas sus energías a corregir vicios de los militares y a contenerlos para que en las ciudades que conquistaban no cometieran excesos y crueldades.

Un día unos militares disgustados dispusieron armarle una trampa a su castidad y le enviaron una mujer hermosa y corrompida a que tratara de hacerlo ofender a Dios. Cuando el santo vio que llegaba impúdicamente a su habitación, no teniendo otro medio de alejarla, prendió fuego a los materiales que allí lo rodeaban y entre llamas y humo hizo salir huyendo a la corruptora.

Los militares jóvenes de las altas clases sociales se sintieron muy molestos por los sermones de Telmo en el ejército, porque no les toleraba sus vicios y maldades y se propusieron amargarle la vida lo más posible. El, al darse cuenta de que el ambiente de allí no era apto para su modo de obrar y de pensar, se retiró del ejército y empezó otro apostolado muy especial: la evangelización de los pescadores y marineros en la región de Tuy. Y allí sí fue mejor aceptado. Lo primero que hizo fue organizarlos en asociaciones para que defendieran sus derechos y se ayudaran mutuamente.

Luego como sacerdote se dedicó a ser padre de los pobres, amigo de todos, consejero de los que necesitaban ser aconsejados, corregidor de vicios, pacificador de peleas y riñas y buen ejemplo para todos de una vida sin mancha y llena de espíritu y sacrificio y oración.

Y sucedió que los marineros y pescadores empezaron a encomendarse a las oraciones de Telmo cuando se iban al mar, especialmente en tiempos de tormentas y vendavales. “¡Fray Telmo, encomiéndenos hoy que el tiempo está difícil!”, le decían al embarcarse. El santo les prometía su oración y en plena mar brava cuando los remeros veían que se iban a hundir en las aguas formidables, exclamaban: “Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo, ¡sálvame!”, y sentían que misteriosamente se libraban de aquellos inminentes peligros de muerte. En los procesos para su beatificación hay centenares de testimonios como estos. Un día en plena tempestad cuando varios pescadores estaban en grave peligro de perecer, San Telmo se puso a rezar por ellos y la tempestad se calmó rapidísimamente, sin que nunca antes hubieran visto una calma así de repentina.

En la Semana Santa a principios de abril al predicar un sermón se despidió de sus oyentes avisándoles que muy pronto pasaría a la eternidad. No era viejo. Había nacido en 1185 y apenas tenía 55 años. Pero su salud estaba muy débil a causa de tantos sacrificios y largas horas de estudio y frecuentísimas predicaciones.

Estaba verdaderamente desgastado por tantos años de esfuerzos por conseguir la gloria de Dios y el bien de las almas y su propia santificación. Y el 14 de abril del año 1240, durmióse para este mundo y despertó para empezar la vida eterna en el cielo.

Y desde entonces empezó una interminable serie de prodigios conseguidos por su intercesión: salvarse de naufragios que parecían irremediables. Calma instantánea de tempestades. Conversión de pecadores. Apaciguamiento entre los que estaban peleados. Solución de graves situaciones económicas. Y por muchos años y hasta siglos, los marineros de España y de Portugal, cuando estaban en gravísimos peligros, lo primero que gritaban era: “¡San Telmo bendito, protéjanos!”. Y cuando las tempestades arreciaban, los que estaban en alta mar repetían: “Es hora de invocar a San Telmo bendito”.




14 abril, 2024

3er Domingo de Pascua

 Tercer Domingo de Pascua 2024 | ACI Prensa

Domingo 14 de Abril
3er Domingo de Pascua 
 
Texto del Evangelio (Lc 24,35-48): En aquel tiempo, los discípulos contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?». Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos.
 
Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’». Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas».
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«Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo»
Rev. D. Jaume GONZÁLEZ i Padrós (Barcelona, España)
 
Hoy, el Evangelio todavía nos sitúa en el domingo de la resurrección, cuando los dos de Emaús regresan a Jerusalén y, allí, mientras unos y otros cuentan que el Señor se les ha aparecido, el mismo Resucitado se les presenta. Pero su presencia es desconcertante. Por un lado provoca espanto, hasta el punto que ellos «creían ver un espíritu» (Lc 24,37) y, por otro, su cuerpo traspasado por los clavos y la lanzada es un testimonio elocuente de que se trata del mismo Jesús, el crucificado: «Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo» (Lc 24,39).
 
«Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor», canta el salmo de la liturgia de hoy. Efectivamente, Jesús «abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras» (Lc 24,45). Es del todo urgente. Es necesario que los discípulos tengan una precisa y profunda comprensión de las Escrituras, ya que, en frase de san Jerónimo, «ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo».
 
Pero esta compresión de la palabra de Dios no es un hecho que uno pueda gestionar privadamente, o con su congregación de amigos y conocidos. El Señor desveló el sentido de las Escrituras a la Iglesia en aquella comunidad pascual, presidida por Pedro y los otros Apóstoles, los cuales recibieron el encargo del Maestro de que «se predicara en su nombre (...) a todas las naciones» (Lc 24,47).
 
Para ser testigos, por tanto, del auténtico Cristo, es urgente que los discípulos aprendan -en primer lugar- a reconocer su Cuerpo marcado por la pasión. Precisamente, un autor antiguo nos hace la siguiente recomendación: «Todo aquel que sabe que la Pascua ha sido sacrificada para él, ha de entender que su vida comienza cuando Cristo ha muerto para salvarnos». Además, el apóstol tiene que comprender inteligentemente las Escrituras, leídas a la luz del Espíritu de la verdad derramado sobre la Iglesia.
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Pensamientos para el Evangelio de hoy
 
«La Pascua es, para nosotros, la fiesta de las fiestas, la solemnidad de las solemnidades, superior a no sólo a las fiestas humanas y terrenales, sino también a las fiestas del mismo Cristo que se celebran en su honor» (San Gregorio Nacianceno)
«¿Cómo podemos nosotros ser testigos de “todo esto”? Sólo podemos ser testigos conociendo a Cristo y, conociendo a Cristo, conociendo también a Dios. Es un proceso existencial, es un proceso de la apertura de mi yo, de mi transformación por la presencia y la fuerza de Cristo» (Benedicto XVI)
«¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: ‘Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo’ (Lc 24,39); pero Él no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en Él ‘todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora’ (Concilio de Letrán IV), pero este cuerpo será ‘transfigurado en cuerpo de gloria’ (Flp 3,21), en ‘cuerpo espiritual’ (1Cor 15,44)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 999)
 

13 abril, 2024

San Hermenegildo, Mártir

 

 San Hermenegildo

¡Oh! San Hermenegildo, vos sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo, que habiendo crecido
bajo la influencia del arrianismo, os convertisteis
en católico y entregasteis vuestra vida, martirizado
al negaros a recibir la comunión de manos de un obispo
arriano. Vuestro padre y rey Leovigildo, profesó
esta herejía, afianzando la misma entre los visigodos
de España. Vos, criado en el arrianismo, contrajisteis
nupcias con la princesa católica Ingunda y ella,
influenció en vuestra conversión al catolicismo.
A la vez, vuestro padre contrajo segundas nupcias
con Goswintha, viuda del rey Atanagildo, quien además
era abuela de Ingunda y una fervorosa arriana, que
en más de una oportunidad, intentó apartar a vuestra
esposa del catolicismo y ante su negativa, el rey Leovigildo
os envió a Córdova como gobernador. Pero, vuestra
madrastra, fanática religiosa y vuestro padre, que
trataba a los católicos severamente en España, hizo que 
vos, os vieseis obligado a tomar las armas para proteger a
vuestros hermanos cristianos, alzándoos con las mismas
contra vuestro padre, y proclamaros rey a sí mismo.
Y para veros fortalecido políticamente, hicisteis
alianza con los bizantinos. Tras cinco años de guerra
fuisteis derrotado y capturado en Sevilla por su
vuestro padre, y desterrado a Tarragona donde
finalmente os ejecutaron un mazazo en la cabeza, luego
de haberos negado a recibir la comunión de manos de un
obispo hereje. A vuestro padre, os sucedió vuestro
hermano Recaredo, quien se convirtió al catolicismo.
Vuestra sangre derramada, no fue envano, pues durante
el III Concilio de Toledo, el pueblo godo hizo profesión
solemne de la fe católica. Vos, fuisteis canonizado
por el Papa Urbano VIII, quien os declaró “patrono de
los conversos”, para alegría de toda la Iglesia Católica.
¡Oh! San Hermenegildo, "Vivo valor y fe con el Dios Vivo".

