Oh, Madero Santo de la Cruz;
del cuerpo del Señor Nuestro
reposo, cruento, y Santa Elena
de Constantino madre; él, su
hijo; en Cristo Jesús, creyó
porque entre sueños vio, una
brillante Cruz, y como eco,
una voz que le decía: “con
este signo vencerás” y, fue
así; venció Constantino y a
los cristianos libertó; y Elena,
en Jerusalén, el venerable
madero halló y resucitaron
muertos y muchos prodigios,
obraron se por doquier;
oh, Madero Santo de la Cruz.
© 2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Año 326
Veneración de la Santa Cruz
La Invención o hallazgo de la Santa Cruz
Una canción religiosa dice: “Venid oh
cristianos – la cruz veneremos – la cruz recordemos – de Cristo Jesús”. Tengamos
siempre en nuestras casas la Santa Cruz. Un crucifijo que nos recuerde lo mucho
que Jesús sufrió por salvarnos. Y ojalá besemos de vez en cuando sus manos y sus
pies. Así lo hacían siempre los santos.
No nos acostemos jamás ni nos levantemos ningún
día sin hacer la señal de la cruz, bien hecha, despacio, desde la frente hasta
el pecho y del hombro izquierdo hasta el derecho, y pronunciando los tres
Santísimos nombres del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esto trae bendición
y muchos favores celestiales, y aleja al demonio y libra de muchos males y
peligros.
Oracion:
Por la Señal de
la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Historia
“Con este signo vencerás”. Cuenta el
historiador Eusebio de Cesarea que el general Constantino, hijo de Santa Elena,
era pagano pero respetaba a los cristianos. Y que teniendo que presentar una
terrible batalla contra el perseguidor Majencio, jefe de Roma, el año 311, la
noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en
los aires y oyó una voz que le decía: “Con este signo vencerás”, y que al
empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y
que exclamó: “Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena”. Y la victoria fue
total, y Constantino llegó a ser Emperador y decretó la libertad para los
cristianos, que por tres siglos venían siendo muy perseguidos por los
gobernantes paganos.
Escritores sumamente antiguos como Rufino,
Zozemeno, San Cristótomo y San Ambrosio, cuentan que Santa Elena, la madre del
emperador, pidió permiso a su hijo Constantino para ir a buscar en Jerusalén la
cruz en la cual murió Nuestro Señor. Y que después de muchas y muy profundas
excavaciones encontró tres cruces. Y como no sabían cómo distinguir la cruz de
Jesús de las otras dos, llevaron una mujer agonizante. Al tocarla con la primera
cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual de enferma de
lo que estaba antes. Pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma recuperó
instantáneamente la salud. Y entonces Santa Elena, y el obispo de Jerusalén,
Macario, y miles de devotos llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles
de Jerusalén. Y que por el camino se encontraron con una mujer viuda que llevaba
a su hijo muerto a enterrar y que acercaron la Santa Cruz al muerto y éste
resucitó.
Por muchos siglos se ha celebrado en Jerusalén
y en muchísimos sitios del mundo entero, la fiesta de la Invención o hallazgo de
la Santa Cruz el día 3 de Mayo.