Día litúrgico: 1 de Mayo: San José, obrero
Texto del Evangelio (Mt 13,54-58): En
aquel tiempo, viniendo Jesús a su patria, les enseñaba en su sinagoga,
de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa
sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se
llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y
sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le
viene todo esto?». Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les
dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y
no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.
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«¿De dónde le viene todo esto?»
Rev. D. Xavier PARÉS i Saltor
(La Seu d’Urgell, Lleida, España)
Hoy celebramos la fiesta de san
José obrero. Es un día festivo para descansar del trabajo cotidiano, y
celebramos la Fiesta del Trabajo. Los trabajadores y sus sindicatos
suelen aprovechar este día para hacer sus reivindicaciones en defensa de
sus derechos. La Iglesia nos pone, hoy, el ejemplo de san José, el
carpintero de Nazaret, que fue un modelo de trabajo para sostener su
familia y desarrollar su oficio. Ésta es la forma normal de vivir en
este mundo, ganándonos el pan de cada día con el sudor de nuestro
trabajo. Los derechos humanos nos dicen que toda persona tiene derecho a
un trabajo digno y bien remunerado. Es así como cumplimos con nuestros
deberes y nos ganamos el salario que nos corresponde. San Ambrosio dice
que «es un homicidio negar a un hombre el salario que necesita para
vivir». Hoy, la Iglesia reza por el mundo del trabajo, para que todo
trabajador pueda cumplir sus deberes y vivir con dignidad.
El mismo Evangelio nos presenta a Jesús como «hijo del carpintero»
(Mt 13,56), en su pueblo de Nazaret donde se crió y donde vivió la mayor
parte de los años de su vida terrenal. A pesar de todo, la gente de
Nazaret no llegó a conocer la persona de Jesús. Se creían que lo
conocían, pero nada sabían de Él. Por esto, no se podían explicar de
dónde le venía la sabiduría y el poder de hacer milagros.
Y nosotros, los cristianos, ¿conocemos a Jesús? También somos de su
pueblo, del pueblo de Dios, de la Iglesia, y nos podría pasar como a los
habitantes de Nazaret, que no lo conocían suficientemente. Si de
cualquier persona podemos aprender cosas positivas y buenas, mucho más
podemos aprender de Jesús de Nazaret. Escuchando el Evangelio de cada
día es la manera como conocemos y aprendemos muchas cosas buenas de
Jesús. Es así como enriquecemos nuestra vida y nuestra fe. Pidámoslo a
san José, que tan bien supo cuidar y amar a Jesús.
(http://evangeli.net/evangelio/dia/VI_0501a)