¡Oh!, San Isidoro de Sevilla, vos, sois el hijo del Dios
de la vida, su amado santo y, el que quiso que, de “santos”,
vuestra familia fuera. ¡Y, así fue! Os convertisteis en hombre
sabio y prudente, y, que, ensalzasteis al Dios de la Vida,
con exégetas escritos sobre cada uno de los Libros de la Biblia,
cuya lectura os encantaba, la amabais y la recomendabais a
los fieles del tiempo vuestro. Las viejas calles de Sevilla,
saben de vos y del amor a vuestros pobres, que en sí,
sustento eran el tiempo todo de vuestro quehacer. Sin duda
alguna, vos, erais el “verdadero puente” entre la Edad
Antigua y la Edad Media, pues fuisteis el obispo más sabio
de vuestro tiempo, ello, no os quitó el sueño y os dedicasteis
a amar a Dios con toda vuestra fuerza. Dueño de una biblioteca
increíble, varios libros escribisteis, entre ellos “Las
Etimologías”; conocido como el “Primer Diccionario” que en
Europa se hizo, “La Historia de los Visigodos” y “Biografías
de hombres ilustres”. San Ildefonso, dice de vos así: “la
facilidad de palabra era tan admirable en San Isidoro, que
las multitudes acudían de todas partes a escucharle y todos
quedaban maravillados de su sabiduría y del gran bien que se
obtenía al oír sus enseñanzas”. Antes de abandonar este mundo
perdón pedisteis públicamente por todas las faltas de vuestra
vida y suplicasteis al pueblo, que rogara por vos, a Dios. Y,
así, voló vuestra alma al cielo, después de haberos gastado
en buena lid, para coronada ser con corona de luz y eternidad
como justo premio a vuestra constante entrega de amor y fe;
¡oh!, San Isidoro de Sevilla; “vivo regalo del Dios de la Vida”.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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de la vida, su amado santo y, el que quiso que, de “santos”,
vuestra familia fuera. ¡Y, así fue! Os convertisteis en hombre
sabio y prudente, y, que, ensalzasteis al Dios de la Vida,
con exégetas escritos sobre cada uno de los Libros de la Biblia,
cuya lectura os encantaba, la amabais y la recomendabais a
los fieles del tiempo vuestro. Las viejas calles de Sevilla,
saben de vos y del amor a vuestros pobres, que en sí,
sustento eran el tiempo todo de vuestro quehacer. Sin duda
alguna, vos, erais el “verdadero puente” entre la Edad
Antigua y la Edad Media, pues fuisteis el obispo más sabio
de vuestro tiempo, ello, no os quitó el sueño y os dedicasteis
a amar a Dios con toda vuestra fuerza. Dueño de una biblioteca
increíble, varios libros escribisteis, entre ellos “Las
Etimologías”; conocido como el “Primer Diccionario” que en
Europa se hizo, “La Historia de los Visigodos” y “Biografías
de hombres ilustres”. San Ildefonso, dice de vos así: “la
facilidad de palabra era tan admirable en San Isidoro, que
las multitudes acudían de todas partes a escucharle y todos
quedaban maravillados de su sabiduría y del gran bien que se
obtenía al oír sus enseñanzas”. Antes de abandonar este mundo
perdón pedisteis públicamente por todas las faltas de vuestra
vida y suplicasteis al pueblo, que rogara por vos, a Dios. Y,
así, voló vuestra alma al cielo, después de haberos gastado
en buena lid, para coronada ser con corona de luz y eternidad
como justo premio a vuestra constante entrega de amor y fe;
¡oh!, San Isidoro de Sevilla; “vivo regalo del Dios de la Vida”.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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26 de abril San Isidoro de Sevilla Arzobispo (año 636)
Isidoro significa: “Regalo de la divinidad (Isis: divinidad. Doro:
regalo)”. Nació en Sevilla en el año 556. Era el menor de cuatro
hermanos, todos los cuales fueron santos y tres de ellos obispos. San
Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina se llamaron sus hermanos.
Su hermano mayor, San Leandro, que era obispo de Sevilla, se encargó
de su educación obteniendo que Isidoro adquiriera el hábito o costumbre
de dedicar mucho tiempo a estudiar y leer, lo cual le fue de gran
provecho para toda la vida.
Al morir Leandro, lo reemplazó Isidoro como obispo de Sevilla, y duró
38 años ejerciendo aquel cargo, con gran brillo y notables éxitos.
Isidoro fue el obispo más sabio de su tiempo en España. Poseía la
mejor biblioteca de la nación. Escribió varios libros que se hicieron
famosos y fueron muy leídos por varios siglos como por ej. Las
Etimologías, que se pueden llamar el Primer Diccionario que se hizo en
Europa. También escribió La Historia de los Visigodos y biografías de
hombres ilustres.
San Isidoro es como un puente entre la Edad Antigua que se acababa y
la Edad Media que empezaba. Su influencia fue muy grande en toda Europa y
especialísimamente en España, y su ejemplo llevó a muchos a dedicar sus
tiempos libres al estudio y a las buenas lecturas.
Fue la figura principal en el Concilio de Toledo (año 633) del cual
salieron leyes importantísimas para toda la Iglesia de España y que
contribuyeron muy fuertemente a mantener firme la religiosidad en el
país.
Se preocupaba mucho porque el clero fuera muy bien instruido y para
eso se esforzó porque en cada diócesis hubiera un colegio para preparar a
los futuros sacerdotes, lo cual fue como una preparación a los
seminarios que siglos más tarde se iban a fundar en todas partes. Dice
San Ildefonso que “la facilidad de palabra era tan admirable en San
Isidoro, que las multitudes acudían de todas partes a escucharle y todos
quedaban maravillados de su sabiduría y del gran bien que se obtenía al
oír sus enseñanzas”.
Su amor a los pobres era inmenso, y como sus limosnas eran tan
generosas, su palacio se veía continuamente visitado por gentes
necesitadas que llegaban a pedir y recibir ayudas.
De todas las ciencias la que más le agradaba y más recomendaba era el
estudio de la Sagrada Biblia, y escribió unos comentarios acerca de
cada uno de los libros de la S. Biblia. Cuando sintió que iba a morir,
pidió perdón públicamente por todas las faltas de su vida pasada y
suplicó al pueblo que rogara por él a Dios. A los 80 años de edad murió,
el 4 de abril del año 636.
La Santa Sede de Roma lo declaró “Doctor de la Iglesia”.