07 marzo, 2023

Santas Perpetua y Felicidad Mártires


¡Oh!, Santas Perpetua y Felicidad; vosotras, sois las hijas
del Dios de la Vida, y sus amadas santas. Aquellas mujeres
y jóvenes madres, que entregasteis vuestro corazón abierto
a Jesús, en tiempos de idolatría y paganismo.
Decíais vos, Perpetua
a vuestro padre, quien deseaba a toda costa que vos fueseis pagana:
“Yo lo que más le pedía a Dios era que nos concediera un gran valor
para ser capaces de sufrir y luchar por nuestra santa religión”.
“Desde que tuve a mi pequeñín junto a mí, ya aquello no
Me parecía una cárcel sino un palacio, y me sentía llena de
alegría. Y el niño también recobró su alegría y su vigor”.
“Y, yo que soy cristiana, no me puedo llamar pagana, ni de
ninguna otra religión, porque soy cristiana y lo quiero ser
para siempre”. Vuestros verdugos os decían: “Ahora se queja
por los dolores de dar a luz. ¿Y cuando le lleguen los dolores del
martirio qué hará? Y, respondisteis: “Ahora soy débil porque la que
sufre es mi pobre naturaleza. Pero cuando llegue el martirio me
acompañará la gracia de Dios, que me llenará de fortaleza”. A los
condenados a muerte se les permitía hacer una “cena de despedida”,
pero vosotras, acompañadas de los demás mártires, hicisteis de la
vuestra, una “Cena Eucarística”. Y, dos santos diáconos os llevaron
la santa comunión, y después de orar y animaros unos a otros
os abrazasteis y despedisteis con el beso de la Paz. ¡Todos
animosos y alegres de entregar la vida y proclamar vuestra fe
en Jesucristo! Y, de pronto vuestra hora os llegó, y envueltas
en una red, una furiosa vaca os corneó casi hasta morir
y saliendo airosas, dijisteis vos, Perpetua: «¿Y dónde está esa tal
vaca que nos iba a cornear?» Y, luego el impío pagano pueblo,
a gritos pidió que os cortaran vuestras cabezas. A vos,
Felicidad, os la cortaron; pero, el verdugo que tenía que
mataros a vos, Perpetua, erró el golpe, y seguidamente
extendiendo vuestra cabeza, le indicasteis dónde os debía
de dar el machetazo. Y, así, vos, Perpetua; rica e instruida
y vos, Felicidad; humilde y sencilla sirvienta, y ambas
jóvenes esposas prefirieron renunciar a los goces de esta
vida y permaneciendo fieles a la religión de Jesucristo,
legaron al mundo vuestro amor por Cristo, antes que vuestra
traición. Y, así, vuestras almas volaron al cielo, para coronadas
ser de luz, como premio justo a vuestro increíble gran amor y fe;
¡oh!, Santas Perpetua y Felicidad, y compañeros “vivas mártires del Dios Vivo”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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7 de Marzo
Santas Perpetua y Felicidad
Mártires
(año 203)

Estas dos santas murieron martirizadas en Cartago (África) el 7 de marzo del año 203.

Perpetua era una joven madre, de 22 años, que tenía un niñito de pocos meses. Pertenecía a una familia rica y muy estimada por toda la población. Mientras estaba en prisión, por petición de sus compañeros mártires, fue escribiendo el diario de todo lo que le iba sucediendo.

Felicidad era una esclava de Perpetua. Era también muy joven y en la prisión dio a luz una niña, que después los cristianos se encargaron de criar muy bien.

Las acompañaron en su martirio unos esclavos que fueron apresados junto a ellas, y su catequista, el diácono Sáturo, que las había instruido en la religión y las había preparado para el bautismo. A Sáturo no lo habían apresado, pero él se presentó voluntariamente.

Los antiguos documentos que narran el martirio de estas dos santas, eran inmensamente estimados en la antigüedad, y San Agustín dice que se leían en las iglesias con gran provecho para los oyentes. Esos documentos narran lo siguiente.

El año 202 el emperador Severo mandó que los que siguieran siendo cristianos y no quisieran adorar a los falsos dioses tenían que morir.

Perpetua estaba celebrando una reunión religiosa en su casa de Cartago cuando llegó la policía del emperador y la llevó prisionera, junto con su esclava Felicidad y los esclavos Revocato, Saturnino y Segundo.

Dice Perpetua en su diario: “Nos echaron a la cárcel y yo quedé consternada porque nunca había estado en un sitio tan oscuro. El calor era insoportable y estábamos demasiadas personas en un subterráneo muy estrecho. Me parecía morir de calor y de asfixia y sufría por no poder tener junto a mí al niño que era tan de pocos meses y que me necesitaba mucho. Yo lo que más le pedía a Dios era que nos concediera un gran valor para ser capaces de sufrir y luchar por nuestra santa religión”.

