11 julio, 2010

San Benito Primer Fundador de Religiosos


Oh, San Benito, sois vos el hijo del Dios
de la vida, base y roca de las religiosas
órdenes del orbe todo; en la que inspiraron
se las del mundo entero y con San Mauro,
San Plácido y otros discípulos más, la
Comunidad de monjes Benedictinos en el
Monte Casino fundasteis. Vuestros milagros
incontables y entre ellos: “El muchacho que
no sabía nadar”, “el edificio que se cae”,
“la piedra que no se movía”, “el disfrazado” y
“los panes que se multiplican”. Decías en
vuestra “Regla Santa”, que la virtud primera,
que un religioso necesita, la humildad es,
que, la casa de Dios es para rezar y no para
charlar, que todo superior debe esforzarse
por amable ser como un bondadoso padre,
que el ecónomo o el que administra el dinero
no humillar debe a nadie, que vuestro lema
debe ser -y es-: “Trabajar y rezar”, que cada
uno esforzarse debe, por ser exquisito y
agradable en su trato, que cada comunidad
debe ser como una buena familia donde todos
se aman, que en lo posible cada individuo
evite, todo lo que sea rústico y vulgar,
porque “portarse con nobleza es una gran
virtud” y “hay que tener un deseo inmenso
de ir al cielo”, como el día aquél en que,
un suspiro lanzando como alcanzado lo que
queráis, quedasteis muerto. Vos que habías
vivido en ejemplo y en virtud, a seguir
partisteis “vuestra vida”, en la Casa del
Padre, allá, donde el premio recibisteis que
no marchita, por que vuestra corona, luz
es, que jamás nunca de brillar dejará y Juan
Pablo, os reconoció de toda Europa, Patrono;
oh, San Benito, hijo del Dios vivo, !aleluya!.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Fiesta: 11 de julio

San Benito
Primer Fundador de Religiosos
Año 517

Benito significa: “Bendecido”. En 1980 el Santo Padre Juan Pablo II nombró a San Benito como patrono de toda Europa, en el XV Centenario de su nacimiento, porque ha sido el santo que más influencia ha tenido quizás en ese continente, por medio de la Comunidad religiosa que fundó, y por medio de sus maravillosos escritos y sabias enseñanzas.

SU VIDA Y OBRA

San Benito nació en Nursia (Italia, cerca de Roma) en el año 480. De padres acomodados, fue enviado a Roma a estudiar filosofía y letras, y se nota que aprendió muy bien el idioma nacional (que era el latín) porque sus escritos están redactados en muy buen estilo. Todos los datos de su biografía los tomamos de la Vida de San Benito, escrita por San Gregorio Magno, que fue monje de su comunidad benedictina.

Su primera huida

La ciudad de Roma estaba habitada por una mezcla de cristianos fervorosos, cristianos relajados, paganos, ateos, bárbaros y toda clase de gentes de diversos países y de variadas creencias, y el ambiente, especialmente el de la juventud, era espantosamente relajado. Así que Benito se dio cuenta de que si permanecía allá en medio de esa sociedad tan dañada, iba a llegar a ser un tremendo corrompido. Y sabía muy bien que en la lucha contra el pecado y la corrupción resultan vencedores los que en apariencia son “cobardes”, o sea, los que huyen de las ocasiones y se alejan de las personas malvadas. Por eso huyó de la ciudad y se fue a un pueblecito alejado, a rezar, meditar y hacer penitencia.

Segunda huida

Pero sucedió que en el pueblo a donde llegó, obtuvo un milagro sin quererlo. Vio a una pobre mujer llorando porque se le había partido un precioso jarrón que era ajeno. Benito rezó y le dio la bendición, y el jarrón volvió a quedar como si nada le hubiera pasado. Esto conmovió mucho a las gentes del pueblo y empezaron a venerarlo como un santo. Entonces tuvo que salir huyendo hacia más lejos.

Principios heroicos

Se fue hacia una región totalmente deshabitada y en un sitio llamado “Subiaco”(que significa: debajo del lago, porque había allí cuevas debajo del agua) se retiró a vivir en una roca, rodeada de malezas y de espinos, y a donde era dificilísimo subir. Un monje que vivía por los alrededores lo instruyó acerca de cómo ser un buen religioso y le llevaba un pan cada día, el cual amarraba a un cable, que Benito tiraba desde arriba. Su barba y su cabellera crecieron de tal manera y su piel se volvió tan morena en aquella roca, que un día unos pastores que buscaban unas cabras, al encontrarlo, creyeron que era una fiera. Más luego al oírle hablar, se quedaron maravillados de los buenos consejos que sabía dar. Contaron la noticia y mucha gente empezó a visitarlo para pedirle que les aconsejara y enseñara.

Superior contra su voluntad

Y sucedió que otros hombres, cansados de la corrupción de la ciudad, se fueron a estos sitios deshabitados a rezar y a hacer penitencia, y al darse cuenta de la gran santidad de Benito, aunque él era más joven que los otros, le rogaron que se hiciera superior de todos ellos. El santo no quería porque sabía que varios de ellos eran gente difícil de gobernar y porque personalmente era muy exigente con los que querían llegar a la santidad y sospechaba que no le iban a hacer caso. Pero tanto le rogaron que al fin aceptó el cargo de superior. Con todos ellos fundó allí 12 pequeños conventos de religiosos, cada uno con un superior o abad. El tenía la dirección general de todo.

