02 octubre, 2020

Los Santos Ángeles de la Guarda

 

2 de octubre: Ángeles Custodios

 

¡Oh!, Santos Ángeles de la Guarda, vosotros, sois
los Hijos Espirituales del Dios Vivo y sus amados Ángeles.
Significa vuestro nombre “mensajero”, y por vuestra
espiritual pureza, estáis cerca de Dios para adorarlo,
y sus órdenes cumplir, llevando mensajes a los hombres.
Decía Orígenes, el gran sabio: “Los cristianos creemos
que a cada uno nos designa Dios un ángel para que
guíe y proteja”. Y, ello, citado está en el Salmo Noventa:
“A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden
en tus caminos”. Y, con la frase de Jesús: “Cuidad de no
escandalizar a ninguno de estos pequeñuelos, porque
sus ángeles están siempre contemplado el rostro de mi
Padre Celestial”. Judit, libertadora exclamaba: “El Ángel del
Señor me acompañó en el viaje de ida, en mi estadía allá
y en el viaje de venida”. Y, en el Nuevo Testamento
se confirma aquello de que, cada uno tiene un ángel
custodio, cuando San Pedro, sacado es de la cárcel.
San Bernardo, hizo acerca del Ángel de la Guarda,
un hermoso y bello sermón, dejándonos vivas reflexiones:
“Su presencia respetemos, portándonos como es debido;
agradezcámosle sus favores que son muchos más de
los que nos podemos imaginar, y en su ayuda confiemos,
que es poderosa y superior a la de los demonios que nos
atacan y a nuestras pasiones que nos traicionan”. San
Juan Bosco, dice que el día de la fiesta del Ángel
de la Guarda, recomendó a sus muchachos que, en los
momentos de peligro, invocaran a su Ángel Custodio
y así fue: Dos jóvenes obreros estaban en un andamio
alcanzando materiales y de pronto se partió la tabla
y se vinieron abajo. Uno de ellos recordó el consejo
oído y exclamó: “¡Ángel de mi guarda!”. Cayeron sin
sentido. Fueron a recoger al uno y lo encontraron
muerto, y cuando levantaron al segundo, este recobró
el sentido y como si nada le hubiera pasado. “Cuando vi
que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda
y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me
bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más”. Por
ello, os invito a orar a vuestros ángeles así: “Ángel
del Señor, que por orden de su piadosa providencia sois
mi guardián, custodiadme de día y de noche, iluminad
mi entendimiento, dirigid mis afectos, gobernad mis
sentimientos e impulsos, para que jamás os ofenda Dios mío
y Señor Mío. Amén”. ¡Gloria a los Ángeles Custodios, Aleluya!
¡Oh!, Santos Ángeles de la Guarda: “vivos custodios del hombre”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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2 de Octubre
Los Santos Ángeles de la Guarda

Angel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en los brazos de Jesús, José y María.

En la S. Biblia la palabra Ángel significa “Mensajero”. Un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Ya en el siglo II el gran sabio Orígenes decía: “Los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja”.

Y se basa esta creencia en la frase del Salmo 90: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden en tus caminos”. Y en aquella otra frase tan famosa de Jesús: “Cuidad de no escandalizar a ninguno de estos pequeñuelos, porque sus ángeles están siempre contemplando el rostro de mi Padre Celestial”. Y Judit en la Biblia al ser recibida como libertadora de Betulia exclamaba: “El ángel del Señor me acompañó en el viaje de ida, en mi estadía allá , y en el viaje de venida”.

En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: “Será su ángel” (Hechos 12, 15).

Ya en el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: “Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custodiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen”.

En el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre. Consejos de un santo: San Bernardo en el año 1010 hizo un sermón muy célebre acerca del Ángel de la Guarda, comentando estas tres frases: Respetemos su presencia (portándonos como es debido). Agradezcámosle sus favores (que son muchos más de los que nos podemos imaginar). Y confiemos en su ayuda (que es muy poderosa porque es superior en poder a los demonios que nos atacan y a nuestras pasiones que nos traicionan).

