08 septiembre, 2021

Natividad de la Santísima Virgen María

 ¡Feliz cumpleaños Virgen María!

 ¡Oh!, Santa María, Vos, sois la hija del Dios de la Vida
y la Santa Madre de Jesús, Dios y Señor Nuestro, y que,
antes de que el mundo creado fuera, elegida fuisteis por
Dios Padre, porque quiso Él, que así fuera, y así fue,
para gloria del universo todo. Así, Vos, os convertisteis
a su tiempo, en la depositaria amorosa de la “Divinidad
de Cristo”, por Dios Padre dada y, a quien en vuestro seno
cubristeis con vuestra increíble humanidad de santo amor.
Y, desde siempre sois y seréis la “Kejaritomene”, la “Llena
de gracia”, la “Reina del cielo” y la “Bendita entre todas
las mujeres”. Salve, ¡oh!, Vuestra Natividad bendita, Santa
María, Hija amorosa divina y celestial de Santa Ana,
y de San Joaquín, por los siglos de los siglos. San Juan
Damasceno, os saludó Virgen Niña así: “Dios te salve,
Probática, santuario divino de la Madre de Dios ¡Dios te
salve, María, dulcísima hija de Ana!”. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Bienvenida en este día, para traernos al Cristo Amado
Dios y Señor Nuestro, por quien somos y vivimos todos;
¡Oh!, Santa María, ¡Vivo y amoroso regalo de Dios Padre!.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
____________________________________________

8 de Septiembre
Natividad de la Santísima Virgen María

Santa Madre del Dios de la Vida y del Amor: Jesús

Fuente: Archidiócesis de Madrid

Fiesta de la Natividad de la bienaventurada Virgen María, de la estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado.

Un anticipo y anuncio inmediato de la redención obrada por Jesucristo es el nacimiento de su Madre la Virgen María, concebida sin mancha de pecado, llena de gracia y bendita entre todas las mujeres.

En Jerusalén, en la Iglesia de Santa Ana.

La primera fuente de la narración del nacimiento de la Virgen es el apócrifo Protoevangelio de Santiago, que coloca el nacimiento de la Virgen en Jerusalén, en el lugar en que debió existir una basílica en honor a la María Santísima, junto a la piscina probática, según cuentan diversos testimonios entre los años 400 y 600. Después del año 603 el patriarca Sofronio afirma que ése es el lugar donde nació la Virgen. Posteriormente, la arqueología ha confirmado la tradición.

La fiesta de la Natividad de la santísima Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el s. v. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. La fiesta surgió muy probablemente como dedicación de una iglesia a María, junto a la piscina probática; tradición que se relaciona con el actual santuario de Santa Ana.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/31860/natividad-de-la-santsima-virgen.html)

07 septiembre, 2021

Santa Regina Vírgen y Mártir

 

Hoy es la fiesta de Santa Regina, virgen y mártir

 ¡Oh!, Santa Regina, vos sois la hija del Dios de la Vida
y su amada santa. ¿Qué diré de vos, si fue todo dicho,
aquél día por vos? ¡Nada diré!, pues vuestro martirio, en
medio de prodigios del cielo lo saben la blanca paloma
aquella y los paganos convertidos en vuestro holocausto.
Reina y virgen a imitación de María, la vida por Cristo
disteis y rechazaste al pagano aquél ganando el cielo.
Os suplicamos pues, que; en base a vuestros méritos
intercedáis ante el Dios de la Vida para que las niñas
de nuestro tiempo sepan acumular para el cielo riquezas,
y se libren del mal que sólo brinda espejismos de vida,
pues vos, cuando teníais quince años conocisteis a Cristo
y le entregasteis vuestro corazón y bautizándoos decidisteis
darle para siempre vuestra virginidad. El prefecto de vuestro
tiempo se enamoró de vos al solo veros, pero, en su presencia
le confesasteis vuestra fe verdadera. Y, allí mismo, comenzaron
vuestros problemas, siendo puesta en la cárcel y con una
amenaza: que, al regreso del prefecto vos, deberíais cambiar
de religión. Y, a  la vuelta del sujeto vos, os negasteis
a hacer sacrificio a los ídolos, padeciendo terribles torturas
y en el ambiente hay prodigios en él: se producen terremotos,
se oyen voces celestiales y una paloma se acerca a curaros.
Y en ese instante, la gente se convierte a centenares, hasta
que por fin, os deguellan, y así, alza vuelo vuestra alma para
recibir corona de luz como premio justo a vuestra fidelidad;
¡oh!, Santa Regina; “viva fideliad al Dios de la Vida y del Amor”

