19 febrero, 2020

San Álvaro de Zamora


 Imagen relacionada
 
 ¡Oh! San Álvaro de Zamora, vos, sois el hijo del Dios de la Vida, 
 su amado beato y presbítero de la Orden de Predicadores; que os
hicisteis célebre por vuestro modo de predicar y contemplar la Pasión
de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Señor Nuestro, y que, además,
honor hicisteis al significado de vuestro nombre: “Aquel que es el
defensor de todos”. Estando en el convento dominico de San Pedro
de Córdova, os hicisteis famoso y ardiente predicador, y con vuestro
ejemplo y obras, contribuisties a la reforma de vuestra Orden. Luego
de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedasteis impactado
por Camino del Calvario, recorrido por Jesús y, estabais deseoso
de vivir una existencia en soledad y perfección, para un apostolado
digno de Dios. Así, fundasteis el convento de Santo Domingo Escalaceli
o “Escalera del Cielo”, donde se reproducía la “vía dolorosa”, por
vos, venerada en Jerusalén, e imitada en otros conventos, dando
origen a la devoción del “Vía Crucis”. De noche, vos, os retirabais
a una gruta, donde a imitación de vuestro Padre Domingo, orabais
y os flagelabais, convirtiéndose luego, en camino de peregrinajes
para miles de fieles. Además, poseíais el don de profecía y obrasteis
muchos milagros. Un día, os llamó de este mundo vuestro Amo, y así,
voló vuestra alma al cielo para, corona de luz recibir, como justo
premio a vuestra grande entrega de amor y fe. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Oh! Beato Álvaro de Zamora, viva imagen del Dios de la Vida y del Amor.



© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado

___________________________________________

19 de febrero
San Alvaro de Córdova
Predicador Dominico


(Fuente: Parroquiabeatoalvaro.org)



Martirologio Romano: En Córdoba, en la región española de Andalucía, conmemoración del beato Álvaro de Zamora, presbítero de la Orden de Predicadores, que se hizo célebre por su modo de predicar y contemplar la Pasión del Señor (c. 1430).

Etimológicamente Álvaro = Aquel que es el defensor de todos, es de origen germánico.
Fecha de beatificación: El Papa Benedicto XIV, aprobó su culto el 22 de septiembre de 1741.

Breve Biografía
Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia Cardona.

Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.

Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador.

Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad cristiana.

De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros.

Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su convento.

(http://es.catholic.net/op/articulos/34879/lvaro-de-zamora-de-crdoba-beato.html)

18 febrero, 2020

San Eladio de Toledo

 
Imagen
 
¡Oh!, San Eladio de Toledo, vos, sois el hijo del Dios de la vida,
su Arzobispo y ejemplar santo. Administrabais los negocios con
destreza, y el rey, os nombró su hombre de confianza. Honores,
riquezas y poder despreciasteis, sin impresionaros la grandeza,
pues la teníais con vos en la devoción y fidelidad a la práctica
de la cristiana vida. San Ildefonso, dice de vos, así: “aunque vestía
secular, vivía como un monje”. Y, como el día sucede a la noche, así,
Dios, os propuso un cambio, y, con voluntad y humildad, dejasteis
vuestros bienes, los afanes del mundo, las comodidades y la familia.
Además, os resististeis a aceptar la distinción de arzobispo, pero,
Toledo, os necesitaba después de la muerte de Aurasio. Y, así,
reformasteis el estamento eclesiástico, mejorasteis estado secular
y cuidado del culto divino. Como obispo, no olvidasteis a los más
necesitados, y vuestro discípulo y sucesor Ildefonso, escribió así:
“Las limosnas y misericordias que hacía Eladio eran tan copiosas
que era como si entendiese que de su estómago estaban asidos como
miembros los necesitados, y de él se sustentaban sus entrañas”.
Con Sisebuto, jefe judío, negociasteis sobre la convivencia entre
las comunidades de judíos y cristianos, causa fija de conflictos
religiosos y de desorden social, haciendo de abogado de los pobres.
Así, pues y luego de haberos gastado en buena lid, voló, vuestra alma
al cielo, para coronada ser con corona de luz y eternidad,
como premio justo a vuestra entrega grande e increíble de amor y fe;
¡oh!, San Eladio de Toledo, “vivo amor y caridad de Cristo Jesús”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado

_________________________________________

18 de Febrero
San Eladio de Toledo
Arzobispo


 
Martirologio Romano: En Toledo, en Hispania, san Eladio, que, después de haber dirigido los asuntos públicos en el palacio real, fue abad del monasterio de Agali y, elevado después al obispado de Toledo, se distinguió por los ejemplos de caridad (632).

