Oh, San Zaqueo de Jerusalén,
vos, sois el hijo del Dios
de la vida, y su amado Obispo,
que, por ser de pequeña estatura
pero gigante de fe, queriendo
ver a vuestro Maestro Jesús,
subisteis a un árbol, y Él, viéndoos,
os invitó a bajar y fue con vos,
a comer a vuestra casa. Venerado
fuisteis y sois, por la gente de
vuestro tiempo y del nuestro.
A Dios, amabais de manera tal,
que os entregasteis en cuerpo
y alma, a servirlo en imitación
santa de Cristo Jesús, vuestro
amadísimo Maestro. A Santiago
Apóstol seguisteis y a Justo I,
Obispo de Jerusalén sucedisteis.
Hoy, lucís corona de luz eterna,
como premio a vuestro amor;
oh, San Zaqueo de Jerusalén.
© 2013 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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23 de Agosto
Zaqueo de Jerusalén
Obispo
Zaqueo de Jerusalén
Obispo
Fue el cuarto obispo de Jerusalén. De él habla el Evangelio en aquel episodio en que Zaqueo, por ser de pequeña estatura y queriendo ver a Jesús que pasaba por el lugar, subió a un sicomoro. Jesús entonces lo invitó a bajar y fue a comer a su casa. Zaqueo murió en Jerusalén el año 116, a edad muy avanzada.
Zaqueo de Jerusalén (Palestina, siglo I – 116) fue un obispo de Jerusalén. Es venerado como santo en toda la cristiandad. Fue el cuarto obispo de Jerusalén desde Santiago el Apóstol, sucediendo a Justo I de Jerusalén en 111. Muerto en 116, fue sucedido por Tobías.
Es nombrado por Eusebio de Cesarea (265-340) como obispo de Cesareia Palestina e historiador del origen de la Iglesia que, en su “Historia Eclesiástica”, ennumera los nombres de los primeros obispo de Jerusalén citando a Santiago el Apóstol, Simeón, Justo y Zaqueo. Es citado también por varios hagiógrafos, incluyendo César Baronio en el siglo siglo XVI.