08 mayo, 2022

Domingo IV (C) de Pascua

 

MIS OVEJAS ESCUCHAN MI VOZ


Texto del Evangelio (Jn 10,27-30):En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

______________________

«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco» P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)

Hoy, la mirada de Jesús sobre los hombres es la mirada del Buen Pastor, que toma bajo su responsabilidad a las ovejas que le son confiadas y se ocupa de cada una de ellas. Entre Él y ellas crea un vínculo, un instinto de conocimiento y de fidelidad: «Escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen» (Jn 10,27). La voz del Buen Pastor es siempre una llamada a seguirlo, a entrar en su círculo magnético de influencia.

Cristo nos ha ganado no solamente con su ejemplo y con su doctrina, sino con el precio de su Sangre. Le hemos costado mucho, y por eso no quiere que nadie de los suyos se pierda. Y, con todo, la evidencia se impone: unos siguen la llamada del Buen Pastor y otros no. El anuncio del Evangelio a unos les produce rabia y a otros alegría. ¿Qué tienen unos que no tengan los otros? San Agustín, ante el misterio abismal de la elección divina, respondía: «Dios no te deja, si tú no le dejas»; no te abandonará, si tu no le abandonas. No des, por tanto, la culpa a Dios, ni a la Iglesia, ni a los otros, porque el problema de tu fidelidad es tuyo. Dios no niega a nadie su gracia, y ésta es nuestra fuerza: agarrarnos fuerte a la gracia de Dios. No es ningún mérito nuestro; simplemente, hemos sido “agraciados”.

La fe entra por el oído, por la audición de la Palabra del Señor, y el peligro más grande que tenemos es la sordera, no oír la voz del Buen Pastor, porque tenemos la cabeza llena de ruidos y de otras voces discordantes, o lo que todavía es más grave, aquello que los Ejercicios de san Ignacio dicen «hacerse el sordo», saber que Dios te llama y no darse por aludido. Aquel que se cierra a la llamada de Dios conscientemente, reiteradamente, pierde la sintonía con Jesús y perderá la alegría de ser cristiano para ir a pastar a otras pasturas que no sacian ni dan la vida eterna. Sin embargo, Él es el único que ha podido decir: «Yo les doy la vida eterna» (Jn 10,28).

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «‘El que entre por mí se salvará’, disfrutará de libertad para entrar y salir, y encontrará pastos abundantes. En efecto, entrará al abrirse a la fe; saldrá al pasar de la fe a la visión; encontrará pastos en el banquete eterno» (San Gregorio Magno)
  • «Ésta es precisamente la diferencia entre el verdadero pastor y el ladrón: para el ladrón, para los ideólogos y dictadores, las personas son sólo cosas que se poseen. Pero para el verdadero pastor, por el contrario, son seres libres en vista de alcanzar la verdad y el amor» (Benedicto XVI)
  • «La participación en la celebración común de la Eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad (…). Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.182)

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2022-05-08)

07 mayo, 2022

Beata Madre María de San José

 

 Beata Madre María de San José

Primera Beata de Venezuela

La primera Beata venezolana: Laura Evangelista Alvarado Cardozo, la Madre María de San José. Hija de Clemente Alvarado y Margarita Cardozo, nació en Choroní, un pueblo del Estado Aragua, en Venezuela, el 25 de Abril de 1875.

Desde su infancia llevó una vida cristiana ejemplar. A los cinco años de edad se trasladó con su familia a vivir en la ciudad de Maracay, capital del mismo Estado. A los trece, se consagró al Señor cuando en su Primera Comunión el 8 de Diciembre de 1988, día de la Inmaculada Concepción de María Santísima, le hace su voto de virginidad. De aquí y hasta su muerte vivirá sólo para El, en pobreza y humilde sencillez.

En 1892, a los diecisiete años, le impusieron el santo escapulario de la Virgen del Carmen. Luego en 1893, el sacerdote Justo Vicente López Aveledo fundó la Sociedad de las Hijas de María y Laura pasa a formar parte de ella, renovando así sus primeros votos de virginidad perpetua, también un día 8 de Diciembre.