Arzobispo importante por su cometido entre los visigodos toledanos de su tiempo. Tuvo el buen gusto de admitir al diaconado a san Ildefonso que le sucedería también en la sede arzobispal de Toledo. Pasó dieciocho años al servicio de los cristianos como sucesor de los Apóstoles, desde que murió Aurasio, su antecesor en el mismo ministerio, y construyó también el templo de santa Leocadia.

Su padre llevó antes que él su nombre y ocupaba un cargo importante en la Corte. En familia de buenos cristianos nació Eladio, en Toledo, pasando la segunda mitad del siglo VI. Llega a sobresalir tanto en el cuidado de los negocios y tan merecedor es de confianza que el rey lo nombra administrador de sus finanzas ¡un antecedente de los ministros de Hacienda de hoy!

No se le sube a la cabeza de mala manera el honor, ni las riquezas, ni el poder que su cargo conlleva. No, no se dejó deslumbrar por la grandeza. Desde siempre era conocida su devoción y la fidelidad a las prácticas de vida cristiana. San Ildefonso dice de él que «aunque vestía secular, vivía como un monje». Y no le faltaba razón, porque frecuentaba el retiro monacal del monasterio Agaliense próximo a Toledo y algo se le pegaría.

Entre los afanes de las cuentas, recaudaciones, ajustes y distribución de dineros le llega la hora de la vocación a cosas más altas. Hay un cambio de negocio y quien lo propone es el Señor. Con voluntad desprendida deja bienes, afanes terrenos, comodidades, familia y mucho honor. Tomado hábito, a la muerte del abad, los monjes le eligen para esa su misión.

Después viene otra muerte, porque así vamos pasando los hombres. Se resiste Eladio a aceptar la distinción de arzobispo, pero la silla toledana necesita un sucesor después de la muerte de Aurasio. Los años no son obstáculo para reformar el estamento eclesiástico, mejorar el estado secular y cuidar el culto divino. Como obispo no puede olvidar a los más necesitados en lo material porque sin caridad no hay cristianismo creíble; y es en este punto donde su discípulo y sucesor Ildefonso escribe: «Las limosnas y misericordias que hacía Eladio eran tan copiosas que era como si entendiese que de su estómago estaban asidos como miembros los necesitados, y de él se sustentaban sus entrañas»; este era un motivo más para cuidar la austeridad de su mesa arzobispal, debía ser frugal en la comida para no defraudar a los pobres.

Aún tuvo más entresijos su vida; negoció delicadamente con Sisebuto la ardua cuestión que planteaba la convivencia diaria entre las comunidades de judíos y cristianos que era fuente permanente de conflictos religiosos y de desorden social. Murió el 18 de febrero del año 632.

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=636)