San Juan Bosco narra que el día de la fiesta del Ángel de la Guarda, un dos de octubre, recomendó a sus muchachos que en los momentos de peligro invocaran a su Ángel Custodio y que en esa semana dos jóvenes obreros estaban en un andamio altísimo alcanzando materiales y de pronto se partió la tabla y se vinieron abajo. Uno de ellos recordó el consejo oído y exclamó: “Ángel de mi guarda!”. Cayeron sin sentido. Fueron a recoger al uno y lo encontraron muerto, y cuando levantaron al segundo, al que había invocado al Ángel Custodio, este recobró el sentido y subió corriendo la escalera del andamio como si nada le hubiera pasado. Preguntado luego exclamó: “Cuando vi que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más”. Así lo narra el santo.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Angeles_de_la_Guarda.htm)

01 octubre, 2020

Santa Teresita del Niño Jesús

 

 Santa. Teresa del Niño Jesús

 

¡Oh!, Santa Teresita del Niño Jesús, vos, sois la hija del Dios
de la Vida y su amada santa, y que, en vuestra vida corta,
guardasteis en humilde silencio, las rosas de vuestra caridad.
Así fue, porque, después de vuestra muerte, los milagros
y favores a raudales llovieron sobre quienes os pidieron vuestra
intercesión. “Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento
de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le
alabarán eternamente”. Decíais, vos, pues vuestro anhelo, siempre
era de que, aquellos que os invocaran, a Dios amasen con amor
abrazador. Con vuestra autobiografía “La Historia de un Alma”,
millones han sabido quien erais en realidad. Una mujer de dones
y virtudes cargada, capaz de darlo todo. Impaciente por seguir
a vuestras hermanas a Roma fuisteis y escuchasteis aquella frase
que sabíais vos, que escucharíais: “Entrarás si es la voluntad
de Dios”. Así, os contestó León Trece Papa, y vos, os sentisteis
feliz. Os llamaban la “La Florecita”, y así, encontrasteis vuestro
“elevador”, que os llevó raudamente tanto por vías de oscuridad,
las de sufrimiento espiritual y las del dolor corporal, cada vez
hacia lo alto, siempre hacia más lo alto, hasta que, un día
a los brazos de Jesús, Vuestro Amado Esposo, arribasteis. “Nunca
he dado a Dios más que Amor, y Él me pagará con Amor. Quisiera
ser misionera ahora y siempre y en todas las misiones”, decíais
vos. Antes de morir, concluisteis con vuestra autobiografía:
“L’Histoire d’un Alme”, que escribisteis a pedido de vuestra
Superiora. Ella, está, llena de belleza, sabiduría y valor
y por ella, sabemos de vuestra humildad y santidad de vida,
y, en ella explicáis, de cómo os hicisteis, un “juguete” de Cristo,
Dios y Señor Nuestro. “Después de mi muerte dejaré caer una
lluvia de rosas.” “Pasaré mi Cielo haciendo bien sobre la tierra.”
“Mi “Caminito” es el camino de la infancia espiritual, el camino
de la confianza y de la entrega absoluta.” Fueron vuestras
póstumas palabras. Patrona de todas las Misiones Extranjeras;
¡Oh!, Santa Teresita del Niño Jesús, “vivo Amor del Dios Vivo”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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1ro de octubre
Santa Teresita del Niño Jesús
Virgen

La devoción a Santa Teresita del Niño Jesús, se ha esparcido de una manera impresionante a través de toda la Iglesia. Durante su corta vida, Teresita no sobresalió por encima de las otras monjas del convento de carmelitas en Lisieux. Pero inmediatamente después de su muerte, muchos milagros y favores fueron concedidos a través de su intercesión.

La santa cumplió la promesa de hacer caer una lluvia de rosas después de su muerte, es decir, una lluvia de beneficios hacia todos los que la invocan. “Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente”, decía Teresita. Su gran anhelo es que aquellos que la invocan amen a Dios con un amor abrazador.

