22 octubre, 2019

San Juan Pablo II

 
 
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 ¡Oh!, San Juan Pablo, vos, sois el hijo de Dios de la Vida, su
amado Papa, y santo. Erais el más pequeño de los tres hijos
de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska, vuestros padres.
Vuestro hermano Edmund y vuestro padre, fallecieron cuando
vos, vivíais en Wadowice y vuestra hermana Olga, murió
antes de que nacierais vos. Bautizado, con Primera Comunión,
y Confirmado en la fe de Cristo, terminasteis vuestros estudios
en “Marcin Wadowita” de Wadowice, y luego seguisteis en
la “Universidad Jagellónica” de Cracovia, y en una escuela de teatro.
Cuando los nazis la universidad cerraron cerraron, vos, tuvisteis
que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química para
ganaros la vida y evitar, deportado ser a Alemania. En medio de
todo, Dios, os llamó al sacerdocio y, seguisteis formándoos en el
seminario clandestino de Cracovia, y desde allí, hicisteis de promotor
del “Teatro Rapsódico”. Después de la segunda guerra mundial,
continuasteis vuestros estudios, en el “Seminario Mayor de Cracovia”,
en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta
alcanzar vuestra ordenación Sacerdotal y, luego, os enviaron a Roma,
donde os doctorasteis en Teología. En plenas vacaciones, ejercisteis
vuestro ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia,
Bélgica y Holanda. De vuelta a Polonia, fuisteis vicario en diversas
parroquias de Cracovia y Capellán de los universitarios. En Lublin
sustentasteis la tesis titulada “Valoración de la posibilidad de fundar
una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler”.
Después, fuisteis profesor de Teología Moral y Ética Social, en Cracovia
y en la facultad de Teología de Lublin. Pío doce, os nombró Obispo
titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia, recibiendo vuestra ordenación
episcopal en la catedral del Wawel. Luego, os nombraron Arzobispo
de Cracovia, por Pablo sexto, quien os hizo cardenal, con el título de
“San Cesareo en Palatio”. Participasteis en el Concilio Vaticano Segundo,
contribuyendo en la elaboración de la constitución “Gaudium et spes”,
y, las cinco Asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a vuestro
pontificado. Los cardenales, previo Cónclave os eligieron Santo Padre,
y tomasteis el nombre de Juan Pablo segundo, como el doscientos
sesentaitrés sucesor del Apóstol Pedro. Os dedicasteis, con vuestro
espíritu misionero y todas vuestras energías, movido por la “Sollicitudo
Omnium Ecclesiarum” a la caridad abierta a toda la humanidad. Por
ello, y más que todos vuestros predecesores os encontrasteis con el
pueblo de Dios y con los jefes de estado de las naciones de todo el
mundo. Vuestro amor a los jóvenes os impulsó a iniciar las Jornadas
Mundiales de la Juventud y vuestra atención hacia la familia, forjó,
los encuentros mundiales de las familias. Promovisteis el diálogo con
los judíos y con las demás religiones, convocándolas a encuentros por
la paz. Bajo vuestra guía, la Iglesia se acercó al milenio tercero, y, así,
celebrasteis el “Gran Jubileo” el año dos mil, con vuestra carta apostólica
“Tertio millennio adveniente” y os asomasteis a la nueva época, tal
y conforme lo habíais escrito en “Novo millennio ineunte”. Con
el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía,
promovisteis la renovación espiritual de la Iglesia. Proclamasteis
a “Santa Teresa del Niño Jesús”, Doctora de la Iglesia. Sor Faustina
fue beatificada y canonizada por vos, y declarasteis el segundo
domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina”
en el mundo entero y además, establecisteis que el “Domingo de la
Misericordia Divina” sea premiado con la indulgencia plenaria.
Ampliasteis el Colegio cardenalicio y además, convocasteis seis
reuniones plenarias del mismo. Presidisteis las Asambleas del Sínodo
de los obispos. Escribisteis Encíclicas, Exhortaciones apostólicas,
Constituciones apostólicas y Cartas apostólicas. Promulgasteis el
Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación del Concilio
Vaticano segundo. Reformasteis el Código de Derecho Canónico
y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizasteis
la Curia Romana. Publicasteis cinco libros como doctor privado:
“Cruzando el umbral de la esperanza”; “Don y misterio: en el
quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal”; “Tríptico
romano”; “Meditaciones”, libro de poesías; “¡Levantaos! ¡Vamos!”
y “Memoria e identidad”. Y, así, y luego de que atentaron contra vos,
y repuesto luego, voló vuestra alma al cielo para coronada ser, con
justicia plena, con corona eterna de luz, como premio a vuestro amor;
¡oh!, San Juan Pablo II, “El Grande”, “vivo Cristo del Dios de la Vida”.


 
© 2019 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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21 de Octubre
San Juan Pablo II
CCLXIV Papa


Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san Juan Pablo II, Papa, que gobernó la Iglesia por veintisiete años, llevando su presencia misionera a todos los puntos de la tierra, alimentando la doctrina con abundantes y esclarecidos documentos, y convocando a todos los hombres de nuestra época a abrir sus puertas al Redentor. († 2005)

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- Karol Józef Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojty?a y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del “Teatro Rapsódico”, también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada “Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler”. Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.

El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.

Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.
Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.

Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la “sollicitudo omnium Ecclesiarum” y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.

Juan Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.

Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la renovación espiritual de la Iglesia.

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.

Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno “in pectore”, cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).

Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.

Publicó también cinco libros como doctor privado: “Cruzando el umbral de la esperanza” (octubre de 1994);”Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal” (noviembre de 1996); “Tríptico romano – Meditaciones”, libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

El Papa Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011.
El Santo Padre Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.

Fuente:
(http://www.comunicadorescatolicos.org.mx)