Oh, Santa Rosalía de Palermo, vos, sois,
la hija del Dios de la vida y su amada santa.
Una guirnalda de rosas, una “rosalinda”
de alma y de espíritu. “El Coscina” y “el
Pellegrino”, montes, saben de vos, y, antes,
el Dios eterno, de vuestra increíble ascesis
de mística y de luz. Sois abogada contra
el mal y los terremotos. Honor hicisteis
al significado de vuestro nombre: “Escudo
de honor”, pues en ello, os convertisteis
de maravillosa manera. ¿Qué más podríais
entregarle a Aquél que todo lo ve? ¡Todo!
Y, sí, porque, “todo” lo entregasteis y
por ello, recibisteis corona de luz eterna,
como premio a vuestra entrega de amor y fe;
oh, Santa Protectora y Patrona de Palermo;
oh, Santa Rosalía, “silencio del amor de Dios”.
la hija del Dios de la vida y su amada santa.
Una guirnalda de rosas, una “rosalinda”
de alma y de espíritu. “El Coscina” y “el
Pellegrino”, montes, saben de vos, y, antes,
el Dios eterno, de vuestra increíble ascesis
de mística y de luz. Sois abogada contra
el mal y los terremotos. Honor hicisteis
al significado de vuestro nombre: “Escudo
de honor”, pues en ello, os convertisteis
de maravillosa manera. ¿Qué más podríais
entregarle a Aquél que todo lo ve? ¡Todo!
Y, sí, porque, “todo” lo entregasteis y
por ello, recibisteis corona de luz eterna,
como premio a vuestra entrega de amor y fe;
oh, Santa Protectora y Patrona de Palermo;
oh, Santa Rosalía, “silencio del amor de Dios”.
© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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4 de Septiembre
Santa Rosalía de Palermo
Ermitaña
Santa Rosalía de Palermo
Ermitaña
“Guirnalda de rosas”, en latín; quizá derivado del germánico Rosalinda: “Escudo del honor”. Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos
sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a
una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino,
cercano a Palermo. En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se
le consideró Protectora y Patrona de Palermo. Sus restos fueron
descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la incluyó como santa
en el Martirologio. Se le invoca como abogada contra la peste y los
terremotos.
La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida
con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas,
en alusión a su nombre; y un crucifico y una calavera, por su ascesis.