28 enero, 2018

Día litúrgico: Domingo IV (B) del tiempo ordinario

Día litúrgico: Domingo IV (B) del tiempo ordinario

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Texto del Evangelio (Mc 1,21-28): En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

«¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!»

Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Hoy, Cristo nos dirige su enérgico grito, sin dudas y con autoridad: «Cállate y sal de él» (Mc 1,25). Lo dice a los espíritus malignos que viven en nosotros y que no nos dejan ser libres, tal y como Dios nos ha creado y deseado.

Si te has fijado, los fundadores de las órdenes religiosas, la primera norma que ponen cuando establecen la vida comunitaria, es la del silencio: en una casa donde se tenga que rezar, ha de reinar el silencio y la contemplación. Como reza el adagio: «El bien no hace ruido; el ruido no hace bien». Por esto, Cristo ordena a aquel espíritu maligno que calle, porque su obligación es rendirse ante quien es la Palabra, que «se hizo carne, y puso su morada entre nosotros» (Jn 1,14).

Pero es cierto que con la admiración que sentimos ante el Señor, se puede mezclar también un sentimiento de suficiencia, de tal manera que lleguemos a pensar tal como san Agustín decía en las propias confesiones: «Señor, hazme casto, pero todavía no». Y es que la tentación es la de dejar para más tarde la propia conversión, porque ahora no encaja con los propios planes personales.

La llamada al seguimiento radical de Jesucristo, es para el aquí y ahora, para hacer posible su Reino, que se abre paso con dificultad entre nosotros. Él conoce nuestra tibieza, sabe que no nos gastamos decididamente en la opción por el Evangelio, sino que queremos contemporizar, ir tirando, ir viviendo, sin estridencias y sin prisa.

El mal no puede convivir con el bien. La vida santa no permite el pecado. «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro» (Mt 6,24), dice Jesucristo. Refugiémonos en el árbol santo de la Cruz y que su sombra se proyecte sobre nuestra vida, y dejemos que sea Él quien nos conforte, nos haga entender el porqué de nuestra existencia y nos conceda una vida digna de Hijos de Dios.

(http://evangeli.net/evangelio/dia/2018-01-28)

27 enero, 2018

Santa Ágela de Mérici


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¡Oh¡, Santa Angela Merici; vos, sois la hija del Dios
de la vida y su amada santa, y que, desde muy niña
alumbrasteis con la luz de la fe a las niñas de vuestro
tiempo con amor y comprensión, fundando en la hora
debida las “Hermanas Ursulinas”, la primera comunidad
religiosa femenina para educar a las niñas, en honor
a Santa Úrsula, la santa mártir del siglo IV, que,
dirigía el grupo de muchachas llamadas “Las once mil
vírgenes”, que murieron por defender su religión y
su castidad. Como Terciaria Franciscana y sin muchos
estudios, con vuestro “Don del Consejo”, supisteis
aconsejar, qué es lo que hay que hacer, y qué dejar
de hacer en la vida para ganar el cielo. Por ello,
gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes; sabios
consejos de vos recibieron. Vos misma, en una visión
contemplasteis un enorme grupo de jóvenes vestidas
de blanco que volaban hacia el cielo eterno, y una
voz os dijo: “Estas son tus religiosas educadoras”. Y,
con el tiempo, así fue. Alguien os preguntó un día:
¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente?
Y, vos, respondisteis: “Compórtese cada día como deseara
haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse
y de darle cuenta a Dios”. “¡Dios mío, yo te amo!”,
fueron vuestras últimas palabras, dejando volar vuestra
alma al cielo, para ser premiada con corona de luz
como justo premio a vuestra grande entrega de amor y fe,
¡oh!, Santa Angela de Merici, “vivo mensaje del Dios vivo”.





© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado______________________________________

 

27 de Enero
Santa Angela de Mérici
(+ 1540)



Es la fundadora de las Hermanas Ursulinas. Su nombre significa “Mensaje de Dios”. Nació en Italia en 1474 y tiene el mérito de haber fundado la primera comunidad religiosa femenina para educar niñas.