Primer atentado

Cuando algunos de aquellos hombres se dieron cuenta de que Benito como superior era exigente y no permitía “vivir prendiéndole un vela a Dios y otra al diablo”, que no permitía vivir en esa vida de retiro tan viciosamente como si se viviera en el mundo, dispusieron deshacerse de él y matarlo. Y echaron un fuerte veneno en la copa de vino que él se iba a tomar. Pero el santo dio una bendición a la copa, y esta saltó por los aires hecha mil pedazos. Entonces se dio cuenta de que su vida corría peligro entre aquellos hombres, y renunció a su cargo, se alejó de allí.

Terribles Tentaciones

Al joven Benito le llegaron espantosas tentaciones impuras. A su imaginación se le presentaban escenas más corruptas y le llegaba el recuerdo de cierta mujer que él había visto hacía tiempo y sentía toda la fuerza de la pasión. Rezaba y pedía ayudas al cielo, y al fin cuando sintió que ya iba a consentir, se lanzó contra un matorral lleno de punzantes espinas y se revolcó allí hasta que todo su cuerpo quedó herido y lastimado. Así, mediante esas heridas corporales logró curar las heridas de su alma, y la tentación impura se alejó de él.

Su fundación más famosa

Con unos discípulos que le habían sido siempre fieles (San Mauro, San Plácido y otros) se dirigió hacia un monte escarpado, llamado Monte Casino. Allá iba a fundar su famosísima Comunidad de Benedictinos. Su monasterio de Monte Casino ha sido famoso durante muchos siglos.

En el año 530, después de ayunar y rezar por 40 días, empezó la construcción del convento, en la cima del Monte. En ese sitio había un templo pagano, dedicado a Apolo; lo hizo derribar y en su lugar construyó una capilla católica. Luego con sus discípulos fue evangelizando a todos los paganos que vivían en los alrededores, y enseguida sí empezó a levantar el edificio, del cual por tantos siglos han salido santos misioneros a llevar la santidad a pueblos y naciones.

Milagros a montón

San Gregorio en su biografía de San Benito, narra muchos hechos interesantes de entre los cuales vamos a recordar algunos:

El muchacho que no sabía nadar

El joven Plácido cayó en un profundo lago y se estaba ahogando. San Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: “Láncese al agua y sálvelo”. Mauro se lanzó enseguida y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla. Y al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar esas aguas sin saber nadar. La obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.

El edificio que se cae

Estando construyendo el monasterio, se vino abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Este se puso a rezar y mandó a los otros monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un sueño.

La piedra que no se movía

Estaban sus religiosos constructores tratando de quitar una inmensa piedra, pero esta no se dejaba ni siquiera mover un centímetro. Entonces el santo le envió una bendición, y enseguida la pudieron mover de allí como si no pesara nada. Por eso desde hace siglos cuando la gente tiene algún grave problema en su casa que no logra alejar, consigue una medalla de San Benito y le reza con fe, y obtiene prodigios. Es que este varón de Dios tiene mucho influjo ante Nuestro Señor.

El disfrazado

El terrible rey Totila, pagano, estaba invadiendo a Italia, y oyó ponderar la santidad del famoso fundador. Entonces mandó al jefe de su guardia que se vistiera de rey y fuera con los ministros, a presentarse ante el santo, como si él fuera Totila. San Benito, apenas lo vio le dijo: “Quítate esos vestidos de rey que no son los tuyos”. El otro volvió a contarle al rey lo sucedido y este se fue a visitarlo con gran respeto. El venerable anciano le anunció que lograría apoderarse de Roma y de Sicilia, pero que poco después de llegar a esa isla moriría. Y así le sucedió, tal cual.

Panes que se multiplican

Hubo una gran escasez en esa región y San Benito mandó repartir entre los pobres todo el pan que había en el convento. Solamente dejó cinco panes, y los monjes eran muchos. Al verlos aterrados ante este atrevimiento les dijo: “Ya verán que el Señor nos devolverá con la misma generosidad con la que hemos repartido”. A la mañana siguiente, llegaron a las puertas del monasterio 200 bultos de harina, y nunca se supo quién los envió.

Muertes anunciadas

Un día exclamó: “Se murió mi amigo el obispo de Cápua, porque vi que subía al cielo un bello globo luminoso”. Al día siguiente vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vio que salía volando hacia el cielo una blanquísima paloma y exclamó: “Seguramente se murió mi hermana Escolástica”. Los monjes fueron a averiguar, y sí, en efecto acababa de morir tan santa mujer. El, que había anunciado la muerte de otros, supo también que se aproximaba su propia muerte y mandó a unos religiosos a excavar en el suelo su sepultura. Duraron seis días haciéndola, y apenas la terminaron, empezó él a sentir las altísimas fiebres, y poco después murió.