Afortunadamente al día siguiente llegaron dos diáconos católicos y dieron dinero a los carceleros para que pasaran a los presos a otra habitación menos sofocante y oscura que la anterior, y fueron llevados a una sala a donde por lo menos entraba la luz del sol, y no quedaban tan apretujados e incómodos. Y permitieron que le llevaran al niño a Perpetua, el cual se estaba secando de pena y acabamiento. Ella dice en su diario: “Desde que tuve a mi pequeñín junto a mí, ya aquello no me parecía una cárcel sino un palacio, y me sentía llena de alegría. Y el niño también recobró su alegría y su vigor”. Las tías y la abuelita se encargaron después de su crianza y de su educación.

El jefe del gobierno de Cartago llamó a juicio a Perpetua y a sus servidores. La noche anterior Perpetua tuvo una visión en la cual le fue dicho que tendrían que subir por una escalera muy llena de sufrimientos, pero que al final de tan dolorosa pendiente, estaba un Paraíso Eterno que les esperaba. Ella narró a sus compañeros la visión que había tenido y todos se entusiasmaron y se propusieron permanecer fieles en la fe hasta el fin.

Primero pasaron los esclavos y el díacono. Todos proclamaron ante las autoridades que ellos eran cristianos y que preferían morir antes que adorar a los falsos dioses.

Luego llamaron a Perpetua. El juez le rogaba que dejara la religión de Cristo y que se pasara a la religión pagana y que así salvaría su vida. Y le recordaba que ella era una mujer muy joven y de familia rica. Pero Perpetua proclamó que estaba resuelta a ser fiel hasta la muerte, a la religión de Cristo Jesús. Entonces llegó su padre (el único de la familia que no era cristiano) y de rodillas le rogaba y le suplicaba que no persistiera en llamarse cristiana. Que aceptara la religión del emperador. Que lo hiciera por amor a su padre y a su hijito. Ella se conmovía intensamente pero terminó diciéndole: ¿Padre, cómo se llama esa vasija que hay ahí en frente? “Una bandeja”, respondió él. Pues bien: “A esa vasija hay que llamarla bandeja, y no pocillo ni cuchara, porque es una bandeja. Y yo que soy cristiana, no me puedo llamar pagana, ni de ninguna otra religión, porque soy cristiana y lo quiero ser para siempre”.

Y añade el diario escrito por Perpetua: “Mi padre era el único de mi familia que no se alegraba porque nosotros íbamos a ser mártires por Cristo”.

El juez decretó que los tres hombres serían llevados al circo y allí delante de la muchedumbre serían destrozados por las fieras el día de la fiesta del emperador, y que las dos mujeres serían echadas amarradas ante una vaca furiosa para que las destrozara. Pero había un inconveniente: que Felicidad iba a ser madre, y la ley prohibía matar a la que ya iba a dar a luz. Y ella sí deseaba ser martirizada por amor a Cristo. Entonces los cristianos oraron con fe, y Felicidad dio a luz una linda niña, la cual le fue confiada a cristianas fervorosas, y así ella pudo sufrir el martirio. Un carcelero se burlaba diciéndole: “Ahora se queja por los dolores de dar a luz. ¿Y cuando le lleguen los dolores del martirio qué hará? Ella le respondió: “Ahora soy débil porque la que sufre es mi pobre naturaleza. Pero cuando llegue el martirio me acompañará la gracia de Dios, que me llenará de fortaleza”.

A los condenados a muerte se les permitía hacer una Cena de Despedida. Perpetua y sus compañeros convirtieron su cena final en una Cena Eucarística. Dos santos diáconos les llevaron la comunión, y después de orar y de animarse unos a otros se abrazaron y se despidieron con el beso de la paz. Todos estaban a cual de animosos, alegremente dispuestos a entregar la vida por proclamar su fe en Jesucristo.

A los esclavos los echaron a las fieras que los destrozaron y ellos derramaron así valientemente su sangre por nuestra religión.

Antes de llevarlos a la plaza los soldados querían que los hombres entraran vestidos de sacerdotes de los falsos dioses y las mujeres vestidas de sacerdotisas de las diosas de los paganos. Pero Perpetua se opuso fuertemente y ninguno quiso colocarse vestidos de religiones falsas.

El diácono Sáturo había logrado convertir al cristianismo a uno de los carceleros, llamado Pudente, y le dijo: “Para que veas que Cristo sí es Dios, te anuncio que a mí me echarán a un oso feroz, y esa fiera no me hará ningún daño”. Y así sucedió: lo amarraron y lo acercaron a la jaula de un oso muy agresivo. El feroz animal no le quiso hacer ningún daño, y en cambio sí le dio un tremendo mordisco al domador que trataba de hacer que se lanzara contra el santo diácono. Entonces soltaron a un leopardo y éste de una dentellada destrozó a Sáturo. Cuando el diácono estaba moribundo, untó con su sangre un anillo y lo colocó en el dedo de Pudente y este aceptó definitivamente volverse cristiano.

