30 octubre, 2023

San Alonso Rodríguez, viudo y amoroso portero

 


 

 ¡Oh!, San Alonso Rodríguez; sois vos, el hijo del Dios
de la vida, y su amado santo, quien siempre llevó consigo,
en su corazón, su destino de Cruz, y casi, como el buen
Job bíblico, probado fuisteis, por Aquél a quien amabais,
y de tal forma, que os mostró, la senda angosta que,
a la celeste patria, os condujo feliz. Lego como erais,
con humildad y amor, cosechasteis lo sembrado alcanzando,
con vuestra oración constante, los aromas del místico
cielo, para morar, junto a Cristo, Dios y Señor Nuestro,
por toda la eternidad. Vos os propusisteis ver a Jesús,
en cada visitante, y tratar muy bien a Jesús que llegaba
disfrazado de prójimo. Cuando alguien os preguntaba por
qué no era más duro con ciertos tipos inoportunos, vos,
amorosamente le respondíais: “Es que a Jesús que se
disfraza de prójimo, nunca lo podemos tratar con aspereza
o mala educación”. de seguro que Jesús en el cielo os dijo:
“Ven siervo bueno y fiel. Entra en el gozo de tu Señor,
porque cuando me disfracé de huésped me tratase sumamente
bien. El buen trato que les diste a los demás, aún a los
más humildes, lo recibo como si me lo hubieras dado a Mí
en persona”. Vuestros compañeros jesuitas dejaron escrito
un bello mensaje para vos: “Declaramos que jamás vimos
en el hermano Alonso Rodríguez un comportamiento que no
fuera el de un verdadero santo”. Compartisteis con San
Pedro Claver, vuestra vida por tres años, y una noche
vos, oísteis una visión que os decían: “Pedro Claver está
destinado a hacer un gran bien en Sudamérica”. Y, así fue.
Quiera, Dios Todopoderoso que, los hombres de hoy, a
imitación vuestra, acepten los designios de Cristo, con
paciencia y resignación, hasta el día aquél, en que,
gocemos todos juntos, de las alegrías del cielo, como
vos, mismo, las gozáis hoy, corona de luz luciendo como
premio justo, a vuestra entrega de amor y fe. !Aleluya!
¡Oh!, San Alonso Rodríguez, “vivo amor y luz de Cristo”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado



30 de Octubre

San Alonso Rodríguez
Viudo y portero
Año 1617

Gracias Señor por estos modelos admirables que nos presentas en tus santos. Haz que queramos imitarlos y que seamos capaces de seguir sus buenos ejemplos.

Alonso significa: “pronto para hacer el bien” (del germano al: el bien. Ons: prontitud). El santo de hoy es un caso típico. Viudo, comerciante, portero por 45 años de un colegio. Poco instruido en las ciencias del mundo, pero un verdadero místico.

San Alonso nació en Segovia (España) en 1533, hijo de un comerciante acaudalado. Cuando nuestro santo aún era un niño, tuvo la suerte de que llegó a su ciudad a predicar el Beato Pedro Fabro (discípulo muy amado de San Ignacio de Loyola) y se hospedó en la casa de los padres de Alonso y luego en compañía del jovencito se fue a una finca que poseía la familia Rodríguez, y allá lo preparó a la Primera Comunión. Esta amistad con un gran apóstol le fue de enorme provecho para su santificación.

Alonso fue después a estudiar en un colegio de los Padres Jesuitas, pero al morir su padre tuvo que volverse a casa para administrar los negocios. Sin embargo el destino que Dios le tenía preparado no era el de negociante y como no poseía las suficientes cualidades para ese oficio, sus negocios fueron decayendo poco a poco. Era como una llamada que Dios le hacía para que se dedicara a otra labor donde sí iba a conseguir la santidad.