Un día en la vida de San Benito

Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas y horas rezando y meditando. Jamás comía carne. Dedicaba bastantes horas al trabajo manual, y logró que sus seguidores se convencieran de que el trabajo no es un rebajarse, sino un ser útil para la sociedad y un modo de imitar a Jesucristo que fue un gran trabajador, y hasta un método muy bueno para alejar tentaciones. Ayunaba cada día, y su desayuno lo tomaba en las horas de la tarde. La mañana la pasaba sin comer ni beber. Atendía a todos los que le iban a hacer consultas espirituales, que eran muchos, y de vez en cuando se iba por los pueblos de los alrededores, con sus monjes a predicar y a tratar de convertir a los pecadores. Su trato con todos era extremadamente amable y bien educado. Su presencia era venerable.

Su famoso reglamento: LA SANTA REGLA

Inspirado por Dios, escribió nuestro santo un Reglamento para sus monjes que llamó “Santa Regla”. Es un documento que se ha hecho famoso en todo el mundo, y en el cual se han basado los Reglamentos de todas las demás Comunidades religiosas en la Iglesia Católica. Allí recomienda ciertos detalles como estos:

La primera virtud que necesita un religioso (después de la caridad) es la humildad.

La casa de Dios es para rezar y no para charlar.

Todo superior debe esforzarse por ser amable como un padre bondadoso.

El ecónomo o el que administra el dinero no debe humillar a nadie.
Nuestro lema debe ser: Trabajar y rezar.

Cada uno debe esforzarse por ser exquisito y agradable en su trato.

Cada comunidad debe ser como una buena familia donde todos se aman.

Evite cada individuo todo lo que sea rústico y vulgar. Recuerde lo que decía San Ambrosio: “Portarse con nobleza es una gran virtud”.

Y los que vivieron con él afirmaban que todo lo bueno que recomienda en su Santa Regla, lo practicaba él en su vida diaria. Con estos principios, su Comunidad de Benedictinos ha hecho inmenso bien en todo el mundo en 15 siglos.

Morir de pie, como los robles

El 21 de marzo del año 543, estaba el santo en la Ceremonia del Jueves Santo, cuando se sintió morir. Se apoyó en los brazos de dos de sus discípulos, y elevando sus ojos hacia el cielo cumplió una vez más lo que tanto recomendaba a los que lo escuchaban: “Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo”, y lanzando un suspiro como de quien obtiene aquello que tanto había anhelado, quedó muerto.

Dos de sus monjes estaban lejos de allí rezando, y de pronto vieron una luz esplendorosa que subía hacia los cielos y exclamaron: “Seguramente es nuestro Padre Benito, que ha volado a la eternidad”. Era el momento preciso en el que moría el santo.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Benito.htm)

10 julio, 2010

San Cristóbal Mártir


Oh, San Cristóbal mártir; vos sois el
hijo del Dios de la vida, que con avidez
buscasteis al Hombre de la Cruz, tanto
que, se os presentó en forma de “Divino
Niño” y le dijisteis: “¿Quién sois Niño,
que me pesabais tanto que parecía que
transportaba el mundo entero?- y aquél
Niño os dijo: “tenéis razón. Peso más
que el mundo entero, pues soy el creador
del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas
y me habéis encontrado. Desde ahora te
llamarás “Cristóforo”, Cristóbal, el
“portador de Cristo”. A cualquiera que
ayudes a pasar el río, me ayudáis a mí”
y vos, feliz de haberlo hallado, os
convertisteis y por el mundo, la buena
nueva esparcisteis, en el nombre de
Nuestro Señor Jesucristo y claro; vos
teníais, razón pues no hay, nada más
glorioso que la de entregar la vida, en
favor de quien nos la dio y, donasteis
vuestra, convirtiendoos en mártir. Vos
simbolizáis la fortaleza, a Cristo amor
y rebosáis de virtudes y con justicia
plena, lucís hoy, corona de luz eterna,
de los transportistas Santo Patrono;
oh, San Cristóbal, “de Cristo portador”.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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Julio 10

San Cristóbal Mártir
Siglo III

Cristóbal significa “el que carga o portador de Cristo”.

San Cristóbal, popularísimo gigantón que antaño podía verse con su barba y su cayado en todas las puertas de las ciudades: era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel día. Hoy que se suele viajar en coche, los automovilistas piadosos llevan una medalla de san Cristóbal junto al volante.

¿Quién era?

Con la historia en la mano poco puede decirse de él, como mucho que quizá un mártir de Asia menor a quien ya se rendía culto en el Siglo v. Su nombre griego, «el portador de Cristo», es enigmático, y se empareja con una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana. Nos lo pintan como un hombre muy apuesto de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él.

Cristóbal sirvió primero a un rey, aparente señor de la tierra, a quién Cristóbal vío temblando un día cuando le mencionarón al demonio. Cristóbal entonces decidió ponerse al servicio del diablo, verdadero príncipe de este mundo, y buscó a un brujo que se lo presentará. Pero en el camino el brujo pasó junto a una Cruz, y temblando la evitó. Cristóbal le pregunto entoncés si él le temía a las cruces, contestandole el brujo que no, que le temía a quién había muerto en la Cruz, Jesucristo. Cristóbal le pregunto entonces si el demonio temía también a Cristo, y el brujo le contestó que el diablo tiembla a la sola mención de una Cruz donde murió él tal Jesucristo.

