15 febrero, 2021

San Claudio de la Colombiere

 Hoy recordamos a San Claudio de la Colombiere, jesuita entregado al Corazón de Jesús

 ¡Oh!, San Claudio de la Colombiere, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida y su amado santo, que tuvisteis el honor de haber
sido director espiritual de la propagadora de la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús, Santa Margarita María Alacoque. Vos,
al principio sentíais mucho temor a entrar a una comunidad
religiosa, pero vuestro paso por un colegio jesuita, os hizo
adquirir entusiasmo y luego ser admitido como religioso jesuita.
El año en que fue declarado santo San Francisco de Sales, os
encomendaron que hicieseis el sermón ante las religiosas Salesas
o de la Visitación, brillando de manera divina. Vos, preparabais
con esmero cada uno de vuestros sermones, y los escribíais antes
de pronunciarlos. En Avignon, en Inglaterra, y en París, vos
impresionasteis a los que os escuchaban. En medio de ellos, vos
descubristeis vuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús,
tomado de las revelaciones que recibisteis de Santa Margarita.
Cumpliendo la edad de Cristo, os propusisteis hacer un mes
de Retiros Espirituales y luego, morir al mundo y a sus vanidades
y dedicaros a la oración, a la vida interior, a la predicación,
a la enseñanza del catecismo, y a dirigir cuantas más almas
pudieseis por el camino de la santificación. Santa Margarita
escribió: “El Padre Claudio vino a predicarnos un sermón,
y mientras él hablaba oí en mi corazón que Jesucristo me decía:
He aquí al sacerdote que te he enviado’. Después del sermón fui
a confesarme con él, y me trató como si ya estuviera enterado
e informado de lo que me estaba sucediendo. En la segunda confesión
que hice con él le informé que yo sentía una gran aversión
y repugnancia a confesarme, y me dijo que me felicitaba por esto,
pues con vencer la tal aversión podía cumplir aquel mandato de
Jesús que dice: ‘El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo’.
Este piadoso sacerdote me fue guiando con gran sabiduría,
y demostrando un gran respeto por mi alma me fue diciendo todo
lo bueno y lo malo que había en mi corazón, y con sus consejos
me consoló muchísimo. Me insistía continuamente que aceptara
cada día el que se cumpliera en mí todo lo que la Santa Voluntad
de Dios permitiera que me sucediera, y me enseñó a apreciar los
dones de Dios y a recibir las comunicaciones divinas con fe
y humildad”. Vos, no sólo dirigisteis espiritualmente a santa
Margarita, sino que, el Sagrado Corazón os escogió para haceros
sus revelaciones y dedicaros toda vuestra vida  y vuestras energías
en propagar por todas partes la devoción del Corazón de Jesús.
Vuestro tema favorito era la devoción al Sagrado Corazón, pero
los protestantes, que eran muy poderosos entonces, os inventaron
toda clase de calumnias y obtuvieron que fuerais puesto preso
y condenado a muerte y sólo la intervención del rey Luis catorce
de Francia, logró que no os mataran, siendo expulsado de Inglaterra
a Paray le Monial, la ciudad desde donde se propagó a todo el
mundo la devoción al Corazón de Jesús. Santa Margarita os
anunció que vos, moriríais en aquella ciudad, y así sucedió,
volando vuestra alma al cielo, luego de haberla gastado en buena
lid, para recibir corona de luz y eternidad.  Luego, Margarita
recibió una revelación en la cual se le decía que vos, estabais
ya en el cielo. El Papa Juan Pablo II, santo tambiém como vos,
os declaró igual que él, para gloria del Dios de la Vida y del Amor;
Oh!, San Claudio, “Vivo apóstol del Sagrado Corazón de Jesús“.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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15 de Febrero
San Claudio de la Colombiere
(año 1682)

En la Iglesia Católica hay 12 santos que se llaman Claudio, y éste es el más moderno. Tiene el honor de haber sido el director espiritual de la propagadora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, Santa Margarita María Alacoque.

Nació cerca de Lyon, en Francia, en 1641. De familia muy piadosa y acomodada, al principio sentía mucho temor a entrar a una comunidad religiosa. Pero llevado a estudiar a un colegio de los Padres Jesuitas, adquirió un enorme entusiasmo por esta Comunidad y pidió ser admitido como religioso jesuita. Fue admitido y en la ciudad de Avignon hizo su noviciado y en esa misma ciudad dio clases por bastantes años.