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
____________________________________

7 de Septiembre
Santa Regina
Mártir

Los niños piden -al menos así lo hacían en tiempos pasados- a los mayores que les cuenten un cuento a la hora de dormir. La condescendencia de los que les quieren, procurando su bien dormir, les lleva a ilustrar su imaginación con historias que unas veces son sólo producto del genio humano y otras… adornan la verdad de hechos ocurridos en la ordinariez de la vida con amplificaciones que hacen fantástica, amable y hasta apasionante la historia real. No sé si la historia de Regina servirá para rellenar esos momentos previos al descanso nocturno de los pequeños, pero no me cabe duda de que sí servirán a los adultos para que detengamos un momento nuestro ardoroso caminar.

Regina es palabra latina que se vierte al castellano por Reina. Así se llamaba nuestra protagonista de hoy. Fue una francesita hija de padre romano y de madre gala. Era el tiempo del Imperio. Cuando tenía quince años conoció a Cristo y le entregó su corazón, se bautizó y decidió darle para siempre su virginidad.

Es hermosa en demasía. El prefecto romano se enamoró de ella al verla. En su presencia, Regina confiesa su fe. Desde este momento comienzan las dificultades para la fidelidad. Fue puesta en la cárcel y con una amenaza: al regreso del prefecto, que necesariamente ha de ausentarse, ella debe haber cambiado de religión o conocerá el furor romano.

Sucede a la vuelta del personaje lo previsible con la gracia de Dios. Ella se niega a sacrificar a los ídolos, llegan las torturas, los hierros arañan y cortan su carne. También hay prodigios del Cielo: se producen terremotos, se oyen voces celestiales… hasta una paloma se acerca para consolarla, darle ánimos y curarla.

El ejemplo es tan llamativo que la gente se convierte a centenares. Por fin, es degollada. La candidez de la historia narrada, pletórica de elementos hiperbólicos y de adornos donados por la fantasía, expone un drama común y diario de mucha gente que bien merece la atención y el mimo del poeta, me refiero a todos esos que están dispuestos en serio a dar la vida por la fe que tienen y, llegado el momento, darla.

Fuente: Archidiócesis de Madrid

(http://www.mercaba.org/SANTORAL/Vida/09/09-07_S_regina_martir.htm)

06 septiembre, 2021

Santos Cleto y Donaciano, valientes defensores de la fe cristiana

 

 Hoy es la fiesta de Santos Cleto y Donaciano, mártires del siglo V

Los santos Cleto y Donaciano vivieron en el siglo V. Ambos fueron obispos, valientes defensores de la fe cristiana, dispuestos a entregar la vida por Cristo. Cleto fue quemado vivo, mientras que Donaciano murió en el desierto, tras ser deportado por el rey de los vándalos, Hunerico.

Los vándalos fueron un pueblo germano originario de Europa central -las actuales Alemania y Polonia- y que se hizo célebre por haber invadido los territorios del entonces imperio romano, conquistando el norte de África e invadido la capital, Roma, organizando uno de los más violentos saqueos que padeció la Ciudad Eterna a lo largo de la historia.

En el año 484, el rey Humerico ordenó que todas las iglesias cristianas del África fueran clausuradas y confiscados sus bienes para entregarlos a la turba. Por mandato real, congregaron a los obispos en el palacio, después los condujeron lejos de la ciudad y les ordenaron a que marcharan solos hacia el destierro.

Ante tal injusticia, Donaciano y otros cuatro obispos de la provincia de Bisaseno, reunieron a un grupo de cristianos y organizaron una protesta frente a las puertas de la ciudad. El rey Humerico furioso por la revuelta, ordenó a sus soldados matar y “aplastar” a quienes protestaban.

Donaciano y los cuatro obispos fueron brutalmente golpeados, y luego conducidos a la fuerza al desierto, donde quedaron abandonados para morir de hambre y sed.