Alonso se casó con una mujer muy buena y piadosa y tuvieron un hijo. Pero luego cuando iba a nacer el segundo niño, la esposa murió, dejándolo viudo y con un hijito muy pequeño. En seguida murió también su madre y los negocios empezaron a quebrar. Esta serie de infortunios hizo pensar a Alonso si no sería que Dios quería de él otro modo de vivir. Hasta entonces había sido un honrado comerciante, pero le faltaba todavía ser un creyente fervoroso y heroico

Vendió entonces los pocos bienes que le quedaban y se fue con su hijito a vivir junto a dos hermanas suyas que eran extraordinariamente piadosas, las cuales le enseñaron el arte de rezar bien, y de hacer meditación y oración mental. Las enseñanzas de estas dos sencillas mujeres le fueron de inmensa importancia para su vida.

Alonso meditaba dos horas diarias por la mañana, y por la tarde rezaba el rosario pensando en los misterios. Pronto empezó a descubrir la imperfección de su vida pasada, viéndola a la luz de las enseñanzas de Jesucristo. En un momento de meditación alcanzó a contemplar un poco los goces que nos esperan en el cielo, y en esos días hizo una confesión general de toda su vida y empezó una existencia totalmente dedicada a la oración, a la mortificación, a la meditación y a obras de caridad a favor de los pobres.

Luego murió su único hijo. Alonso sintió una agonía de muerte, pero en seguida Nuestro Señor le iluminó con la lectura de una página del Libro de la Sabiduría en la S. Biblia (Capítulo 4) que dice que a muchos jóvenes se los lleva Dios a la otra vida para evitarles terribles peligros que les podían llegar en esta vida contra su santidad y su salvación. Con esto Alonso se consoló inmensamente porque comprendía que su hijito tan amado, al morir tan joven se había librado de muchos peligros de ofender a Dios. Y esa muerte tan dolorosa lo movió a renunciar a todo e irse de religioso.

Alonso pidió a los padres jesuitas que lo aceptaran en su comunidad, pero nadie quería recibirlo porque tenía ya casi 40 años, no había hecho estudios y además era viudo. No se acostumbraba recibir gente de esa clase. Pero de pronto el superior sin saber por qué, cambió de parecer, y lo aceptó como hermano lego. Esa iba a ser la profesión que lo iba a llevar a la santidad.

Los superiores lo enviaron a la isla de Mallorca como portero del colegio de los jesuitas de Montesión. Allí en ese cargo se ganará la gloria del cielo atendiendo durante 45 años con la más exquisita bondad a toda clase de huéspedes y transeúntes.

Ser portero en un gran colegio no es tarea fácil, y menos lo era en aquellos tiempos en los que no había ni teléfono, ni otros medios de fácil comunicación de que disponemos hoy en día. Y los que lo conocieron y trataron dejaron constancia de que jamás alguien recibió del hermano Alonso un trato hosco o maleducado o frío, sino que por el contrario, todos se sentían tratados como si fueran grandes personajes. Allí llegaban montones de alumnos (con su algarabía juvenil), padres de familia, proveedores del colegio, religiosos viajeros que venían a pedir hospedaje por unos días, visitantes, médicos, obispos, militares, empleados del gobierno, vendedores y multitud de pordioseros y cada cual se sentía tratado por el hermano Alonso con una amabilidad que no estaban acostumbrados a recibir en otras partes.

Alonso Rodríguez se propuso ver a Jesús en cada visitante que llegaba, y tratar muy bien a Jesús que llegaba disfrazado de prójimo. Cuando alguien le preguntaba por qué no era más duro y áspero con ciertos tipos inoportunos, le respondía: “Es que a Jesús que se disfraza de prójimo, nunca lo podemos tratar con aspereza o mala educación”. Seguramente que Nuestro Señor al llegar al cielo le habrá repetido aquello que en el Evangelio prometió que dirá a quienes tratan bien a los demás: “Ven siervo bueno y fiel. Entra en el gozo de tu Señor, porque cuando me disfracé de huésped me tratase sumamente bien. El buen trato que les diste a los demás, aún a los más humildes, lo recibo como si me lo hubieras dado a Mí en persona” (Mt. 25, 40).