17 febrero, 2020

Santos Fundadores de los Servos de María

 
Resultado de imagen para Los Siete Fundadores de los Siervos de María
 
 
 ¡Oh!, Siete Santos Fundadores de los Servos de María:
Alejo, Amadeo, Hugo, Benito, Bartolomé, Gerardino y Juan;
vosotros, sois los hijos del Dios de la vida, y sus amados
santos, que, todos a la mundana vida renunciasteis por
amor a Nuestra Señora atraídos, y, tan luego lo hicisteis
os despojasteis de vuestras pertenencias, donándolas con
amor entre los pobres y desposeídos de vuestro tiempo.
Y , así, liberados ya, de vuestras cargas, os dedicasteis
a una vida de oración y penitencia constante, todo, bajo
el amparo e influjo divino de María, Santa Madre de Dios,
llamándoos por ello, los “Siervos de María” o “Servitas”.
En el Senario, os hicisteis sacerdotes – menos Alejo- y os
pusisteis a predicar y a propagar el evangelio. Un Viernes
Santo de María la Santa Madre del Redentor, recibisteis la
inspiración de adoptar como reglamento eterno, la escrita
por San Agustín, para invitar a nuevos aspirantes y así,
creció vuestra santa orden de increíble manera. ¡Todos
a su tiempo, sus trabajos y sus vidas ofrecieron a Dios!
En morir, el último fuisteis Alejo, y, quien os conoció,
dijo: “Cuando yo llegué a la Comunidad, solamente vivía uno
de los “Siete Santos Fundadores”, era el hermano Alejo,
y de sus labios oímos la tierna historia de todos ellos.
La vida del hermano Alejo, era tan santa y devota, que
servía a todos de un maravilloso ejemplo y demostraba
como debieron ser de santos los otros seis compañeros”.
Hoy, os recordamos a todos vosotros, por haber gastado
vuestras santas vidas en buena lid, y haber recibido con
justicia el premio: ¡coronados ser, con coronas de luz, por
vuestra entrega de amor, fe, y espíritu evangelizador!;
“Santos Siervos de Santa María Virgen, Madre del Dios Vivo”;
 ¡oh!, Fundadores, “viva Luz de la Santa Madre del Redentor”.

 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
___________________________________________

17 de Febrero
Los Siete Santos Fundadores de los Siervos de María o “Servitas”
(año 1233)

Eran siete amigos, comerciantes de la ciudad de Florencia, Italia. Sus nombres: Alejo, Amadeo, Hugo, Benito, Bartolomé, Gerardino y Juan.

Pertenecían a una asociación de devotos de la Virgen María, que había en Florencia, y poco a poco fueron convenciéndose de que debían abandonar lo mundano y dedicarse a la vida de santidad. Vendieron sus bienes, repartieron el dinero a los pobres y se fueron al Monte Senario a rezar y a hacer penitencia. La idea de irse a la montaña a santificarse, les llegó el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Sma. Virgen, y la pusieron en práctica el 8 de septiembre, día del nacimiento de Nuestra Señora. Ellos se habían propuesto propagar la devoción a la Madre de Dios y confiarle a Ella todos sus planes y sus angustias. A tan buena Madre le encomendaron que les ayudara a convertirse de sus miserias espirituales y que bendijera misericordiosamente sus buenos propósitos. Y dispusieron llamarse “Siervos de María” o “Servitas”.

En el monte Senario se dedicaban a hacer muchas penitencias y mucha oración, pero un día recibieron la visita del Sr. Cardenal delegado del Sumo Pontífice, el cual les recomendó que no se debilitaran demasiado con penitencias excesivas, y que más bien se dedicaran a estudiar y se hicieran ordenar sacerdotes y se pusieran a predicar y a propagar el evangelio. Así lo hicieron, y todos se ordenaron de sacerdotes, menos Alejo, el menor de ellos, que por humildad quiso permanecer siempre como simple hermano, y fue el último de todos en morir.

Un Viernes Santo recibieron de la Sma. Virgen María la inspiración de adoptar como Reglamento de su Asociación la Regla escrita por San Agustín, que por ser muy llena de bondad y de comprensión, servía para que se pudieran adaptar a ella los nuevos aspirantes que quisieran entrar en su comunidad. Así lo hicieron, y pronto esta asociación religiosa se extendió de tal manera que llegó a tener cien conventos, y sus religiosos iban por ciudades y pueblos y campos evangelizando y enseñando a muchos con su palabra y su buen ejemplo, el camino de la santidad.

Su especialidad era una gran devoción a la Santísima Virgen, la cual les conseguía maravillosos favores de Dios. El más anciano de ellos fue nombrado superior, y gobernó la comunidad por 16 años. Después renunció por su ancianidad y pasó sus últimos años dedicado a la oración y a la penitencia. Una mañana, mientras rezaba los salmos, acompañado de su secretario que era San Felipe Benicio, el santo anciano recostó su cabeza sobre el corazón del discípulo y quedó muerto plácidamente. Lo reemplazó como superior otro de los Fundadores, Juan, el cual murió pocos años después, un viernes, mientras predicaba a sus discípulos acerca de la Pasión del Señor. Estaba leyendo aquellas palabras de San Lucas: “Y Jesús, lanzando un fuerte grito, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” (Lc. 23, 46). El Padre Juan al decir estas palabras cerró el evangelio, inclinó su cabeza y quedó muerto muy santamente.