A Perpetua y Felicidad las envolvieron dentro de una malla y las colocaron en la mitad de la plaza, y soltaron una vaca bravísima, la cual las corneó sin misericordia. Perpetua únicamente se preocupaba por irse arreglando los vestidos de manera que no diera escándalo a nadie por parecer poco cubierta. Y se arreglaba también los cabellos para no aparecer despeinada como una llorona pagana. La gente emocionada al ver la valentía de estas dos jóvenes madres, pidió que las sacaran por la puerta por donde llevaban a los gladiadores victoriosos. Perpetua, como volviendo de un éxtasis, preguntó: ¿Y dónde está esa tal vaca que nos iba a cornear?

Pero luego ese pueblo cruel pidió que las volvieran a traer y que les cortaran la cabeza allí delante de todos. Al saber esta noticia, las dos jóvenes valientes se abrazaron emocionadas, y volvieron a la plaza. A Felicidad le cortaron la cabeza de un machetazo, pero el verdugo que tenía que matar a Perpetua estaba muy nervioso y equivocó el golpe. Ella dio un grito de dolor, pero extendió bien su cabeza sobre el cepo y le indicó al verdugo con la mano, el sitio preciso de su cuello donde debía darle el machetazo. Así esta mujer valerosa hasta el último momento demostró que si moría mártir era por su propia voluntad y con toda generosidad.

Estas dos mujeres, la una rica e instruida y la otra humilde y sencilla sirvienta, jóvenes esposas y madres, que en la flor de la vida prefirieron renunciar a los goces de un hogar, con tal de permanecer fieles a la religión de Jesucristo, ¿qué nos enseñarán a nosotros? Ellas sacrificaron un medio siglo que les podía quedar de vida en esta tierra y llevan más de 17 siglos gozando en el Paraíso eterno. ¿Qué renuncias nos cuesta nuestra religión? ¿En verdad, ser amigos de Cristo nos cuesta alguna renuncia? Cristo sabe pagar muy bien lo que hacemos y renunciamos por El.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Felicidad_y_Perpetua.htm)

06 marzo, 2023

San Olegario, Obispo de Barcelona y Arzobispo de Tarragona


 ¡Oh!, San Olegario, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
su obispo y arzobispo y amado santo, cuando vuestra sede
antiquísima, liberada fue del yugo de los musulmanes.
Vuestro biógrafo dice de vos así: «Guardián celoso y
maestro de la castidad, afable para todos, generoso con
los pobres, esquivo de la vanagloria, despegado de la
pompa mundanal y amante de fiel de la paz no fingida».
Vuestro padre quiso llevar y dirigir vuestros estudios
según los criterios de la época en que vivía, y los encargó
a los canónigos de la catedral, donde vos os distinguisteis
por vuestra piedad, vuestro aprovechamiento y vuestra

afición a leer a los Santos Padres. Tanto los leísteis,
meditasteis y estudiasteis que os convertisteis en santo
varón, pues, anhelabais la perfección espiritual de vuestra
vida. Y, así, empapado en tan sabrosas lecturas, ingresasteis
al convento de canónigos regulares de la orden de San Agustín,
e imitarlos en todas sus virtudes. Jamás hicisteis distinción
alguna entre ricos y pobres, pues a todos considerabais,
hijos de Dios. Participasteis en los concilios de Tarragona,
Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont, y con vuestra
preparación intelectual, lograsteis derrotar a vuestros
enemigos de siempre: los herejes. Y, así, y luego de haber
gastado vuestra santa vida en buena lid, voló voló vuestra
alma al cielo, para coronada ser con corona de luz, como
justo premio a vuestra grande entrega de amor y fe;
¡oh!, San Olegario, «viva lanza del Dios de la Vida y del Amor».

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


6 de marzo
San Olegario
Obispo

Fuente: Archidiócesis de Madrid

Martirologio Romano: En Barcelona, de Cataluña, en España, san Olegario, obispo, que asumió también la cátedra de Tarragona cuando esta antiquísima sede fue liberada del yugo de los musulmanes († 1137). Etimológicamente: Olegario = Aquel de la lanza invulnerable, es de origen germánico.

Fecha de canonización: 25 de mayo de 1675 por el Papa Clemente X.

Breve Biografía

De este joven dice su biógrafo estas palabras que llegan a lo más íntimo del alma:» Guardián celoso y maestro de la castidad, afable para todos, generoso con los pobres, esquivo de la vanagloria, despegado de la pompa mundanal y amante de fiel de la paz no fingida».

