25 septiembre, 2008


¿Dónde está la paz?


¿Dónde está la paz?
le pregunté al amanecer
y el amanecer no respondió.
Volví a preguntar cerca
del medio día:
¿Dónde está la paz?
y tampoco recibí respuesta.
Me dije a mi mismo
quizás habite en la noche,
y volví a hacer la pregunta:
¿Dónde está la paz?
y la noche continuó en
silencio; entonces escuché
una voz que me decía: “Ella
no está ni en el amanecer,
ni en el medio día, ni mucho
menos en la noche; está
en tu corazón; en tu corazón,
allí, la puso el Dios de la vida.


© 2008 by Luis Ernesto Chacón Delgado

18 septiembre, 2008





En todo optimismo y para todo optimismo.
En ti mismo; no en nadie.
Sí; en Dios. Sólo; en Él y; nada más.
¡Nada más!.


Optimismo; para crear de la nada, sólo Dios.
Optimismo; para comerse un pan subjetivo, cuando; no hay pan.
Optimismo; para tomar una ducha, cuando; no hay agua.
Optimismo; para saber, cuando; se sabe mucho o nada.
Optimismo; para dormir, cuando; se tiene todo menos “sueños”.
Optimismo; para rasgarse las vestiduras, cuando; ni harapos se tiene.
Optimismo; para el amor, cuando; no se sabe qué es el amor.
Optimismo; para viajar, cuando; se está en bancarrota.
Optimismo; para trabajar, cuando; el trabajo es utopía.
Optimismo; para gritar, cuando; no se tiene voz.
Optimismo; para hablar, cuando; no se sabe que decir.
Optimismo; para beber, cuando; ni vinagre hay.
Optimismo; para inventar, cuando; todo se ha inventado.
Optimismo; para patentar, cuando; no se ha creado nada.
Optimismo; para improvisar, cuando; todo ha sido improvisado.
Optimismo; para triunfar, cuando; todo son derrotas.
Optimismo; para ganar, cuando; no hay competencia.
Optimismo; para aceptarnos unos a otros, cuando; ya no existen hombres.
Optimismo; para respetar la ley, cuando; en el mundo no hay leyes.
Optimismo; para amarnos, cuando; sólo el odio, nos gobierna.
Optimismo; para emigrar, cuando; ya hemos muerto todos.
Optimismo; para ganar, cuando; no hay quien compita.
Optimismo; para vencer, cuando; todo está perdido.
Optimismo; en la muerte, cuando; existe la eternidad.



En todo optimismo y para todo optimismo.
En ti mismo; no en nadie.
Sí; en Dios. Sólo; en Él y; nada más.
¡Nada más!.




© 2007 by Luis Ernesto Chacón Delgado



La Luz De La Fe

¡Ay!, humano placer que no te aquietas.
Que las vidas; vuestras son y Vos,
sólo miráis y esperáis.
Si el mañana se tornase incierto,
que sea siempre la luz de la fe;
la que inspirando siga, a los hijos
vuestros y míos y de aquellos
mís hermanos; al irredento transitar,
por las cumbres, los valles,
los desiertos, los montes y los
mares del mundo todo, dejando
la siembra de la Buena Nueva y
como suaves efluvios, en cada pliegue
y en cada recodo del camino y tal
cual hizo en su hora, Melquisedec,
rey de Salem del Dios Altísimo sacerdote;
dejando vívidas ofrendas de Pan y Vino;
Vino y Pan al Dios de la vida.
¡Ay!, humano placer que no te aquietas.
Que las vidas; vuestras son y Vos,
sólo miráis y esperáis. Amén.

