¡Oh! Santa María Reina,
os celebramos este día
en la octava de Vuestra Asunción
diciendo a los cuatro vientos
que un nexo existe
entre Vuestra realeza
y Vuestra partida a los cielos.
En el medievo os saludaban
como “Reina” a Vuestra Merced
Santa Madre de Dios
invocándoos así:
“Salve, Reina caelorum;
Reina caeli, laetare”.
Vuestro Hijo os ensalzó
como Reina universal,
para que Vos os asemejaseis a Él,
Señor de señores
Vencedor del Pecado y de la Muerte;
¡Oh! Santa María Reina.
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
¡Oh!, Santa Madre del Redentor;
María Virgen Inmaculada
A la gloria celestial
Asunta en cuerpo y alma
Por Cristo ensalzada
Como Reina universal
Con justicia plena
A Vuestro Hijo semejante
¡Rey del universo!
¡Señor de señores!
¡Vencedor del pecado!
¡Vencedor de la muerte!
¡Y Dios de la Vida!
¡Oh!, Santa Madre del Redentor.
© 2016 by Luis Ernesto Chacón Delgado
__________________________________________
22 de Agosto
Santa María Reina
Memoria Litúrgica
Por: Tere Fernandez del Castillo | Fuente: Catholic
os celebramos este día
en la octava de Vuestra Asunción
diciendo a los cuatro vientos
que un nexo existe
entre Vuestra realeza
y Vuestra partida a los cielos.
En el medievo os saludaban
como “Reina” a Vuestra Merced
Santa Madre de Dios
invocándoos así:
“Salve, Reina caelorum;
Reina caeli, laetare”.
Vuestro Hijo os ensalzó
como Reina universal,
para que Vos os asemejaseis a Él,
Señor de señores
Vencedor del Pecado y de la Muerte;
¡Oh! Santa María Reina.
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
¡Oh!, Santa Madre del Redentor;
María Virgen Inmaculada
A la gloria celestial
Asunta en cuerpo y alma
Por Cristo ensalzada
Como Reina universal
Con justicia plena
A Vuestro Hijo semejante
¡Rey del universo!
¡Señor de señores!
¡Vencedor del pecado!
¡Vencedor de la muerte!
¡Y Dios de la Vida!
¡Oh!, Santa Madre del Redentor.
© 2016 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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22 de Agosto
Santa María Reina
Memoria Litúrgica
Por: Tere Fernandez del Castillo | Fuente: Catholic
Martirologio Romano: Memoria de la Bienaventurada Virgen
María, Reina, que engendró al Hijo de Dios, Príncipe de la paz, cuyo
reino no tendrá fin, y que es saludada por el pueblo cristiano como
Reina del cielo y Madre de misericordia.
El 22 de agosto celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.
Un poco de historia
La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para
venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al
final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza
sino por mérito el título de Reina Madre.
María ha sido elevada sobre la gloria de todos los santos y coronada
de estrellas por su divino Hijo. Está sentada junto a Él y es Reina y
Señora del universo.
María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un
momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de
gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le
pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.
María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un
trono junto a su Hijo. Tiene, entre todos los santos, el mayor poder de
intercesión ante su Hijo por ser la que más cerca está de Él.
La Iglesia la proclama Señora y Reina de los ángeles y de los santos,
de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los
mártires, de los confesores y de las vírgenes. Es Reina del Cielo y de
la Tierra, gloriosa y digna Reina del Universo, a quien podemos invocar
día y noche, no sólo con el dulce nombre de Madre, sino también con el
de Reina, como la saludan en el cielo con alegría y amor los ángeles y
todos los santos.
La realeza de María no es un dogma de fe, pero es una verdad del
cristianismo. Esta fiesta se celebra, no para introducir novedad alguna,
sino para que brille a los ojos del mundo una verdad capaz de traer
remedio a sus males.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la
Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión,
alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por
nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de
todos.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
(https://www.es.catholic.net/op/articulos/34667/mara-reina-santa.html#modal)