Sus compañeros jesuitas dejaron escrita esta observación verdaderamente admirable: “Declaramos que jamás vimos en el hermano Alonso Rodríguez un comportamiento que no fuera el de un verdadero santo”. Algo admirable en verdad.

De entre tantísimos amigos que Alonso trató en su oficio de portero en los 45 años en Montesión, el más santo e importante de todos fue San Pedro Claver. Este gran apóstol vivió tres años con Alonso en aquella casa, y una noche el fervoroso portero oyó en visión que le decían: “Pedro Claver está destinado a hacer un gran bien en Sudamérica”. Desde entonces el santo portero se propuso animar a Pedro a que viajara como misionero a América, y lo logró. Pedro Claver bautizó a más de 300,000 negros en Cartagena, y nunca pudo olvidar los buenísimos consejos que le dio su fiel amigo Alonso, en Mallorca.

San Pablo decía que para que no se llenara de orgullo Dios le permitió ataques terribles en su carne. Y así le sucedió también al buen Alonso. De vez en cuando le llegaban sequedades tan espantosas en la oración que para él, rezar era un verdadero tormento. Todo lo que fuera piedad le producía repulsión. Pero así y con esas sequedades seguía rezando. Rezaba todo el día, viajando de un sitio a otro de la casa llevando razones y mensajes, o atendiendo en su portería a todo el que llegaba. Alonso rezaba siempre.

Un día cuando sus tentaciones impuras se le habían vuelto casi enloquecedoras, al pasar por frente a una imagen de la Sma. Virgen le gritó en latín: “Sancta Maria, Mater Dei, memento mei” (Santa María Madre de Dios, acuérdate de mí) e inmediatamente sintió que las tentaciones desaparecían. Desde entonces se convenció de que la Santísima Virgen tiene gran poder para alejar a los espíritus impuros, y se dedicó a encomendase a Ella con mayor fervor. Le rezaba varios rosarios cada día y en honor de la Madre de Dios rezaba salmos diarios. Y la Virgen María fue su gran Protectora y defensora hasta la hora de su muerte y se le apareció varias veces, llenándolo de increíble felicidad.

En sus dolorosas enfermedades se sentía asistido por Jesús y María y decía que había días en que los sentía tan presentes junto a él como si hubiera vivido en Nazaret cuando ellos los dos estaban viviendo allá. Esto le producía intensas alegrías espirituales.

Con autorización de sus superiores fue escribiendo todo lo que recordaba de sus experiencias espirituales, y en esa su autobiografía hay detalles que demuestran cómo este sencillo e ignorante porterito de un colegio llegó a altísimos grados en la vida mística. Con razón las gentes de todas las clases sociales iban al colegio a pedirle sus consejos, a consultarle sus dudas y a recibir consuelos para sus penas.

Cuando ya era muy anciano y estaba sumamente enfermo, un día el superior para ver qué tanta era su obediencia le dijo: “Le ordeno que se vaya de misionero a América del Sur”. Inmediatamente Alonso empacó sus pocas ropas y salió por la portería, listo a embarcarse en el primer barco que llegara. El superior tuvo que mandarle otra vez que se volviera a su puesto.

Otro día el superior, que sufría de un reumatismo sumamente doloroso le dijo: “Hermano Alonso, pídale a Dios y a la Virgen que me curen de este mal tan molesto”. El santo estuvo toda la noche rezando, y no dejó de rezar pidiendo aquel favor, sino cuando al amanecer supo que el Padre Superior había amanecido totalmente curado.

El 29 de octubre de 1617 sintiéndose sumamente lleno de dolores y de angustias, al recibir la Sagrada Comunión, inmediatamente se llenó de paz y de alegría, y quedó como en éxtasis. Dos días estuvo casi sin sentido y el 31 de octubre despertó, besó con toda emoción su crucifijo y diciendo en alta voz: “Jesús, Jesús, Jesús” expiró.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Alonso_Rodriguez.htm)

29 octubre, 2023

Domingo 30 (A) del tiempo ordinario

 

Texto del Evangelio (Mt 22,34-40):En aquel tiempo, cuando oyeron los fariseos que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en grupo, y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?». Él le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas».