San Cleto, Obispo de la Leptis Menor, considerado “un hombre celoso y muy sabio” -y que se había ganado la enemistad de Humerico por su enérgica oposición al arrianismo- fue encerrado en un calabozo hediondo, del cual solo fue sacado al cabo de dos meses para ser quemado vivo.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santos-cleto-y-donaciano-martires-del-siglo-v-94465)

05 septiembre, 2021

Domingo 23 (B) del tiempo ordinario

 El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | «Todo lo ha  hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos»

Texto del Evangelio (Mc 7,31-37): En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: “¡Ábrete!”. Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».

____________________

«Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre él» Pbro. Fernando MIGUENS Dedyn (Buenos Aires, Argentina)

Hoy, la liturgia nos lleva a la contemplación de la curación de un hombre «sordo que, además, hablaba con dificultad» (Mc 7,32). Como en muchas otras ocasiones (el ciego de Betsaida, el ciego de Jerusalén, etc.), el Señor acompaña el milagro con una serie de gestos externos. Los Padres de la Iglesia ven resaltada en este hecho la participación mediadora de la Humanidad de Cristo en sus milagros. Una mediación que se realiza en una doble dirección: por un lado, el “abajamiento” y la cercanía del Verbo encarnado hacia nosotros (el toque de sus dedos, la profundidad de su mirada, su voz dulce y próxima); por otro lado, el intento de despertar en el hombre la confianza, la fe y la conversión del corazón.

En efecto, las curaciones de los enfermos que Jesús realiza van mucho más allá que el mero paliar el dolor o devolver la salud. Se dirigen a conseguir en los que Él ama la ruptura con la ceguera, la sordera o la inmovilidad anquilosada del espíritu. Y, en último término, una verdadera comunión de fe y de amor.

Al mismo tiempo vemos cómo la reacción agradecida de los receptores del don divino es la de proclamar la misericordia de Dios: «Cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban» (Mc 7,36). Dan testimonio del don divino, experimentan con hondura su misericordia y se llenan de una profunda y genuina gratitud.

También para todos nosotros es de una importancia decisiva el sabernos y sentirnos amados por Dios, la certeza de ser objeto de su misericordia infinita. Éste es el gran motor de la generosidad y el amor que Él nos pide. Muchos son los caminos por los que este descubrimiento ha de realizarse en nosotros. A veces será la experiencia intensa y repentina del milagro y, más frecuentemente, el paulatino descubrimiento de que toda nuestra vida es un milagro de amor. En todo caso, es preciso que se den las condiciones de la conciencia de nuestra indigencia, una verdadera humildad y la capacidad de escuchar reflexivamente la voz de Dios.

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2021-09-05)

04 septiembre, 2021

Santa Rosalía, Patrono de Palermo

 Hoy es fiesta de Santa Rosalía, virgen y eremita

 

¡Oh!, Santa Rosalía de Palermo, sois vos,
la hija del Dios de la Vida, y su amada santa;
una “guirnalda de rosas”; una “Rosalinda de alma
y espíritu”. A vos, desde los catorce años
el Espíritu Santo, os embelesó y os invitó
a los montes “El Pellegrino y el Cocino”,
que muy bien y mucho, saben de vos, y claro,
más el Dios de la Vida, que grabó en su retina
la vida de vuestra ascesis, oración y penitencia.
En la Edad Media, os dedicaron varias iglesias
y se os consideró “Protectora y Patrona de Palermo”.
“Abogada contra la peste y los terremotos
y escudo de honor”. La iconografía os representa como
ermitaña o bien revestida con hábito agustino,
y con vuestros principales atributos que son:
una corona de rosas, en alusión a vuestro nombre;
un crucifico y una calavera, por vuestra ascesis.
Un día, voló vuestra alma al cielo, para coronada
ser, con corona de luz como justo premio a vuestra
entrega de amor, fe y misericordia. ¡Aleluya!
“Santa Patrona y protectora de Palermo”;
¡oh!, Santa Rosalía, “viva y amorosa discípula de Dios”.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
___________________________________________

4 de Septiembre

Santa Rosalía

Santa Rosalía, conocida también como Rosalía de Palermo (1130 – cir.1156/66), fue una eremita del siglo XII, a quien se le cuenta entre las santas vírgenes de la Iglesia. Rosalía vivió una vida de oración, contemplación y penitencia; alejada del mundo.

Nacida Rosalia Sinibaldi, perteneció a una noble familia proveniente de Normandía que se reclamaba descendiente de Carlomagno. Se le considera patrona de la ciudad de Palermo (Sicilia, Italia), lugar donde nació. Su nombre es una contracción de los vocablos “Rosa” y “Lilia”, y es llamada cariñosamente “La Santuzza” (“La Santita”), debido a que fue una mujer de baja estatura.