De los 18 años en adelante, asesorada por su director espiritual el Pbro. López Acevedo, comenzó a dedicarse al servicio de los más pobres. El mismo Pbro. en 1893, fundó el Hospital San José, el primero de Maracay, en beneficio de la clase desposeída y allí comenzó su labor.

Próxima a cumplir sus 24 años, Laura recibió del padre López la dirección y administración del hospital. Fundó igualmente el padre López la congregación religiosa de las Agustinas Recoletas en Venezuela entrando a formar parte de ella y a cuya cabeza ingresa Laura Evangelista en 1903 como Superiora de la comunidad, desde entonces se le llamó Madre María de San José.

Muchas fueron las obras hechas por esta congregación en el país, dirigidas por la Madre María de San José, desde orfelinatos hasta asilos de mendigos, casas maternas, hospitales, escuelas, albergues, y otras. Después de una fructífera vida de sacrificio, caridad y ferviente amor por Jesús Eucaristía, muere santamente la Madre María en Maracay el 2 de Abril de 1967, a los 92 años de edad.

Sus exequias se efectuaron con emotivas honras fúnebres, luego de permanecer sus restos tres días en capilla ardiente. Hoy, reposan en la Capilla de las Hermanas Agustinas del Hogar «Inmaculada Concepción» de Maracay donde transcurrió la mayor parte de su vida.

El proceso de su Beatificación comenzó en 1978. En 1982, ocurre la curación de la hermana Teresa Silva inválida por penosa enfermedad a quien la Madre le había profetizado su curación años antes. Este milagro, obtenido de la misma Madre, fue aprobado por decreto papal de Juan Pablo II en 1993. En 1994, es trasladado su cuerpo incorrupto al sarcófago de cristal para la veneración de sus hijas espirituales y fieles. El día 7 de Mayo de 1995 se realizó la ceremonia de su Beatificación. Los venezolanos nos sentimos realmente orgullosos de nuestra primera Beata: María de San José y oramos por su pronta Canonización.

Desde 1967 numerosas personas visitan diariamente el sepulcro de nuestra Madre María, en actitud de súplicas o de acción de gracias por continuos favores recibidos. Su fama de santidad trascendió las fronteras de la patria, lo que motivó la apertura del proceso de Beatificación por parte de las Hermanas con la asesoría del P. Eugenio Ayape (Agustino Recoleto). Se comienza entonces con la investigación y recopilación de datos, documentos y testimonios y en la publicación de varias obras de carácter histórico, más un boletín trimestral informativo. Desde el año 1982 el P. Romualdo Rodrigo se constituye Postulador de la Causa de Beatificación y Canonización de nuestra Madre fundadora, la cual se inicia en Maracay el 9 de Octubre de 1983 en celebración Eucarística presidida en la Catedral Mons. Feliciano Gonzalez, quien la declara SIERVA DE DIOS. Dicho proceso Diocesano queda clausurado el 13 de julio de 1986, trasladando toda la documentación a Roma, donde es estudiada por Consultores, Teólogos, Cardenales y Obispos con positivos resultados. El 7 de mayo del 1992, el Santo Padre promulga el decreto sobre la Heroicidad de las virtudes, por el cual nuestra Madre María recibe el título de VENERABLE, para continuar con el estudio del Milagro de curación de la Hna. Teresa Silva, atribuido a la intercesión de nuestra fundadora, el cual fue aprobado por unanimidad y fue presentado ante el Papa Juan Pablo II, quien a su vez lo aprueba formalmente mediante el decreto del 23 de diciembre de 1993. Como requisito para la Beatificación, se exhumaron los restos mortales de la VENERABLE María de San José, el 19 de enero de 1994, hallándose su cuerpo intacto. Es Beatificada por S.S. Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en Roma el 7 de Mayo de 1995, constituyéndola así PRIMERA BEATA DE VENEZUELA.