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«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón (…). Amarás a tu prójimo como a ti mismo» Dr. Johannes VILAR (Köln, Alemania)

Hoy, nos recuerda la Iglesia un resumen de nuestra “actitud de vida” («De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas»: Mt 22,40). San Mateo y San Marcos lo ponen en labios de Jesucristo; San Lucas de un fariseo. Siempre en forma de diálogo. Probablemente le harían al Señor varias veces preguntas similares. Jesús responde con el comienzo del Shemá: oración compuesta por dos citas del Deuteronomio y una de Números, que los judíos fervientes recitaban al menos dos veces al día: «Oye Israel! El Señor tu Dios (…)». Recitándola se tiene conciencia de Dios en el quehacer cotidiano, a la vez que recuerda lo más importante de esta vida: Amar a Dios sobre todos los “diosecillos” y al prójimo como a sí mismo. Después, al acabar la Última Cena, y con el ejemplo del lavatorio de los pies, Jesús pronuncia un “mandamiento nuevo”: amarse como Él nos ama, con “fuerza divina” (cf. Jn 14,34-35).

Hace falta la decisión de practicar de hecho este dulce mandamiento —más que mandamiento, es elevación y capacidad— en el trato con los demás: hombres y cosas, trabajo y descanso, espíritu y materia, porque todo es criatura de Dios.

Por otro lado, al ser impregnados del Amor de Dios, que nos toca en todo nuestro ser, quedamos capacitados para responder “a lo divino” a este Amor. Dios Misericordioso no sólo quita el pecado del mundo (cf. Jn 1,29), sino que nos diviniza, somos “partícipes” (sólo Jesús es Hijo por Naturaleza) de la naturaleza divina; somos hijos del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo. A san Josemaría le gustaba hablar de “endiosamiento”, palabra que tiene raigambre en los Padres de la Iglesia. Por ejemplo, escribía san Basilio: «Así como los cuerpos claros y trasparentes, cuando reciben luz, comienzan a irradiar luz por sí mismos, así relucen los que han sido iluminados por el Espíritu. Ello conlleva el don de la gracia, alegría interminable, permanencia en Dios… y la meta máxima: el Endiosamiento». ¡Deseémoslo!

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «No habrá jamás otro Dios, Trifón, y no ha habido otro desde los siglos sino el que ha hecho y ordenado el universo. Nosotros no pensamos que nuestro Dios es distinto del vuestro. Es el mismo que sacó a vuestros padres de Egipto» (San Justino, mártir)
  • «¡Hoy más que nunca se hace necesario adorar! Quizá una de las mayores perversiones de nuestro tiempo es que se nos propone adorar lo humano dejando de lado lo divino. ‘Sólo al Señor adorarás’ es el gran desafío ante tantas propuestas de nada y vacío» (Francisco)
  • «(…) El primer mandamiento de la ley: ‘Adorarás al Señor tu Dios y le servirás (…) no vayáis en pos de otros dioses’ (Dt 6,13-14). La primera llamada y la justa exigencia de Dios consiste en que el hombre lo acoja y lo adore» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.084)

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2023-10-29)

28 octubre, 2023

Santos Judas Tadeo y Simón, Apóstoles

 

 The Justicerman: LA NOTA CORTA. “SAN JUDAS TADEO Y SAN SIMÓN, APÓSTOLES Y  MARTIRES”

 