El año en que fue declarado santo San Francisco de Sales (1665) los superiores encomendaron a Claudio de la Colombiere que hiciera el sermón del nuevo santo ante las religiosas Salesas o de la Visitación. Y en aquella ocasión brillaron impresionantemente las cualidades de orador de este joven jesuita, y las religiosas quedaron muy entusiasmadas por seguir escuchando sus palabras. El Padre Claudio preparaba con mucho esmero cada uno de sus sermones, y los escribía antes de pronunciarlos. No los leía al público, porque la lectura de un sermón le quita muchísima de su vitalidad, pero antes de proclamarlos se esmeraba por ponerlos por escrito. En Avignon, en Inglaterra, y en París impresionó muy provechosamente a los que lo escuchaban predicar. Uno de los más provechosos descubrimientos de su vida fue el de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tomado de las revelaciones que recibió Santa Margarita.

Cuando Claudio cumplió los 33 años (edad en que murió Cristo) se propuso, después de hacer un mes de Retiros Espirituales, morir al mundo y a sus vanidades y dedicarse totalmente a la oración, a la vida interior, a la predicación y a la enseñanza del catecismo, y a dirigir cuantas más almas pudiera, por el camino de la santificación. En 1675 el Padre Claudio fue nombrado superior del colegio de los jesuitas en Paray le Monial, la ciudad donde vivía Santa Margarita.

Esta santa se encontraba en un mar de dudas, y no hallaba un director espiritual que lograra comprenderla. Le había contado a un sacerdote las revelaciones y apariciones que le había hecho el Sagrado Corazón de Jesús, pero aquel sacerdote, que sabía poco de mística, le dijo que todo eso eran engaños del demonio. Entonces ella se dedicó a pedirle a Nuestro Señor que le enviara un santo y sabio sacerdote que la comprendiera, y su oración fue escuchada. Escribe así Santa Margarita: “El Padre Claudio vino a predicarnos un sermón, y mientras él hablaba oí en mi corazón que Jesucristo me decía: ‘He aquí al sacerdote que te he enviado’. Después del sermón fui a confesarme con él, y me trató como si ya estuviera enterado e informado de lo que me estaba sucediendo. En la segunda confesión que hice con él le informé que yo sentía una gran aversión y repugnancia a confesarme, y me dijo que me felicitaba por esto, pues con vencer la tal aversión podía cumplir aquel mandato de Jesús que dice: ‘El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo’. Este piadoso sacerdote me fue guiando con gran sabiduría, y demostrando un gran respeto por mi alma me fue diciendo todo lo bueno y lo malo que había en mi corazón, y con sus consejos me consoló muchísimo. Me insistía continuamente que aceptara cada día el que se cumpliera en mí todo lo que la Santa Voluntad de Dios permitiera que me sucediera, y me enseñó a apreciar los dones de Dios y a recibir las comunicaciones divinas con fe y humildad”. Claudio no sólo dirigió espiritualmente a la santa que el Sagrado Corazón escogió para hacerle sus revelaciones sino que dedicó toda su vida restante y sus muchas energías en propagar por todas partes la devoción del Corazón de Jesús. Fue enviado el santo sacerdote a Inglaterra, y allí, como predicador de los altos empleados del gobierno, logró muchas conversiones de protestantes hacia el catolicismo.

Su tema favorito era la devoción al Sagrado Corazón. Pero los protestantes, que eran muy poderosos en aquel país, le inventaron toda clase de calumnias y obtuvieron que fuera puesto preso y condenado a muerte. Sólo la intervención del rey Luis XIV de Francia logró que no lo mataran.

Pero los meses pasados en la prisión le destruyeron casi por completo su salud. Fue expulsado de Inglaterra a Paray le Monial, la ciudad desde donde se propagó a todo el mundo la devoción al Corazón de Jesús. Santa Margarita le anunció que él moriría en aquella ciudad, y así sucedió el 15 de febrero del año 1682. Santa Margarita recibió una revelación en la cual se le decía que el Padre Claudio estaba ya en el cielo. El Papa Juan Pablo II lo declaró santo en 1992.

(http://www.ewtn.com/spanish/saints/Claudio_de_la_Colombiere.htm)

14 febrero, 2021

Domingo 6 (B) del tiempo ordinario

 

 Resultado de imagen para En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso suplicándole, y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo

 

Domingo 6 (B) del tiempo ordinario 

1ª Lectura (Lev 13,1-2.44-46): El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: “¡Impuro, impuro!”. Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento». Salmo responsorial: 31 R/. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación. Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.

Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa» y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero.

2ª Lectura 

(1Cor 10,31—11,1): Hermanos: Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo. Versículo antes del Evangelio (Lc 7,16): Aleluya. Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mc 1,40-45): 

En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso suplicándole, y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas partes.

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«Si quieres, puedes limpiarme» Rev. D. Ferran JARABO i Carbonell (Agullana, Girona, España)

Hoy, el Evangelio nos invita a contemplar la fe de este leproso. Sabemos que, en tiempos de Jesús, los leprosos estaban marginados socialmente y considerados impuros. La curación del leproso es, anticipadamente, una visión de la salvación propuesta por Jesús a todos, y una llamada a abrirle nuestro corazón para que Él lo transforme.

La sucesión de los hechos es clara. Primero, el leproso pide la curación y profesa su fe: «Si quieres, puedes limpiarme» (Mc 1,40). En segundo lugar, Jesús -que literalmente se rinde ante nuestra fe- lo cura («Quiero, queda limpio»), y le pide seguir lo que la ley prescribe, a la vez que le pide silencio. Pero, finalmente, el leproso se siente impulsado a «pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia» (Mc 1,45). En cierta manera desobedece a la última indicación de Jesús, pero el encuentro con el Salvador le provoca un sentimiento que la boca no puede callar.

Nuestra vida se parece a la del leproso. A veces vivimos, por el pecado, separados de Dios y de la comunidad. Pero este Evangelio nos anima ofreciéndonos un modelo: profesar nuestra fe íntegra en Jesús, abrirle totalmente nuestro corazón, y una vez curados por el Espíritu, ir a todas partes a proclamar que nos hemos encontrado con el Señor. Éste es el efecto del sacramento de la Reconciliación, el sacramento de la alegría.

Como bien afirma san Anselmo: «El alma debe olvidarse de ella misma y permanecer totalmente en Jesucristo, que ha muerto para hacernos morir al pecado, y ha resucitado para hacernos resucitar para las obras de justicia». Jesús quiere que recorramos el camino con Él, quiere curarnos. ¿Cómo respondemos? Hemos de ir a encontrarlo con la humildad del leproso y dejar que Él nos ayude a rechazar el pecado para vivir su Justicia.

(http://evangeli.net/evangelio/dia/2021-02-14)

13 febrero, 2021

Santas Fusca y Maura, Mártires

 Hoy es la fiesta de Santas Fusca y Maura, mártires del siglo III


Santas Fusca y Maura fueron dos laicas, contemporáneas a Santa Águeda de Catania, que murieron mártires durante la persecución del emperador romano Decio, en el siglo III.

Según la tradición, Fusca nació al interior de una familia pagana de Rávena en la antigua Roma. Mientras que Maura sirvió como nodriza de Fusca, criándola y cuidándola durante su infancia y adolescencia.

Cuando tenía 15 años, Fusca le dijo en secreto a Maura que tenía el deseo de convertirse al cristianismo y que ambas se bautizaran.

Buscaron a un sacerdote llamado Hermoloa, quien las instruyó en la fe y luego les administró el sacramento del bautismo.

Cuando el padre de Fusca se enteró de lo sucedido montó en cólera contra Maura, juzgándola de haber realizado mal su trabajo. Luego mandó a ambas al sótano, donde quedaron encerradas tres días sin comer ni beber a fin de que reflexionaran sobre su decisión.

El padre buscó por diversos medios devolver a su hija a las prácticas de la idolatría. Pero como no pudo doblegar su voluntad, la denunció al gobernador Quinciano, quien ya había condenado al martirio a Santa Águeda poco tiempo atrás.

A pesar de ello, Fusca se encomendó a Dios y dijo que no temía a los tormentos o la muerte, pues estaba segura que resucitaría.

Quinciano envió a sus secuaces para detener a Fusca y a su nodriza, pero a la vista de un ángel que estaba al lado de la joven, los soldados no se atrevieron a ejecutar las órdenes.

Fue necesario que las dos cristianas acudieran voluntariamente al tribunal para declarar que creían en Jesucristo.