(https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4614)

06 mayo, 2022

San Juan ante Portam Latinam

 Archivo:San Juan ante Portam Latinam, Juan Martínez Montañés.jpg -  Wikipedia, la enciclopedia libre

San Juan ante Portam Latinam

En el primer párrafo del Martirologio Romano, dice lo siguiente: «En Roma la conmemoración de San Juan ante Portam Latinam, el cual por orden de Domiciano fue llevado prisionero de Efeso a Roma».

El senado lo condenó a morir en un caldero de aceite hirviente, frente a dicha puerta; pero el santo salió de la prueba más joven que antes.
Tanto Alban Butler, que sigue en esto a los críticos de su tiempo, así como Tillemont, no discuten la historicidad del hecho y consideran a San Juan como mártir.

Durante el gobierno de Nerva, San Juan «el apóstol amado», volvió a Efeso, donde murió apaciblemente.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=137)

05 mayo, 2022

San Ángel, Mártir

 

Dios,
fuerza de los fieles
y
corona de los mártires
por cuya gracia San Angel, carmelita,
superó los tormentos del martirio;
por su intercesión,
concédenos propicio que,
imitándole fielmente,
seamos hasta la muerte
testigos de su presencia y bondad.

Amén.

_____________________

San Ángel, Mártir

Fue uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo. Sus padres fueron judíos convertidos al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen. Desde la infancia mostró extraordinarios dones para lo espiritual y lo intelectual. A los 15 años hablaba ya el griego, el latín y el hebreo. Durante cinco años vivió como ermitaño en el Monte Carmelo.

En Sicilia, convirtió a muchos con su predicación y milagros y en Palermo convirtió a más de 200 judíos. Cuando se encontraba predicando a una multitud, en Locata, fue acuchillado por una banda de malhechores. Herido de muerte, cayó de rodillas y oró por todo el pueblo y en particular por los que lo habían herido.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=136)

04 mayo, 2022

San Florian, Patrono de Polonia y de los Bomberos

 

San Florián
fiel amigo y soldado de Jesucristo,
trabajador
de la viña del Evangelio.

Tú que vives por siempre
en el gozo del Cielo,
vela por mi y mi familia,
por mi pueblo y por toda la humanidad en general.

Hoy te invoco con toda confianza,
porque eres mi compañero
en el camino de cada día.

Protégeme,
dame generosidad y coraje
y haz de intercesor ante Dios.

Concédeme, Señor,
que este momento de oración
me sirva de alegría y ayuda,
para imitar a San Florián
con su constancia en la fe
y en tu camino.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén. 

__________________

05 de Abril

San Florián

San Florián nació cerca del año 250 en la ciudad de Aelium Cetiumin, hoy conocida como Saint Pölten – Austria. Según la tradición era comandante del ejército romano en Baviera, siendo responsable de la brigada de bomberos.

Durante la persecución de Diocleciano, se presentó en la ciudad de Lorch el cónsul Aquilino para hacer valer el edicto de persecución contra los cristianos. Allí cumplió Florián su deber de militar perfectamente, hasta que se dio cuenta de que cuarenta de sus compañeros fueron encarcelados a causa de ser seguidores de Cristo. Entonces, se sintió impulsado a compartir la suerte de sus hermanos de fe y también se negó a perseguir a sus correligionarios.

Por ello fue conducido ante Aquilino quien le exigió que adorara a los dioses romanos a lo cual se opuso tajantemente. Fue desnudado, azotado cruelmente con garfios y, posteriormente, se le arrojó al río Enns atado por el cuello a una pesada roca; su cuerpo fue arrastrado por la corriente y fue a parar a una orilla. Entonces, sigue diciéndonos la tradición, descendió un águila para proteger sus restos, hasta que fue sepultado por una mujer llamada Valeria.