© 2008 by Luis Ernesto Chacón Delgado

17 septiembre, 2008


Continentes

¡Hay! ¡ continentes, continentes!
Tanto empero los conozco
Que verlos de verdad anhelo
En sueños no
En la realidad sí
Las gaviotas ver
Los aires surcando
Quetzales también
En las nubes ñandúes
Ibis prodigiosos
En mágicas alfombras
Galácticos halcones
En huracanes violentos reposando
Cóndores tutelares
En símbolos del tiempo convertidos
Anunciando el retorno
Prodigioso y eterno
Del mundo nuevo en nubes
Sudor de los hombres fríos
Congelada África
La Siberia de calor se asfixia
El dorado mamut ha despertado
Árbol de repente ser
En el Ecuador que fue
Del Machupicchu siempre piedra
En el totémico reloj Maya
O quizás agua
De los Himalayas y el Katmandú
Lo que pueda ser no sé
Tal vez montaña
Sin Mahoma
Desierto y lluvia de paz
Otra vez el África
Con su cristalizado carbón
Consumada y consumida
América siempre el botín
De moda
Y la Europa vieja
Desangrándose por doquier
Ni hablar de Tierra Santa
Santa de guerras es
Aletargada la India aún
Cruje su tecnología
Riegan el Ganges
Esperanzas y cenizas
Mientras reales vacas
Cual mejor rey reverenciadas
Por doquier caminan
Como la misma luna Oceanía
Una cara vista
Un rostro conocido
Que los bosquimanos esperen
En el mar de las tormentas
Lluvia ácida en los polos
Pocos saben si existen o no
Pero no importa
¡Escuchad!:
"Aquí los espero pasajeros del globo
Semi ahogados de sus mundos
y en sus mundos
De sus apasionadas guerras huyendo
De su propia hambre que llena el alma
De su desesperación y sin ella
Venid hermanos
Que aquí os espero
A compartir mi parcela:
Dos metros bajo tierra
Y juntos
Todos
Resucitar
Al final
De los tiempos
¡Venid!".
© 2005 by Luis Ernesto Chacón Delgado
De "Mundos Interiores"

16 septiembre, 2008

¿Dónde Está La Fe?

¿Será el alma como el hielo; un
lugar donde se congela todo,
incluso la fe? ¿O será éste; su
febril razón para gritar su vuelta
y su reino entre las almas de
los hombres que ama el Señor?.
Quizás, ardan sus paredes, por
los siglos de los siglos; y un
día su fuego, jamás se consuma;
y cada hombre, y cada niño y
cada anciano y cada mujer
se hagan la Señal de la Cruz.
Entonces; cada mañana cuando
salga el sol; un ángel tomará lista
de cada hombre y cada niño y cada
anciano y cada mujer nuevos; que
ofrezcan vivas ofrendas de Pan y
Vino en el altar del Rey de la Vida.

© 2007 by Luis Ernesto Chacón Delgado

Gemido Terrestre

Está que gime la tierra
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Está la tierra agónica
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Está la flora en agonía
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Está la fauna en agonía
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Están los mares agónicos
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Están las montañas sin hielo
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Está la tierra agónica
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
Está que gime la tierra
Está el hombre oyendo, pero; no quiere escuchar
¿Quien oirá y escuchará al fin?
¡Dios!, y está llorando!.

© 2007 by Luis Ernesto Chacón Delgado

15 septiembre, 2008


Gracias a Dios

¿A quien habrá que dar las gracias verdaderamente por todo y de todo?
¿Quién será, de estas “gracias” el depositario de la vida nuestra?
Quien más, sino Aquél que todo lo ve:
El Dios de la vida
Gracias Dios Mío y Señor Mío:

Por darme a María
Por la fe
Por mis padres
Por mis hermanos
Por mis abuelos
Por la familia
Por Vuestra amistad
Por Vuestra sonrisa
Por Vuestro afecto
Por ser como Sois
Por ser lo que Sois
Por Ser maravilloso
Por contar Vos
Por confiar en Vos
Por darme consejo
Por conocerme
Por apreciarme
Por lo que soy
Por expresarme
Por Vuestra amistad
Por todos los momentos felices
Por todos los momentos tristes
Por todos los sentimientos de mi corazón
Por todos los pensamientos de mi espíritu
Por todos los sueños de mi alma
Por todos los secretos de mi vida
Por todos mis logros
Por Vuestro tiempo
Por toda Vuestra preocupación
Por toda Vuestra escucha
Por amaros como os amo

¿A quien habrá que dar las gracias verdaderamente por todo y de todo?
¿Quién será el depositario de estas “gracias” de la vida nuestra?
Quien más, sino Aquél que todo lo ve: El Dios de la vida.

© 2008 by Luis Ernesto Chacón Delgado