Fueron cruelmente flageladas y luego asesinadas el 13 de febrero del año 251.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santas-fusca-y-maura-martires-del-siglo-iii-35315)

12 febrero, 2021

San Valentín, Patrono delos enamorados

 

 ¿Cómo fue la vida de San Valentín, el patrono de los enamorados? Sacerdote lo explica

La vida de San Valentín no fue fácil porque en aquellos tiempos ser cristiano era un delito, señaló Mons. Chihade Abboud, rector de la Basílica de Santa María en Cosmedín localizada en el centro de Roma, donde se custodia como reliquia el cráneo del patrono de los enamorados, cuya memoria se celebra cada año el 14 de febrero.

En declaraciones a EWTN, Mons. Abboud recordó que San Valentín vivió en el Siglo III, “el momento en el cual la Iglesia en Roma todavía no era pública”.

“Fue un cristiano en la época que era casi un delito, pero Valentín buscó evangelizar, tenía celo apostólico para difundir la fe en Jesucristo y no tenía miedo de evangelizar a los paganos, también a los jefes políticos”, destacó el sacerdote.

Asimismo, explicó que en aquella época el emperador romano impedía casarse a los soldados porque “pensaban que si un soldado estaba casado perdía un poco su fuerza, perdía la concentración en la guerra para ir contra los enemigos que estaban atacando el país”.

Por ello, San Valentín fue “un santo incómodo porque creía que la vida familiar daba un apoyo a la persona y continuó a administrar el Sacramento del Matrimonio según la fe cristiana, en el sentido de una unión sagrada entre un hombre y una mujer” y “a causa de este comportamiento San Valentín fue encarcelado”.

Por ello, Mons. Chihade Abboud afirmó que San Valentín fue un ejemplo de pastor y de cuidado ferviente por su rebaño y exhortó a pedir su intercesión para poder “vivir nuestra fe y los sacramentos con una fe profunda y fuerte”.

Sobre la reliquia que se conserva en la basílica, Mons. Abboud dijo que muchas personas acuden a rezar ante este. Además, dijo que en esta iglesia se celebra cada domingo la Misa en el rito católico greco melquita en italiano, griego y árabe.

(https://www.aciprensa.com/noticias/como-fue-la-vida-de-san-valentin-el-patrono-de-los-enamorados-sacerdote-lo-explica-61785)

11 febrero, 2021

Nuestra Señora de Lourdes

 