San Florián tiene el patronazgo sobre el cuerpo de bomberos, los deshollinadores de chimeneas, se invoca su protección sobre los que están en peligro de ahogarse y por este motivo, comparte con San Juan Nepomuceno dicha protección.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=732)

03 mayo, 2022

Santos Felipe y Santiago Apóstoles

 

 Hoy la Iglesia celebra a santos apóstoles Felipe y Santiago, amigos cercanos de Jesús

 ¡Oh!, Santos Felipe y Santiago, vosotros, sois los hijos
del Dios de la Vida y sus amados apóstoles, que, la dicha
tuvieron de servir a Jesús, Dios y Señor Nuestro. A vos,
Felipe, Nuestro Señor os preguntó el día de la multiplicación
de los panes así: “¿De dónde crees tú que podremos
conseguir pan para tanta gente?”. Y otro día, que unos
griegos deseaban hablar con Jesús, os pidieron que los
llevarais hacia Él. Y, en la Última Cena, fuisteis vos,
quien le dijo a Jesús: “Señor: muéstranos al Padre”, y Él,
os respondió: “¡Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre!”.
Y, en el día de Pentecostés, recibisteis junto con los otros
apóstoles y Nuestra Señora, la Virgen María, al Espíritu
Santo, en forma de lenguas de fuego. Y, así lleno de Él,
a Bitinia, marchasteis y allí, resucitasteis a un muerto
y entregasteis vuestra santa vida, muriendo martirizado
crucificado. Vos, por vuestra parte, Santiago, el mismo
Cristo, resucitado se os apareció, según San Pablo. Muy
estimado erais en la Iglesia de Jerusalén, tanto que os
llamaban “el obispo de Jerusalén”. Cuando Pedro liberado
fue por un ángel, os dejó el encargo de comunicaros a vos
y a los demás”. Pablo, de vos escribe así: “Santiago es,
junto con Juan y Pedro, una de las columnas principales
de la Iglesia”. También, redactasteis la carta del Primer
Concilio de Jerusalén para todos los Cristianos y erais
llamado “El Santo”, pues la gente sabía de que vos, nunca
habíais cometido pecado grave. Nunca carne comíais, ni
tomabais licor. Estabais siempre de rodillas adorando
y orando a Dios en el templo, hasta que se os formaron
callos. Convertisteis a muchos judíos por vuestra palabra
y ejemplo. Un día, el impío Anás II y su banda, os dijeron:
“Te rogamos que ya que el pueblo siente por ti grande
admiración, te presentes ante la multitud y les digas que
Jesús no es el Redentor”. Y, vos, les dijisteis: “Jesús
es el enviado de Dios para salvación de los que quieran
salvarse. Y lo veremos un día sobre las nubes, sentado
a la derecha de Dios”. Al oíros, decidieron vuestro fin,
y os arrojaron desde lo alto del templo. Vos, no moristeis,
al caer de tamaña altura y con vida aún, de rodillas
rezabais diciendo humildemente: “Padre Dios, te ruego que
los perdones porque no saben lo que hacen”. Antes, habíais
redactado vuestra famosa “Carta de Santiago”, con frases
como éstas: “Si alguien se imagina ser persona religiosa
y no domina su lengua, se equivoca y su religión es vana”.
“Oh ricos: si no comparten con el pobre sus riquezas,
prepárense a grandes castigos del cielo”. “Si alguno está
triste, que rece. Si alguno se enferma, que llamen a los
presbíteros y lo unjan con aceite santo, y esa oración
le aprovechará mucho al enfermo”. Y aquella, que a los
protestantes no gusta: “La fe sin obras, está muerta”. Hoy,
la gloria os envuelve a ambos, como premio justo a vuestra
entrega increíble de amor y fe. ¡Aleluya!¡Aleluya!¡Aleluya!
¡Oh!, Santos Felipe y Santiago, “vivas rocas del Dios Vivo”.