Se crió en una familia campesina muy creyente, donde cada noche leían la vida de un Santo, y esto la enfervorizaba mucho y la entusiasmaba por la religión.

Quedó huérfana de padre y madre cuando aún era muy niña y esto la impresionó muchísimo. Después durante toda su vida le pediría perdón a Dios por no haber confiado lo suficientemente en su juventud en la Providencia Divina que a nadie abandona.

Su infancia es muy sufrida y tiene que trabajar duramente pero esto la hace fuerte y la vuelve comprensiva con las niñas pobres que necesitan ayuda para poderse instruir debidamente.

Se hace Terciaria Franciscana y sin haber hecho sino estudios de primaria, llega a ser Consejera de gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes. Es que había recibido del Espíritu Santo el Don del Consejo, que consiste en saber lo que más conviene hacer y evitar en cada ocasión.

Viendo que las niñas no tenían quién las educara y las librara de peligros mortales, y que las teorías nuevas llevaban a la gente a querer organizar la vida como si Dios no existiera, fundó la Comunidad de Hermanas Ursulinas (en honor a Santa Úrsula, la santa mártir del siglo IV, que dirigía el grupo de muchachas llamadas “Las once mil vírgenes, que murieron por defender su religión y su castidad).

Lo que más le impresionaba era que las niñas de los campos y pueblos que visitaba no sabían nada o casi nada de religión. Sus papás o no sabían o no querían enseñarles catecismo. Por eso ella organizó a sus amigas en una asociación dedicada a enseñar catecismo en cada barrio y en cada vereda.

Ángela era de baja estatura pero tenía todas las cualidades de líder y de guía para influir en los demás. Y además tenía mucha simpatía y agradabilidad en su trato.

En Brescia fundó una escuela y de allí se extendió su Comunidad de Ursulinas por muchas partes. Un grupo de 28 muchachas muy piadosas se vino a vivir en casa de Ángela y con ellas fundó la Comunidad. En una visión contempló un enorme grupo de jóvenes vestidas de blanco que volaban hacia el cielo, y una voz le dijo: “Estas son tus religiosas educadoras”.

La gente consideraba a Santa Úrsula como una gran líder o guía de mujeres. Por eso Ángela puso a sus religiosas el nombre de Ursulinas.

La Comunidad de Ursulinas fue fundada en 1535, y cinco años después murió su fundadora, Santa Ángela, el 27 de enero de 1540. Fue canonizada en 1807.

Un hombre le preguntó un día en plena calle: ¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente? Y ella le respondió: “Compórtese cada día como deseara haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse y de darle cuenta a Dios”.

Sus últimas palabras fueron: “Dios mío, yo te amo”. Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no sólo al tiempo de morir, sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Angela_de_Merici.htm)

25 enero, 2018

La Conversión de San Pablo

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¡Oh! Bendita conversión vuestra, San Pablo: ¡Saulo,
Saulo!, ¿por qué me persigues? Os dijo el Señor
¿Quién eres, Señor? Preguntasteis vos. Y, Él os dijo:
¡Yo soy Jesús, a quien tú persigues! ¡Levantaos y
entrad en la ciudad que allí se os dirá lo que
tenéis que hacer. Y, vos, os levantasteis del suelo,
pero, cuando abristeis los ojos, no podíais ver, y
os llevaron a Damasco, y, allí, estuvisteis ciego
tres días, sin comer, ni beber nada. Y un tal Ananías
fue y, cuando llegó a la casa, os impuso las manos y
os dijo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te
apareció en el camino, me ha enviado para que recobres
la vista y seas lleno del Espíritu Santo”. Y, casi
al instante cayó de vuestros ojos algo como escamas, y
recobrasteis la vista. Os levantasteis y fuisteis
bautizado. Y, en seguida os dedicasteis a predicar
en las sinagogas afirmando que Jesús es el Hijo
de Dios, para su eterna y maravillosa gloria. ¡Aleluya!
¡oh! Bendita y “viva” conversión vuestra, San Pablo.


© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado

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25 de Enero
Dios, como a Pablo, te invita a la conversión

Convertirse significa, para cada uno de nosotros, creer que Jesús se ha entregado a sí mismo por mí.

Por: SS Benedicto XVI


Fuente: Catholic.net

Hoy, 25 de enero, se hace memoria de la “Conversión de san Pablo” (…) En el caso de Pablo, algunos prefieren no utilizar el término conversión, porque -dicen- él ya era creyente, es más hebreo ferviente y por ello no pasó de la no-fe a la fe, de los ídolos a Dios, ni tuvo que abandonar la fe hebrea para adherirse a Cristo. En realidad, la experiencia del Apóstol puede ser el modelo de toda auténtica conversión cristiana.
La de Pablo maduró en el encuentro con el Cristo resucitado; fue este encuentro el que le cambió radicalmente la existencia. En el camino de Damasco sucedió para él lo que Jesús pude en el Evangelio de hoy: Saulo se convirtió porque, gracias a la luz divina, “creyó en el Evangelio”. En esto consiste su conversión y la nuestra: en creer en Jesús muerto y resucitado y en abrirse a la iluminación de su gracia divina.
En aquel momento, Saulo comprendió que su salvación no dependía de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho que Jesús había muerto también por él -el perseguidor- y que estaba, y está, resucitado. Esta verdad, que gracias al Bautismo ilumina la existencia de cada cristiano, alumbra completamente nuestro modo de vivir.
Convertirse significa, también para cada uno de nosotros, creer que Jesús “se ha entregado a sí mismo por mí”, muriendo en la cruz (cfr Gal 2,20) y, resucitado, vive conmigo y en mí. Confiándome al poder de su perdón, dejándome tomar la mano por Él, puedo salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y te toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor.
Queridos amigos, la invitación a la conversión, valorada por el testimonio de san Pablo, resuena hoy (…) El Apóstol nos indica la actitud espiritual adecuada para poder progresar en el camino de la comunión. “Ciertamente no he llegado a la meta -escribe a los Filipenses -, no he llegado a la perfección; pero me esfuerzo en correr para alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús” (Fil 3,12).
Ciertamente, nosotros los cristianos no hemos conseguido llegar aún a la meta de la unidad plena, pero si nos dejamos continuamente convertir por el Señor Jesús, llegaremos seguramente.
La Virgen María, Madre de la Iglesia una y santa, nos obtenga el don de una conversión verdadera, para que cuanto antes se realice el anhelo de Cristo: “Ut unum sint”.
Fragmento de las palabras de SS Benedicto XVI durante el Ángelus, en la Fiesta de la Conversión de San Pablo 25 enero 2009
(http://www.es.catholic.net/op/articulos/12632/dios-como-a-pablo-te-invita-a-la-conversin.html)

24 enero, 2018

San Francisco de Sales




 ¡Oh¡, San Francisco de Sales; vos, sois, el hijo del Dios
de la Vida, su amado santo, el “apóstol de la palabra y
de la verdad” contra los impíos protestantes y, además,
líder y escudo con vuestro verbo prodigioso. Con vuestro
libro “Introducción a la vida devota”, nos invitasteis
dulcemente a amar esta heroica clase de vida. Vos, decíais:
“¿No es una barbaridad querer desterrar la vida devota
del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos,
del palacio, de los príncipes y del hogar de los casados?”
!Claro que sí! Prescindir de Dios, que es sólo Amor, es
como estar muerto en vida, ir, ciego y cojo por el mundo,
y el cuerpo, atado al eterno fuego. “No nos enojemos
en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros
hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor. Y, te lo
digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te
enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en
tu corazón entrada al enojo”. Así, escribisteis sobre
el enojo. Como sabéis vos, vuestra dulzura, no fue algo
fácil de lograr, pues dicen que vos, en vuestra juventud
teníais mal genio. Pero, que vos, supisteis modelar,
con vuestra lucha ascética con el fin de aumentar vuestra
capacidad, de autodominio. Prueba de ello, se cuenta que,
al haceros la autopsia, os encontraron con vuestro hígado
duro como piedra. Al final, vuestra alma voló al cielo
luego de haberla gastado en buena lid, ganándoos corona
de luz, como premio justo a vuestra entrega de amor;
Santo Patrono de los escritores y periodistas del mundo;
¡oh!, San Francisco de Sales, “viva virtud y dulzura”.


© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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24 de enero
San Francisco de Sales
Obispo
Patrono de los periodistas y escritores
(1567-1622)


Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio “patrono de los periodistas”.
Escribía como un ángel

De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura. Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: “Introducción a la vida devota”, cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquellos tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

“¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?”

Hay una amistad que no se puede olvidar.La que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud
La dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.
Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referida a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle al autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato. Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales escribió: “No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo”

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Francisco_de_Sales.htm)

23 enero, 2018

San Ildefonso






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 ¡Oh!, San Ildefonso, vos, sois el hijo del Dios de la vida, y
su amado santo, que, honor haciendo, al significado de vuestro
nombre: “preparado para el combate”, dedicasteis vuestra pluma
a la “Llena de Gracia”, la “Kejaritomene”, su santa virginidad
defendiendo, antes, durante y después del parto; pues mayor
regalo de Dios, no pudo recibir la humanidad toda, que la compañía
de Su Unigénito y Amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Y, por
ello, Ella os felicitó, regalándoos un ornamento de celebrar
la Santa Misa, por haber dicho bien de Ella. ¿Quién dudar podrá
de vuestro amor hacia la Madre Santa de Nuestro Redentor? ¡Nadie
ni nada! Y, hoy, gozáis con justicia de las alegrías de la patria
celestial, feliz, luciendo corona de luz eterna, como premio a
vuestra entrega de amor, bien llamado “Doctor de la Virginidad
de María”, corredentora eterna nuestra y Santa Madre del Redentor;
¡oh!, San Ildefonso; “vivo combatiente de la verdad, luz y la fe”.
 


© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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23 de Enero San Ildefonso Arzobispo de Toledo Año 667


El nombre “Ildefonso” significa “preparado para el combate”.

San Ildefonso ha sido considerado como una de las glorias de la Iglesia Escribió un famoso libro acerca de la Virginidad de María, y por su gran devoción a la Madre de Dios fue llamado “El Capellán de la Virgen”. Se cuenta que Nuestra Señora se le apareció para felicitarlo y darle las gracias por haber hablado tan fervorosamente acerca de Ella y que le regaló un ornamento de celebrar la Santa Misa. En los cuadros antiguos se pinta a San Ildefonso, recibiendo el ornamento de manos de la Santísima Virgen.Española. Sobrino de San Eugenio y discípulo de San Isidro, fue escogido por el pueblo para ser arzobispo de Toledo, que era en ese tiempo la capital de España.

San Ildefonso ha sido llamado “Doctor de la Virginidad de María”. Si tu haces algo por la Virgen María, la Virgen María hará mucho más por ti.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Ildefonso.htm)

