¡Oh!, Santa Florentina, vos, sois la hija del Dios de la vida,
que brillo y lustre le disteis al significado de vuestro nombre:
“floreciente”. Vuestros padres, dieron a la Iglesia sus cuatro
hijos, y maravilla de maravillas, los cuatro, santos. Leandro
fue vuestro maestro en los estudios clásicos como en los sagrados.
Y vos, fuisteis maestra de vuestro hermano menor, el gran sabio
san Isidoro de Sevilla, doctor de la Iglesia universal. Joven
guapa y culta como erais, todos esperaban que vos, os casaseis,
pero, para sombro de todos, dejasteis todo para consagraros por
entero a las obras de Dios, consagrando vuestra virginidad en el
monasterio benedictino de santa María del Valle. A vuestras
dotes de gobierno, a vuestra santidad y ejemplo, las hermanas
os eligieron abadesa. Y, entonces, Leandro, hermano vuestro
vuestro os escribió un profundo libro sobre “La institución de
las vírgenes”, en la que, se ensalza la virtud de la virginidad
como algo que Cristo, desea a quienes quieren seguirle. Y, así,
luego de haberos gastado en buena lid, voló vuestra alma la cielo
para recibir corona de luz, como justo premio a vuestro amor;
¡Oh!, Santa Florentina, “viva entrega de amor por el Dios Vivo”.
© 2016 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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20 de Junio
Santa Florentina
Etimológicamente significa “ floreciente”. Viene de la lengua
latina. Para Dios eres sagrado, sí, consagrado por la inocencia herida
de tu juventud. Si consiguieras escribir a una persona anciana y decirle
lo que te quiere, ella rezaría por ti y te confiaría al Espíritu de
Dios.
Florentina. Nació en el seno de una familia visigoda en Cartagena,
España. Sus padres eran tan fervorosamente cristianos que dieron a la
Iglesia sus cuatro hijos, y los cuatro son santos.
Leandro fue el maestro de Florentina tanto en los estudios clásicos
como en los sagrados. Y ella fue, a su vez, la maestra de su hermano
menor, el gran sabio san Isidoro de Sevilla, doctor de la Iglesia
universal. Siempre recordó el día en que vio un enjambre de abejas en la
boca de su hermano.
Como joven guapa y culta, todos esperaban que se casara con un joven
de su talante. Pero, para asombro de todos, y del chico que la
pretendía, dejó todo para consagrarse por entero a las obras de Dios,
empezando por consagra su virginidad en el monasterio benedictino de
santa María del Valle, al lado de Ecija.
Gracias a sus dotes de gobierno, a su santidad y ejemplaridad para
todas las hermanas, la eligieron abadesa. Fue entonces cuando su hermano
Leandro le escribió un precioso y profundo libro sobre “La institución
de la vírgenes”.
Es una gozada la lectura de este libro porque ensalza la virtud de la
virginidad como algo que Cristo exige libremente a quienes quieren
seguirle más de cerca.
Murió en el año 633.
“En la montaña el turista viene a buscar un panorama, el pensador encuentra un libro abierto” (V. Hugo).
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
(http://www.autorescatolicos.org/felipesantossantaflorentina.htm)