 ¡Oh! Señora Nuestra de Lourdes, Vos, sois la Santa Madre
del Dios de la Vida, y la que le dijisteis a Santa Bernardita:
“No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo”.
¡Y, así fue! Ella, su hermana y otra niña iban al campo a buscar
leña seca, de pronto escuchó un ruido proveniente de la gruta,
y os vió María, envuelta en una luz refulgente con un traje blanco,
una cinta azul en la cintura, un largo velo blanco y dos rosas
doradas brillantes que os cubrían los pies. En vuestras manos,
portabais un largo rosario blanco y dorado y juntas empezaron
a rezarlo. El domingo siguiente, Bernardita reza la primera
decena del Rosario y Vos, María os apareceis. La niña os tira
agua bendita para asegurarse que no erais una obra del enemigo,
y Vos, sonreís, os persignais con el Rosario y nuevamente lo rezáis
juntas. El jueves siguiente, pedís a Bernardita que regrese por
quince días seguidos a la gruta y por ello, Vos, le prometeis
hacerla dichosa en el cielo. Y, Bernardita va con una vela
bendecida y encendida, y Vos, Señora Nuestra, le enseñáis una
oración personal. Y, el domingo, la niña os vió triste y ella os
preguntó el por qué y Vos, le contestasteis: “Rogad por los
pecadores”. Y, claro, desde aquél momento las autoridades amenazan
a Bernardita con llevarla a la cárcel y todos se burlaban de ella.
Un día, diez mil personas fueron a ver lo que pasaba. Y, Vos os
aparecisteis a Bernardita y le pedisteis que les diga a los
sacerdotes que eleven ahí un santuario, a donde se debe ir en
procesión. Y, así lo hace, quien a cambio le pide el nombre de la
Señora y que florezca un rosal silvestre sobre el que se aparecía.
Y, Bernardita, os contó todo a Vos, Santa Madre del Redentor
y, Vos, le regalasteis un hermosa sonrisa de amor maternal,
le pedisteis rogar por los pecadores y exclamando: “¡Penitencia,
penitencia, penitencia!… ¡Ruega a Dios por los pecadores! ¡Besa
la tierra en penitencia por los pecadores!” Y, Bernardita así lo
hizo y pidió a los fieles que hicieran lo mismo. Mas adelante
Vos, también le dijisteis a Bernardita que bebiese y se lavase los
pies en la fuente y comiese hierba. Y luego que escarbase en el
fondo de la gruta y empezó milagrosamente a brotar agua. Allí,
el pobre obrero Bourriete, que tenía el ojo izquierdo mutilado,
ora y se frota el ojo con el agua de la fuente y luego empezó
a gritar de alegría porque había recuperó la vista. Bernardita
va a la gruta, pero luego es llevada a casa el juez y es amenazada
de ir a cárcel. Por la noche, Catalina Latapie moja su dislocado
brazo y recuperan su movimiento, produciéndose un segundo
milagro. Bernardita va de nuevo donde el párroco a recordarle
el pedido de la Virgen, luego la pequeña os pregunta de nuevo
vuestro nombre, y Vos, le sonríes. Ese día, una madre en su
desesperación lleva en brazos a su hijo que estaba medio
muerto, y lo sumerge en el agua fría y al llegar a casa, notó
que respiraba mejor, y estaba estaba lleno de vida y completamente
sano. Vos, Santa Madre del Redentor,os aparecisteis una vez más
a Bernardita y levantando los ojos hacia el cielo, juntasteis
en signo de oración las manos y tendidas hacia el suelo y le
dijisteis a Bernardita: “Soy la Inmaculada Concepción”, y ella
salió corriendo a decirle al párroco, quien se conmueve ante la
revelación del nombre ya que cuatro años antes se había proclamado
el dogma de la Inmaculada Concepción. Bernardita en la gruta
y en éxtasis pone su mano sobre la llama de la vela encendida
que había llevado y no se quema quedando ilesa y comprobada por
un médico que vió el hecho. Bernardita sintió una misteriosa
llamada y al llegar a la gruta se dio cuenta que estaba vallada
y no se podía pasar, dirigiéndose al otro lado, enfrente de la
gruta, y pudo veros Santa Madre de Dios, y exclamó: “Me pareció
que estaba delante de la gruta, a la misma distancia que las otras
veces, no veía más que a la Virgen. ¡Jamás la había visto tan
bella!”, dijo Santa Bernardita. Vuestra aparición, es considerada
como agradecimiento del cielo por el dogma de la Inmaculada
Concepción y es exaltación a las virtudes de pobreza y humildad
como las que tenía la pequeña Bernardita y un llamado a aceptar
la cruz para ser felices en la otra vida, además de recordarnos
la importancia de la oración, del Santo Rosario y la penitencia
con una misericordia infinita por los pecadores y los enfermos.
El agua de la gruta, agua virgen es, pues los químicos dijeron
que es pura, natural, sin propiedad térmica y en la que
ninguna bacteria, ni microbio sobrevive. Prueba clara, objetiva
y fehaciente del poder de la “Inmaculada Concepción”. !Aleluya!
¡Oh! Nuestra Señora de Lourdes, “Viva e Inmaculada Concepción”

© 2021 by Luis ernesto Chacón Delgado

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11 de Febrero
Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

Cada 11 de febrero la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, quien en una de sus apariciones le dijo a Santa Bernardita: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo”. Aquí el significado de sus apariciones, el mensaje que dejó y los milagros que se dieron con su intercesión.

Era el 11 de febrero de 1858, Bernardita, su hermana y otra niña iban al campo a buscar leña seca, cerca de una gruta. Para llegar ahí tenían que pasar por un arroyo. Bernardita no se atrevía a adentrarse porque el agua estaba muy fría. Se empezó a sacar los zapatos, cuando de pronto escuchó un ruido fuerte proveniente de la gruta.

Se acercó a ver lo que pasaba y ahí en ese lugar sucio y pedregoso se apareció la Virgen envuelta en una luz resplandeciente, con un traje blanco de un tejido desconocido, una cinta azul en la cintura, un largo velo blanco y dos rosas doradas brillantes que le cubrían la parte superior de los pies.

En sus manos, la Virgen tenía un largo rosario blanco y dorado. Entonces juntas empezaron a rezarlo. El domingo 14 de febrero, Bernardita en la gruta reza la primera decena del Rosario y María se aparece. La niña le tira agua bendita para asegurarse que no era una obra del enemigo. La Virgen sonríe, se persigna con el Rosario y lo rezan juntas.