!Oh!, Judas Tadeo y Simón Santos; vosotros, sois los hijos
del Dios de la Vida, sus amados santos, y lumbreras amadas
pues, llamados por Cristo Jesús, Dios y Señor Nuestro,
invitados fuisteis para ser de los Doce. Y, desde aquél
momento, juntos anduvisteis por doquiera el Espíritu Santo,
os dirigiera en vuestro caminar. Tadeo: “valiente para
proclamar su fe”, y Simón: “Dios ha oído mi súplica”.
Ambos, honor hicisteis, al significado de vuestros nombres.
Llano, Tadeo, a los ruegos para empleo o casa conseguir
y Simón, igual de solícito. Qué alegría, haber servido
al Dios Vivo, como lo habéis hecho poniéndoos, íntegros
al servicio del amor. Hoy, coronas de luz, lucís como
premio justo a vuestra entrega de amor y, quiera Dios,
que los hombres de nuestro tiempo, os imiten en vuestra
fidelidad y amor por siempre. Santos amigos y Apóstoles
del Dios de la Vida, gozáis hoy de coronas de luz eterna,
como premio justo a vuestra entrega de amor y fidelidad;
¡oh!, Santos, Simón y Judas Tadeo, “vivos ejemplos del Amor a Dios”

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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28 de Octubre

Santos Judas Tadeo y Simón
Apóstoles

Etimológicamente significa “honrado, alabanza”. Y Simón = “Dios le oye”. Vienen de la lengua hebrea.

Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.

Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

(http://es.catholic.net/santoraldehoy/)

El Señor de los Milagros

 

 Señor de los Milagros: conoce su historia y por qué hoy es su día central -  Infobae

 

 ¡Oh!, Señor de los Milagros, Vos, Sois el Dios de la Vida,
y que pintáis Octubre de morado color y, con la multitud
de fieles por todo el orbe de la tierra esparcidos, hacéis
sublime y grandiosa la mística expresión católica de la fe
porque, en octubre, de manos de un negro esclavo angoleño
guiado por el Espíritu Santo, plasmó vuestra sagrada efigie
Redentora, para que patrocinarais sus reuniones y os sirvieses
de guía en todo tiempo y circunstancia. Con los años, bajo
vuestro amparo, todas las sangres unís, en una sola fe,
en un sólo amor y luz. Y, así, desde siempre, la fervorosa
multitud eleva oraciones, súplicas y gracias, a Vos, Dios
de la Vida y del Amor, visando el sólo tocaros y besaros. La fe,
montañas mueve, y las voluntades más recias, mansas se
vuelven gracias al destello de Vuestra luz divina, que cae sobre
vuestros fieles, mientras el andar cansino de vuestra imagen
desbroza por doquier amor y paz. Os rindió culto,
el Conde de Lemos, y ordenó que se os venerase en el mismo
lugar, donde Vos, pintado fuisteis. Y, de pronto, un terremoto,
midió fuerzas con vuestra divinidad, y rajaduras produjo,
pero, nunca en vuestro mural, por designios de Dios. Y, así,
Sebastián de Antuñano, amoroso y fiel siervo vuestro, inició
la procesión con una réplica de vuestra santa imagen, así
originando las procesiones de octubre, con Vos, que tiñen
de morado y de incienso estos tiempos. “Es ya tiempo que esta
iglesia se edifique y siendo el fondo principal con que debe
contar la devoción de este vecindario que juró a este Divino
Señor Patrón de la Ciudad contra los temblores que en ella
se repiten, a dispuesto una Misa para el Domingo cuatro
de Mayo en la puerta del Colegio de los Desamparados, allí
esperaran de su generoso ánimo aquella prueba que le dictare
su piedad”. Rezaba así, la invitación, que con apoyo del Virrey,
las Madres Nazarenas, esparcieron por toda la ciudad de Lima,
haciendo hasta hoy, y por los siglos de los siglos morado el mes
de octubre, lleno de fe y de esperanza por Vuestro grande Amor;
¡oh!, Señor de los Milagros, “Regalo Vivo de Amor y Fe de Dios Padre”.

© 2023 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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La Fe de Octubre

¡Oh!, Señor de los Milagros,
desde el angoleño aquél,
que Vuestra imagen pintó,
mares de gentío por el
mundo todo, en Octubre
se vuelcan tras de Vos,
en pos de la eternidad
prometida y Vos, no los
dafraudais Dios de la vida;
¡Oh!, Señor de Los Milagros.