¿Quién podrá ser ese raro personaje tan poderoso aun después de morir?

Se lanza a los caminos en su busca y termina por apostarse junto al vado de un río por donde pasan incontables viajeros a los que él lleva hasta la otra orilla a cambio de unas monedas. Nadie le da razón del hombre muerto en la cruz que aterroriza al Diablo. Hasta que un día cruza la corriente cargado con un insignificante niño a quien no se molesta en preguntar; ¿qué va a saber aquella frágil criatura? A mitad del río su peso se hace insoportable y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla: Cristóbal llevaba a hombros más que el universo entero, al mismo Dios que lo creó y redimió. Por fin había encontrado a Aquél a quien buscaba.

-¿Quién eres, niño, que me pesabas tanto que parecía que transportaba el mundo entero?-Tienes razón, le dijo el Niño. Peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo. A cualquiera que ayudes a pasar el río, me ayudas a mí.

Cristóbal fue bautizado en Antioquía. Se dirigió sin demora a predicar a Licia y a Samos. Allí fue encarcelado por el rey Dagón, que estaba a las órdenes del emperador Decio. Resistió a los halagos de Dagón para que se retractara. Dagón le envió dos cortesanas, Niceta y Aquilina, para seducirlo. Pero fueron ganadas por Cristóbal y murieron mártires. Después de varios intentos de tortura, ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo.

San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo, y nos inspira a todos protección y confianza.

Sus admiradores, para simbolizar su fortaleza, su amor a Cristo y la excelencia de sus virtudes, le representaron de gran corpulencia, con Jesús sobre los hombros y con un árbol lleno de hojas por báculo. Se le considera patrono de los transportadores y automovilistas.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Cristobal.htm)


09 julio, 2010

Nuestra Señora de Chiquinquirá


Oh, Señora Nuestra de Chiquinquirá
Vos sois, la Madre del Dios de la
vida y que, pintada fuisteis como
la advocación de la Virgen del
Rosario, con Jesús el Niño, Vuestro
amadísimo Hijo y por compañía a
San Andrés el Apóstol y San Antonio
de Papua; guardia haciéndoos y el
día aquél, pasó enfrente vuestro,
Isabel e hijo humildes y gritó ella
a María, vuestra cuidadora, con gran
admiración y asombro: “mire, mire
señora…” y dirigió ella su mirada
hacia la pintura y de pronto apareció
Vuestra imagen, toda de colores y
resplandores vivos rodeada. Rasguños
y agujeros del lienzo, desaparecido
habían y con este milagro maravilloso,
hacia Vos, la devoción surgió. Santa
Madre del Redentor, Virgen del Rosario;
oh, Nuestra Señora de Chiquinquirá.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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9 de julio

Nuestra Señora de Chiquinquirá
Patrona de Colombia

La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h. 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla. La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.

El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa. Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.

Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.

El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María “mire, mire Señora…” Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Chiquinquirá_7_9.htm)


08 julio, 2010

San Isaías

Oh, San Isaías, vos sois el hijo
del Dios de la vida, y quiso Él,
que honor dieses al significado
de vuestro nombre: “Dios salva”,
y vos mismo como os llamó Dios
relatasteis: “Vi al Señor Dios,
sentado en un trono excelso y
elevado y miles de serafines lo
alababan cantando: “Santo, Santo
es el Señor Dios de los ejércitos,
llenos están el cielo y la tierra
de Tu Gloria”. Yo me llene de
espanto y exclamé: “Ay de mí que
soy un hombre de labios impuros
y vivo en medio de un pueblo
pecador y mis ojos ven al Dios
Todopoderoso”. Entonces voló hacía
mí uno de los serafines, y tomando
una brasa encendida del altar la
coloco sobre mis labios y dijo:
“Ahora has quedado purificado de
tus pecados.” Y oí la voz del
Señor que me decía:”¿ A quién
enviaré ? ¿ Quién irá de mi parte
a llevarles mis mensajes ?” Yo le
dije : “Aquí estoy Señor, envíame
a mí”, y desde ese instante, el
mundo, supo siete siglos antes, que
Enmanuel, entre nosotros estaría.
Biógrafo primero de Jesús, y después
de Él, y de Moisés, el profeta más
grande de todos los siglos vos sois,
y aunque el final, de vuestros días
os acabó, el impío Manasés, con
vuestra vida y martirio, ganasteis
corona de imperecedera y eterna luz
oh, San Isaías, predilecto de Dios.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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8 de julio

San Isaías Profeta
Año 765 aC


Gracias Señor por tus profetas y por los anuncios que por medio de ellos nos has enviado y nos seguiras enviando siempre. Haz que nunca seamos sordos a las llamadas de conversión que nos haces cada día por medio de tu divina palabra en la predicaciones y en la S. Biblia.