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
_____________________________________

4 de Mayo
Santos Felipe y Santiago
Apóstoles

San Felipe

El evangelio dice que nació en Betsaida en Galilea. San Juan cuenta que Jesús lo llamó a pertenecer al grupo de sus discípulos al día siguiente de haber llamado a San Pedro y San Andrés. Felipe fue el que llamó a Natanael o Bartolomé y lo llevó a donde Jesús. Cuando el Señor eligió a los 12 apóstoles, uno de los elegidos fue Felipe. Y el día de la multiplicación de los panes, antes de obrar el milagro, Jesús le preguntó a Felipe: “¿De dónde crees tú que podremos conseguir pan para tanta gente?”. Un día en que unos griegos extranjeros quisieron hablar con el Divino Maestro le pidieron a Felipe que los llevara hacia El. Y en la Ultima Cena este fue el apóstol que le dijo a Jesús: “Señor: muéstranos al Padre”, y Jesús le respondió: “Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre”. El día de Pentecostés, Felipe recibió junto con los otros apóstoles y la Virgen María, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego.

Los narradores antiguos dicen que este Apóstol después de Pentecostés se fue a evangelizar a Bitinia, en el Asia Menor (cerca del Mar Negro). Papías, un autor del siglo II afirma que San Felipe logró el milagro de resucitar a un muerto. Y San Clemente de Alejandría dice que lo hicieron morir crucificado en una persecución contra los cristianos.

Santiago el Menor

Se le llama el Menor para diferenciarlo del otro apóstol, Santiago el Mayor (que fue martirizado poco después de la muerte de Cristo). El evangelio dice que era de Caná de Galilea, que su padre se llamaba Alfeo y que era familiar de Nuestro Señor. Es llamado “el hermano de Jesús”, no porque fuera hijo de la Virgen María, la cual no tuvo sino un solo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, sino porque en la Biblia se le llaman “hermanos” a los que provienen de un mismo abuelo: a los primos, tíos y sobrinos (y probablemente Santiago era “primo” de Jesús, hijo de alguna hermana de la Sma. Virgen). En la S. Biblia se lee que Abraham llamaba “hermano” a Lot, pero Lot era sobrino de Abraham. Y se le lee también que Jacob llamaba “hermano” a Laban, pero Laban era tío de Jacob. Así que el decir que alguno era “hermano” de Jesús no significa que María tuvo más hijos, sino que estos llamados “hermanos”, eran simplemente familiares: primos, etc.

San Pablo afirma que una de las apariciones de Jesús Resucitado fue a Santiago. Y el libro de Los Hechos de los Apóstoles narra cómo en la Iglesia de Jerusalén era sumamente estimado este apóstol. (Lo llamaban “el obispo de Jerusalén”). San Pablo cuenta que él, la primera vez que subió a Jerusalén después de su conversión, fue a visitar a San Pedro y no vio a ninguno de los otros apóstoles, sino solamente a Santiago. Cuando San Pedro fue liberado por un ángel de la prisión, corrió hacia la casa donde se hospedaban los discípulos y les dejó el encargo de “comunicar a Santiago y a los demás”, que había sido liberado y que se iba a otra ciudad (Hech. 12,17). Y el Libro Santo refiere que la última vez que San Pablo fue a Jerusalén, se dirigió antes que todo “a visitar a Santiago, y allí en casa de él se reunieron todos los jefes de la Iglesia de Jerusalén” (Hech. 21,15). San Pablo en la carta que escribió a los Gálatas afirma: “Santiago es, junto con Juan y Pedro, una de las columnas principales de la Iglesia”. (Por todo esto se deduce que era muy venerado entre los cristianos).

Cuando los apóstoles se reunieron en Jerusalén para el primer Concilio o reunión de todos los jefes de la Iglesia, fue este apóstol Santiago el que redactó la carta que dirigieron a todos los cristianos (Hechos 15).