Rosalía fue educada en la corte, y por su belleza y bondad se convirtió en dama de honor de la reina Margarita de Navarra, esposa del rey Guillermo II. Sin embargo, dejó su hogar y el palacio real para dedicarse completamente a la vida de oración. Al principio fue acogida en el monasterio basiliano de Santo Salvador en Palermo, pero la presión ejercida por sus padres y su prometido la forzaron a huir hacia una cueva cerca de Bivona, y más tarde a otra, ubicada en el Monte Peregrino, cerca de Palermo, en la cual murió.

De acuerdo al sacerdote bolandista (jesuita dedicado a la recopilación de datos sobre los santos), P. Juan Stilting, Rosalía fue hija de Sinibaldo, conde de Quisquina y Monte Rosa (actual territorio de Santo Stefano Quisquina y Bivona), y fue efectivamente descendiente del emperador Carlomagno.

Según la tradición, fue por intercesión de Rosalía que desapareció la peste que asoló Sicilia en 1624, año en el que sus restos fueron encontrados. Dice la leyenda que la santa se le apareció a un cazador al que le indicó cómo llegar a la cueva dónde se ubicaban sus restos, pidiéndole que sean sacados en procesión y se les entierre debidamente. El pueblo siciliano tomó en serio la solicitud y en pocos días la peste se extinguió. Por eso, los habitantes de la isla mediterránea la consideran su patrona.

Sus restos fueron colocados posteriormente en la Catedral de Palermo. Poco tiempo después, el Papa Urbano VIII reconoció la autenticidad de sus reliquias y dispuso que se le conmemore en Sicilia cada 15 de julio, y el día 4 de septiembre en toda la Iglesia universal, conmemorando tanto el hallazgo como el traslado de sus reliquias.

La iconografía la representa como ermitaña o, a veces, revestida del hábito agustino. Suele aparecer también coronada de rosas -en alusión a su nombre-, al lado de un crucifijo y una calavera, en alusión a la vida ascética que llevó.

El culto a esta santa fue inicialmente promovido por los Benedictinos y se ha hecho universalmente popular. Se pide su intercesión en los momentos difíciles, contra enfermedades infecciosas y, de manera particular, contra la peste. Hoy sus devotos piden por el fin de la pandemia que asedia al mundo.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santa-rosalia-virgen-y-eremita-67071)

03 septiembre, 2021

San Gregorio Magno, "El Grande"

 

Hoy celebramos la fiesta de San Gregorio Magno, el primer monje elegido Papa

 

¡Oh!, San Gregorio Magno, vos, sois el hijo del Dios
de la Vida, su amado santo y Papa, que honor hicisteis
al significado de vuestro nombre: “el Vigilante”.
Benedicto I Papa, os ordenó presbítero y más tarde
Nuncio en Constantinopla y luego, Santo Padre.
Vos, os distinguisteis por vuestra oratoria, política
tolerante, administración atinada, interés misionero,
y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Vuestra
pastoral acción, reflejada quedó en “Regla pastoral”,
“Diálogos”, “Sacramentario” y “Antifonario” y por
vuestros comentatios bíblicos, vuestra “Moralina”
y el “Epistolario”. Apenas fallecisteis de milagro
venerado fuisteis como santo y la tradición os nombró
“Patrón de los liturgistas, investigadores, y sabios”,
por vuestra erudición y “Patrón de los músicos, chantres
y cantores”, por la escuela de canto que fundasteis.
Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste,
y “Abogado de las almas del purgatorio” por las
“misas gregorianas”, símbolo hasta nuestros días.
En la iconografía se os representa con la tiara y la cruz
papal; y como uno de los cuatro grandes de Occidente
al que la tradición os conoce como “El Grande” y como
“monje”. Además una paloma, símbolo de inspiración,
una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios
y el ánima sola o varias almas del purgatorio. Y así,
y, luego de haber gastado vuestra santa vida, voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona
de luz, como justo premio a vuestra entrega de amor.
Santo Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores;
¡oh!, San Gregorio Magno, “vivo amor del Amor de Dios”.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
___________________________________________