Lo reemplazó el tercero en edad, el cual, después de gobernar con mucho entusiasmo a la comunidad y de hacerla extender por diversas regiones, murió con fama de santo.

El cuarto, que era Bartolomé, llevó una vida de tan angelical pureza que al morir se sintió todo el convento lleno de un agradabilísimo perfume, y varios religiosos vieron que de la habitación del difunto salía una luz brillante y subía al cielo.

De los fundadores, Hugo y Gerardino, mantuvieron toda la vida entre sí una grande y santísima amistad. Juntos se prepararon para el sacerdocio y mutuamente se animaban y corregían. Después tuvieron que separarse para irse cada uno a lejanas regiones a predicar. Cuando ya eran muy ancianos fueron llamados al Monte Senario para una reunión general de todos los superiores. Llegaron muy fatigados por su vejez y por el largo viaje.

Aquella tarde charlaron emocionados recordando sus antiguos y bellos tiempos de juventud, y agradeciendo a Dios los inmensos beneficios que les había concedido durante toda su vida. Rendidos de cansancio se fueron a acostar cada uno a su celda, y en esa noche el superior, San Felipe Benicio, vio en sueños que la Virgen María venía a la tierra a llevarse dos blanquísimas azucenas para el cielo. Al levantarse por la mañana supo la noticia de que los dos inseparables amigos habían amanecido muertos, y se dio cuenta de que Nuestra Señora había venido a llevarse a estar juntos en el Paraíso Eterno a aquellos dos que tanto la habían amado a Ella en la tierra y que en tan santa amistad habían permanecido por años y años, amándose como dos buenísimos hermanos.

El último en morir fue el hermano Alejo, que llegó hasta la edad de 110 años. De él dijo uno que lo conoció: “Cuando yo llegué a la Comunidad, solamente vivía uno de los Siete Santos Fundadores, el hermano Alejo, y de sus labios oímos la historia de todos ellos. La vida del hermano Alejo era tan santa que servía a todos de buen ejemplo y demostraba como debieron ser de santos los otros seis compañeros”. El hermano Alejo murió el 17 de febrero del año 1310.

Petición
Que estos Santos Fundadores nos animen a aumentar nuestra devoción a la Virgen Santísima y a no cansarnos nunca de propagar la devoción a la Madre de Dios.

Recuerda la historia de los padres antiguos. ¿Quién confió en Dios y fue abandonado por Él? (S. Biblia. Eclesiástico).

(http://www.ewtn.com/spanish/saints/Siete_Santos_Fundadores.htm)

16 febrero, 2020

Domingo VI (A) del tiempo ordinario

 Resultado de imagen para en aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo s
 

Domingo VI (A) del tiempo ordinario Ver 1ª Lectura y Salmo

Texto del Evangelio (Mt 5,17-37): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.

»Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil”, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehenna de fuego. Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.

»Habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. También se dijo: ‘El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio’. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.

»Habéis oído también que se dijo a los antepasados: ‘No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos’. Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”: que lo que pasa de aquí viene del Maligno».
_____________________________________________________________

«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas»

Pe. Givanildo dos SANTOS Ferreira (Brasilia, Brasil)

Hoy, Jesús nos dice «No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento» (Mt 5,17). ¿Qué es la Ley? ¿Qué son los Profetas? Por Ley y Profetas, se entienden dos conjuntos diferentes de libros del Antiguo Testamento. La Ley se refiere a los escritos atribuidos a Moisés; los Profetas, como el propio nombre lo indica, son los escritos de los profetas y los libros sapienciales.

En el Evangelio de hoy, Jesús hace referencia a aquello que consideramos el resumen del código moral del Antiguo Testamento: los mandamientos de la Ley de Dios. Según el pensamiento de Jesús, la Ley no consiste en principios meramente externos. No. La Ley no es una imposición venida de fuera. Todo lo contrario. En verdad, la Ley de Dios corresponde al ideal de perfección que está radicado en el corazón de cada hombre. Esta es la razón por la cual el cumplidor de los mandamientos no solamente se siente realizado en sus aspiraciones humanas, sino también alcanza la perfección del cristianismo, o, en las palabras de Jesús, alcanza la perfección del reino de Dios: «El que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19).