Isaías significa Dios salva. Isaías fue para Israel un heroe nacional. Es un poeta maravilloso. La elegancia de su estilo, la viveza de sus imagenes y la belleza literaria de sus profecías lo convierte en un clásico de la literatura de Israel. Nació en Jerusalen en el año 765 antes de Cristo y parece que era de familia de clase aristocratica. Todo su modo de hablar y comportarse lo presentan como un hombre de cultura superior.


En el Capítulo 6 de sus profecías narra como Dios lo llamo. Dice así : “Ví al Señor Dios , sentado en un trono excelso y elevado y miles de serafines lo alababan cantando : “Santo, Santo es el Señor Dios de los ejercitos, llenos estan el cielo y la tierra de Tu Gloria.” Yo me llene de espanto y exclame : “Ay de mí que soy un hombre de labios impuros y vivo enmedio de un pueblo pecador y mis ojos ven al Dios Todopoderoso”. Entonces voló hacía mí uno de los serafines, y tomando una brasa encendida del altar la coloco sobre mis labios y dijo : “Ahora has quedado purificado de tus pecados.” Y oí la voz del Señor que me decía:”¿ A quién enviaré ? ¿ Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes ?” Yo le dije : “Aquí estoy Señor, envíame a mí”

LLAMADAS DESATENDIDAS.

Isaías empezo entonces a llevar a las gentes los mensajes de Dios, pidiendoles que se apartarán de su vida de pecado y empezaran una vida agradable a Dios. Pero se cumplía lo que le había avisado el Señor : “Teniendo oídos, no querrán escuchar”. Aviso fuertemente que si no convertían serían llevados presos al destierro. No le hicieron caso y la nación de Israel fue llevada después presa a un país extraño.

El Emmanuel

Una de las más famosas profecías que hizo ese gran vidente fue la de Emmanuel. Dijo así : “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz a un niño al cual llamarán Dios con nosotros” Así esta avisando con siete siglos de anticipación el nacimiento de Jesús , de María Virgen.

SENAQUERIB ATACA A JERUSALEM

El temible Rey de Nínive, Senaquerib, atacó a Jerusalem y amenazaba con destruirla y matar a todos. Pero Isaías animó al piadoso rey Ezequías diciendole : “Prudencia y calma. Confíen en Dios, que la ciudad no caera en manos de los enemigos” . Y sucedió entonces que al ejercito invasor le llego una espantosa epidemia de disentería ( que es una inflamación y ulceración de los intestinos ) y murieron muchos miles y el Rey Senaquerib tuvo que alejarse y no pudo apoderarse de la ciudad . Con esta profecía adquirió Isaías una gran popularidad entre las gentes.
EL LIBRO MAS LARGO DE LA BILBIA

El libro de Isaías es el más largo de los 73 que compenen la Bilbia, tiene unas 70 páginas, se compone de dos partes, la primera fue escrita por el propio profeta Isaías y la segunda se llama “Nuevo Isaías” o DeuteroIsaías”, probablemente escrita por un discipulo de este.

LA VID QUE NO QUISO DAR FRUTOS

Isaías tiene bellísimas comparaciones para enseñar sus mensajes. Por ejemplo la de La Vid y el Viñador, en el Capítulo 5. En la cual compara al pueblo de Dios, con una vid ( plantación de uvas ), a la que el Señor la cuido, la regó y la abonó y luego viene a buscar buenos frutos ( buenas obras ) y encuentra con que solo produce frutos amargos ( obras malas ), entonces el Señor abandona su plantación , dejandola en manos de sus enemigos para que la pisoteen y destruyan.

EL PRIMER BOLIGRAFO DE JESUS

En el libro de Isaías se pueden encontrar muchos datos de lo que será la vida del Mesías o enviado de Dios, se puede afirmar que este escrito es la primera biografía de Jesús escrita siete siglos antes de que naciera el Redentor. Son impresionantemente hermosas las descripciones del Cap 53, acerca del siervo de Yavhé, donde parece estar viendo la Pasión y Muerte de Jesús, describiendola, tal como ella iba a suceder. Y allí se insiste que estos sufrimientos del enviado de Dios serán ara pagar nuestros pecados.

EL MAS GRANDE PROFETA

Después de Cristo y de Moisés, el más grande profeta de todos los siglos ha sido Isaías, es el profeta de la Confianza en Dios. Quiere que aunque las situaciones de la vida sean terribles, jamás dejemos de confiar en que Dios llegará con su gran poder a ayudarnos y defendernos. Anuncia un Mesías o Salvador, de la familia de David, portador de paz y de justicia, cuyo oficio es encender en la tierra el amor hacía Dios. Fue un genio religioso que ejercío enorme influencia en la verdadera religión y cuyos escritos los leen y meditan hoy en todo el mundo los seguidores de Cristo. Una antigua tradición judía, nos dice que a Isaías lo hizo maritirizar el impío rey Manasés.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Isaias_7_8.htm)


07 julio, 2010

San Fermín y San Ilídio


Oh, San Fermín, vos sois el
hijo del Dios de la vida, y
el mismo, que lustre disteis
al significado de vuestro
nombre “firmus”, el firme,
el valeroso y que, al pie de
la letra, cumplisteis en la
tarea, de a los paganos, a la
fe de Nuestro Señor Jesucristo
convertir. Pamplona y Navarra,
de vuestra entrega de amor y
fe saben y que, ante la pagana
orden de no hacerlo más, os
negasteis y aquél impío, os
mandó la cabeza cortar, como
si al hacerlo, terminara con
vuestra alma y vuestro espíritu
que hacia Dios, prestos volaron.
Pamplona, os recuerda hoy con
grande alegría y fervor, pues
como vos, nadie más para haber
evangelizado y vuestra sangre
haber derramado y en mártir
haberos convertido, luciendo
hoy, corona de eterna de luz;
oh, San Fermín, santo y mártir.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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7 de julio

San Fermín Obispo y Mártir

Siglo IV.