Hegesipo, historiador del siglo II dice: “Santiago era llamado ‘El Santo’. La gente estaba segura de que nunca había cometido un pecado grave. Jamás comía carne, ni tomaba licores. Pasaba tanto tiempo arrodillado rezando en el templo, que al fin se le hicieron callos en las rodillas. Rezaba muchas horas adorando a Dios y pidiendo perdón al Señor por los pecados del pueblo. La gente lo llamaba: ‘El que intercede por el pueblo’”. Muchísimos judíos creyeron en Jesús, movidos por las palabras y el buen ejemplo de Santiago. Por eso el Sumo Sacerdote Anás II y los jefes de los judíos, un día de gran fiesta y de mucha concurrencia le dijeron: “Te rogamos que ya que el pueblo siente por ti grande admiración, te presentes ante la multitud y les digas que Jesús no es el Mesías o Redentor”. Y Santiago se presentó ante el gentío y les dijo: “Jesús es el enviado de Dios para salvación de los que quieran salvarse. Y lo veremos un día sobre las nubes, sentado a la derecha de Dios”. Al oír esto, los jefes de los sacerdotes se llenaron de ira y decían: “Si este hombre sigue hablando, todos los judíos se van a hacer seguidores de Jesús”. Y lo llevaron a la parte más alta del templo y desde allá lo echaron hacia el precipicio. Santiago no murió de golpe sino que rezaba de rodillas diciendo: “Padre Dios, te ruego que los perdones porque no saben lo que hacen”.

El historiador judío, Flavio Josefo, dice que a Jerusalén le llegaron grandes castigos de Dios, por haber asesinado a Santiago que era considerado el hombre más santo de su tiempo.

Este apóstol redactó uno de los escritos más agradables y provechosos de la S. Biblia. La que se llama “Carta de Santiago”. Es un mensaje hermoso y sumamente práctico. Ojalá ninguno de nosotros deje de leerla. Se encuentra al final de la Biblia. Allí dice frases tan importantes como estas: “Si alguien se imagina ser persona religiosa y no domina su lengua, se equivoca y su religión es vana”. “Oh ricos: si no comparten con el pobre sus riquezas, prepárense a grandes castigos del cielo”. “Si alguno está triste, que rece. Si alguno se enferma, que llamen a los presbíteros y lo unjan con aceite santo, y esa oración le aprovechará mucho al enfermo” (de aquí sacó la Iglesia la costumbre de hacer la Unción de los enfermos). La frase más famosa de la Carta de Santiago es esta: “La fe sin obras, está muerta”. Es una frase que les disgusta mucho a los protestantes, porque ellos enseñan todo lo contrario. Ellos dicen que para salvarse no hacen falta las buenas obras, sino solamente la fe. Pero el Apóstol Santiago sabía mucho más que ellos, y repite que sin buenas obras, la fe queda muerta.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Felipe_Santiago_5_4.htm)

 

02 mayo, 2022

San Atanasio Doctor de la Iglesia y Defensor de la Encarnación de Cristo


 ¡Oh!, San Atanasio, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su amado santo, y el que, disteis honor a vuestro nombre
que significa: “inmortal”. Por un tiempo os retirasteis
para llevar una vida solitaria y luego, os dedicasteis a servir
a Dios. En aquél tiempo vivía Arrio, clérigo de Alejandría,
y que, a los fieles confundía con su herejía de que, “Cristo
no era Dios por naturaleza”. Por ello, se celebró un concilio
en Nicea, cuando vos, erais diácono y, acompañando a Alejandro,
obispo de Alejandría,  refutasteis con vuestra doctrina
y valor, tal herejía, y al mismo tiempo defendisteis la verdad
católica. Cinco meses después de terminado el concilio
y la condenación a Arrio, murió san Alejandro, y a vos, os
eligieron como patriarca de Alejandría y los arrianos
con más furia os persiguieron, siendo desterrado por cinco
veces y cuando la autoridad civil quiso obligaros a que, a Arrio
recibierais, rechazasteis tal propuesta y jamás lo hicisteis
a pesar de que Constantino, emperador os desterró a Tréveris,
donde permanecisteis hasta su muerte, en que, volvisteis
a Alejandría, y proseguisteis la lucha contra los arrianos
y por vez segunda, os desterraron, apareciendo en Roma.
Escapaste del arresto de los arrianos, y, claro, os salvó
la divina Providencia, refugiándoos con los anacoretas, hasta
que volvisteis a vuestra sede episcopal, huyendo a los cuatro
meses y después de un cuarto retorno, os obligaron a huir
por quinta vez, para al fin, vivir en paz en vuestra sede.
Vos, escribisteis numerosas obras a favor de nuestra santa
madre Iglesia y en especial de Cristo, Dios y Señor Nuestro
que os encumbraron y motivaron vuestro título de doctor.
Más tarde, voló vuestra alma al cielo, para ser coronada
con corona de luz, como justo premio a vuestra entrega de amor;
¡Defensor de la Encarnación de Cristo, Dios y Señor Nuestro!;
¡Oh! San Atanasio, “vivo látigo de fe contra los arrianos”.

