Texto del Evangelio (Mt 25,31-46): «Cuando
el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles,
entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de
Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros…».
Hoy, Jesús nos muestra que el sentido de la realeza es el
servicio a los demás. Él afirmó de sí mismo que era Maestro y Señor, y
también que era Rey, pero ejerció su realeza lavando pies y derramando
Sangre. Jesucristo reina, primero, desde una humilde cuna (¡un pesebre!)
y, después, desde un trono muy incómodo (¡la Cruz!).
—Ahí está la realeza de Cristo: el triunfo del amor. En el
juicio final la última palabra la tendrá el amor —o el “des-amor”— de
cada uno. ¡Garantizado por Jesucristo!
(http://evangeli.net/evangelio-family/dia/2017-11-26)