© 2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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28 de Octubre
El Señor de los Milagros

Historia del Señor de los Milagros

El cielo de Lima se torna de color morado, entre el carmín y el azul, todos los octubres de nuestras vidas. La procesión del Señor de los Milagros, el Cristo de Pachacamilla, el Cristo moreno o cuanta denominación ostente, es considerada una de las más multitudinarias de todo el orbe, tanto por el inmenso mar humano que alberga como por la sublimidad y grandiosidad espiritual que trae consigo esta mística expresión de fe católica del pueblo limeño. En una Lima en donde conviven y luchan por sobrevivir en circunstancias adversas cholos, negros, blancos, chinos y demás razas que la conforman, octubre es el momento cumbre que los une a todos bajo el eslabón de una sola creencia, una sola fe, una sola y anhelada esperanza en el milagro que algún día recaerá en ellos.

Atrás queda el agotador y, a veces, sofocante apretujamiento de la fervorosa multitud por acercarse a la imagen para poder tocarla y besarla. Dicen que la fe mueve montañas y hasta las voluntades más reprimidas se vuelven inquebrantables gracias al destello de luz que despabila sobre la gente, el andar cansino pero señorial y ubérrimo de la imagen del Señor de los Milagros.

Pero, ¿cómo empezó a forjarse toda esta mágica religiosidad en el espíritu limeño?, ¿qué tuvo que pasar para que germinara en los corazones la solidaridad cristiana y la unción religiosa en torno a la imagen del Cristo de Pachacamilla?

Primera Misa

Después de estos extraordinarios sucesos, la parroquia de San Marcelo como de San Sebastián quisieron trasladar el mural a sus parroquias en ambos casos no dio resultados. El Conde de Lemos personalmente rindió culto a la imagen y acordó con la autoridad eclesiástica que en definitiva se le venerase en el mismo lugar para lo cual ordeno inmediatamente se levantara una ermita provisional.

Siempre con el apoyo de los fieles del lugar la imagen quedó cercada con adobes, lo techaron con esteras y levantaron un sencillo altar al pie del Cristo Crucificado. Una vez terminado estos trabajos se logro que se oficiara la primera misa ante la sagrada imagen del Cristo de Pachacamilla, un día lunes 14 de setiembre de 1671. A está ceremonia religiosa asistió el Virrey y su señora esposa, altas autoridades civiles como eclesiásticas y un gran número de vecinos y devotos.

Después de está primera misa el Virrey y su esposa continuaron rindiéndole culto a la imagen, aumentando así los devotos, que venían desde lejos inclusive, para conocer y reverenciar a la portentosa imagen del mural de Pachacamilla que pronto comenzaron a llamarlo el Santo Cristo de los Milagros o de las Maravillas.

Primera procesión

El terremoto del 20 de Octubre de 1687 produjo rajaduras y desmoronamientos en la Capilla, pero el sagrado mural quedó incólume, como muestra de los designios divinos. Fue así que Sebastián de Antuñano inicio la procesión con una replica de la imagen, originando así las tradicionales procesiones de octubre del Señor de los Milagros de Nazarenas. En su primer recorrido llegó hasta la Plaza Mayor, al Cabildo limeño, donde recibió en ambos lugares fervorosa pleitesía contando con el acompañamiento de acongojados fieles así como vecinos del lugar. Se tiene la seguridad que aquella replica es la misma que hoy en día nos sigue acompañando en los meses de octubre en su recorrido por la gran Lima.