«Pues yo os digo» (Mt 5,22). El cumplimiento de la ley no se resume en la letra, visto que “la letra mata, pero el espíritu vivifica” (2Cor 3,6). Es en este sentido que Jesús empeña su autoridad para interpretar la Ley según su espíritu más auténtico. En la interpretación de Jesús, la Ley es ampliada hasta las últimas consecuencias: el respeto por la vida está unido a la erradicación del odio, de la venganza y de la ofensa; la castidad del cuerpo pasa por la fidelidad y por la indisolubilidad, la verdad de la palabra dada pasa por el respeto a los pactos. Al cumplir la Ley, Jesús «manifiesta con plenitud el hombre al propio hombre, y a la vez le muestra con claridad su altísima vocación» (Concilio Vaticano II).

El ejemplo de Jesús nos invita a aquella perfección de la vida cristiana que realiza en acciones lo que se predica con palabras.

(http://evangeli.net/evangelio/dia/2020-02-16)

15 febrero, 2020

Santos Faustino y Jovita, Mártires

 
Resultado de imagen para Santos Faustino y Jovita
 
 ¡Oh!, Santos Faustino y Jovita, sois, vosotros, los
hijos del Dios de la vida, mártires y sus amados santos.
Hermanos de sangre, pero, más, hermanos en la fe,
pues, en vuestra niñez, mostrabais ya, modestia,
virtud y unión, todos, enrumbados hacia el amor
de Dios. Vos, Faustino, sacerdote y, Jovita,
vuestra hermana, diaconisa. Y, así, ambos, de fe
armados, os lanzasteis al mundo de entonces,
frutos admirables logrando en vuestro ministerio
hasta que, el averno, seducirlos quiso, para que,
a falsos dioses adoraseis. Vosotros, nunca cedisteis
jamás y derretisteis al “sol”, que estatua hecho,
no soportó vuestra oración. Luego hambrientas fieras
os echaron y ellas, a vuestros pies se posaron
y más bien, a los infieles atacaron hasta matarlos.
Vuestros verdugos, desesperados os pasearon por media
Italia, haciéndolos padecer tormentos varios. Pero,
vos y vuestra hermana, firmes en vuestra fe seguisteis
y os devolvieron a vuestra patria, donde degollados
fuisteis. Y, de esta manera, vuestras almas vuelo
alzaron al cielo, para coronadas ser con corona de luz
como justo premio a vuestra grande entrega de amor y fe;
¡Oh!, Faustino y Jovita, “vivos mártires del amor de Dios”.




© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
_______________________________

15 de Febrero
Santos Faustino y Jovita
Mártires
(+ 122)



Los Santos Faustino y Jovita, hermanos, nacieron en Brescia, ciudad de Lombardia, y desde niños fueron modestos, virtuosos y unidos entre sí con vínculos de caridad. A Faustino, que era el mayor, ordenó de sacerdote Apolonio, obispo de aquella ciudad, y a Jovita de diácono. Comenzaron a ejercitar su sagrado ministerio con tanto aprovechamiento, que muchos gentiles se convirtieron a nuestra santa fe.

Llegó esto a noticia del emperador Adriano, el cual dio comisión a Itálico para que procediese contra los santos hermanos. Procuró aquél por todos los medios que adorasen a los falsos dioses, y viendo que los Santos no le hacían caso, esperó que llegase el emperador, el cual los mandó llevar delante de una estatua del Sol, y con la oración que hicieron los Santos se deshizo y resolvió en ceniza. Enfurecido Adriano, los hizo echar a las fieras; mas éstas se arrojaron a sus pies como corderos y despedazaron a muchos de los infieles.
Después de haber llevado a los Santos a diferentes ciudades de Italia y hécholes padecer varios tormentos, los volvieron a su patria, y allí fueron degollados el día 15 de Febrero año 122.

