¡Oh!, San Gregorio Magno, Papa, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, su amado santo y Papa, que honor hicisteis
al significado de vuestro nombre: “el Vigilante”.
Benedicto I, Papa, os ordenó presbítero y más tarde
Nuncio en Constantinopla, y luego, Santo Padre.
Vos, os distinguisteis por vuestra oratoria, política
tolerante, administración atinada, interés misionero,
y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Vuestra
pastoral acción, reflejada quedó en “Regla pastoral”,
“Diálogos”, “Sacramentario” y “Antifonario”. También
por vuestros comentatios bíblicos, vuestra “Moralina”
y el “Epistolario”. Apenas fallecisteis y de milagro
venerado fuisteis como santo y la tradición os nombró
“Patrón de los liturgistas, investigadores, y sabios”,
por vuestra erudición y “Patrón de los músicos, chantres
y cantores”, por la escuela de canto que fundasteis.
Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste;
y “Abogado de las almas del purgatorio”, por las
“misas gregorianas”, símbolo hasta nuestros días.
En la iconografía se os representa con la tiara y la cruz
papal; y como uno de los cuatro grandes de Occidente
al que la tradición os conoce como “El Grande” y como
“monje”. Además una paloma, símbolo de inspiración,
una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios
y el ánima sola o varias almas del purgatorio. Y así,
y, luego de haber gastado vuestra santa vida, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona
de luz, como justo premio a vuestra entrega de amor.
Santo Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores;
¡oh!, San Gregorio Magno, “vivo amor del Amor de Dios”.
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
____________________________________
3 de Septiembre
San Gregorio Magno
Papa y doctor de la Iglesia
Señor Dios, que cuidas a tu pueblo con ternura y lo gobiernas con amor, te pedimos que, por intercesión del papa San Gregorio Magno, concedas el Espíritu de sabiduría a quienes has establecido como maestros y pastores de la Iglesia, para que así el progreso de los fieles constituya el gozo eterno de sus pastores. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Gregorio significa “el Vigilante”, en Griego. Nació y murió en Roma en 540 y 604. Estudió Derecho y en 573 fue nombrado Prefecto. Como heredó la fortuna de su padre, construyó varios monasterios en Roma y se retiró al Monte Celio. Fue ordenado diácono y en 578 el Papa Benedicto I lo ordenó presbítero. Fungió como Nuncio en Constantinopla entre 579 y 586. Tres años después fue elegido Papa, misión en que se distinguió por su oratoria, política tolerante, administración atinada, interés misionero en Inglaterra y España y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Su acción pastoral se refleja en varias de sus obras: Regla pastoral, Diálogos, Sacramentario y Antifonario.
Se distinguió, también, por su obra bíblica (varios comentarios), ascética (su Moralina) y epistolar (859 cartas). Apenas muerto, fue venerado como santo y la tradición lo asumió como Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores, por su amplia erudición; de los músicos, chantres y cantores, por la escuela de canto que fundó (cantos gregorianos); Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste; y Abogado de las almas del purgatorio por las “misas gregorianas” que hasta él se hicieron remontar.
En la iconografía aparece, como todos los papas, con la tiara y la cruz papal; en calidad de Padre de la Iglesia (uno de los cuatro grandes de Occidente) al que la tradición conoce como El Grande; y como monje. Una paloma, símbolo de inspiración, una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios y el ánima sola o varias almas del purgatorio son sus atributos principales.