3 de Septiembre
San Gregorio Magno
Papa y doctor de la Iglesia

Señor Dios, que cuidas a tu pueblo con ternura y lo gobiernas con amor, te pedimos que, por intercesión del papa San Gregorio Magno, concedas el Espíritu de sabiduría a quienes has establecido como maestros y pastores de la Iglesia, para que así el progreso de los fieles constituya el gozo eterno de sus pastores. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Gregorio significa “el Vigilante”, en Griego. Nació y murió en Roma en 540 y 604. Estudió Derecho y en 573 fue nombrado Prefecto. Como heredó la fortuna de su padre, construyó varios monasterios en Roma y se retiró al Monte Celio. Fue ordenado diácono y en 578 el Papa Benedicto I lo ordenó presbítero. Fungió como Nuncio en Constantinopla entre 579 y 586. Tres años después fue elegido Papa, misión en que se distinguió por su oratoria, política tolerante, administración atinada, interés misionero en Inglaterra y España y tacto en la reforma del clero y la liturgia. Su acción pastoral se refleja en varias de sus obras: Regla pastoral, Diálogos, Sacramentario y Antifonario.

Se distinguió, también, por su obra bíblica (varios comentarios), ascética (su Moralina) y epistolar (859 cartas). Apenas muerto, fue venerado como santo y la tradición lo asumió como Patrón de los liturgistas, sabios e investigadores, por su amplia erudición; de los músicos, chantres y cantores, por la escuela de canto que fundó (cantos gregorianos); Defensor contra la enfermedad de la gota y la peste; y Abogado de las almas del purgatorio por las “misas gregorianas” que hasta él se hicieron remontar.

En la iconografía aparece, como todos los papas, con la tiara y la cruz papal; en calidad de Padre de la Iglesia (uno de los cuatro grandes de Occidente) al que la tradición conoce como El Grande; y como monje. Una paloma, símbolo de inspiración, una cartela con notas musicales, los emblemas pontificios y el ánima sola o varias almas del purgatorio son sus atributos principales.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Gregorio_Magno_9_3.htm)

02 septiembre, 2021

Beato Bartolomé Gutiérrez Rodríguez, Mártir

 

Nació en la ciudad de México el 4 de septiembre de 1580, hijo de Alonso Gutiérrez y Ana Rodríguez. Fue bautizado en la parroquia de Sagrario Metropolitano. Con 16 años ingresa a la orden agustina; hizo sus estudios en el convento de Yuriria, Michoacán, profesando el 1 de junio de 1597. Ordenado sacerdote, fue trasladado a Puebla al convento de San Agustín. Por estas fechas ya tenía deseos de ser misionero y mártir, sus hermanos de religión se burlaban de él porque era muy gordo y no podría soportar las fatigas del misionero. Pero el respondía con jocosidad: “Tanto mejor, así habrá más reliquias que repartir cuando muera mártir, porque algún día iré a Filipinas y de allí a Japón donde moriré por la Fe de Cristo”. Sus palabras resultaron proféticas.

El 22 de febrero de 1606 se embarcó en Acapulco y llego a Filipinas el 1 de mayo siguiente. Allí, los superiores al ver sus cualidades, lo nombraron maestro de novicios, desempeñando este cargo durante un sexenio. Tenía una gran facilidad para los idiomas, era un buen latinista y aprendió pronto el japonés a pesar de las dificultades de esta lengua. En 1612 se embarca a Japón y en 1613 es nombrado prior del convento de Usuki; como dominaba bien el idioma japonés, se entregó de lleno a la evangelización, teniendo pronto a su cargo una gran comunidad de fieles. En 1614 hubo un decreto de expulsión para los religiosos y en noviembre de este año el Beato Bartolomé fue capturado y expulsado de Japón, volviendo a Filipinas, donde nuevamente fue maestro de novicios. En Japón la persecución recrudeció a raíz del martirio del Beato Fernando de San José Ayala, OSA y las demandas de refuerzos llegaban a Manila porque los fieles ocupaban pastores. Algunas crónicas precisan que se pedía la vuelta del Padre Bartolomé Gutiérrez porque este había dejado un buen recuerdo. Así, el provincial designó que volviera a Japón acompañado del Beato Pedro de Zúñiga, regresando ambos a tierra de misión el 12 de agosto de 1618.