Fundación del Monasterio

Después del entierro de la madre Antonia Lucia del Espíritu Santo, le sucedió en el cargo la madre Josefa de la Providencia. Bajo su dirección se enfrento a un a situación económica apremiante, recibiendo ayuda de Antuñano y del benefactor José de Lorenzana fiel devoto del Señor de los Milagros cuando la madre Josefa inicio las gestiones encaminadas a conseguir la Real Célula y la Bula Pontificia para poder fundar el Monasterio tuvo que luchar y superar muchas dificultades y contratiempos. Hacia 1718 un caballero llamado Jerónimo Machado fue a visitar a la madre Josefa de la Providencia, acompañado de su esposa e hija y al enterarse que estaba iniciando las gestiones para la fundación se ofreció gentilmente a conseguir la licencia del Rey para la clausura aprovechando su próximo viaje a España y Roma.

La ansiada licencia que se encuentra en el archivo del Monasterio fue concedida por el Monarca Felipe V el día 8 de Febrero de 1720.

Años más tarde la madre Josefa tuvo la oportunidad de conocer al Padre Maestro Juan de Gazitúa de la Orden de los Predicadores, quien se ofreció gentilmente a obtener de su Santidad la Bula respectiva. Estando en Roma inicio las debidas gestiones ante la Santa Sede y el 27 de Agosto de 1727 Su Santidad Benedicto XIII concedió la ansiada Bula. Quedó aprobado entre otras cosas el uso del hábito morado y el característico modo de vestir de las Nazarenas.

Cuando la madre Josefa tuvo en sus manos la Bula Pontificia inicio de inmediato las gestiones necesarias para conseguir la ansiada clausura.

Conseguir está aprobación era considerado por la sufrida madre Josefa como coger el cielo con las manos hasta que por fin el Marqués de Casa Concha redacto la debida solicitud y el 14 de Noviembre 1729 expidió la aprobación el Arzobispado y seis días después el Virrey Marqués de Castelfuerte autorizó como patrono la respectiva fundación.

La Iglesia de Nazarenas

La iglesia reedificada por Sebastián Antuñano y el Monasterio fundado en 1730, sufrieron los estragos del violento sismo del 28 de Octubre de 1746, la construcción de un nuevo templo era necesario. A comienzos de 1766, por decisiva influencia de la Pericholi, ferviente devota del Señor de los Milagros, el XXXI Virrey Don Manuel Amat y Junient, fue a visitar la Iglesia de Nazarenas y al contemplar su lamentable estado, decidió la construcción de un nuevo templo para tan portentosa efigie, se puso de acuerdo con la Madre Priora Grimanesa Josefa de Santo Toribio C.D. y con la Benefactora Doña Maria Fernández de Córdova y Sande, sugiriéndole la idea de despertar los dormidos sentimientos del devoto pueblo limeño.

Contando con el importante apoyo del Virrey, las Madres Nazarenas, repartieron por toda la ciudad una invitación que decía: “…es ya tiempo que está iglesia se edifique y siendo el fondo principal con que debe contar la devoción de este vecindario que juro a este Divino Señor Patrón de la Ciudad contra los temblores que en ella se repiten, a dispuesto una mesa para el Domingo 4 de Mayo en la puerta principal del Colegio de los Desamparados….allí esperaran de su generoso ánimo aquella prueba que le dictare su piedad…”.

Fue con está invitación que al fin las madres Nazarenas después de 20 años del terremoto de 1746 tenían esperanzas de construir un nuevo templo para el Señor de los Milagros.

(http://www.hsmbh.com/esp/?pg=historia_intro)

27 octubre, 2023

San Odrano, Abad

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27 de Octubre
San Odrano
Abad

San Odrano, «noble y sin mancha», abad de Meath, fue uno de los doce que partieron de Loch Foyle a Iona con San Colomba. Adamnan afirma que era de origen bretón. Poco después de desembarcar, sintió Odrano que se acercaba el momento de su muerte y dijo: «Voy a ser el primer cristiano que muera en esta región. San Colomba replicó: «Yo te aseguro que irás al Reino de los Cielos y te prometo que nadie conseguirá una gracia en mi sepulcro sin habértela pedido a tí también».