22 enero, 2018

San Vicente

¡Oh!, San Vicente, vos, sois el hijo del Dios de la vida,
su amado santo y, aquél que, junto a Valerio, vuestro Obispo,
no dudasteis en proclamar la fe de Cristo Jesús, Dios y Señor
Nuestro; diciendo: “Estamos dispuestos a padecer todos los
sufrimientos posibles con tal de permanecer fieles a la religión
de Nuestro Señor Jesucristo”. Entonces, Daciano, desterró a
vuestro obispo y se dedicó a imponeros sufrir impensables
torturas para tratar de haceros abandonar vuestra religión. A
pesar de los sufrimientos y el cruel martirio, fiel permanecisteis
a nuestra santa religión, para rabia y sorpresa de vuestros
verdugos. La providencia de Dios, jamás os abandonó y hecha voz,
se dejó escuchar, rodeada toda de celestes cánticos y lluvia
de flores decir: “ven valeroso mártir a unirte en el cielo
con el grupo de los que aman a Nuestro Señor”. Y, vuestra alma,
así, al regazo de nuestro Creador llegó, para recibir vuestro
premio: coronado ser, con corona de luz inextinguible. ¿Habrá
otro premio mayor, para tan semejante entrega? ¡No lo hay! ¡No!,
tanto que, San Agustín escribió: “El que sufría era Vicente,
pero el que le daba tan grande valor era Dios. Su carne al
quemarse le hacía llorar y su espíritu al sentir que sufría
por Dios, le hacía cantar”. Así voló vuestra alma al cielo
para coronada ser con corona de luz, como justo premio a
vuestra entrega increíble de amor y fe. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
!Qué maravilloso amor! !Qué valentía! ¡Qué coraje!
¡oh!, San Vicente, “viva luz vencedora y victoriosa de Cristo”.



© 2018 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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22 de Enero
San Vicente
Mártir Año 304



San Vicente: ¡que nos consigas del cielo la gracia de Dios que nos vuelva muy valientes para proclamar nuestra fe!

Vicente significa: «Vencedor, victorioso”.


San Vicente era un diácono español, y su martirio se hizo tan famoso que San Agustín le dedicó cuatro sermones y dice de él que no hay provincia donde no le celebren su fiesta. Roma levantó tres iglesias en honor de San Vicente y el Papa San León lo estimaba muchísimo. El poeta Prudencio compuso en honor de este mártir un himno muy famoso.


Era diácono o ayudante del obispo de Zaragoza, San Valerio. (Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdocio). Como el obispo tenía dificultades para hablar bien, encargaba a Vicente la predicación de la doctrina cristiana, lo cual hacía con gran entusiasmo y consiguiendo grandes éxitos por su elocuencia y su santidad.


El emperador Diocleciano decretó la persecución contra los cristianos, y el gobernador Daciano hizo poner presos al obispo Valerio y a su secretario Vicente y fueron llevados prisioneros a Valencia. No se atrevieron a juzgarlos en Zaragoza porque allí la gente los quería mucho. En la cárcel les hicieron sufrir mucha hambre y espantosas torturas para ver si renegaban de la religión. Pero cuando fueron llevados ante el tribunal, Vicente habló con tan grande entusiasmo en favor de Jesucristo, que el gobernador regañó a los carceleros por no haberlo debilitado más con más atroces sufrimientos. Les ofrecieron muchos regalos y premios si dejaban la religión de Cristo y se pasaban a la religión pagana. El obispo encargó a Vicente para que hablara en nombre de los dos, y éste dijo: «Estamos dispuestos a padecer todos los sufrimientos posibles con tal de permanecer fieles a la religión de Nuestro Señor Jesucristo”. Entonces el perseguidor Daciano desterró al obispo y se dedicó a hacer sufrir a Vicente las más espantosas torturas para tratar de hacerlo abandonar su santa religión.

El primer martirio fue un tormento llamado «el potro”


Consistía en amarrarles cables a los pies y a las manos y tirar en cuatro direcciones distintas al mismo tiempo. Este tormento hacía que se desanimaran todos los que no fueran muy valientes. Pero Vicente, fiel a su nombre, que también significa «valeroso”, aguantó este terrible suplicio rezando y sin dejar de proclamar su amor a Jesucristo.


El segundo tormento fue apalearlo

El cuerpo de Vicente quedó masacrado y envuelto en sangre. Pero siguió declarando que no admitía más dioses que el Dios verdadero, ni más religión sino la de Cristo. El mismo jefe de los verdugos se quedó admirado ante el valor increíble de este mártir.


Entonces el gobernador le pidió que ahora sí le dijera dónde estaban las Sagradas Escrituras de los cristianos para quemarlas. Vicente dijo que prefería morir antes que decirle este secreto.