Ejerció un ministerio ejemplar entre sus fieles, estimulando por su fervor, sosteniendo a los débiles en la fe, predicando y administrando los sacramentos a escondidas. Venció innumerables peligros para llevar a Cristo a los creyentes y para no ser detenido, vivía en los campos y bosque; vivió pobremente, padeció las inclemencias del clima y también el hambre. A esto él añadió ayunos, vigilias y tales maceraciones, que aquel joven robusto de 25 años, se convirtió en un hombre enjuto y seco que no parecía tener más que huesos y piel.

De él se platica que Dios lo protegió de manera milagrosa cuando se escondía. En una ocasión escapó de sus perseguidores gracias a que una araña tejió su telaraña en un rincón de la casa donde se escondía. Otra vez salió al encuentro de sus captores tocando un instrumento musical sin ser notado por ello. También sucedió que una buena mujer lo escondió en su casa, llegaron los guardias y le preguntaron por él, entonces ella sufrió un ataque de nervios y se reía mucho, pensaron los oficiales que quería congraciarse con ellos mientras les señalaba que adentro y lo tomaron a burla y se marcharon sin revisar. Así fue que desarrolló su apostolado hasta 1629, en que llego a Nagasaki como gobernador un hombre llamado Tacanga. Este fue un cruel perseguidor y redobló las pesquisas y castigos. También respiraba mucho odio contra el Beato Bartolomé y los agustinos porque en el reino de Bungo habían fundado el primer convento y para acabar de componerla, el religioso había convertido al cristianismo a varios familiares suyos.

Víctima de una traición, el Beato Bartolomé fue sorprendido y arrestado el 10 de noviembre de 1629, junto con el catequista y ahora Beato Juan Shozaburo y otros tres auxiliares con los que fue enviado a la cárcel de Nagasaki, allí se reunieron pronto con él los religiosos agustinos Francisco de Jesús Terrero y Vicente de San Antonio Carvalho. Desde 1618 él había sido el sostén y promotor de la comunidad cristiana local, ahora ya detenido, el Tirano Tacanga se alegró porque iba a escarmentarlo para infundir miedo en el reino. Luego fue trasladado a la cárcel de Omuro, por considerarse que era un lugar más cruel.

En su traslado fue notoria su tranquilidad y resignación así como la alegría con que cantaba himnos a Dios en acción de gracias. Aquí languideció durante dos años. En 1630 tuvo la oportunidad de escribir al provincial: “por estar al presente por horas y momentos esperando la muerte” dando noticias no menos interesantes sobre sus compañeros y circunstancias de su prisión. En 1631 vuelve a Nagasaki en compañía de sus hermanos de hábito Francisco de Jesús y Vicente de San Antonio así como el Jesuita Antonio Ixda, encontrado en la prisión al hermano franciscano Gabriel de la Magdalena. Los hicieron sufrir la tortura del agua sulfurosa en el Monte Unge, fueron llevados al lago de Arima, de aguas hirvientes, con las que eran bañadas sus carnes hasta escaldarlos y desollarlos creyendo que así renegarían de la fe. Esta dolorosísima prueba, de la que muchos salían apostatando, fue ganada por los mártires. Los suplicios fueron verdaderamente espantosos y se prolongaron por un mes, repitiéndose el castigo por lo menos dos veces al día, lo que tuvieron que padecer, todo el cuerpo hecho una llaga, no es fácil de imaginar.

Al ver que no se lograba ningún retroceso, fueron devueltos a Nagasaki, donde se les condenó a morir en la hoguera. Todavía la víspera, Tacanga les ofreció la libertad si apostataban, pero permanecieron firmes en la fe. La sentencia se llevó a cabo el 3 de septiembre de 1632. Al llegar al lugar del suplicio, entonaron, como era la costumbre entre quienes eran sacrificados, el salmo 116 “Laudate Dominum omnes gentes”, luego los ataron con lazos muy frágiles, para que se pudieran romper si decidían renegar. La leña era verde y llena de lodo para que ardiera con dificultad. Al ser encendido el fuego, el Beato Vicente Carvalho sacó su crucifijo y levantándolo en alto exclamo “¡Adelante valerosos soldados de Jesucristo! ¡Viva nuestra fe y por ella valerosamente muramos!”.

El Beato Bartolomé Gutiérrez dejo varios escritos. Explicación de la doctrina cristiana la Relación del suceso de la prisión y dichoso fin de los bienaventurados mártires Pedro de Zúñiga y Luis Flores y la Relación del martirio que padecieron otros religiosos en el Japón en el mes de septiembre de 1622. Este grupo de misioneros cierra el elenco de os mártires encabezados por el Beato Alfonso de Navarrete.