El jueves 18 la Virgen le pide a Bernardita que regrese por quince días seguidos a la gruta. Ante la aceptación y promesa de la pequeña, María le promete hacerla dichosa en el otro mundo. Los rumores de las apariciones se empiezan a esparcir.

El 19 de febrero, Bernardita va con una vela bendecida y encendida. Es así que nace la costumbre de ir con velas para encenderlas ante la gruta. El 20 de febrero la Señora le enseña una oración personal a Bernardita.

El domingo 21, la niña ve que la Virgen estaba triste, le pregunta lo que le pasa y Nuestra Señora le contesta: “Rogad por los pecadores”. Para ese entonces las autoridades amenazaron a Bernardita con llevarla a la cárcel y todos se burlaban de ella.

El 22 la Virgen no se le apareció, pero la niña no perdía la esperanza de volverla a ver. El 23, diez mil personas fueron a ver lo que pasaba. La Virgen se le apareció a Bernardita y le pidió que les diga a los sacerdotes que eleven ahí un santuario, a donde se debe ir en procesión.

La niña va y le comenta al sacerdote, quien a cambio pide el nombre de la Señora y que florezca un rosal silvestre sobre el que se aparecía.

El 24 la pequeña le cuenta todo a la Virgen, quien sólo sonrió. Luego María la mandó a rogar por los pecadores y exclamó: “¡Penitencia, penitencia, penitencia!… ¡Ruega a Dios por los pecadores! ¡Besa la tierra en penitencia por los pecadores!” Bernardita así lo hizo y pedía a los espectadores que hicieran lo mismo.

El 25 de febrero la Virgen le ordena beber, lavarse los pies en la fuente y comer hierba. Bernardita, por indicación de María, escarbó en el fondo de la gruta y empezó a brotar agua.

El 26 se produce el primer milagro. El pobre obrero Bourriete, que tenía el ojo izquierdo mutilado, ora y se frota el ojo con el agua de la fuente. Luego empezó a gritar de alegría y fue recuperando la vista. El 27 la Virgen permanece en silencio, Bernardita bebe del agua del manantial y hace los gestos recurrentes de penitencia.

El 28 Bernardita va a la gruta, pero luego es llevada a casa el juez y amenazada de ir a cárcel. En la noche, Catalina Latapie moja su brazo dislocado y el brazo y la mano recuperan su agilidad, produciéndose un segundo milagro.

El martes 2 de marzo, Bernardita va de nuevo donde el párroco a recordarle el pedido de la Virgen.

El 3 de marzo la pequeña le pregunta de nuevo su nombre y la Virgen sonríe. Ese día, una madre en su desesperación lleva en brazos a su hijo que estaba medio muerto. Lo metió 15 minutos en el agua fría y al llegar a casa notó mejoría en la respiración del niño.

Al día siguiente, el niño estaba lleno de vida y completamente sano. Los médicos certificaron el milagro y lo llamaron de primer orden.

El 4 de marzo, al finalizar los quince días, la visión permanece silenciosa. El 25 de ese mes la Virgen se apareció a Bernardita, levantó los ojos hacia el cielo, juntó en signo de oración las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo y le dijo a Bernardita: “Soy la Inmaculada Concepción”.

La pequeña salió corriendo a decirle al párroco, quien se conmueve ante la revelación del nombre ya que cuatro años antes se había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción.

El 7 de abril, Bernardita en la gruta y en éxtasis pone su mano sobre la llama de la vela encendida que había llevado y no se quema. Después de la aparición, su mano estaba ilesa y fue comprobado por un médico que presenció el hecho.

El 16 de julio se produjo la última aparición. Bernardita sintió la misteriosa llamada y al llegar a la gruta se dio cuenta que estaba vallada y no se podía pasar. Se dirige entonces al otro lado, enfrente de la gruta, y vio a la Madre de Dios. ”Me pareció que estaba delante de la gruta, a la misma distancia que las otras veces, no veía más que a la Virgen. ¡Jamás la había visto tan bella!”, dijo Santa Bernardita.

Algunos consideran que la aparición de Nuestra Señora de Lourdes es un agradecimiento del cielo por el dogma de la Inmaculada Concepción y es exaltación a las virtudes de pobreza y humildad como la que tenía la pequeña Bernardita.

