Texto del Evangelio (Jn 9,1-41): Era sábado el día en que
Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos a su vez le
preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: «Me puso barro
sobre los ojos, me lavé y veo». Algunos fariseos decían: «Este hombre no
viene de Dios, porque no guarda el sábado». Otros decían: «Pero, ¿cómo
puede un pecador realizar semejantes señales?». Y había disensión entre
ellos.
Hoy contemplamos un milagro que, por culpa nuestra, acaba en
polémica. Algunos dicen que el ciego es un pecador. ¡Qué tontería! Para
desmontar ese prejuicio, Jesús va y, directamente, lo cura… Le pide que
se lave el barro. El hombre obedece y ¡queda curado! ¡Era sábado! Más
discusiones: antes el ciego, ahora Jesús…
—Estaría bien criticar y juzgar menos, para rezar más. ¡Veríamos más milagros!
(http://evangeli.net/evangelio-family/dia/2017-03-26)