15 febrero, 2014

Santos Faustino y Jovita

Oh, Santos Faustino y Jovita, sois,
vosotros, los hijos del Dios de la vida
y sus amados santos. Hermanos de
sangre, pero, más, hermanos en la fe,
pues en vuestra niñez, mostrabais
ya, modestia, virtud y unión, todos
enrumbados hacia el amor. Vos,
Faustino, sacerdote ordenado fuisteis,
y, Jovita, vuestra hermana, de diacono.
Y, así, ambos, armados de fe, os
lanzasteis al mundo de entonces,
frutos admirables logrando, hasta
que, el averno, seducirlos quiso,
para que, a falsos dioses adoraseis.
Vosotros, cedisteis jamás y, al sol
mismo derretisteis, estatua hecho,
con sólo orar al Dios altísimo. Con
fieras probaron y, a vuestros pies
se posaron y se lanzaron contra
los infieles. Os pasearon por media
Italia, y padeciendo tormentos varios,
seguisteis firmes en vuestra fe, y
entregasteis vuestras vidas a quien
verdaderamente, os la dio: Dios.
Y, él, os premió coronándoos de luz,
como justo premio a vuestro amor;
Oh, Santos Faustino y Jovita, “mártires”.
 
© 2014 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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15 de Febrero
Santos Faustino y Jovita
Mártires
(+ 122)
 
Los Santos Faustino y Jovita, hermanos, nacieron en Brescia, ciudad de Lombardia, y desde niños fueron modestos, virtuosos y unidos entre sí con vínculos de caridad. A Faustino, que era el mayor, ordenó de sacerdote Apolonio, obispo de aquella ciudad, y a Jovita de diácono. Comenzaron a ejercitar su sagrado ministerio con tanto aprovechamiento, que muchos gentiles se convirtieron a nuestra santa fe.
 
Llegó esto a noticia del emperador Adriano, el cual dio comisión a Itálico para que procediese contra los santos hermanos. Procuró aquél por todos los medios que adorasen a los falsos dioses, y viendo que los Santos no le hacían caso, esperó que llegase el emperador, el cual los mandó llevar delante de una estatua del Sol, y con la oración que hicieron los Santos se deshizo y resolvió en ceniza. Enfurecido Adriano, los hizo echar a las fieras; mas éstas se arrojaron a sus pies como corderos y despedazaron a muchos de los infieles.
 
Después de haber llevado a los Santos a diferentes ciudades de Italia y hécholes padecer varios tormentos, los volvieron a su patria, y allí fueron degollados el día 15 de Febrero año 122.