A continuación se refiere una breve semblanza de los beatos martirizados junto Beato Bartolomé Gutiérrez.

Beato Vicente de San Antonio Simoes de Carvalho Nació en 1590 en Albufeiora, Portugal, siendo sus padres Antonio Simoes y Catalina Pereiro, quienes le dieron una buena educación. Ingresó con los agustinos en el convento de Santa María de Gracia, donde profesó y fue ordenado sacerdote. En 1621 estuvo en México, en 1622 en Filipinas y en 1623 en Japón; por casi seis años se consagró al ministerio en secreto y logró mucho fruto, burlando, también la vigilancia de los espías hasta que finalmente fue capturado.

Beato Francisco de Jesús Terrero Pérez Nació en 1590 en Villa Mediana, Palencia, siendo hijo de Pedro Terrero y María Pérez, ambos de ascendencia noble y familias ricas. A los 8 años quedó huérfano y fue educado por dos tíos suyos que eran sacerdotes; con 16 años ingresa a la orden de San Agustín en Valladolid, luego de profesar en esa orden, hizo estudios sacerdotales recibiendo por fin el presbiterado. En 1621 estuvo en México, luego se trasladó a filipinas y por ultimo a Japón, donde fue vicario Provincial. Estudió el japonés para poder transmitir el Evangelio, su apostolado lo hacía de noche y con muchos peligros, tuvo que vivir en una cueva para no ser descubierto. Las crónicas dicen que bautizó cerca de 7000 fieles.

Beato Antonio Ixhida Kyutaku S.J. Nació en el año de 1570 en Ximabaro, reino de Arima. Con 19 años ingreso a la Compañía de Jesús, donde profesó y fue ordenado; como conocía de fondo las religiones paganas y tenía buena elocuencia, su ministerio se valió de esto para tener mucho provecho. Desafiaba los peligros para llevar el consuelo a los cristianos encarcelados, burlando la vigilancia de los soldados.

Beato Jerónimo de la Cruz Jo ó de Torres Nació en Nagasaki, de joven estudió con los padres franciscanos que lo enviaron a Filipinas para continuar sus estudios; una profeso fue ordenado sacerdote y su ministerio lo hacía entre sus compatriotas exiliados con abundancia de buenos resultados. Entonces cambio su apellido Jo por el español de Torres. El Beato amaba mucho a su patria y oraba a Dios suplicándole el fin de las persecuciones. En 1628 volvió a Japón para ayudar con su ministerio a sus hermanos perseguidos. Breve fue su trabajo, pues fue apresado en 1629.

Beato Gabriel de la Magdalena Tarazona Rodríguez Nació en Sonseca, Toledo en octubre de 1567, hijo de Pedro Tarazona e Isabel Rodríguez. Recibió el bautismo el 22 de octubre del mismo año y la confirmación el 16 de junio de 1571. Estudio y ejerció la medicina y a los 30 años ingresó como hermano lego en la orden Franciscana, en la rama alcantarina. Su ardiente amor a Cristo y la salvación de las almas le hicieron ir a Japón, a donde llegó en 1606. Estuvo en Osaka, donde se dedicó a curar almas y cuerpos. En 1613 se desató una persecución, muchos religiosos fueron expulsados pero él logró esconderse en Nagasaki; su fama era tal que se decía que por sus conocimientos de medicina, podría ser médico del propio emperador. Tuvo fama de tener gran religiosidad, de hacer curaciones milagrosas, de levitar mientras oraba y tener el don de la bilocación. En 1630 fue apresado y llevado a la cárcel de Omura, de donde fue sacado para curar al propio Gobernador y su familia, así como para atormentarlo luego con las aguas sulfurosas. Murió en la hoguera y sus cenizas, como las de sus compañeros, fueron arrojadas al mar.

Culto Estos beatos integran un numeroso grupo de 205 mártires encabezados por el Beato Alfonso Navarrete y fueron elevados al honor de los altares el 7 de julio de 1867 por el Beato Pio IX. El Beato Bartolomé Gutiérrez recibe culto litúrgico en México el 2 de septiembre con el grado de memoria opcional y las oraciones de la misa y la liturgia de las horas se refieren únicamente a él.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=761)