Si estas palabras se aplicasen a tu vida personal, te encontrarías más feliz de lo que te hallas en este instante. No me cabe la menor duda.

Nació en la bella ciudad de Barcelona, abierta al mar y a las nuevas corrientes de la cultura y del Evangelio.

Su familia era de origen noble por parte del padre y de la madre. Ambos se preocuparon por darle una educación en los valores que nunca defraudan del Evangelio.

El padre – cosa rara hoy en día – quiso llevar y dirigir sus estudios según los criterios de la época en que le tocó vivir. Cuando vio que su preparación intelectual y humanista la recibiría mejor en los canónigos de la catedral, no tuvo inconveniente en confiarles su educación como persona humana.

En los estudios que le prepararían para ser sacerdote, se distinguió por su piedad sincera, su aprovechamiento y su afición o “hobby” por leer a los Santos Padres.

Tanto los leyó, meditó y estudió que se convirtió en una verdadero especialista.

El anhelaba la perfección espiritual de su vida. Por eso, al enterarse de que había cerca de Barcelona un convento de canónigos regulares de san Agustín, no dudó lo más mínimo en irse para imitar su virtud. Cuando murió el obispo de Barcelona, desde la aristocracia hasta la gente sencilla, pensó en que el mejor sucesor sería Olegario.

El mismo Papa Pascual II tuvo que obligarle a que aceptara el cargo. No hizo en su misión de pastor distinción alguna entre ricos y pobres. Todos eran hijos de Dios. Participó en algunos concilios de Tarragona, Toulouse, Reims y Lateranense I, san Clermont. Y dada su preparación intelectual, logró derrotar a sus enemigos, los herejes. Murió en el año 1137.

(https://es.catholic.net/op/articulos/31801/olegario-santo.html)

05 marzo, 2023

Domingo 2 (A) de Cuaresma

 

Texto del Evangelio (Mt 17,1-9): En aquel tiempo, Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo». Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos».

«Se transfiguró delante de ellos» Rev. D. Jaume GONZÁLEZ i Padrós (Barcelona, España)

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Hoy, camino hacia la Semana Santa, la liturgia de la Palabra nos muestra la Transfiguración de Jesucristo. Aunque en nuestro calendario hay un día litúrgico festivo reservado para este acontecimiento (el 6 de agosto), ahora se nos invita a contemplar la misma escena en su íntima relación con los sucesos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

En efecto, se acercaba la Pasión para Jesús y seis días antes de subir al Tabor lo anunció con toda claridad: les había dicho que «Él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día» (Mt 16,21).

Pero los discípulos no estaban preparados para ver sufrir a su Señor. Él, que siempre se había mostrado compasivo con los desvalidos, que había devuelto la blancura a la piel dañada por la lepra, que había iluminado los ojos de tantos ciegos, y que había hecho mover miembros lisiados, ahora no podía ser que su cuerpo se desfigurara a causa de los golpes y de las flagelaciones. Y, con todo, Él afirma sin rebajas: «Debía sufrir mucho». ¡Incomprensible! ¡Imposible!

A pesar de todas las incomprensiones, sin embargo, Jesús sabe para qué ha venido a este mundo. Sabe que ha de asumir toda la flaqueza y el dolor que abruma a la humanidad, para poderla divinizar y, así, rescatarla del círculo vicioso del pecado y de la muerte, de tal manera que ésta —la muerte— vencida, ya no tenga esclavizados a los hombres, creados a imagen y semejanza de Dios.

Por esto, la Transfiguración es un espléndido icono de nuestra redención, donde la carne del Señor es mostrada en el estallido de la resurrección. Así, si con el anuncio de la Pasión provocó angustia en los Apóstoles, con el fulgor de su divinidad los confirma en la esperanza y les anticipa el gozo pascual, aunque, ni Pedro, ni Santiago, ni Juan sepan exactamente qué significa esto de… resucitar de entre los muertos (cf. Mt 17,9), ¡Ya lo sabrán!

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «En aquella transfiguración se trataba, sobre todo, de alejar de los corazones de los discípulos el escándalo de la cruz, y evitar así que la humillación de la pasión voluntaria conturbara su fe» (San León Magno)
  • «‘Escúchenlo’. Es muy importante esta invitación del Padre. Nosotros, los discípulos de Jesús, estamos llamados a ser personas que escuchan su voz y se toman en serio sus palabras» (Francisco)
  • «Los Evangelios narran en dos momentos solemnes, el bautismo y la transfiguración de Cristo, que la voz del Padre lo designa como su ‘Hijo amado’. Jesús se designa a sí mismo como ‘el Hijo Único de Dios’ (Jn 3,16) y afirma mediante este título su preexistencia eterna. Pide la fe en ‘el Nombre del Hijo Único de Dios’ (Jn 3,18) (…)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 444)

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2023-03-05)