14 febrero, 2020

San Cirilo y San Metodio

 
Resultado de imagen para San Cirilo y San Metodio
 
 
 ¡Oh!, San Cirilo y San Metodio, vosotros, sois los hijos del Dios
de la vida, hermanos de sangre y, aunque vuestros nombres eran
Constantino y Miguel, bautizados como Cirilo y Metodio fuisteis
al abrazar, la religiosa vida, para propagar el cristianismo por
doquiera que anduvisteis. En la Gran Moravia propagaban el amor
a Cristo, misioneros de Italia Septentrional y principalmente
de la vecina Baviera. El príncipe Rostislav, deseando obtener plena
independencia, solicitó al emperador de Bizancio Miguel III
de Constantinopla, el envío de sacerdotes cultos para afianzar
el cristianismo en la Gran Moravia, y encargó la misión a dos cultos
hermanos: Cirilo y Metodio, oriundos de Salónica, que dominaban
la lengua eslava. El “evangeliario”, “el misal”, “el apostolario”
y otros libros Litúrgicos, traducidos fueron por vos, Cirilo, para
las misas y la catequesis, y además os consideran el fundador de la
literatura eslava. Vos, Metodio, la “escuela literaria morava”,
desarrollasteis al eslavo antiguo, traduciendo los libros del Viejo
y del Nuevo Testamento. Monje y Arzobispo ambos, lo mejor de vuestras
vidas disteis y, como pago del Altísimo recibisteis, sendas coronas
de luz, como premio justo a vuestras entregas de amor increíble
y de fidelidad al Dios Vivo y eterno. Gigantes apóstoles de los
países eslavos por difundir al “Amor de los amores”: ¡Cristo Jesús!
¡Oh!, San Cirilo y Metodio, “vivas luces del Dios de la Vida y del Amor”.


 
© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
______________________________________


14 de Febrero
San Cirilo, Monje, y San Metodio, Obispo
(869 y 884)


Eran dos hermanos. En el mundo se llamaban Constanino y Miguel. Recibieron sus nombres de Cirilo y Metodio al entrar a la vida religiosa. Son los dos grandes apóstoles de los países eslavos, como por ejemplo: Yugoslavia, Checoslovaquia, Bulgaria, Serbia, Croacia, etc.

Nacieron en Tesalónica, Grecia. Su padre era un importante funcionario gubernamental. En su ciudad se hablaban varios idiomas, y entre ellos el eslavo. Fueron siete hermanos. Metodio era el mayor y Cirilo el menor de todos.

Cirilo y Metodio ejercieron su misión evangelizadora en el imperio de la Gran Moravia. Este Estado surgió a comienzos del siglo noveno. Su centro se hallaba en Moravia, en la actualidad parte oriental de la República Checa. También pertenecían a la Gran Moravia territorios eslovacos y su influencia se extendía hasta Bohemia.

En la Gran Moravia propagaban el cristianismo misioneros de Italia Septentrional y principalmente de la vecina Baviera. A mediados del siglo noveno Moravia ya era cristiana, mas el príncipe Rostislav, deseando obtener plena independencia con respecto al imperio franco oriental – la posterior Alemania-, solicitó al emperador de Bizancio, Miguel III, de Constantinopla, el envío de sacerdotes cultos que afianzasen el cristianismo en la Gran Moravia y estableciesen una organización eclesiástica independiente de Baviera. El emperador de Bizancio encargó la misión a dos cultos hermanos, Cirilo y Metodio, oriundos de Salónica, que dominaban la lengua eslava.

Cirilo y Metodio llegaron al imperio de la Gran Moravia en el año 863 y desarrollaron aquí una extraordinaria labor religiosa y cultural. Los hermanos Cirilo y Metodio nacieron en el seno de una familia griega radicada en Salónica. Cirilo cuya labor misionera en la Gran Moravia se extendiera durante cuatro años, aportó grande y fundamentalmente la cultura granmorava, así por ejemplo, el alfabeto compuesto de 38 letras, el que reflejaba la gran riqueza sonora del eslavo antiguo. La escritura eslava de Cirilo recibió el nombre de glagólica.

Cirilo es también el fundador de la literatura eslava. Elaborada la escritura eslava, de inmediato se enfrascó en la traducción de libros religiosos al eslavo antiguo. El primer libro traducido por Cirilo fue el evangeliario, elemento indispensable para celebrar las misas y para la catequesis. Con ayuda de sus discípulos vertió al eslavo antiguo también el misal, el apostolario y otros libros litúrgicos.