Y vino el tercer tormento: La parrilla al rojo vivo


Lo extendieron sobre una parrilla calientísima erizada de picos al rojo vivo. Los verdugos echaban sal a sus heridas y esto le hacía sufrir mucho más. Y en todo este feroz tormento, Vicente no hacía sino alabar y bendecir a Dios.


San Agustín dice: «El que sufría era Vicente, pero el que le daba tan grande valor era Dios. Su carne al quemarse le hacía llorar y su espíritu al sentir que sufría por Dios, le hacía cantar”. Si no hubiera sido porque Nuestro Señor le concedió un valor extraordinario, Vicente no habría sido capaz de aguantar tantos tormentos. Pero Dios cuando manda una pena, concede también el valor para sobrellevarla.


El tirano mandó que lo llevaran a un oscuro calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios cortantes y que lo dejaran amarrado y de pie hasta el día siguiente para seguirlo atormentando para ver si abandonaba la religión de Cristo. El poeta Prudencio dice: «El calabozo era un lugar más negro que las mismas tinieblas; un covacho que formaban las estrechas piedras de una bóveda inmunda; era una noche eterna donde nunca penetraba la luz”.


Interviene Dios

Pero a medianoche el calabozo se llenó de luz. A Vicente se le soltaron las cadenas. El piso se cubrió de flores. Se oyeron músicas celestiales. Y una voz le dijo: «Ven valeroso mártir a unirte en el cielo con el grupo de los que aman a Nuestro Señor”. Al oír este hermoso mensaje, San Vicente se murió de emoción. el carcelero se convirtió al cristianismo, y el perseguidor lloró de rabia al día siguiente al sentirse vencido por este valeroso diácono.

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Vicente.htm)

21 enero, 2018

Día litúrgico: Domingo III (B) del tiempo ordinario

Día litúrgico: Domingo III (B) del tiempo ordinario


 Resultado de imagen para Texto del Evangelio (Mc 1,14-20): Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».

 
Texto del Evangelio (Mc 1,14-20): Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.

«Convertíos y creed en la Buena Nueva»
+ Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué (Manresa, Barcelona, España)

Hoy, la Iglesia nos invita a convertirnos y, con Jesús, nos dice: «Convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). Por tanto, habrá que hacer caso a Jesucristo, corrigiendo y mejorando lo que sea necesario.

Toda acción humana conecta con el designio eterno de Dios sobre nosotros y con la vocación a escuchar a Jesús, seguirlo en todo y para todo, y proclamarlo tal como lo hicieron los primeros discípulos, tal como lo han hecho y procuramos hacerlo millones de personas.

Ahora es la oportunidad de encontrar a Dios en Jesucristo; ahora es el momento de nuestra vida que empalma con la eternidad feliz o desgraciada; ahora es el tiempo que Dios nos proporciona para encontrarnos con Él, vivir como hijos suyos y hacer que los acontecimientos cotidianos tengan la carga divina que Jesucristo —con su vida en el tiempo— les ha impreso.

¡No podemos dejar perder la oportunidad presente!: esta vida más o menos larga en el tiempo, pero siempre corta, pues «la apariencia de este mundo pasa» (1Cor 7,31). Después, una eternidad con Dios y con sus fieles en vida y felicidad plenas, o lejos de Dios —con los infieles— en vida e infelicidad totales.

Así, pues, las horas, los días, los meses y los años, no son para malgastarlos, ni para aposentarse y pasarlos sin pena ni gloria con un estéril “ir tirando”. Son para vivir —aquí y ahora— lo que Jesús ha proclamado en el Evangelio salvador: vivir en Dios, amándolo todo y a todos. Y, así, los que han amado —María, Madre de Dios y Madre nuestra; los santos; los que han sido fieles hasta el fin de la vida terrenal— han podido escuchar: «Muy bien, siervo bueno y fiel (…): entra en la alegría de tu señor» (Mt 25,23).

¡Convirtámonos! ¡Vale la pena!: amaremos, y seremos felices desde ahora.

(http://evangeli.net/evangelio/dia/2018-01-21)