04 marzo, 2023

San Giovanni Antonio Farina, Fundador de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea de Vicenza, Hijas de los Sagrados Corazones



 

¡Oh! Beato Giovanni Farina, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
y su amado santo, que llegasteis a ser considerado uno de los más
ilustres pastores del siglo veinte. A vos, os conocieron como el
“el hombre de la caridad” o “el obispo del pueblo”, por vuestro
amor a los pobres, los abandonados, sufrientes y enfermos. Vos,
fuisteis el fundador de las «Hermanas Maestras de Santa Dorotea
de Vicenza e Hijas de los Sagrados Corazones», instituto con
gran presencia en varios países del mundo. Vos, a la edad de
quince años ingresasteis al seminario diocesano de Vicenza y seis
años más tarde fuisteis designado maestro de aquella institución.
Cuando os ordenaron sacerdote y, durante los primeros dieciocho
años de vuestro ministerio, ocupasteis una cátedra del seminario;
siendo además capellán de la parroquia de San Pedro de Vicenza
a lo largo de diez años. Vuestro amor por el espíritu, os hizo
participar en distintos proyectos espirituales y culturales,

además de apoyar incontables obras caritativas, entre las cuales
asumisteis la dirección de la escuela pública primaria y superior
de Vicenza. Inaugurasteis la primera escuela popular femenina y
fundasteis el «Instituto de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea,
Hijas de los Sagrados Corazones», dedicada a la educación y
formación de las niñas pobres, sordomudas y ciegas; y la asistencia
de enfermos y ancianos. Organizasteis asociaciones en cada una
de las parroquias que estaban bajo vuestra jurisdicción para la
ayuda material y espiritual de los más pobres. Impulsasteis de
forma vívida la práctica de los ejercicios espirituales y de la
asistencia a los sacerdotes de escasos recursos, retirados
o enfermos. Cuidasteis también la formación doctrinal y cultural
del clero y de los fieles; así como de la instrucción y catequesis
para los jóvenes. Vos, reunisteis las cualidades del buen pastor,
indispensables para ser un fiel y extraordinario obispo del Señor.
Convocasteis a un Sínodo diocesano en Vicenza, para promover el
fortalecimiento espiritual del clero a través de la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen María, y cultivar el amor
y la piedad a la Eucaristía. Al final de vuestros días os felicitaron
y reconocieron vuestra labor, no exenta de sufrimientos y acusaciones.

Y, así, y luego de gastar vuestra santa vida en buena lid voló
vuestra alma al cielo, para coronada ser con corona de luz y eternidad
Una religiosa ecuatoriana de la congregación que vos, fundaseis
Sor Inés Torres Córdova, le detectaron un tumor con metástasis,
y por increíble que parezca fue curada milagrosamente, por la
intercesión de vos, Padre Fundador. Os beatificó Juan Pablo Segundo
y fuisteis canonizada por el Papa Francisco. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Oh! San Giovanni Farina, «vivo amor por el Dios de la Vida y del Amor»

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


04 de Marzo
San Giovanni Antonio Farina
Fundador

San Giovanni Antonio Farina fue Obispo de las ciudades de Treviso y de Vicenza, en Italia, llegando a ser considerado como uno de los más ilustres pastores del siglo XIX. En vida fue conocido como “el hombre de la caridad” o “el obispo del pueblo”, debido a su predilección por el servicio a los pobres, los abandonados, sufrientes y enfermos.

Fue el fundador de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea de Vicenza, Hijas de los Sagrados Corazones, instituto que actualmente tiene presencia en varios países del mundo.

Antonio Farina nació el 11 de enero de 1803, en la ciudad italiana de Vicenza, que luego estaría bajo su cuidado apostólico. A la edad de 15 años ingresó al seminario diocesano de dicha ciudad y seis años más tarde sería designado maestro de la institución.

En 1827 fue ordenado sacerdote y, durante los primeros 18 años de su ministerio, se ocupó de una cátedra del seminario; además, fue capellán de la parroquia de San Pedro de Vicenza a lo largo de una década. Participó en distintos proyectos culturales, espirituales y apoyó innumerables obras caritativas, entre las cuales estuvo la dirección de la escuela pública primaria y superior de Vicenza.

En 1831 inauguró la primera escuela popular femenina y en 1836 fundó el instituto de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea, Hijas de los Sagrados Corazones, institución dedicada a la educación de niñas pobres, sordomudas y ciegas; así como a la asistencia de enfermos y ancianos.

Después de ser nombrado obispo en 1850, Mons. Giovanni organizó asociaciones en cada una de las parroquias que estaban bajo su jurisdicción para la ayuda material y espiritual de los más pobres. Al mismo tiempo, fue un gran impulsor de la práctica de los ejercicios espirituales y de la asistencia a los sacerdotes de escasos recursos, retirados o enfermos. Por otro lado, cuidó de la formación doctrinal y cultural del clero y de los fieles; así como de la instrucción y catequesis para los jóvenes. Mons. Giovanni reunió las cualidades del buen pastor, indispensables para ser un buen obispo.

