La historia que a continuación transcribo es inédita y muy hermosa. Está tomada de nuestra realidad y se genera dentro del tema ambientalista. Hoy por hoy los gritos de auxilio de nuestro planeta surgen de todos los rincones de su ser, como producto de la carencia de conciencia ambiental, respecto del calentamiento global, la escasez de agua, la emisión de gases invernadero, la polución ambiental y la deforestación entre otros. La historia pertenece a Alexandra Alfaro Chacón, quien cursa el 5° grado de educación primaria en la Institución Educativa “Santa Rosa de Lima”de la Región Cuzco, la misma que me impresionó y decidí subirla a mi blog para que sea conocida por todos quienes accedan a esta web.
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Ale, es una niña de once años de edad. Vive en la ciudad. Cada vez que se despierta al amanecer y al abrir las ventanas de su dormitorio, se decía así misma:
Ale, es una niña de once años de edad. Vive en la ciudad. Cada vez que se despierta al amanecer y al abrir las ventanas de su dormitorio, se decía así misma:
-"Otro días más y mi barrio sigue sucio; con basura por todas partes, papeles, plásticos, alimentos; que terrible, es tan pequeño y tan sucio, y yo soy una niña. ¡Cómo quisiera cambiar todo esto!".
Con esta reflexión, se dirigió a su colegio. Comentó su preocupación con sus dos amiguitas, Marisol y Mariluna:
- Mi barrio es un asco; lleno de basura y nadie hace anda por cambiarlo.
A este comentario, ambas niñas expresaron:
- En mi barrio también botan basura a los jardines.
- Igual sucede en el mío.
- Igual sucede en el mío.
Ale, les propuso una misión.
- Queridas amiguitas, les propongo una misión: limpiemos nuestro barrio con una sonrisa...
Sus amiguitas se rieron a carcajadas. Ale, las calmó y les dijo.
- Queridas amiguitas, les propongo una misión: limpiemos nuestro barrio con una sonrisa...
Sus amiguitas se rieron a carcajadas. Ale, las calmó y les dijo.
- Sí. si; sonrían, pues con esa sonrisa cambiaremos nuestros barrios. Cuando veamos que algún niño o vecino esté botando basura en nuestros parques, le diremos con una sonrisa que no lo haga y le contaremos las consecuencias de su actitud.
Entonces las dos niñas le preguntaron:
Entonces las dos niñas le preguntaron:
- ¿Cómo piensan hacer?
- Si, ¿cómo lo haremos?.
Ale, les dijo:
- Es fácil, nos acercamos a la persona y le sonreímos; luego muy cortésmente le decimos que no bote la basura en la calle y que utilice bolsas para llevarlas al carro basurero.
- Pero – preguntó Mariluna- ¿Quién le dará bolsas?
Ale respondió:
Ale respondió:
- Amiguitas, siempre que compramos en una tienda o supermercado, nos dan bolsas, entonces nuestros vecinos deben usarlas para botar la basura seleccionándola.
Ambas niñas repusieron:
- Claro, tienes razón – dijo Mariluna.
- Si, si comencemos ahora mismo – habló Marisol
- Pero un momento, dijo Ale; también pondremos unos pequeños carteles en los jardines con mensajes como: “No me dañes”, “Te doy oxígeno”, “Recicla la basura”, entre otros.
Las niñas comentaron:
- Si, nuevamente tienen razón: esta experiencia será un ejemplo para otros barrios.
Y así, las tres amigas iniciaron su misión: Tenemos un deber, defendernos de la contaminación.
Al día siguiente, Ale vió como un niño botaba la basura en su jardín. Se le acercó muy sonriente y le dijo:
- Si, nuevamente tienen razón: esta experiencia será un ejemplo para otros barrios.
Y así, las tres amigas iniciaron su misión: Tenemos un deber, defendernos de la contaminación.
Al día siguiente, Ale vió como un niño botaba la basura en su jardín. Se le acercó muy sonriente y le dijo:
- !Hola amiguito¡; por favor no botes esa basura en el jardín.
- ¿Qué?. ¿Por qué? – respondió el niño.
- Si tu botas esa basura al jardín, contribuyes a que nuestro barrio es pequeño, sea un foco de contaminación y en grande perjudicas al mundo – repuso Ale.
- Creo que tienes razón – acotó el niño – Pero ¿Dónde pongo la basura?.
- Tú mamá va de compras, ¿verdad?. Y lo que compran le atienden en bolsas. Utiliza esas bolsas.
– continuó- Ale.
- Si, claro y la clasificaré en basura orgánica e inorgánica y la llevaré al carro basurero – señalo el niño, a la vez que se dirigió a su casa y trajo una bolsa de plástico.
Ale, le dijo:
Ale, le dijo:
- Muy bien, así se hace. Comenta lo que vamos ha hacer a tus amiguitos. Así que ha recoger la basura.
Finalmente, una vez que el niño recogió la basura Ale, muy contento expreso:
- Bueno amiguito, a poner en práctica lo aprendido y no olvides, siempre con una sonrisa.
El niño muy sonriente le dijo:
- !Si amiguita¡, conservemos limpios nuestros barrios a cambio de una sonrisa.
AMIGOS DEL MUNDO:
AMIGOS DEL MUNDO:
“Nada mejor para
nosotros que cuidar
el medio ambiente...
vivir en armonía
conforme el primer día
y legar a los que vienen
un mundo limpio,
de paz y amor”
vivir en armonía
conforme el primer día
y legar a los que vienen
un mundo limpio,
de paz y amor”
FIN