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
______________________________________

2 de Mayo
San Atanasio
Doctor de la Iglesia

Atanasio, nombre que significa “inmortal”, nació en Egipto, en la ciudad de Alejandría, en el año 295. Llegado a la adolescencia, estudió derecho y teología. Se retiró por algún tiempo a un yermo para llevar una vida solitaria y allí hizo amistad con los ermitaños del desierto; cuando volvió a la ciudad, se dedicó totalmente al servicio de Dios.

Era la época en que Arrio, clérigo de Alejandría, confundía a los fieles con su interpretación herética de que Cristo no era Dios por naturaleza. Para considerar esta cuestión se celebró un concilio (el primero de los ecuménicos) en Nicea, ciudad del Asia Menor. Atanasio, que era entonces diácono, acompañó a este concilio a Alejandro, obispo de Alejandría, y con su doctrina, ingenio y valor sostuvo la verdad católica y refutó a los herejes y al mismo Arrio en las disputas que tuvo con él.

Cinco meses después de terminado el concilio con la condenación de Arrio, murió san Alejandro, y Atanasio fue elegido patriarca de Alejandría. Los arrianos no dejaron de perseguirlo y apelaron a todos los medios para echarlo de la ciudad e incluso de Oriente.

Fue desterrado cinco veces y cuando la autoridad civil quiso obligarlo a que recibiera de nuevo en el seno de la Iglesia a Arrio, excomulgado por el concilio de Nicea y pertinaz a la herejía, Atanasio, cumpliendo con gran valor su deber, rechazó tal propuesta y perseveró en su negativa, a pesar de que el emperador Constantino, en 336, lo desterró a Tréveris.

Durante dos años permaneció Atanasio en esta ciudad, al cabo de los cuales, al morir Constantino, pudo regresar a Alejandría entre el júbilo de la población. Inmediatamente renovó con energía la lucha contra los arrianos y por segunda vez, en 342, tuvo que emprender el camino del destierro que lo condujo a Roma.

Ocho años más tarde se encontraba de nuevo en Alejandría con la satisfacción de haber mantenido en alto la verdad de la doctrina católica. Pero llegó a tanto el encono de sus adversarios, que enviaron un batallón para prenderlo. Providencialmente, Atanasio logró escapar y refugiarse en el desierto de Egipto, donde le dieron asilo durante seis años los anacoretas, hasta que pudo volver a reintegrarse a su sede episcopal; pero a los cuatros meses tuvo que huir de nuevo. Después de un cuarto retorno, se vio obligado, en el año 362, a huir por quinta vez. Finalmente, pasada aquella furia, pudo vivir en paz en su sede.

San Atanasio es el prototipo de la fortaleza cristiana. Falleció el 2 de mayo del año 373. Escribió numerosas obras, muy estimadas, por las cuales ha merecido el honroso título de doctor de la Iglesia.

Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Fiesta de María Reparadora. Santos: Félix, Flaminia, Saturnino, Germán, Celestino, Exuperio, Ciriaco, Teódulo, Florencio, Eugenio, Longinos, Zoe, mártires; Antonino Pierozzi, confesor; Daniel, monje.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Anastasio.htm)