Este Santo es el famoso patrono de las “Corridas de San Fermín” en España. Su nombre proviene de “Firmus”, el firme, el valeroso. Nació en Pamplona, España, lo convirtió a la Fé San Honesto, un discipulo de San Saturnino, y lo consagro el Obispo de Toulose, el cual lo envío a predicar por Francia. San Fermín construyó un templo en Amiens, y en esa ciudad convirtió muchos paganos al cristinanismo. Amiens recibió también el martirio por proclamar la fe en Jesucristo.

Predicó San Fermín con mucho fruto en las regiones de Pamplona y Navarra y logró dejar ahí muchos sacerdotes fervorosos, los cuales reafirmaron la fe católica en aquellas tierras. Cuando se fue de allí, la mayoría de los paganos de la región se habían vuelto cristianos. En Francia un gobernador lo puso preso, pero el pueblo invadió la cárcel y lo liberó.

Más tarde el jefe pagano de Amiens le ordenó que dejara de predicar la religión de Cristo. Como Santo no quiso dejar de predicar la verdadera religión, entonces el gobernador le mandó cortar la cabeza. Y así obtuvo lo que más quería en toda su vida : derramar su sangre por Jesucristo y llegar a ser mártir de nuestra santa religión.

La ciudad de Pamplona celebra su fiesta, cada 7 de julio con grandes regocijos populares. Quiera Dios que nuestros religiosos y apóstoles, no dejen nunca de predicar y enseñar, sin cansarse, ni desanimarse, la verdadera religión de Jesús. Aunque ello les cueste grandes sacrificios.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Fermin_7_7.htm)


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Oh, San Ilidio, vos sois el
hijo del Dios de la vida, y
grande taumaturgo de Auvergne.
A vos recurrió Máxime, pues
una hija, del demonio poseída
tenía y actuasteis vos y en
el acto la curasteis, y aquél
hombre, absorto por el milagro,
os ofreció dinero, que vos os
negasteis a recibir; pues sólo
queríais que fuera él, justo,
correcto y honesto para con la
iglesia. San Gregorio de Tours,
de vos hablaba: “sus milagros
son innumerables, tantos, que
no todos pueden ser registrados”
y de ellos muchos, después de
muerto ocurrieron y hoy, con
justicia toda, lucís corona de luz,
oh, San Ilídio, santo “milagroso”.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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San Ilídio Obispo de Clermont

(Auvergne, Francia).

San Ilídio fue el cuarto obispo de los Auvergneses, según san Gregorio de Tours. Su nombre podría tener como origen el río Allier: el santo nació en sus riberas y allí comenzó también su veneración. La vida de san Ilídio fue escrita por san Gregorio de Tours siguiendo la tradición de la Iglesia de Clermont. San Ilídio asumió su episcopado a continuación del de San Leogontius, hacia el año 370. Su reputación de santidad se extendió hasta la capital de Trier, en el Mosela.

El emperador (usurpador) Maxime tenía una hija poseída del demonio, incurable. Él recurrió al taumaturgo de Auvergne: Ilídio fue solicitado; éste llegó, actuó y venció; con simplemente poner un dedo en la boca de la joven, ella sintió inmediatamente la curación. El emperador, agradecido y sorprendido, le ofreció una gran cantidad de dinero, pero Ilídio la rechazó. Simplemente pidió que el acostumbrado tributo de vino y maíz otorgado a la Iglesia – hasta entonces pagados en especies – fueran convertidos en dinero efectivo. Ilídio regresaba a su casa cuando fue sorprendido por la muerte. Debía ser el año de 384, puesto que en el Concilio de 385 Clermont ya tenía como obispo a Népotien.

Dos siglos después de su muerte, la veneración a Ilídio permanecía tan viva como desde sus mismos comienzos en Clermont – en tiempos de san Gregorio de Tours – quien ya entonces decía: “sus milagros son innumerables, tantos que no todos pueden ser registrados “. Muchos de ellos ocurrieron en el lugar de la tumba del santo, situada en la cripta de Santa María de los Santos, la cual después se convirtió en la Basílica de San Ilídio.

Cuando Gregorio se convierte en obispo le dedica un oratorio que aún guarda sus reliquias. Los normandos quemaron la Basílica de San Ilídio en el año 865. Fue reedificada en el siglo X y asignada como monasterio benedictino. Hacia el año 916, un monje publicó una nueva biografía del santo, atribuyéndole aún más milagros. (Tomado de “Vie des Saints et des Bienheureux selon l’ordre du calendrier, avec l’historique des fêtes” de los Padres Benedictinos de París).

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Fermin_7_7.htm)

06 julio, 2010

Santa María Goretti

Oh, Santa María Goretti, vos sois la hija
del Dios de la vida, que conforme vos
misma le habíais prometido; preferíais
morir antes que ofenderlo y desde muy
pequeña, os entregasteis a buscarlo y a
saber de Él, y os pusisteis a su servicio.
Un día, el mal echó cuerpo, y lleno de
impuros deseos, de muerte os atacó y
vos, en agonía plena, amor y perdón
disteis en pago de tamaña ofensa y Dios
y María, aquél día presenciaron y de
gloria os cubrieron y para asombro de
todos, os aparecisteis un día, en los sueños
de vuestro ofensor y aquél, que purgaba
condena, supo que al cielo iría, igual que
vos, a compañía hacer al Dios de la vida.
Vos habías intercedido, por aquél milagro
y con vuestra corta, pero santa vida, para
el cielo ganasteis, corona de luz eterna;
Oh, Santa María Goretti, divina pureza.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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6 de julio

Santa María Goretti

Virgen y mártir

Santa María Goretti nació en Corinaldo, Italia el 16 de octubre de 1890 hija de Luis Goretti y Assunta Carlini, ambos campesinos. María fue la segunda de seis hijo. Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de ésta quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.

A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alejandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con doce años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.

El 5 de julio de 1902 Serenelli fue en busca de María quien estaba sola en su casa y al encontrarla la invitó a ir a una recámara de la casa a lo que María se negó por lo que aquél se vio obligado a forzarla. María se negaba advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones por lo que éste la atacó con un cuchillo clavándoselo catorce veces.

María no murió inmediatamente, fue trasladada a la hospital de San Juan de Dios donde los médicos la operaron sin antestcia porque no había y durante dos horas la santa soportó el sufrimiento ofreciéndo a Dios sus dolores. Antes de morir, un día después del ataque, María alcanzó a recibir la comunión y la unción de los enfermos e hizo público su perdón a Serenelli.

El asesino fue condenado a 30 años de prisión donde al principio no daba muestras de arrepentimiento. La tradición cuenta que después de un sueño donde María le dijo que él también podía ir al cielo, Serenelli cambió completamente volviéndose hacia Dios y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de sus pecados.

Después de 27 años de cárcel fue liberado y acudió a pedir perdón a la madre de la santa, quien no solo lo perdonó sino que lo defendió en público alegando que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella no tenía porque no perdonarlo. La fama de María Goretti se extendía cada vez más y fueron apareciendo las muestras de santidad, que fue fruto de su cercanía a Dios y su devoción a laVirgen María.

Después de numerosos estudios, la Santa Sede la canonizó el 24 de junio de 1950 en una ceremonia que se tuvo que realizar en la Plaza de San Pedro debido a la cantidad de asistentes que se calculaban en más de quinientas mil personas. En la ceremonia de canonización acompañaron a Pío XII la madre, dos hermanas y un hermano de María. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/María_Goretti.htm)

05 julio, 2010

San Antonio María Zaccaría


Oh, San Antonio María Zaccaría;
vos sois el hijo del Dios de la
vida, que tiempo poco vivisteis,
pero obrasteis, como si vivido
hubierais larga vida y como médico
que erais, os dedicasteis a no sólo
curar cuerpos, sino, también almas,
salvándolas del infierno eterno.
La comunidad de las “Angelicales”
hermanas y la de los “Clérigos de
San Pablo”, fundasteis, para entre
los pecadores predicar y conversos
volverlos. Vos, un amor inmenso
sentíais por la Eucaristía Sagrada,
y propagasteis por todo el mundo
la devoción de las “Cuarenta Horas”,
para, como es debido honrarla y
junto a ella, la pasión y muerte
de Nuestro Señor Jesucristo, que
también os conmovía, y cada viernes,
sonar hacíais las campanas, en su
recuerdo a las tres de la tarde.
A San Pablo leer, os emocionaba
y de quien predicabais luego en
el púlpito. Al hereje e impío Lutero,
enfrentasteis y las bases sentasteis
para el Concilio de Trento; y así,
luego de haber gastado vuestra vida
corta, voló vuestra alma al cielo,
para recibir corona de luz eterna;
oh San Antonio María Zaccaría, “luz”.

© 2010 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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Julio 5

San Antonio María Zaccaria
Sacerdote y fundador
Año 1539.

En este sacerdote que murió muy joven, sí que se cumplió aquella frase del Libro de la Sabiduría en la S. Biblia “Vivió muy poco tiempo, pero hizo obras como si hubiera tenido una vida muy larga”. Nació en Cremona, Italia, en 1502. Quedó huérfano de padre cuando tenia muy pocos años. Su madre, viuda a los 18 años, renunció a nuevos matrimonios que se le ofrecían con tal de dedicarse totalmente a la educación de su hijito y los resultados que obtuvo fueron admirables.

Estudió medicina en la Universidad de Padua, y allí supo cuidarse muy bien para huir de las juergas universitarias y así conservar la santa virtud de la castidad. Desde joven renunció a los vestidos elegantes y costosos, y vistió siempre como la gente pobre, y el dinero que ahorraba con esto, lo repartía entre los más necesitados.

A los 22 años se graduó de médico y su gran deseo era dedicarse totalmente a atender a las gentes más pobres, la mayor parte de las veces gratuitamente, y aprovechar su profesión para ayudarles también a sus pacientes a salvar el alma y ganarse el cielo. Pero unos años después, sus directores espirituales le aconsejaron que hiciera también los estudios sacerdotales, y así logró ordenarse de sacerdote. Así fue doblemente médico: de los cuerpos y de las almas.

Antonio María tuvo siempre desde muy pequeño un inmenso amor por los pobres. Ya en la escuela, volvía a veces a casa sin saco, porque lo había regalado a algún pobrecito que había encontrado por ahí tiritando de frío. Durante sus años de profesional y sacerdote, todo lo que consigue lo reparte entre los más necesitados. Se trasladó a Milán (la ciudad de mayor número de habitantes en Italia) porque en esa gran ciudad tenía más posibilidades de extender su apostolado a muchas gentes. Y allí, por medio de la hermana Luisa Torelli fundó la comunidad de las hermanas llamadas “Angelicales” (nombre que les pusieron porque su convento se llamaba de “Los Santos Angeles”). El fin de esta comunidad era preservar a las jovencitas que estaban en peligro de caer en vicios, y redimir y volver al buen camino a las que ya habían caído. Estas hermanas le ayudaron muchísimo a nuestro santo en todos sus apostolados.

Luego con otros compañeros fundó la Comunidad llamada “Clérigos de San Pablo” los cuales, por vivir en un convento llamado de San Bernabé, fueron llamados por la gente “Los Padres Bernabitas”. Esta congregación tenía por fin predicar para convertir a los pecadores, extender por todas partes la devoción a la Pasión y muerte de Cristo, y a su santa Cruz. Y esforzarse lo más posible por tratar de obtener la renovación de la vida espiritual y piadosa entre el pueblo, que estaba muy decaida y relajada. Estos religiosos hicieron tanto bien en la ciudad y sus alrededores que unos años mas tarde, San Carlos, gran arzobispo de Milán, dirá de ellos: “Son la ayuda más formidable que he encontrado en mi arquidiócesis”.

San Antonio María sentía un gran cariño por la Sagrada Eucaristía, donde está Cristo presente en la Santa Hostia, con su Cuerpo, Sangre, alma y divinidad. Por eso propagó por todas partes la devoción de las Cuarenta Horas, que consiste en dedicar tres días cada año, en cada templo, a honrar solemnemente a la Sma. Eucaristía con rezos, cantos y otros actos solemnes de culto.

Otra de sus grandes devociones era la pasión y muerte de Cristo. Cada viernes, a las tres de la tarde hacía sonar las campanas, para recordar a la gente que a esa hora había muerto Nuestro Señor. Siempre llevaba una imagen de Jesús crucificado, y se esmeraba por hacer que sus oyentes meditaran en los sufrimientos de Jesús en su Pasión y Muerte, porque esto aumenta mucho el amor hacia el Redentor. Y una tercera devoción que lo acompaño en sus años de sacerdocio fue un enorme entusiasmo por las Cartas de San Pablo. Su lectura lo emocionaba hasta el extremo, y de ellas predicaba, y a sus discípulos les insistía en que leyeran tan preciosas cartas frecuentemente, y que meditaran en sus importantísimas enseñanzas. A él le sucedió lo que le ha pasado a miles y millones de creyentes en el mundo entero, que al leer las Cartas de San Pablo han descubierto en ellas unos mensajes celestiales tan interesantes que quedan entusiasmados para siempre por su lectura y meditación.

A nuestro santo le correspondió vivir en los tiempos difíciles en los que en Alemania el falso reformador Lutero proclamaba una falsa reforma en la religión, y en Roma y España, San Ignacio y sus jesuitas empezaban a trabajar por conseguir una verdadera reforma de la Iglesia, y muchísimos católicos sentían un intenso deseo de que empezara una era de mayor fervor y menos frialdad y maldad. San Antonio María fue uno de los que con su enorme apostolado preparó la gran Reforma de la Iglesia Católica que iba a traer el Concilio de Trento.

Siendo aún muy joven, sintió que de tanto trabajar por el apostolado, le faltaban las fuerzas. Se fue a casa de su santa madre, y en sus brazos murió el 5 de julio de 1539. Tenía apenas 37 años, pero había hecho labores apostólicas como si hubiera trabajado por tres docenas de años más. El Papa León XIII lo declaró santo en 1897. Y nosotros le pedimos a San Antonio Zaccaría, que pida mucho al buen Dios para que la Iglesia Católica se renueve día por día y no vaya a caer nunca en la relajación y que no se enfríe nunca en el santo fervor que Nuestro Señor quiere de cada uno de los creyentes.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Antonio_María_Zaccaria.htm)