Oh, Filemón y Donino, santos, vosotros
sois los hijos del Dios de la vida y sus
amados santos, que, perseguidos fuisteis
por razón de vuestra fe. Y, siempre, en
Dios confiando, recorristeis Italia, las
alegrías manifestasteis que el Resucitado
os dio, en vuestro interior mundo. Jamás
nunca, os contentasteis, en quedaros en
en vosotros mismos encerrados y decidisteis
el Evangelio predicar y bautizar a los
infieles que os encontrabais en vuestro
andar. Vuestra palabra, ardorosa era, que,
hasta las montañas conmoverse parecían,
pero más, los infieles y paganos. Los
impíos del tiempo vuestro, celos sentían,
que sus paganos templos vacios estuviesen
y, todo por vuestra feliz culpa, ya que,
los vuestros, llenos estaban de fieles en
Cristo Jesús. Entonces, prometiéndoles, el
oro del mundo, lograr quisieron que, de
de Cristo rengasen y jamás lo lograron.
Por ello, Dios, en su infinita bondad,
os premió, coronándoos de luz eterna;
oh, Filemón y Donino; santos y mártires.
© 2013 by Luis Ernesto Chacón Delgado
________________________________
21 de Marzo
San Filemón y Donino de Roma
Mártires
Este joven con su amigo Donino, en tiempos de la duras y temibles persecuciones, confiando más en Dios que en ellos mismos, se dedicaron a recorrer Italia.
¿Qué buscaban?
Sencillamente, manifestar a todo el mundo la alegría que les daba el Resucitado en su mundo interior. No podían quedarse encerrados en sí mismos -lo más fácil– sino que tenían que vivir la solidaridad de su fe.
Iban predicando el Evangelio y bautizando a los infieles que se encontraban en su camino, previa preparación, claro está.
Dicen sus biógrafos que su palabra era tan ardiente que conmovían a las masas de paganos e infieles. Las dificultades no tardaron en aparecer. Provenían principalmente de los seguidores de los cultos a los ídolos.
No aguantaban que dos jóvenes dejaran los templos paganos vacíos mientras que sus reuniones para celebrar la Palabra de Dios, se llenaran de fieles en Cristo Jesús.
Los arrestaron y enviaron al gobernador. Este, para ganárselos, le prometió el oro y el moro con tal de que renegasen de Cristo.
Visto con halagos no conseguía sus propósitos, los enviaron a la cárcel en la cual les dieron tremendos tormentos. Y cansado de su fama, mandó que les cortasen la cabeza tal día como hoy.
Sus vidas se crearon en las “Passio” o teatro para dar a conocer su vida. No hay fundamento histórico.