¡Oh! Beato Álvaro de Zamora, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su amado beato y presbítero de la Orden de Predicadores; que os
hicisteis célebre por vuestro modo de predicar y contemplar la Pasión
de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Señor Nuestro, y que, además,
honor hicisteis al significado de vuestro nombre: “Aquel que es el
defensor de todos”. Estando en el convento dominico de San Pedro
de Córdova, os hicisteis famoso y ardiente predicador, y con vuestro
ejemplo y obras, contribuisties a la reforma de vuestra Orden. Luego
de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedasteis impactado
por Camino del Calvario, recorrido por Jesús y, estabais deseoso
de vivir una existencia en soledad y perfección, para un apostolado
digno de Dios. Así, fundasteis convento de Santo Domingo Escalaceli o
“Escalera del Cielo”, donde se reproducía la “vía dolorosa”, por vos,
venerada en Jerusalén, que fue imitada en otros conventos, dando
origen a la devoción del “Vía Crucis”. De noche, vos, os retirabais a
una gruta, donde a imitación de vuestro Padre Domingo, orabais y
os flagelabais, convirtiéndose luego, en camino de peregrinajes
para miles de fieles. Vos, poseíais el don de profecía y obrasteis
muchos milagros. Un día, os llamó de este mundo vuestro Amo, y así,
voló vuestra alma al cielo para, corona de luz recibir, como justo
premio a vuestra grande entrega de amor y fe. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Oh! Beato Álvaro de Zamora, viva imagen del Dios de la Vida y del Amor.
su amado beato y presbítero de la Orden de Predicadores; que os
hicisteis célebre por vuestro modo de predicar y contemplar la Pasión
de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Señor Nuestro, y que, además,
honor hicisteis al significado de vuestro nombre: “Aquel que es el
defensor de todos”. Estando en el convento dominico de San Pedro
de Córdova, os hicisteis famoso y ardiente predicador, y con vuestro
ejemplo y obras, contribuisties a la reforma de vuestra Orden. Luego
de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedasteis impactado
por Camino del Calvario, recorrido por Jesús y, estabais deseoso
de vivir una existencia en soledad y perfección, para un apostolado
digno de Dios. Así, fundasteis convento de Santo Domingo Escalaceli o
“Escalera del Cielo”, donde se reproducía la “vía dolorosa”, por vos,
venerada en Jerusalén, que fue imitada en otros conventos, dando
origen a la devoción del “Vía Crucis”. De noche, vos, os retirabais a
una gruta, donde a imitación de vuestro Padre Domingo, orabais y
os flagelabais, convirtiéndose luego, en camino de peregrinajes
para miles de fieles. Vos, poseíais el don de profecía y obrasteis
muchos milagros. Un día, os llamó de este mundo vuestro Amo, y así,
voló vuestra alma al cielo para, corona de luz recibir, como justo
premio a vuestra grande entrega de amor y fe. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Oh! Beato Álvaro de Zamora, viva imagen del Dios de la Vida y del Amor.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
___________________________________________
19 de febrero
San Alvaro de Córdova
Predicador Dominico
(Fuente: Parroquiabeatoalvaro.org)
Martirologio Romano: En Córdoba, en la
región española de Andalucía, conmemoración del beato Álvaro de Zamora,
presbítero de la Orden de Predicadores, que se hizo célebre por su modo
de predicar y contemplar la Pasión del Señor (c. 1430).
Etimológicamente Álvaro = Aquel que es el defensor de todos, es de origen germánico. Fecha de beatificación: El Papa Benedicto XIV, aprobó su culto el 22 de septiembre de 1741.
Breve Biografía
Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en
Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble
familia Cardona.
Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368.
Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras,
contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de
Capua y sus discípulos.
Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó
impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido
por nuestro Salvador.
Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder
templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del
rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres
millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo
Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que
reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta
sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la
devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad
cristiana.
De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a
imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo,
ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el
don de profecía y obró milagros.
Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su convento.
(http://es.catholic.net/op/articulos/34879/lvaro-de-zamora-de-crdoba-beato.html)