Convocó a un Sínodo diocesano en Vicenza -evento que no había sido celebrado desde 1689- para promover el fortalecimiento espiritual del clero a través de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen María, como también de la piedad a la Eucaristía.

Los últimos años de su vida estuvieron caracterizados por reconocimientos públicos por su labor apostólica y su caridad, pero inevitablemente también por fuertes sufrimientos e injustas acusaciones.

Tras su fallecimiento el 4 de marzo de 1888, debido a un ataque de apoplejía, su fama de santo se extendió tanto en ambientes eclesiásticos como civiles.

En 1978 una religiosa ecuatoriana perteneciente a la congregación que fundó, Sor Inés Torres Córdova, afectada por un grave tumor con metástasis, fue curada milagrosamente después de haber pedido la intercesión del Padre Fundador.

Giovanni Antonio Farina fue beatificado en 2001 por el Papa Juan Pablo II y canonizado en el año 2014 por el Papa Francisco. Su fiesta se celebra el 4 marzo.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-conmemora-al-beato-giovanni-antonio-farina-el-obispo-del-pueblo-47704)

03 marzo, 2023

Santa Catalina Drexel, "Apóstol de los indios americanos y personas de raza negra"

 


 

¡Oh! Santa Catalina Drexel, vos, sois la hija del Dios de la Vida,
y su amada santa, y que, desde pequeña os enseñaron a utilizar
vuestra riqueza de manera generosa. Vuestra hermana mayor, Isabel,
abrió una escuela para huérfanos y vuestra hermana menor, fundó
una escuela para personas pobres de color. Vos, cuidasteis con
amor filial a vuestra madre, al final de sus días hasta su muerte.
Un día, vos, le pedisteis al Papa León Trece, que enviara más
misioneros al estado de Wyoming, para vuestro amigo el Obispo James
O’Connor. Y, el Papa os respondió, «¿Por qué tú no te haces misionera?”.
Entonces visitasteis los estados de Norte y Sur Dakota, y conocisteis
al jefe de la tribu Sioux y con él, empezasteis vuestra ayuda a las
misiones con los indios americanos, gastando millones de la fortuna
vuestra familia. Cierto día, cautivada por el Espiritu Santo, entrasteis
al noviciado de las Hermanas de la Misericordia y más tarde,
fundasteis las «Hermanas del Santísimo Sacramento para los indios
y negros», en Santa Fe. La Madre Francisca Cabrini, os aconsejó
que recibieseis la aprobación de Roma para la orden, cosa que así
fue. Vos, con vuestro carisma y amor, lograsteis tener en trece
estados, un sistema de escuelas católicas para indios americanos
y personas de raza negra, que incluía misiones, escuelas rurales,

para los indios y la Universidad Xavier en New Orleans, la primera
universidad en Estados Unidos para los personas de raza negra.
Y como todo en esta vida, nada para el Señor es fácil, sufristeis
ataques y persecuciones de vuestros detractores, de los cuales siempre
salisteis airosa. Después de un ataque al corazón, pasasteis los
últimos veinte años de vuestra vida concentrada en la oración
y la meditación. Y, así y después de haber gastado vuestra vida
en buena lid, voló vuestra alma al cielo para recibir corona de luz
y eternidad como justo premio a vuestra entrega de amor y fe.
¡Oh! Santa Catalina Drexel, «viva apóstol de los indios americanos
y personas de raza negra del Dios de la Vida y del Amor. ¡Aleluya!

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


03 de Marzo
Santa Catalina Drexel
Apóstol de los indios americanos
y personas de raza negra

Nació el 26 de Noviembre del 1858 en Filadelfia, Pennsylvania, USA. Sus padres, Francis A. y Enma Drexel, eran una familia muy rica. Desde pequeña le enseñaron a utilizar su riqueza generosamente. Su hermana mayor, Isabel, abrió en Pennsylvania, USA, una escuela para huérfanos; su hermana más joven fundó una escuela para personas pobres de raza negra en Virginia.

Catalina cuidó de su madre por tres años hasta que esta murió en 1883. Preocupada por la gran necesidad en que se encontraban los indios americanos, Catalina le pidió al Papa León XIII, durante una audiencia en 1887, que enviara más misioneros al estado de Wyoming, para su amigo el Obispo James O’Connor. El Papa le respondió, «¿Por qué tú no te haces misionera?”.

Catalina visitó los estados de Norte y Sur Dakota, conoció al jefe indio de la tribu Sioux y comenzó su ayuda sistemática a las misiones con los indios americanos. Con el tiempo gastó millones de la fortuna de la familia en esta ayuda.