Asimismo afirman que es un llamado a aceptar la cruz para ser felices en la otra vida, la importancia de la oración, del Santo Rosario y la penitencia con una misericordia infinita por los pecadores y los enfermos.

El agua de la gruta ha sido analizada por químicos, quienes señalaron que es un agua virgen, pura, natural, sin propiedad térmica y en la que ninguna bacteria sobrevive. Para los cristianos esto es símbolo de la Inmaculada Concepción.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-los-catolicos-celebramos-a-la-virgen-de-lourdes-70994)

10 febrero, 2021

San José Sánchez del Río

 

 Hoy es la fiesta de San José Sánchez del Río, el niño cristero que murió mártir

 

San José Sánchez del Río fue un niño que se enlistó en las filas de los cristeros y que murió mártir en la persecución religiosa que sufrió México en la segunda década del siglo XX. Nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán (México). En 1926, cuando las leyes anticlericales del gobierno de Plutarco Elías Calles llevaron a que la Iglesia Católica suspendiera el culto público en su país, José tenía apenas 13 años y 5 meses.

En aquel tiempo, como respuesta a la legislación anticlerical que estaba orientada a restringir la libertad religiosa, laicos, presbíteros y religiosos católicos decidieron levantarse en armas en defensa de la fe y se les dio el nombre de Cristeros.

Se estima que fueron 250 mil personas las que perdieron la vida en esa guerra en ambos bandos.

 “Joselito”, como se le conoce al pequeño cristero, pidió permiso a sus padres para enlistarse como soldado del general Prudencio Mendoza y defender la causa de Cristo y de su Iglesia.

Su madre trató de disuadirlo pero él le dijo: “Mamá, nunca había sido tan fácil ganarse el cielo como ahora, y no quiero perder la ocasión”.

San José Sánchez del Río fue torturado y asesinado el 10 de febrero de 1928, a la edad de 14, por oficiales del gobierno de Calles porque se negó a renunciar a su fe.  

Le cortaron la planta de los pies y fue conducido descalzo hasta su tumba. Mientras caminaba, José Luis rezaba y gritaba “¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!”.

Ante su tumba fue colgado en un árbol y acuchillado. Uno de los verdugos lo bajó y le preguntó qué mensaje le daba a sus padres. El niño respondió: “Que Viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos”. Ante esta respuesta, el hombre le dio un tiro en la sien y lo mató.

San José Sánchez del Río fue declarado beato en Guadalajara (México) el 20 de noviembre de 2005 por el Cardenal José Saraiva Martins, y canonizado en Roma (Italia) por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016 junto a otros seis beatos, entre ellos el argentino Cura Brochero.

En el año 2012 se estrenó Cristiada, una película que cuenta varios momentos de la Guerra Cristera y de la vida del Beato Anacleto González, San José Sánchez del Río y otros santos mártires.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-san-jose-sanchez-del-rio-el-nino-cristero-que-murio-martir-85393)

09 febrero, 2021

Santa Apolonia

 

Hoy es fiesta de Santa Apolonia, mártir intercesora ante las dolencias dentales

 

¡Oh!, Santa Apolonia, vos, sois la hija del Dios de la Vida
 y su amada santa. Cristiana y bautizada desde pequeña
os educaron en la fe de vuestros padres, y más tarde
os decidisteis a quedaros sin matrimonio, así, donando
vuestra santa vida a Jesús. Un día, casi de la nada, sale
a la calle un poeta y cantando va, malos augurios; metido
estaba en la magia, y en las vías y plazas alejandrinas que
grita los males, catástrofes y calamidades que sobrevendrán
a la ciudad si no se extermina a los cristianos. El obispo
Dionisio Alejandrino, relata esta persecución. Toman
violentamente al anciano Metro y, sin respetar sus canas;
le exigen blasfemar contra Jesucristo y, desalentándose
con su negativa lo muelen a palos y luego pasan a lapidarlo.
Luego toman a la matrona Cointa, que es atada, arrastrada
y muerta a pedradas. Literalmente arde la ciudad, parece
en estado de guerra. La gente fuera de sí, asalta las casas
de los cristianos. A vos, ya entrada en años os conocían por
vuestras obras de caridad, sólida virtud y vuestro retiro
en oración. Tiempo atrás, erais diaconisa de vuestra iglesia
local, unas hordas os secuestran y pretenden obligaros
a blasfemar contra Jesucristo. Pero vos, no lo hacéis
y entonces, con una piedra os destrozan los dientes. Después
os llevan fuera de la ciudad amenazándoos con arrojaros
al fuego, si no apostataseis. Vos, entonces, pedís un tiempo
para reflexionar y entráis en oración. Luego, vos misma,
con desprecio a la vida y manifestando de que vivir sin Dios
no vale; con valor y paso decidido, entrasteis en las llamas
donde entregasteis vuestra santa vida a quien os la dio:
¡Dios!. Así, voló vuestra alma al cielo, para cornona de luz
recibir, como justo premio a vuestra entrega de amor
y fe. Abogada contra todos los males de dientes y muelas,
Patrona Santa de todos los odontólogos del mundo entero;
¡Oh!, Santa Apolonia, “vivo amor y fidelidad a Jesucristo”.