© by Luis Ernesto Chacón Delgado

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 13 de Abril
San Hermenegildo
Mártir

San Hermenegildo fue un príncipe visigodo que habiendo crecido bajo la influencia del arrianismo rompió lazos con este y se convirtió al catolicismo. Murió martirizado por mantenerse fiel a la Iglesia Católica, al negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arrianista. Nació en Medina del Campo, Valladolid (España), alrededor del año 564.

El arrianismo es una herejía con base en la doctrina cristiana pero que distorsiona completamente la comprensión de la Santísima Trinidad y su dogma. Su origen se remonta a Arrio (Libia, 250 – Constantinopla, 336), que negaba la divinidad de Jesucristo sosteniendo que este había sido creado. El arrianismo fue adoptado por el pueblo visigodo y se convirtió en la práctica oficial.

El último monarca entre los visigodos que profesó esta herejía fue Leovigildo, padre de San Hermenegildo y quien afianzó la hegemonía de los visigodos en Hispania (España) entre 569 y 586.

San Hermenegildo, criado en el arrianismo, contrajo matrimonio en 576 con una princesa católica de origen franco, llamada Ingunda. Ella fue precisamente quien influiría en su conversión y acogida de la verdad católica.

Por otro lado, su padre contrajo segundas nupcias con Goswintha, viuda del rey Atanagildo, quien además era abuela de Ingunda y una fervorosa arriana anticatólica. Goswintha había intentado apartar a Ingunda del catolicismo. Ante la negativa de la joven y para zanjar el entredicho, en el año 579 el rey Leovigildo envió a Hermenegildo a la ciudad de Bética (hoy Córdoba, Andalucía) como gobernador.

Sin embargo, ante el insostenible fanatismo religioso de su madrastra y la severidad con que su padre trataba a los católicos en España, San Hermenegildo se vio obligado a tomar las armas para proteger a sus hermanos cristianos. Es decir, decidió alzarse en armas contra su padre, con el apoyo de Bética y Mérida, y se proclamó a sí mismo rey. Además, para verse fortalecido políticamente, hizo alianza con los bizantinos.

Tras cinco años de guerra civil, Hermenegildo fue derrotado y capturado en Sevilla por su padre. Después fue desterrado a Tarragona donde finalmente sería ejecutado de un mazazo en la cabeza, en la Pascua del año 585, luego de haberse negado a recibir la comunión de manos de un obispo hereje.

El rey Leovigildo murió en 586 y fue sucedido por el hermano de Hermenegildo, Recaredo, quien también se convirtió al catolicismo. Durante el III Concilio de Toledo (año 589), los principales representantes del pueblo godo hicieron profesión solemne de la fe católica. Aquel año (589) marcaría el inicio del vínculo entre España y el catolicismo, vínculo que se mantiene hasta hoy. Por otro lado, San Gregorio el Grande atribuye a los méritos de San Hermenegildo la conversión de su hermano Recaredo y de toda la España visigótica.

En 1585 Felipe II de España le pide al Papa Sixto V que autorice el culto al mártir Hermenegildo en todo el reino. Su festividad quedó fijada el día del aniversario de su muerte, es decir, el 13 de abril. San Hermenegildo fue canonizado por el Papa Urbano VIII en 1639, más de un milenio después, quien lo declaró “patrono de los conversos”.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-celebra-a-san-hermenegildo-martir-y-patrono-de-los-conversos-75335)