Entró el noviciado de las Hermanas de la Misericordia (Sisters of Mercy). Fundó las Hermanas del Santísimo Sacramento para los indios y negros, en Santa Fe, New Mexico, USA en 1891.

La Madre Francisca Cabrini, quien también es santa canonizada, le aconsejó que recibiera la aprobación de Roma para la orden. Recibió dicha aprobación en el año 1913.

En el año 1942 tenía un sistema de escuelas católicas para indios americanos y personas de raza negra en 13 estados. Este sistema incluía 40 misiones, 23 escuelas rurales, 50 misiones para los indios y la Universidad Xavier en New Orleans, Louisiana, USA, la primera universidad en Estados Unidos para los personas de raza negra. Por todo esto Catalina sufrió persecusión.

Después de un ataque al corazón, pasó los últimos 20 años de su vida concentrada en la oración y meditación. Murió el 3 de marzo, 1955, en la casa madre de su comunidad, Bensalem, Pennsylvania.

Fue beatificada el 20 de Noviembre de 1988 por San Juan Pablo II y canonizada por él mismo el 1 de octubre de 2000. Es considerada apóstol de los indios americanos y personas de raza negra. Se le recuerda cada 3 de marzo.

(https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=704)

02 marzo, 2023

San Simplicio Papa, Férreo defensor de la fe


 

¡Oh!, San Simplicio, vos, sois el hijo del Dios de la Vida,
su Papa y amado santo que, vivisteis en plena herejía y error
que a la Iglesia consumía. Os preocupasteis por el clero
y lo reformasteis y así, el “error” localizasteis y, a la vez,
lo solucionasteis, armado sólo con la verdad en la mano. Por
ello, reprimisteis firmemente las ansias del querer, el poder
y el tener de los miembros del clero. “Quien abusa de su poder
merece perderlo”. Así, le escribisteis a uno de vuestros
obispos. En vuestra diócesis os comportabais con celo y erais
modelo episcopal, entregándoos al cuidado vuestros fieles,
 a los cuales instruíais con fervoroso amor y paciencia. Las
limosnas recogidas entre los pobres distribuías y dictasteis
normas para atender de manera preferente los bautismos. Vuestra
vida fue austera y de oración constante, tanto que, como monje
rezabais y os mortificabais como habitante del desierto. El
primer templo en el occidente lo dedicasteis a San Andrés,
el hermano del apóstol San Pedro, ubicado sobre el monte
Esquilino. Convocasteis un concilio para explicitar la fe
ante los errores que había difundido Eutiques, el cual en la
inteligencia de la verdad se equivocó, pues, admitía en su
monofisismo, sólo la naturaleza divina de Cristo, negando
con ello la Redención del mundo. Y, así, luego de haber
gastado vuestra santa vida en buena lid, voló vuestra alma
al cielo, para corona de luz recibir como justo premio
a vuestra entrega grande e increíble de amor y fe. ¡Aleluya!
¡oh!, San Simplicio, “viva verdad del Dios de la Vida y del Amor”


© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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10 de Marzo
San Simplicio
Papa

Natural de Tívoli, en el campo de Roma. Es hijo de Castino. Le vemos formando parte del clero romano y sucediendo al papa san Hilario en la Sede de Roma, en marzo del año 467. Le toca vivir y ser Supremo Pastor en un tiempo difícil por la herejía y la calamidad dentro de la Iglesia que aparece como inundada por el error. En Occidente, Odaco se ha hecho dueño de Italia y es arriano como los godos en las Galias, los de España y los vándalos en África; el panorama no es muy consolador, no. Los ingleses aún están en el paganismo. Para Oriente no van mejor las cosas, aunque con otros tonos, en cuanto a la vida de fe: el emperador Zenón y el tirano Basílico favorecen la herejía de Eutiques; los Patriarcas han resultado ambiciosos de poder y las sedes patriarcales son una deseada presa más que un centro de irradiación cristiana. ¡Lamentable estado general de la Iglesia que está necesitando un buen timonel!

El nuevo papa adopta en su pontificado una actitud fundamental: atiende preferente al clero. Procura su reforma, detectando el error y proponiendo el remedio con la verdad sin condescendencias que lo acaricien; muestra perseverancia firme y tesón férreo cuando debe reprimir la ambición de los altos eclesiásticos.

Modera la Iglesia que está en Oriente siendo un muro de contención frente a las ambiciones de poder y dominio que muestra Acacio, Patriarca de Constantinopla, cuando pretendía los derechos de Alejandría y Antioquía. No cedió a las pretensiones del usurpador Timoteo Eluro, ni a las del intruso Pedro el Tintorero. Defendió la elección canónica de Juan Tabenas como Patriarca de Alejandría frente a las presiones de Pedro Mingo protegido por el emperador Zenón.