© 2021 by Luis ernesto Chacón Delgado
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9 de Febrero
Santa Apolonia
Virgen y Mártir

Martirologio Romano: En Alejandría, en Egipto, conmemoración de santa Apolonia, virgen y mártir, la cual, después de haber sufrido muchos y crueles tormentos por parte de los perseguidores, para no verse obligada a proferir palabras impías prefirió entregarse al fuego antes que ceder en su fe (c. 250).

Etimología: Apolonia = Aquella que desciende de Apolo, es de origen griego.

Sucedió en tiempos del emperador Felipe que es una época suave en la práctica de la fe cristiana. El lugar de los acontecimientos es Alejandría y por el año 248, previo a la persecución de Decio.

Sale a la calle un poeta con aires de profeta de males futuros; practicaba la magia, según se dice; va por las vías y plazas alejandrinas publicando, como agorero de males, las catástrofes y calamidades que van a sobrevenir a la ciudad si no se extermina de ella a los cristianos. No se sabe qué cosas dieron motivo para predecir esos tiempos aciagos, pero la verborrea produjo su efecto. El obispo Dionisio Alejandrino es el que relata el comienzo de la persecución. Tomaron violentamente al anciano Metro, sin respetar sus canas; le exigen blasfemias contra Jesucristo, se desalientan con su firmeza y acaban moliéndolo a palos y lapidándolo a las afueras de la ciudad. Luego van a por la matrona Cointa que es atada, arrastrada y también muerta a pedradas. Ahora la ciudad parece en estado de guerra; han crecido los tumultos; la gente va loca asaltando las casas donde puede haber cristianos. Se multiplican los incendios, los saqueos y la destrucción.

En Alejandría vive una cristiana bautizada desde pequeña y educada en la fe por sus padres; en los tiempos de su juventud decidió la renuncia voluntaria al matrimonio para dar su vida entera a Jesús. Se llama Apolonia y ya es entrada en años; los que la conocen saben mucho de sus obras de caridad, de su sólida virtud y de su retiro en oración; incluso presta ayuda a la iglesia local como diaconisa, según se estila en la antigüedad. Las hordas incontroladas la secuestran y pretenden obligarla a blasfemar contra Jesucristo. Como nada sale de su boca, con una piedra le destrozan los dientes. Después la llevan fuera de la ciudad amenazándola con arrojarla a una hoguera, si no apostata. Pide un tiempo para reflexionar. Se abisma en oración. Luego, ella misma es la que, con desprecio a la vida que sin Dios no vale, con paso decidido, pasa ante sus asombrados verdugos y entra en las llamas donde murió.

Los cristianos recogieron de entre las cenizas lo poco que quedó de sus despojos. Los dientes fueron recogidos como reliquias que distribuyeron por las iglesias.

Su representación iconográfica posterior la presenta sufriendo martirio de manos de un sayón que tiene una gran piedra en la mano para impartir el golpe que le destrozó la boca. Por eso es abogada contra los males de dientes y muelas.

También a nosotros nos asombra la decisión de santa Apolonia por parecerse al suicidio. Algún magnánimo escritor habla de que «eso sólo es lícito hacerlo bajo una inspiración de Dios». Desde luego es susceptible de más de una glosa. Sólo que los santos, tan extremosamente llenos de Dios, adoptan en ocasiones actitudes inverosímiles y desconcertantes bajo el aguijón del Amor y ¡quien sabe si esas son «locuras» sólo para quien no tiene tanto amor! Al fin y al cabo, cada santo es el misterio de responder sin cuento a Dios.

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