Oh, María, Virgen de la Medalla Milagrosa,
Vos, que os aparecisteis a Santa Catalina
Labouré, humilde religiosa vicentina vuestra,
toda vestida de blanco, y sobre un globo
reluciente sobre el cual la Cruz estaba,
Vos, Señora Nuestra, abristeis vuestras
santas manos y de vuestros dedos brillantes,
rayos luminosos salieron, que descendían
hacia la tierra, vuestra voz, habló a vuestra
sierva así: “Este globo que has visto es el
mundo entero donde viven mis hijos. Estos
rayos luminosos son las gracias y bendiciones
que yo expando sobre todos aquellos que
me invocan como Madre. Me siento tan
contenta al poder ayudar a los hijos que
me imploran protección. ¡Pero hay tantos
que no me invocan jamás! Y muchos de estos
rayos preciosos quedan perdidos, porque
pocas veces me rezan”. Y luego, de milagro,
de Vuestra cabeza una aureola se formó
con estas palabras: “Oh María sin pecado
concebida, ruega por nosotros que recurrimos
a Ti”. Y luego, una voz se oyó diciendo: “Hay
que hacer una medalla semejante a esto que
estas viendo. Todas las personas que la lleven,
sentirán la protección de la Virgen”. Y,
de seguido una “M” apareció, sobre la “M”
una Cruz, y debajo los corazones de Jesús
y María. Y así, Señora Nuestra, nos dejasteis
Vuestra “Medalla Milagrosa”. Y, el Arzobispo
de París, fabricar permitió la medalla y llovieron
a raudales los milagros de Dios, por nuestra fe
y la demostración de cariño que os hacemos,
a raudales los milagros de Dios, por nuestra fe
y la demostración de cariño que os hacemos,
Virgen Santa, sin pecado concebida, llevándola
en nuestro pecho, junto al corazón que es amor;
Oh, María, Virgen de la Medalla Milagrosa.
© 2013 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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27 de Noviembre
La Virgen de la Medalla Milagrosa
El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:
“Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan”.
Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti”. Y una voz dijo a Catalina: “Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen”, y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.
El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).
(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Virgen_de_la_Medalla_Milagrosa.htm)