Gobierna la Iglesia que está en Occidente mandando cartas a otro Zenón -obispo de Sevilla-, encargándole rectitud y alabando su dedicación permanente a la familia cristiana que tiene encomendada. También escribe a Juan, Obispo de Rávena, en el 482, con motivo de ordenaciones ilícitas: «Quien abusa de su poder -le dice- merece perderle». En el año 475 manda a los obispos galos Florencio y Severo corregir a Gaudencio y privar del ejercicio episcopal a los que ordenó ilícitamente al tiempo que da orientaciones para distribuir los bienes de la Iglesia y evitar abusos.

En su diócesis de Roma se comporta como modelo episcopal, entregándose al cuidado de sus fieles como si no tuviera en sus hombros a la Iglesia Universal. Aquí cuida especialmente la instrucción religiosa de los fieles, facilita la distribución de limosnas entre los más pobres y dicta normas para atender primordialmente la administración del bautismo. Aún tuvo tiempo para dedicar el primer templo en el occidente a San Andrés, el hermano del apóstol Pedro, iuxta sanctam Mariam o iuxta Praesepe, sobre el monte Esquilino.

También convocó un concilio para explicitar la fe ante los errores que había difundido Eutiques, equivocándose en la inteligencia de la verdad, pues, en su monofisismo, sólo admitía en Cristo la naturaleza divina con lo que se llegaba a negar la Redención.

Los datos exactos de su óbito no están aún perfectamente esclarecidos, si bien se conoce que fue en el mes de Febrero del año 483. Sus reliquias se conservan en Tívoli.

Los contemporáneos del santo conocieron bien la austeridad de su vida y su constante oración hasta el punto de afirmar que rezó como un monje y se mortificó como un solitario del desierto. Sin esos medios su labor de servicio a la Iglesia hubiera resultado imposible.

(http://www.santopedia.com/santos/san-simplicio-papa/)

01 marzo, 2023

San Albino Obispo y confesor

 

 

¡Oh! San Albino vos, sois el Hijo del Dios de la Vida
y su amado santo, y que, durante el gobierno de vuestra
diócesis censurasteis las costumbres de los poderosos
y promovisteis el Tercer Concilio de Orleans. Vos,
sois patrono de los niños enfermos de ceguera y de tos
ferina, y patrono muchas parroquias de Francia. Además,
vuestro culto se propagó en Italia, España, Alemania
y Polonia, por vuestra fama de taumaturgo en los enfermos
y ciegos. Vos, siendo de familia noble, renunciasteis
a vuestro título y a vuestra herencia para ingresar al
monasterio Tincillac, siguiendo la Regla del gran
San Agustín, donde os convertisteis en superior del
monasterio y más tarde, os eligieron obispo de Angers.
Ente vuestros más famosos milagros están el del joven
Albaldo, a quien resucitasteis. Un día, se derrumbó
la pared de una prisión y los presos pudieron escapar;
pero inmediatamente fueron a veros y os prometieron
cambiar sus torcidas vidas. Y, así, en medio de vuestros
prodigios, vuestra alma voló al cielo para coronada ser
de luz, como justo premio a vuestra entrega de amor y fe;
¡Oh! San Albino, «Viva presencia del Dios Vivo y eterno».

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado


01 de Marzo
San Albino
Obispo y confesor

San Albino fue Obispo de la ciudad de Angers (Francia) entre el año 529 y el 550. Durante el gobierno de su diócesis censuró fuertemente las costumbres de los poderosos y promovió el III Concilio de Orleans.

El Santo es patrono de los niños enfermos de ceguera y de tos ferina, y titular de numerosas parroquias en Francia. Además, su culto se propagó en Italia, España, Alemania y Polonia debido a los diversos milagros que se le atribuyeron, sobre todo curaciones a enfermos y ciegos.

Albino nació en el 496 en Vannes (Francia), y a pesar de que provenía de una familia noble, decidió renunciar a su título y su herencia para ingresar al monasterio Tincillac, donde se seguía la Regla de San Agustín. Allí a los 35 años se convirtió en superior del monasterio, hasta el año 529 cuando fue elegido obispo de Angers.

Entre otros de sus milagros se cuenta que resucitó a un joven llamado Albaldo. Y en otra ocasión, después de interceder sin éxito por unos prisioneros, se derrumbó durante la noche una parte del muro de la prisión y éstos pudieron escapar; inmediatamente fueron a ver al santo y le prometieron cambiar de vida.

Falleció en el 550 y fue sepultado en la iglesia dedicada originalmente a San Germán de Auxerre (Angers) levantada por el rey franco Childeberto I y San Germán de Paris. Esta sería conocida más adelante por su advocación a San Albino. Su fiesta se celebra el 1 de marzo.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-conmemora-a-san-albino-patrono-de-ninos-enfermos-de-ceguera-80245)