Como San Colomba no quería ver morir a su amigo, le dio inmediatamente la bendición y salió de la casa.Se hallaba paseando en el patio, cuando de repente miró hacia el cielo. Sus acompañantes le preguntaron qué miraba, y Colomba repuso que veía la batalla que se libraba en el aire entre los buenos y los malos espíritus. Agregó que también veía a los Ángeles que llevaban en triunfo el alma de San Odrano al cielo.

Así pues, San Odrano fue el primero de los monjes irlandeses que murió y fue sepultado en Iona. El sitio de su sepultura, que se halla en el único cementerio de la isla, se llama «Reilig Orain».

Se dice que el santo fundó el monasterio de Leitrioch Odrain (Latteragh de Tipperary). Aunque a esto se reduce todo lo que sabemos sobre él se le celebra como obispo en toda Irlanda.

(http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=323)


26 octubre, 2023

Beato José Gregorio Hernández, médico de los pobres

 Beato José Gregorio Hernández

Cada 26 de octubre la Iglesia Católica recuerda la memoria litúrgica del Beato José Gregorio Hernández, el "médico de los pobres", que fue beatificado el 30 de abril del 2021 en Caracas (Venezuela).

José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado de Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía solo 8 años.

Estudió medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia para dedicarse solo a Dios.

En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse.

Llegó a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibió el permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que volver a Venezuela.

Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó volver a la vida religiosa. Decidió convertirse en un católico ejemplar siendo médico, sirviendo al Señor en los enfermos.

Dedicaba dos horas diarias para servir a los pobres.

Perseveró en sus principios cristianos toda su vida, con gran amor a la Santa Misa y a la Eucaristía. Era un hombre bondadoso, lleno de talentos; tocaba piano y violín, y le gustaba bailar. Sabía 7 idiomas y cosía su propia ropa.

Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919. Tenía 54 años

Caracas se conmovió y muchos decían: "Ha muerto un santo". Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.

(https://www.aciprensa.com/noticias/90563/cada-26-de-octubre-se-recuerda-al-beato-jose-gregorio-hernandez-medico-de-los-pobres)


25 octubre, 2023

San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, tres hermanos y mártires

 San Frutos, San Valentín y Santa Engracia

Imagen

25 de octubre
Santos Frutos, Engracia y Valentín
Hermanos y eremitas

San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, tres hermanos de Segovia (España), que vivieron como eremitas entre los siglos VII y VIII, en tiempos en los que la península hispánica estaba bajo el dominio de los visigodos.

San Frutos

Frutos nació en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos: Valentín y Engracia. A la muerte de sus padres, San Frutos decidió apartarse del mundo y vivir en soledad, oración y penitencia.

Como sus hermanos quisieron secundarlo, vendieron las posesiones de la familia y se deshicieron de sus riquezas, repartiendo todo entre los pobres. Después, los hermanos se trasladaron juntos hacia las orillas del río Duratón, donde se establecieron finalmente.

Al principio vivieron en cuevas naturales, pero luego construyeron ermitas, como solían hacer los monjes. San Frutos murió a los 75 años, en el año 715. Sus hermanos lo enterraron en el mismo lugar que habitaba, hoy conocido como “Ermita de San Frutos”, sobre la que se construyó el famoso monasterio.

Santa Engracia y San Valentín

Luego, ya sin el hermano mayor, Engracia y Valentín se retiraron a la zona de Caballar, donde continuaron su vida de soledad y oración en la llamada “Ermita de San Zoilo”. Allí permanecieron los dos hasta que la región fue invadida por los sarracenos. Estos los tomaron prisioneros y los decapitaron.

Tras el suceso, los pobladores de la zona trasladaron los cuerpos de Engracia y Valentín junto a los restos de San Frutos, a excepción de sus cabezas, que se quedaron en el municipio de Caballar para ser veneradas.

Las reliquias de los tres hermanos permanecieron en la Ermita de San Frutos, cerca de la actual Sepúlveda, desde comienzos del siglo VIII hasta el siglo XI. Hoy se encuentran en el retablo dedicado a los santos segovianos, ubicado en el trascoro de la Catedral de Santa María en Segovia (España).

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