¡Oh!, Santa María, Niña Nuestra, Vos,
sois la Hija del Dios de la Vida,
su amadísima y siempre predilecta.
Y, ¡maravilla de maravillas!, que en este
día, a Vos, os presentaron Joaquín y
Ana, vuestros amadísimos padres, hijos
del Dios de la Vida, y santos además
en el Templo de Dios, para que Vos,
supierais vuestros deberes para con Él.
Y, Él, vuestro Padre, el “Alpha y el
Omega”, desde siempre y por siempre
os bendijo amorosa y eternamente por
los siglos de los siglos, ¡Aleluya! ¡Aleluya!
porque sabia Él, Vuestro futuro de Amor;
¡Oh!, Santa María, Niña Nuestra, “¡Viva luz!”.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
sois la Hija del Dios de la Vida,
su amadísima y siempre predilecta.
Y, ¡maravilla de maravillas!, que en este
día, a Vos, os presentaron Joaquín y
Ana, vuestros amadísimos padres, hijos
del Dios de la Vida, y santos además
en el Templo de Dios, para que Vos,
supierais vuestros deberes para con Él.
Y, Él, vuestro Padre, el “Alpha y el
Omega”, desde siempre y por siempre
os bendijo amorosa y eternamente por
los siglos de los siglos, ¡Aleluya! ¡Aleluya!
porque sabia Él, Vuestro futuro de Amor;
¡Oh!, Santa María, Niña Nuestra, “¡Viva luz!”.
© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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21 de noviembre
La Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo
Oración
Oh Dios, que quisiste que en este día fuese presentada en el templo
la Santísima Virgen María, morada del Espíritu Santo: suplicámoste por
su intercesión nos concedas merecer ser presentados en el templo de tu
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Honramos hoy la Presentación en el Templo de aquella Niña de
bendición. Los orígenes de esta fiesta hay que buscarlos en una piadosa
tradición que surge en el escrito apócrifo llamado el «Protoevangelio de
Santiago». Según este documento la Virgen María fue llevada a la edad
de tres años por sus padres San Joaquín y Santa Ana. Allí, junto a otras
doncellas y piadosas mujeres, fue instruida cuidadosamente respecto la
fe de sus padres y sobre los deberes para con Dios.
Históricamente, el origen de esta fiesta fue la dedicación de la
Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén , en el año 543. Todo eso
se viene conmemorando en Oriente desde el siglo VI, y hasta habla de
ello el emperador Miguel Comeno en una Constitución de 1166.
Un gentil hombre francés, canciller en la corte del Rey de Chipre,
habiendo sido enviado a Aviñón en 1372, en calidad de embajador ante el
Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban
esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en
Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia.