21 junio, 2020

San Luis Gonzaga


 

 21 de junio: San Luis Gonzaga

 
¡Oh!, San Luis Gonzaga, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
y su amado santo, y que, honor, hicisteis al significado
de vuestro nombre: “batallador glorioso”. Vos, en práctica
pusisteis los consejos de San Roberto Belarmino: Frecuente
confesión y comunión, mucha devoción a Nuestra Señora
y vidas de santos leer, para serlo algún día. “Voto de castidad”,
hicisteis ante la imagen de Nuestra Señora, y os mantuvisteis
puro siempre. A menudo solíais preguntaros, antes de hacer
o algo decir: “¿De qué sirve esto para la eternidad?”. Un día,
os dijo la Madre de Dios: “¡Debes entrar en la Compañía de
mi Hijo!”. Y vos, cumplisteis con Ella, dándoos íntegro. Las
palabras de San Pablo: “Domino mi cuerpo y lo reduzco
a servidumbre, no sea que, enseñando a otros a salvarse, me
condene yo mismo”. Un día pedisteis permiso a vuestro padre,
para haceros religioso, pero él no os dejó y por el contrario, os
llevó a grandes fiestas, palacios y juegos para que se os olvidara
el deseo de ser sacerdote. Después de varios meses os preguntó:
“¿Todavía sigue deseando ser sacerdote?”, y vos respondisteis:
“En eso pienso noche y día”. Por, ello, él, os hizo desfilar junto
a la caballería, montado en un burro y mirando hacia atrás. Os
silbaron pero con ello, dominasteis tal afrenta. Finalmente,
vuestro padre, os permitió entrar de jesuita. Vuestro confesor,
San Roberto, que os acompañó en la hora de la muerte, dijo que
vos, moristeis sin haber cometido ni un sólo pecado mortal
en vida. Y de milagro, vuestro padre, empezó a volverse mucho
más piadoso de lo que era antes, muriendo santamente. Y por
ello, en vuestro día, reza la Iglesia: “Señor: ya que no pudimos
imitar a San Luis en la inocencia, que por lo menos lo logremos
imitar en la penitencia. Amén”. Y, un día, desde el cielo os llamó,
Nuestro Padre, y posando vuestros ojos, en el santo crucifijo
dijisteis: “Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del
Señor”. Y, así, voló, vuestra alma al cielo, y éste, se alegró de
teneros, como vos, lo habíais ansiado siempre: ¡Coronado todo,
con corona de luz eterna! Santa Magdalena de Pazzi, os vio
en un éxtasis en el cielo, y djo: “Yo nunca me había imaginado
que Luis Gonzaga tuviera un grado tan alto de gloria en el paraíso”.
Santo Patrono de todos los Jóvenes mantenidos puros y castos;
¡Oh!, San Luis de Gonzaga, “vivo amor, santidad y pureza de Dios”.


 © 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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21 de Junio
San Luis Gonzaga

(Luis en alemán significa: batallador glorioso).

San Luis Gonzaga nació en Castiglione, Italia, en 1568. Hijo del marqués de Gonzaga; de pequeño aprendió las artes militares y el más exquisito trato social. Siendo niño sin saber lo que decía, empezó a repetir palabras groseras que les había oído a los militares, hasta que su maestro lo corrigió. También un día por imprudencia juvenil hizo estallar un cañón con grave peligro de varios soldados. De estos dos pecados lloró y se arrepintió toda la vida. La primera comunión se la dio San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán.

San Luis estuvo como edecán en palacios de altos gobernantes, pero nunca fijó sus ojos en el rostro de las mujeres. Y así se libró de muchas tentaciones. Su director espiritual fue el gran sabio jesuita San Roberto Belarmino, el cual le aconsejó tres medios para llegar a ser santo: 1º. Frecuente confesión y comunión. 2º. Mucha devoción a la Sma. Virgen. 3ro. Leer vidas de Santos. Ante una imagen de la Sma. Virgen en Florencia hizo juramento de permanecer siempre puro. Eso se llama “Voto de castidad”. Cuando iba a hacer o decir algo importante se preguntaba: “¿De qué sirve esto para la eternidad?” y si no le servía para la eternidad, ni lo hacía ni lo decía.

Una vez arrodillado ante la imagen de Nuestra Señora del Buen Consejo, le pareció que la Sma. Virgen le decía: “¡Debes entrar en la Compañía de mi Hijo!”. Con esto entendió que su vocación era entrar en la Comunidad Compañía de Jesús, o sea hacerse jesuita. Le pidió permiso al papá para hacerse religioso, pero él no lo dejó. Y lo llevó a grandes fiestas y a palacios y juegos para que se le olvidara su deseo de ser sacerdote. Después de varios meses le preguntó: “¿Todavía sigue deseando ser sacerdote?”, y el joven le respondió: “En eso pienso noche y día”. Entonces el papá le permitió entrar de jesuita. (En un desfile de orgullosos jinetes en caballos elegantes, Luis desfiló montado en un burro y mirando hacia atrás. Lo silbaron pero con eso dominó su orgullo).

En 1581 el joven Luis Gonzaga, que era seminarista y se preparaba para ser sacerdote, se dedicó a cuidar a los enfermos de la peste de tifo negro. Se encontró en la calle a un enfermo gravísimo. Se lo echó al hombro y lo llevó al hospital para que lo atendieran. Pero se le contagió el tifo y Luis murió el 21 de junio de 1591, a la edad de sólo 23 años. Murió mirando el crucifijo y diciendo “Que alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor”. La mamá logró asistir en 1621 a la beatificación de su hijo. San Luis Gonzaga tuvo que hacer muchos sacrificios para poder mantenerse siempre puro, y por eso la Santa Iglesia Católica lo ha nombrado Patrono de los Jóvenes que quieren conservar la santa pureza. El repetía la frase de San Pablo: “Domino mi cuerpo y lo reduzco a servidumbre, no sea que enseñando a otros a salvarse, me condene yo mismo”.

Sufría mucho de mal de riñones y esta enfermedad lo obligaba a quedarse días enteros quieto en su cama. Pero esta quietud le trajo un gran bien: le permitió dedicarse a leer las Vidas de Santos, y esto lo animó muchísimo a volverse mejor. (A veces sentía remordimiento porque le parecía que deseaba demasiado irse al cielo). Su confesor San Roberto, que lo acompañó en la hora de la muerte, dice que Luis Gonzaga murió sin haber cometido ni un sólo pecado mortal en su vida. Apenas el hijo se hizo religioso su padre empezó a volverse mucho más piadoso de lo que era antes y murió después santamente. Luis renunció a todas las grandes herencias que le correspondían con tal de poder hacerse religioso y santo.

Santa Magdalena de Pazzi vio en un éxtasis o visión a San Luis en el cielo, y decía: “Yo nunca me había imaginado que Luis Gonzaga tuviera un grado tan alto de gloria en el paraíso”. Un oficio muy importante que hizo San Luis durante su vida fue ir de ciudad en ciudad poniendo la paz entre familias que estaban peleadas. Cuando él era enviado a poner paz entre los enemistados, estos ante su gran santidad, aceptaban hacer las paces y no pelear más. El era extraordinariamente amable y bien educado. Después de muerto se apareció a un jesuita enfermo, y lo curó y le recomendó que no se cansara nunca de propagar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

San Luis fue avisado en sueños que moriría el viernes de la semana siguiente al Corpus, y en ese día murió. Ese viernes es la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. La oración que la Iglesia le dirige a Dios en la fiesta de este santo le dice: “Señor: ya que no pudimos imitar a San Luis en la inocencia, que por lo menos lo logremos imitar en la penitencia. Amén”.

(http://www.ewtn.com/spanish/saints/Luis_Gonzaga_6_21.htm)

20 junio, 2020

Inmaculado Corazón de María


 Fiesta del Inmaculado Corazón de la Virgen María - ACI Prensa
 
 ¡Oh!, Sagrado Corazón de María, Vos,
fuente y principio de todas las grandezas
y excelencias que os adornan y que os hacen
estar por encima de todas las creaturas
por ser Hija predilecta de Dios Padre
Madre Amada de Cristo Jesús
Amadísimo Hijo Vuestro
y Esposa fiel del Espíritu Santo.
Vuestro Corazón fue profeta en Fátima
y los Pastorcillos fieles testigos a quienes
dijisteis que Dios, salvaría al mundo,
por medio de Vuestro Inmaculado Corazón
Corazón, que como un tesoro conservó
el anuncio del Ángel sobre vuestra Maternidad
la adoración de los pastores ante el pesebre
la visita de los Magos de Oriente
la profecía del anciano Simeón y el viaje a Egipto.
Corazón que sufrió la pérdida de Jesús en Jerusalén
y que nunca olvidó cómo murió en la Cruz
ni las palabras que dijo: “Mujer, he ahí a tu hijo”.
Y cuando miró a Juan, Vos, nos visteis a todos nosotros
y desde ese instante nos amasteis con Amor Materno
con el mismo Corazón, que amasteis a Jesús.
Y, así, Vos, ejercisteis Vuestra maternidad desde antes
que se consumase la redención en el Calvario
pues Vos, sois Madre y corredentora nuestra desde siempre;
¡Oh!, Sagrado Corazón de María, “viva vida, virtud y luz”.


 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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20 de Junio
Sagrado Corazón de María


Sábado posterior al segundo domingo después de Pentecostés

La devoción al Inmaculado Corazón de María, junto con la del Sagrado Corazón de Jesús, fue promovida por San Juan Eudes en el siglo 17.

El Papa Pío VII y Pío IX sugirieron su celebración como Purísimo Corazón de María. En 1944, el Papa Pío extendió esta devoción a toda la Iglesia fijando la celebración del Inmaculado Corazón de María el 22 de agosto, ocho días después de la Asunción.

Con la renovación litúrgica, se le restó importancia a esta fiesta para dársela a las principales fiestas marianas y, se cambió la fecha para un día después de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

San Juan Eudes, decía que el Corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas y excelencias que la adornan y que la hacen estar por encima de todas las creaturas; por ser hija predilecta de Dios Padre, madre muy amada de Jesús y esposa fiel del Espíritu Santo. Y que ese santísimo Corazón de María es fuente de todas las virtudes que practicó.

También San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, profesó un inmenso amor a esta advocación. Quiso que sus misioneros, salieran por todo el mundo extendiendo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Fue un profeta de Fátima, porque en Fátima la Virgen personalmente nos manifestó que Dios quería salvar al mundo, por medio de su Inmaculado Corazón.

La fiesta del Inmaculado Corazón de María sigue a la del Sagrado Corazón de Jesús. El corazón expresa y es símbolo de la intimidad de la persona. La primera vez que se menciona en el Evangelio el Corazón de María es para expresar toda la riqueza de esa vida interior de la Virgen: “María conservaba estas cosas en su corazón”.

El corazón de María conservaba como un tesoro el anuncio del Ángel sobre su Maternidad divina; guardó para siempre todas las cosas que tuvieron lugar en la noche de Belén, o la adoración de los pastores ante el pesebre, y la presencia, un poco más tarde, de los Magos con sus dones,… y la profecía del anciano Simeón, y las preocupaciones del viaje a Egipto.

Más tarde, el corazón de María sufrió por la pérdida de Jesús en Jerusalén a los doce años de edad, según lo relata San Lucas en el evangelio de hoy. Pero María conservaba todas estas cosas en el corazón…. Jamás olvidaría los acontecimientos que rodearon a la muerte de su Hijo en la Cruz, ni las palabras que le oyó decir: “Mujer, he ahí a tu hijo”. Y al mirar a Juan ella nos vio a todos nosotros. Vio a todos los hombres. Desde aquel momento nos amó con su Corazón de madre, con el mismo Corazón que amó a Jesús.

Pero María ejerció su maternidad desde antes que se consumase la redención en el Calvario, pues Ella es madre nuestra desde que prestó su colaboración a la salvación de los hombres en la Anunciación.
En el relato de las bodas de Cana, San Juan nos revela un rasgo verdaderamente maternal del Corazón de María: su atenta disposición a las necesidades de los demás. Un corazón maternal es siempre un corazón atento, vigilante.

La devoción al Corazón de María no es una devoción más. Nos lleva a aprender a tratar a nuestra Madre con más confianza, con la sencillez de los niños pequeños que acuden a sus madres en todo momento: no sólo se dirigen a ellas cuando están en gravísimas necesidades, sino también en los pequeños apuros que le salen al paso. Las madres les ayudan a resolver los problemas más insignificantes. Y ellas – las madres – lo han aprendido de nuestra Madre del Cielo.

Hoy queremos encontrarnos con María, con nuestra madre. Si recurrimos confiados a ella, ella nos va a decir qué debemos hacer y sentiremos su amor por nosotros. Ese mismo amor que Jesús tiene por cada uno de nosotros. y ella nos dirá que nos quiere, que nos quiere con toda su alma.

Pidamos a Dios que preparó en el Corazón de María, una morada digna al Espíritu Santo, que haga que nosotros, por intercesión de la Santísima Virgen lleguemos a ser templos dignos de su gloria.

Consagración al Sagrado Corazón de María
Oh Corazón Inmaculado de María, por tu perfecta comunión de amor con el Corazón de Jesús, eres la escuela viviente de total consagración y dedicación a Su Corazón.
En tu Corazón, Oh Madre, queremos vivir para aprender a amar, sin divisiones, al Corazón de Jesús; a obedecerle con diligencia y exactitud; servirle con generosidad y a cooperar activa y responsablemente en los designios de Su Corazón.
Deseamos consagrarnos totalmente a tu Corazón Inmaculado y Doloroso que es el camino perfecto y seguro de llegar al Corazón de Jesús. Tu Corazón, es también refugio seguro de gracia y santidad, donde nos vamos liberando y sanando de todas nuestras oscuridades y miserias.
Deseamos pertenecer a tu Corazón, Oh Virgen Santísima, sin reservas y en total disponibilidad de amor a la voluntad de Dios, que se nos manifestará a través de tu mediación maternal.
En virtud de esta consagración, Oh Inmaculado Corazón, te pedimos que nos guardes y protejas de todo peligro espiritual y físico. Qué nuestros corazones ardan con el fuego del Espíritu como arde tu Corazón.
Qué unidos a ti, que eres la portadora por excelencia de Cristo para el mundo, y ungidos por el poder del Espíritu Santo, seamos instrumentos para dar a un mundo tan árido y frío, el amor, la alegría y la paz del Corazón de Jesús.

Consulta también al P. Jesus Martí Ballester en su artículo El Inmaculado Corazón de María y Fiesta del Inmaculado Corazón de María

(http://es.catholic.net/celebraciones/120/302/articulo.php?id=2113)

19 junio, 2020

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

  
Blog Católico Gotitas Espirituales ®: EL EVANGELIO DE HOY VIERNES ...

!Oh!, Sacratísimo
Corazón de Jesús
Os amo:
Con Vuestro Corazón crucificado
Os amo:
Con Vuestro Corazón en la muerte
Os amo:
Con Vuestro Corazón resucitado
Vuestro Corazón Sagrado:
Nos Amó y Ama desde siempre
Vuestro Corazón Sagrado:
Nos Ama por los siglos de los siglos
Y, ningún otro corazón
¡Ni nada más!
¡Ni nadie!
Nos Ama como lo hace  el Vuestro
¡Oh!, Sacratísimo Corazón de Jesús.
 

 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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La Devoción al Sagrado Corazón
Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu muy amado Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te tributa en nombre de los pecadores; concede benigno el perdón a los que invocamos tu misericordia, en el nombre del mismo Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios. Pero fue Jesús mismo quien, en el siglo diecisiete, en Paray-le-Monial, Francia, solicitó, a través de una humilde religiosa, que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su Sacratísimo Corazón.

El 16 de junio de 1675 se le apareció Nuestro Señor y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque. Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón, salía una cruz. Santa Margarita escuchó a Nuestro Señor decir: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor.” Con estas palabras Nuestro Señor mismo nos dice en qué consiste la devoción a su Sagrado Corazón. La devoción en sí está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido, representado por su Corazón. Dos, pues son los actos esenciales de esta devoción: amor y reparación. Amor, por lo mucho que Él nos ama. Reparación y desagravio, por las muchas injurias que recibe sobre todo en la Sagrada Eucaristía.

Las Doce Promesas del Sagrado Corazón

En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:

* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida
* Les daré paz a sus familias.
* Las consolaré en todas sus penas.
* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.

* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
* Las almas tibias se volverán fervorosas.
* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

Consagración de la Familia a los Sagrados Corazones de Jesús y María

Santísimos corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño, consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros.

Conocemos que el ejemplo bello de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo para cada una de nuestras familias. Esperamos obtener, con Vuestra ayuda, la unión y el amor fuerte y perdurable que Os disteis. Qué nuestro hogar sea lleno de gozo. Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia, y el respeto mutuo sean dados libremente a todos. Qué nuestras oraciones incluyan las necesidades de los otros, no solamente las nuestras. Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos. Bendecid a todos los presentes y también a los ausentes, tantos los difuntos como los vivientes; qué la paz esté con nosotros, y cuando seamos probados, conceded la resignación cristiana a la voluntad de Dios. Mantened nuestras familias cerca de Vuestros Corazones; qué Vuestra protección especial esté siempre con nosotros. Sagrados Corazones de Jesús y María, escuchad nuestra oración.
Amén.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Primer día
Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.

Oración del día
¡Oh Corazón amantísimo de Jesús!, coronado por la Santa Cruz, árbol frondoso que se nutre con tu Sangre Preciosísima!; en unión de todos los Santos y almas fervorosas que en todos los tiempos y lugares te han amado, te adoro, te amo con todo mi corazón; y para darte una prueba más patente de mi afecto, renuevo y te ofrezco las promesas que hice en el santo Bautismo, prefiriendo tu gracia y tu amor a todas las riquezas de la tierra. Dame, en cambio, Señor, los verdaderos tesoros y riquezas celestiales, que son las virtudes de tu divino Corazón que, como flores olorosas brotan al pie de tu Cruz, rociadas y regadas con tu preciosa Sangre. Amén.
Un Padrenuestro. Un Avemaría. Un Gloria.

Oración Final
¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.

Segundo día:
Acto de Contrición
Oración del día: ¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús!, ceñido de punzantes espinas, símbolo expresivo de nuestras ingratitudes, que te lastiman y de nuestros pecados, que te despedazan, en unión de todos los Espíritus Angélicos, que sin cesar te alaban y se abrazan en tu amor, te adoro, te amo sobre todas las cosas; y en testimonio de este amor, te ofrezco el propósito que te hago de aborrecer todo pecado. Renuncio de una manera particular a laos placeres del sentido, para gozar del dulcísimo placer de amar tu infinita bondad; concédeme, el espíritu de mortificación y apartamiento del mundo, para poder un día formar parte del coro virginal que te seguirá y como corona te rodeará eternamente. Amén.
Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.
Oración Final

Tercer día:
Acto de Contrición
Oración del día: ¡Oh, Corazón Sacratísimo de Jesús!, rasgado por el hierro de la lanza, como puerta abierta del Paraíso cuya entrada nos franquean los méritos de tu Pasión santísima!; en unión del Corazón Inmaculado de tu Madre, que te ha amado más que todos los Angeles y hombres, te adoro, te amo cuanto me es posible por las soberanas perfecciones que te adornan; y para hacer más eficaz mi amor, te ofrezco la promesa que e hago de propagar cuanto me sea posible el reinado de tu Divino Corazón y la obediencia a tu santa Iglesia y a sus representantes. Dame, Señor, por la intercesión del Corazón de tu Madre, que lo es también mía, la perseverancia final en tu gracia y en la fe de la Iglesia Católica, a fin de vivir morir y reinar eternamente en la morada deliciosa de tu dulcísimo Corazón. Amén.
Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.
Oración Final

Acto de Confianza en el Corazón de Jesús
Oh, Corazón de Jesús, Dios y Hombre verdadero, delicia de los Santos, refugio de los pecadores y esperanza de los que en Ti confían; Tú nos dices amablemente: Vengan a Mí; y nos repites las palabras que dijiste al paralítico: Confía, hijo mío, tus pecados te son perdonados, y a la mujer enferma: Confía, hija, tu fe te ha salvado, y a los Apóstoles: Confíen, Yo Soy, no teman.

Animado con estas palabras acudo a Ti con el corazón lleno de confianza, para decirte sinceramente y desde lo más íntimo de mi alma: Corazón de Jesús en Ti confío. Sí, Corazón de mi amable Jesús, confío y confiaré siempre en tu bondad; y, por el Corazón de tu Madre, te pido que no desfallezca nunca esta confianza en Ti, a pesar de todas las contrariedades y de todas las pruebas que Tú quisieras enviarme, para que habiendo sido mi consuelo en vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria por toda la eternidad. Amén.

Oración para ofrecer la Comunión de los Primeros Viernes
Corazón Sacratísimo de Jesús, que por el grande amor que nos tienes, te has dignado prometernos la perseverancia final y la gracia de no morir sin Sacramentos, haciéndote nuestro seguro asilo en la última hora de nuestra vida; humildemente te pido que cumplas en mí tu palabra, que tanta confianza inspira a nuestros coraz0nes. Yo, por mi parte, prometo hacer cuanto pueda para amarte más y más y para hacerme digno de una tan grande Promesa, evitando el pecado y todo cuanto pueda desagradarte. Te pido para ello, tu gracia, que espero alcanzar por lo méritos de tu mismo Corazón. Amén.

Oraciones diversas
Amabilísimo Jesús mío; yo, con el fin de dar testimonio y reparar mis infidelidades, te entrego mi corazón, me consagro enteramente a Ti y propongo, ayudado de tu gracia, no volver más a ofenderte. Padrenuestro.
 
Señor Jesús, clementísimo Salvador del mundo; humildemente te suplico, por tu Sacratísimo Corazón, que todas las ovejas descarriadas si conviertan a Ti, Pastor y Obispo de sus almas Que vives y reinas por todos los siglos de los siglos. Amén. Padrenuestro.

Oh Corazón Santísimo de Jesús; derrama copiosamente tus bendiciones sobre la Santa Iglesia, sobre el Soberano Pontífice y sobre todo el Clero; da la perseverancia a los justos, convierte a los pecadores, ilumina a los infieles y bendice a nuestros parientes, amigos y bienhechores, asiste a las almas del Purgatorio y extiende sobro todos los corazones el imperio de tu amor. Amén. Padrenuestro.

MES DEL CORAZÓN DE JESÚS
Oración Preparatoria
Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Consideración del día.

Oración final
Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén

Primera decena del mes: del 1 al 10
Día 1. La Cruz es el árbol en que quiso redimirnos Jesús. Quiso morir con los brazos extendidos para abrazar a todos los hombres. Amemos a quien tanto nos ha amado.
Día 2. La Cruz es la escalera por la cual podemos subir al Cielo. Quien pretenda salvarse por otro camino, se equivoca y va a su eterna ruina. Abracémonos con la Cruz.
Día 3. La Cruz es la balanza con que Jesús paga el precio de nuestro rescate. Nuestros méritos son nulos; los de Jesús son infinitos. Confiemos en Jesús Crucificado.
Día 4. La Cruz es la espada con la cual venceremos a los enemigos de nuestra salvación. Sin ella seremos vencidos. Sin Jesús nada podemos; con Él podemos todo.
Día 5. La Cruz es la palanca que, apoyándose en los méritos de Jesús, nos da fuerzas para levantar la pesadez de nuestra naturaleza caída y elevarla a lo sobrenatural.
Día 6. La Cruz es el puente que, al atravesar el abismo de la muerte, nos trasladará a las orillas ciertas y placenteras de una eternidad feliz. i Ay del que no se vale de ella.
Día 7. La Cruz es el martillo que aplastará un día a cuantos van contra ella. De Dios nadie se burla. Ahora calla; pero vendrá un día en que hablará y… Premiará o castigará.
Día 8. La Cruz es la llave con que Jesús ha querido abrirnos las puertas de la gloria y cerrarnos las del infierno. Llevémosla siempre sobre nuestro pecho y tengámosla en la cabecera de nuestro lecho.
Día 9. La Cruz es el áncora que nos salvará de las tempestades del mar proceloso de este mundo y nos conducirá al puerto seguro de salvación. Sin ella pereceremos infaliblemente.
Día 10. La Cruz es el faro que ilumina nuestra inteligencia, nos habla del infinito amor de un Dios y nos muestra el término de nuestra vida. Pensemos en lo que nos espera.

Segunda decena: del 11 al 20
Día 11. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la blasfemia, o la proferida por labios inmundos, o la declamada en la tribuna, o la impresa en el libro herético o impío. iAborrezcámosla!
Día 12. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la inmoralidad que a tantas almas seduce y que se manifiesta en el hablar y vestir, en la playa y en los espectáculos, en la novela y aún en el deporte. iAlerta con ella!
Día 13. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la impiedad, el desprecio que se hace de las cosas sagradas; la burla y el sarcasmo contra las mismas; la negación de las verdades y doctrinas de Jesús.
Día 14. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la profanación que se hace impune y públicamente de los días del Señor; la omisión de la Santa Misa; el convertir los días santos en días de pecado.
Día 15. Lanzada contra el Corazón de Cristo son los odios que reinan hoy en el mundo, tan contrario a Aquel que vino a enseñarnos las dulzuras de la divina Caridad y amor entre todos.
Día 16. Lanzada contra el Corazón de Cristo son las persecuciones que sufre la Iglesia, salida del Costado del Divino Redentor, sobre todo los que sufre de parte de las naciones anticristianas.
Día 17. Lanzada contra el Corazón de Cristo es el ateísmo materialista que pretende hoy dominar el mundo, borrar de las inteligencias todo el orden sobrenatural y sumirlo en el abismo de toda maldad.
Día 18. Lanzada contra el Corazón de Cristo son los tantos sacrilegios como se cometen contra todo lo más santo y sagrado y en la recepción de los santos Sacramentos indignamente recibidos.
Día 19. Lanzada contra el Corazón de Cristo es el desconocimiento que reina de la vida y doctrina de Jesús, aun por parte de muchos cristianos, que lo son solamente de nombre, pero no en realidad.
Día 20. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la condenación eterna de tantos hombres, que no han querido aprovecharse de la Divina Sangre, derramada para su salvación.

Tercera decena: del 21 al 30
Día 21. Espina para el Corazón de Jesús es la falta de una fe viva por parte de muchos que le aman y sirven, y le sirven casi a la fuerza y arrastrándose más que caminando, en la vida espiritual.
Día 22. Espina es la falta de conformidad con la voluntad de Dios, que hace murmurar de la Divina Providencia, cuando las cosas no suceden según el propio gusto o capricho.
Día 23. Espina es la falta de caridad que tienen los pudientes con los menesterosos. Siempre habrá pobres en el mundo; pero no habría de haber miserables. Jesús impone la caridad como ley suya.
Día 24. Espina es la falta de devoción que manifiestan muchos cristianos en sus mismas oraciones; y las irreverencias que cometen en los templos con su porte poco cristiano.
Día 25. Espina es para el Corazón de Jesús la falta de paciencia y dominio propio de muchos cristianos, que no saben sufrir la menor contrariedad sin quejarse o incomodarse.
Día 26. Espina es para el Corazón de Jesús la sobra de comodidades de aquellos cristianos que se espantan al solo nombre del sacrificio y nada hacen por amor de Jesús, que tanto sufrió por ellos.
Día 27. Espina es la sobra de amor propio que domina en tantos corazones que no pueden soportar el menor aviso o corrección, viviendo por otra parte llenos de defectos.
Día 28. Espina es la sobra de negligencia con que se hacen las cosas de Dios. Mientras algunos son todo actividad y energía para las cosas puramente temporales.
Día 29. Espina es la sobra de frialdad, causa de que muchos cristianos, por otra parte buenos, cometan muchos pecados veniales sin que traten de enmendarse de ellos.
Día 30. Espina es para el Corazón de Jesús ver la falta de cristianos en los templos y la sobra de ellos en los centros de mundanas diversiones. El Corazón de Jesús ama, y no es amado. ¿Qué haces tú?

LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor, misericordia.
Jesucristo, misericordia.
Señor, misericordia.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad un solo Dios,
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el Seno de María
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo,
Corazón de Jesús, de Majestad infinita
Corazón de Jesús, santo Templo de Dios
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo
Corazón de Jesús, horno de encendido amor
Corazón de Jesús, receptáculo de la justicia y amor
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza
Corazón de Jesús, Rey y centro de toda alabanza
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia
Corazón de Jesús, en quien habita la plenitud de la Divinidad
Corazón de Jesús, en quien el Padre se ha complacido
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido
Corazón de Jesús deseo de los collados eternos
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia
Corazón de Jesús, rico para todos los que lo invocan
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad
Corazón de Jesús, propiciación de nuestros pecados
Corazón de Jesús, saturado de oprobios
Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores
Corazón de Jesús, salvación de los que esperan en Ti
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
Jesús Manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo


(http://www.ewtn.com/devotionals/heart/heart_sp.htm)

18 junio, 2020

San Gregorio Barbarigo, Obispo y Cardenal

 
San Gregorio Barbarigo | Maria de la Paz
 
 ¡Oh!, San Gregorio Barbarigo, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo. Huérfano como fuisteis,
vuestro padre, os formó de manera increíble y, os hizo
conocer el campo de la guerra, la ciencia y la diplomacia,
pero a vos, os atraía más, el cielo y sus santos frutos:
tener una relación con Dios y la salvación de las almas.
Os encantaba la astronomía y admirabais la gran obra
de Dios. Y, así, un día, os ordenaron de sacerdote,
y os confiaron muchos puestos, entre otros, el de presidente
ser de la comisión para atender a los enfermos de tifo.
Y, vos, allí, mostrasteis cuánto de Dios, teníais, pues
visitabais enfermos, enterrabais muertos, ayudabais viudas
y huérfanos y consolabais hogares que en la orfandad habían
quedado. Vendisteis vuestros bienes y los donasteis
a los pobres, y luego os propusisteis imitar en todo
a San Carlos Borromeo. Propagasteis libros religiosos y leer
a San Francisco de Sales. Cuando salíais a evangelizar,
os hospedabais en casas de vuestros pobres y con ellos
comíais. De día, enseñabais catecismo, y, a la gente pobre
atendíais y por la noche en oración la pasabais. Con el
cargo de Cardenal, os mostrabais como un sencillo sacerdote.
Fundasteis imprentas y propagasteis libros religiosos,
y os esmerasteis para formar seminaristas que fuesen excelentes
sacerdotes. La gente decía: “Monseñor es misericordioso
con todos. Con el único con el cual es severo es consigo
mismo”. Vos repetíais: “para el cuerpo basta poco alimento
y ordinario, pero para el alma son necesarias muchas
lecturas y que sean bien espirituales”. Y, así, luego de
haber gastado vuestra vida en buena lid, voló vuestra
alma al cielo, para coronada ser, con corona de luz,
como premio justo a vuestra entrega de inmenso amor y fe;
¡Oh!, San Gregorio Barbarigo, “viva misericordia de Dios”.


 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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18 de Junio
San Gregorio Barbarigo
Obispo
Año 1697


Dios nos mande muchos Gregorios más, así de santos y generosos. Quien generosamente da, generosamente recibirá. Prv. 11.

Este simpático santo nació en Venecia (Italia) en 1632, de familia rica e influyente. La madre murió de peste de tifo negro, cuando el niño tenía solamente dos años. Pero su padre, un excelente católico, se propuso darle la mejor formación posible. El papá lo instruyó en el arte de la guerra y en las ciencias, y lo hizo recibir un curso de diplomacia, pero al joven Gregorio lo que le llamaba la atención era todo lo que tuviera relación con Dios y con la salvación de las almas.

Estudiando astronomía admiraba cada día más el gran poder de Dios, al contemplar tan admirables astros y estrellas en el firmamento. Deseaba ser religioso, pero su director espiritual le aconsejó que más bien se hiciera sacerdote de una diócesis, porque tenía especiales cualidades para párroco. Y a los 30 años fue ordenado sacerdote.

Un amigo suyo y de su familia, el Cardenal Chigi, había sido elegido Sumo Pontífice con el nombre de Alejandro VII, y lo mandó llamar a Roma. Allá le concedió un nombramiento en el Palacio Pontificio y le confió varios cargos de especial responsabilidad.

Y en ese tiempo llegó a Roma la terrible peste de tifo negro (la que había causado la muerte a su santa madre) y el Santo Padre, conociendo la gran caridad de Gregorio, lo nombró presidente de la comisión encargada de atender a los enfermos de tifo. Desde ese momento Gregorio se dedica por muchas horas cada día a visitar enfermos, enterrar muertos, ayudar viudas y huérfanos y a consolar hogares que habrían quedado en la orfandad.

Acabada la peste, el Sumo Pontífice le ofrece nombrarlo obispo de una diócesis muy importante, Bérgamo. El Padre Gregorio le pide que lo deje antes celebrar una misa para saber si Dios quiere que acepte ese cargo. Durante la misa oye un mensaje celestial que le aconseja aceptar el nombramiento. Y le comunica su aceptación al Santo Padre.

Llega a Bérgamo como un sencillo caminante, y a los que proponen hacerle una gran fiesta de recibimiento, les dice que eso que se iba a gastar en fiestas, hay que emplearlo en ayudar a los pobres. Luego él mismo vende todos sus bienes y los reparte entre los necesitados y se propone imitar en todo al gran arzobispo San Carlos Borromeo que vivía dedicado a las almas y a las gentes más abandonadas. En Bérgamo jamás deja de ayudar a quien le pide, y los pobres saben que su generosidad es inmensa.

Propaga libros religiosos entre el pueblo y recomienda mucho los escritos de San Francisco de Sales. En sus viajes misioneros se hospeda en casas de gente muy pobre y come con ellos, sin despreciar a nadie. Después de pasar el día enseñando catecismo y atendiendo gentes muy necesitadas, pasa largas horas de la noche en oración. El portero del palacio tiene orden de llamarlo a cualquier hora de la noche, si algún enfermo lo necesita. Y aun entre lluvias y lodazales, a altas horas de la noche se va a atender moribundos que lo mandan llamar. Y es obispo.

El médico le aconseja que no se desgaste tanto visitando enfermos, pero él le responde: “ese es mi deber, y ¡no puedo obrar de otra manera!”. El Sumo Pontífice lo nombra obispo de una ciudad que está necesitando mucho un obispo santo. Es Padua. Los habitantes de Bérgamo decían: “Los de Milán tuvieron un obispo santo, que fue San Carlos Borromeo. Nosotros también tuvimos un obispo muy santo, Mr. Gregorio. Que gran lástima que se lo lleven de aquí”. En Padua se encuentra con que los muchachos no saben el catecismo y los mayores no van a Misa los domingos. Se dedica él personalmente a organizar las clases de catecismo y a invitar a todos a la S. Misa. Recorrió personalmente las 320 parroquias de la diócesis. Organizó a los párrocos y formó gran número de catequistas. Aun a las regiones más difíciles de llegar, las visitó, con grandes sacrificios y peligros. En pocos años la diócesis de Padua era otra totalmente distinta. La había transformado su santo obispo.

El nuevo Pontífice Inocencio XI nombró Cardenal a Monseñor Gregorio Barbarigo, como premio a sus incansables labores de apostolado. El siguió trabajando como si fuera un sencillo sacerdote. Fundó imprentas para propagar los libros religiosos, y se esmeró con todas sus fuerzas por formar lo mejor posible a los seminaristas para que llegaran a ser excelentes sacerdotes. Todos estaban de acuerdo en que su conducta era ejemplar en todos los aspectos y en que su generosidad con los pobres era no sólo generosa sino casi exagerada.

La gente decía: “Monseñor es misericordioso con todos. Con el único con el cual es severo es consigo mismo”. Su seminario llegó a tener fama de ser uno de los mejores de Europa, y su imprenta divulgó por todas partes las publicaciones religiosas. El andaba repitiendo: “para el cuerpo basta poco alimento y ordinario, pero para el alma son necesarias muchas lecturas y que sean bien espirituales”. San Gregorio murió santamente el 17 de junio del año 1697.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Gregorio_Barbarigo_6_17.htm)

17 junio, 2020

San Ismael

San Ismael - 17 de Junio | El pan de los pobres


¡Oh!, San Ismael, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo, que, con vuestros
hermanos Manuel y Savelio, de lleno os disteis
a evangelizar, pues habían recibido formación
cristiana, y, con ello, querían que, Juliano “El
apóstata”, y el rey de Persia, acordasen que
la paz a sus súbditos llegara. Vuestra vida,
y testimonio os llevó, sin querer, a veros envuelto
en persecuciones, que lugar tuvieron que en aquél
tiempo. El templo de Apolo ardió, y no hallaron
culpable mejor, que achacaros a vos, y por ello,
más tarde, luego de falsos interrogatorios, os
entregaron al martirio, para luego decapitaros
con vuestros hermanos. Y, así, vuestra alma, al
cielo voló, para coronada ser, con corona de luz,
como premio a vuestra entrega grande de amor;
¡oh!, San Ismael, “vivo mártir del amor al Dios Vivo”.



© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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17 de Junio
San Ismael
¿? – † 326

Personaje bíblico, hijo mayor del patriarca Abraham y de su esclava egipcia Agar. Ismael y dos hermanos, Manuel y Savelio, quisieron humanizar a los pueblos. En el hogar, habían recibido una densa y práctica formación cristiana, al mismo tiempo que una amplia cultura, gracias a su preceptor Eunoico. Eran muy conocidos en Calcedonia y Bitinia porque querían que Juliano el Apóstata y el rey de Persia llegaran a un acuerdo para que reinase la paz entre los súbditos.


El testimonio de sus vidas les llevó, sin querer, a verse envueltos en un acontecimiento que dio lugar a otra de las duras persecuciones que tuvieron. El templo de Apolo se incendió. Y, naturalmente, les echaron la culpa a ellos.


Vinieron una serie de interrogatorios postizos, una pura farsa. Al final de los mismos, se les entregó al martirio tal día como hoy del año 326 en el que fueron decapitados.


De las brasas de su martirio por la fe en Cristo, su testimonio continuó ardiendo por siglos y siglos. Juliano el Apóstata no respetó los tratados de paz, y le hizo la vida imposible a los persas.


En su vida Ismael tuvo doce hijos, y sus descendientes, o ismaelitas, se establecieron en el gran contorno que se extiende entre la frontera de Egipto y el golfo Pérsico. Muchas son las tribus, especialmente las de Arabia del Norte, que han pretendido descender de Ismael, y el mismo Mahoma lo reconoció al colocarlo a la cabeza de su genealogía, como padre del pueblo árabe. Así, según el islamismo ayudó a Abraham en la construcción del templo de La Meca.


Los que llevan este nombre celebran su onomástica el 17 de junio, fecha en que se conmemora San Ismael mártir. Aunque es precisamente el Ismael bíblico el que les sirve de modelo y referente. Un estímulo para superar todas las dificultades por grandes que éstas sean, un ejemplo de confianza en sí mismo, de capacidad de positivar cualquier situación y de encontrar nuevos caminos a pesar de que las circunstancias sean adversas.

(http://www.familiario.com/santoral/Ismael.htm)

16 junio, 2020

San Aureliano


 San Aureliano de Arlés, el arzobispo más joven de Francia se ...

¡Oh! San Aureliano, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su amado santo y Obispo, que fundasteis dos monasterios,
uno masculino y otro femenino, a los que disteis una Regla
propia. Vos, hicisteis honor a vuestro nombre: “Aureliano”,
pues significa “aquel de color dorado”, y sí, de color
oro” fue vuestra santa vida y obra, a pesar de ser de familia
aristocrática. A vos, os designan para vuestra sede
  episcopal por vuestras increibles cualidades espirituales
y religiosas a solicitud del rey Childeberto I, para
tener en vos, un punto de apoyo en la zona mediterránea.
Por ello, vos, fundáis en Arlés un monasterio masculino,
llamado Monasterio de los “Santos Apóstoles”, a la fecha
desaparecido, y origen de la actual Iglesia de la “Santa
Cruz”, con una regla llena de honestidad y mortificación
de pura inspiración benedictina, y otro femenino, bajo
la advocación de la Santa Virgen, bajo la misma regla
monástica que el masculino. También estuvisteis en el
Concilio de Orleans, y el que, más tarde fue atacado
por la “Peste de Justiniano”. ¡Y, maravilla de maravillas!
vos, no podíais pasar desapercibido y de pronto, sobre
vuestra tumba en la iglesia de San Niceto de Lyon se
descubrió una inscripción en la que se indica que vuestra
alma, había volado al cielo, un viernes de junio, la
  misma que está toda coronada de luz, como justo pago
a vuestra increible entrega de amor y de fe. ¡Aleluya!
¡Oh! San Aureliano de Arlés, “vivo testamento del Dios Vivo”.



© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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16 de junio
San Aureliano de Arlés
Obispo 16 de junio


Martirologio Romano: En Lyon, en la Galia, sepultura de san Aureliano, obispo de Arlés, el cual, nombrado vicario en la Galia por el papa Vigilio, fundó en su ciudad dos monasterios, uno masculino y otro femenino, a los que dio una Regla propia (551).

Etimológicamente: Aureliano = aquel de color dorado, es de origen latino.

Era originario de una familia aristocrática de Borgoña, cercana al poder, que jugaba un papel importante cerca de los reyes francos. San Aureliano era hijo de San Sacerdos, quien llegara a ser en 544 arzobispo de Lyon y primo hermano de San Niceto, sucesor de San Sacerdos en la sede arzobispal de Lyon.

San Aureliano sucede a Auxanio en la sede de Arlés el 23 de agosto de 546. Su designación a la edad de 23 años para tan importante sede episcopal de Francia es debida tanto a sus cualidades espirituales y religiosas como a la pretensión del rey merovingio Childeberto I de tener un punto de apoyo fiable en la zona mediterránea.

No es sorprendente tampoco que el nuevo arzobispo recibiera, muy poco tiempo después de su consagración, el Palio y el vicariato, manifiestamente de acuerdo a la voluntad de Childeberto I. En efecto, en 548, el papa Vigilio le nombra vicario de la Santa Sede y le otorga el Palio.

En el año 547 o 548, San Aureliano funda en Arlés un monasterio masculino, por orden del rey Childeberto I, al que va a tener en gran estima. Este monasterio llamado Monasterio de los Santos Apóstoles, hoy desaparecido, es el origen de la actual Iglesia de la Santa Cruz, (Sainte-Croix en francés), del barrio de La Roquette de la ciudad de Arlés. Su primer abad fue Florentinus († 553). San Aureliano enriqueció la iglesia de este monasterio de reliquias fort précieuses y le dio una regla llena de honestidad y mortificación, de inspiración benedictina.

Fundó igualmente en 547 o 548 en el interior de las murallas de la ciudad, en un lugar hoy desconocido, un monasterio femenino bajo la advocación de la Santa Virgen, dotado de la misma regla monástica que el masculino.

Asistió al Concilio de Orleans el 28 de octubre de 549. Se sabe a través de Gregorio de Tours que, ese mismo año, Arlés fue golpeada por la Peste de Justiniano. Las actas de dicho concilio están firmadas en primer lugar por San Sacerdos, arzobispo de Lyon y padre de San Aureliano, y por éste último inmediatamente después.

Poco tiempo después, en 550, en el marco de la Controversia de los Tres capítulos, San Aureliano envió a Anastasio, un clérigo de su iglesia a Constantinopla para entrevistarse con el papa Vigilio para asegurarse de la veracidad de las opiniones emitidas por el papa. El 29 de abril de 550, el papa Vigilio le remitió una carta a través de su enviado.

En 1308 se descubrió una inscripción sobre su tumba en la iglesia de San Niceto de Lyon en la que se indica que San Aureliano murió en esa ciudad el viernes 16 de junio de 551.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/36669/aureliano-de-arls-santo.html)

15 junio, 2020

San Vito de Lucania

 
HAGIOPEDIA: San VITO DE LUCANIA. (c. 287 - c.303).
 
 ¡Oh!, San Vito de Lucania, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo, que siendo aún adolescente
os convertisteis en mártir. Erais hijo de un senador
romano, y de niño, por fervorosos y santos cristianos
criado: Santa Crescencia y San Modesto, quienes
os instruyeron en la fe y os bautizaron en Cristo Jesús.
Vos, intentasteis convertir al hijo del gobernador sin
éxito. Y, cuando vuestro padre descubrió vuestra
devoción; él, fiel al romano imperio como era, os entregó
a las autoridades y os expulsó de vuestra familia. El juez
ordenó que azotado fuerais, pero, a él, y a los verdugos
se les paralizaron los brazos en el acto, los mismos que,
solo sanaron con vuestros rezos:  ¡Milagro de Dios! Santa
Crescencia y San Modesto, que os habían enseñado la fe de
Cristo, fueron librados de varios suplicios, como el día en
que, un león que debería devorarlos, terminó lamiéndoles
los pies. Y, cuando escaparon, un ángel les proporcionó
un barco, para viajar hasta Lucania. A vos, y vuestros
santos tutores, os llevaron finalmente ante Diocleciano,
ante el cual os negasteis a rendir culto a dioses paganos
y os mataron. Pero, unos ángeles aparecieron y os retiraron
las cadenas y condujeron vuestros cuerpos hasta un río,
donde más tarde os encontró una anciana viuda cristiana.
Otto de Bamberg obispo, al evangelizar a los pomeranos,
que, idolátricamante culto redían al gallo, les presentó un
relicario de plata con las  reliquias de vos, el cual coronado
estaba con un gallo. Elos, relacionaron al gallo con vos,
y su deidad, y así, en masa accedieron a ser bautizados
para la eterna gloria de Cristo Jesús, Dios y Señor Nuestro;
¡oh! San Vito de Lucania, “vivo, espíritu del Dios vivo”.

 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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15 de junio
San Vito de Lucania
Adolescente Mártir



SAN VITO DE LUCANIA (fines del s.III-304) nació en Mazzara, la actual Mazara del Vallo, en Sicilia, Italia, en la época de las persecuciones dictadas por el emperador romano Diocleciano.
Según la leyenda, San Vito fue hijo de un senador romano, pagano. De niño fue criado por los instructores contratados por su familia, sin saber que eran fervientes cristianos: Santa Crescencia y San Modesto, quienes instruyeron al pequeño Vito en la fe y lo bautizaron sin tener el consentimiento de su familia.

San Vito habría intentado convertir sin éxito al hijo del gobernador. Cuando su padre descubrió su devoción, fiel a las normas romanas lo entregó a las autoridades y lo expulsó de su familia. El juez habría ordenado que fuera azotado, pero al juez y a los verdugos se les paralizarían los brazos, y sólo sanarían con los rezos de San Vito.

La leyenda continúa con varios sucesos en los que San Vito y sus preceptores, Santa Crescencia y San Modesto, salen siempre bien librados de los suplicios (por ejemplo un león que debería devorarlo termina lamiéndole dócilmente los pies), o bien consiguen escapar, por ejemplo en un barco que un ángel les proporciona para viajar hasta Lucania.

San Vito y sus santos tutores fueron llevados finalmente ante Diocleciano, el emperador, ante el cual se niegan a rendir culto a los dioses paganos. Los tres murieron en Lucania a causa de los tormentos recibidos, aunque la misma leyenda cuenta que ángeles se aparecieron, les retiraron las cadenas y condujeron sus cuerpos hasta un río, donde más tarde los encontró una anciana viuda cristiana.
El culto de San Vito se extendió rápidamente por Europa, especialmente en los países alemanes; de ello dan cuenta los 30 patronatos que se le adscriben.

Una tradición cuenta que el obispo Otto de Bamberg, al evangelizar a los pomeranos, que rendían culto al gallo, les presentó un relicario de plata con vestigios de San Vito, el cual estaba coronado con un gallo. Los pomeranos relacionaron al gallo de San Vito con su deidad, y en el acto accedieron a ser bautizados.

SAN VITO DE LUCANIA nos ofrece un ejemplo de la popularidad de que gozaron algunos santos mártires durante la Edad Media.

(http://santoral-virtual.blogspot.com/2009/06/15-de-junio-dia-de-san-vito-de-lucania.html)