Al concluir en Moravia la traducción de los cuatro evangelios, Cirilo escribió el prólogo de esta obra, llamado Proglas. Se trata de una composición poética, escrita en versos, según los cánones griegos, considerada una obra fundamental de la literatura eslava.

Terminados sus cuatro años misioneros en la Gran Moravia, Cirilo viajó a Roma e ingresó en un convento de monjes griegos. Falleció a los 50 días de su estancia en la Ciudad Eterna, el 14 de febrero del 869. Al morir, el primer educador y maestro de los eslavos tenía tan sólo 42 años.

Metodio, hermano de Cirilo y colaborador en la misión en la Gran Moravia, nació alrededor del año 815, también en Salónica. El padre lo destinó a la carrera militar para la cual Metodio tenía notables dotes.

Disgustado por violentos sucesos en la corte bizantina, Metodio renunció al puesto de comandante militar e ingresó en un convento ubicado al pie del Olimpo. Metodio se desempeñó cómo archidiácono del templo de Hagia Sofia, de Constantinopla,y como profesor de filosofía.

Metodio fue el arzobispo metropolitano de los granmoravos, aunque no siempre encontró la comprensión y el respaldo del príncipe de la Gran Moravia, Svatopluk.

Bajo la dirección de Metodio se desarrolló la escuela literaria morava de la cual salieron las traducciones al eslavo antiguo de todos los libros del Viejo y del Nuevo Testamento. La traducción de las Sagradas Escrituras fue realizada en la Gran Moravia en ocho meses. Metodio la dictó a los escribanos que utilizaban una especie de taquigrafía.

San Metodio murió el 6 de abril del año 885 y fue enterrado en su templo metropolitano en Moravia. La tradición sitúa el lugar de su sepultura en Velehrad, Moravia del Sur. Sin embargo, el desmoronamiento del imperio de la Gran Moravia como consecuencia de las incursiones de los magiares ocasionó la destrucción de los asentamientos.

*Información de Radio Praga.
Carta Encíclica de S.S. Juan Pablo II sobre Los Apóstoles de los Eslavos

(http://www.ewtn.com/SPANISH/Saints/Cirilo_Metodio.htm)

13 febrero, 2020

Santas Fusca y Maura, Mártires


 Hoy es la fiesta de Santas Fusca y Maura, mártires del siglo III

Santas Fusca y Maura fueron dos laicas, contemporáneas a Santa Águeda de Catania, que murieron mártires durante la persecución del emperador romano Decio, en el siglo III.

Según la tradición, Fusca nació al interior de una familia pagana de Rávena en la antigua Roma. Mientras que Maura sirvió como nodriza de Fusca, criándola y cuidándola durante su infancia y adolescencia.

Cuando tenía 15 años, Fusca le dijo en secreto a Maura que tenía el deseo de convertirse al cristianismo y que ambas se bautizaran.

Buscaron a un sacerdote llamado Hermoloa, quien las instruyó en la fe y luego les administró el sacramento del bautismo.

Cuando el padre de Fusca se enteró de lo sucedido montó en cólera contra Maura, juzgándola de haber realizado mal su trabajo. Luego mandó a ambas al sótano, donde quedaron encerradas tres días sin comer ni beber a fin de que reflexionaran sobre su decisión.

El padre buscó por diversos medios devolver a su hija a las prácticas de la idolatría. Pero como no pudo doblegar su voluntad, la denunció al gobernador Quinciano, quien ya había condenado al martirio a Santa Águeda poco tiempo atrás.

A pesar de ello, Fusca se encomendó a Dios y dijo que no temía a los tormentos o la muerte, pues estaba segura que resucitaría.

Quinciano envió a sus secuaces para detener a Fusca y a su nodriza, pero a la vista de un ángel que estaba al lado de la joven, los soldados no se atrevieron a ejecutar las órdenes.

Fue necesario que las dos cristianas acudieran voluntariamente al tribunal para declarar que creían en Jesucristo.

Fueron cruelmente flageladas y luego asesinadas el 13 de febrero del año 251.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-santas-fusca-y-maura-martires-del-siglo-iii-35315)