Por medio de sus cartas, los testimonios de aquellos que la conocieron, y especialmente su autobiografía, “La Historia de un Alma”, millones han llegado a conocer sus grandes dones y virtudes. Incontables peregrinos visitan el convento carmelita de Lisieux, donde, el 9 de abril de 1888, María Francisca Teresa Martín, la hija menor del relojero Luis Martín, se convirtió en la novicia más joven. Tenía sólo quince años. Estaban ya allí dos de sus hermanas: María, la mayor, se había ido cuando Teresita tenía nueve años, y Paulina, que había cuidado de la familia después de morir su madre, entró cuando Teresita tenía catorce años. Impaciente por seguirlas, fue a Roma en una peregrinación con su padre, y rompiendo la regla del silencio en presencia del Papa, le pidió permiso de entrar al Carmelo a los quince años. “Entrarás si es la voluntad de Dios”, le contestó el Papa León XIII, y Teresita terminó la peregrinación con el espíritu lleno de esperanza. Al terminar el año, el permiso que anteriormente la había sido negado, le fue concedido por el obispo y Teresita entró al Carmelo.

Teresa había sido la hija preferida de su padre; era tan alegre, atractiva y amable, que los dos sufrieron intensamente cuando llegó el momento de la separación. Pero no le cabía la menor duda de que ésa era su vocación y desde el principio se determinó a ser santa. Aunque la salud de Teresita era muy delicada, no deseó ninguna dispensa de la austera regla y no le fue dada ninguna. Sufría intensamente por el frío y por el cansancio de cumplir con algunas de las penitencias físicas y exteriores que la Regla acostumbraba. “Soy un alma muy pequeña, que sólo puede ofrecer cosas muy pequeñas a Nuestro Señor,” dijo en una ocasión, “pero quiero buscar un camino nuevo hacia el cielo, muy corto, muy recto, un pequeño sendero. Estamos en la era de los inventos. Me gustaría encontrar un elevador para ascender hasta Jesús, pues soy demasiado pequeña para subir los empinados escalones de la perfección…”.

“Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente.” Su gran anhelo es que aquellos que la invocan amen a Dios con un amor abrazador.

“La Florecita”, como muchos la llaman, encontró su elevador, que la llevó velozmente por entre períodos oscuros de sufrimiento espiritual, por entre largas noches de dolor corporal, hacia arriba, siempre arriba, hasta que al fin estuvo segura en brazos de su amado Jesús. Antes de morir, terminó su autobiografía, L’Histoire d’un Alme (La Historia de un Alma), escrita a petición de su Superiora. Ha sido traducida a muchos diferentes idiomas, y está llena de belleza, sabiduría y valor, y por ella podemos saber algo de la santidad de Teresita, pues explica cómo hizo de sí misma un juguete de Cristo. Hiciera lo que hiciera, estaba segura de su amor.

La hermana Teresita de Lisieux murió el 30 de Septiembre de 1897. En junio de ese año había sido llevada a la enfermería del convento, padeciendo fuertes hemorragias, y no volvió a salir de allí. Tres de sus declaraciones, pronunciadas por ese tiempo, le han dado la vuelta al mundo y ningún comentario sobre la Florecita, por breve que fuera, estaría completo sin ellas: “Nunca he dado a Dios más que amor, y Él me pagará con amor. Después de mi muerte dejaré caer una lluvia de rosas.” “Pasaré mi Cielo haciendo bien sobre la tierra.” “Mi caminito es el camino de la infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta.”

Casi inmediatamente después de su muerte, fueron tan numerosos los milagros obtenidos por su intercesión, que la Santa Sede dispensó los acostumbrados cincuenta años que normalmente deben transcurrir antes que se inicie el proceso de canonización. En 1922 fue solemnemente beatificada por el Papa Pío XI, y dos años más tarde fue canonizada Teresa de Lisieux.

Como una de las principales obligaciones de las carmelitas es pedir por las misiones, no es extraño que, en 1927, Santa Teresita fuera nombrada Patrona celestial de todas las Misiones Extranjeras, junto con San Francisco Javier. Dijo Teresita: “Quisiera ser misionera ahora y siempre y en todas las misiones.”

(La mayor parte de esta pequeña biografía ha sido extraída de “Nuestra Herencia Católica” tomo III, publicada por La Prensa Católica, México, 1973). “Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta.”

La Iglesia reconoce la enseñanza profunda y valiosa del “caminito” de Santa Teresita, lo cual conlleva el aceptar nuestras propias limitaciones, y el dar de todo corazón lo que tengamos, no importa lo pequeña que sea la ofrenda.

(http://www.ewtn.com/therese/spanish/sp_there.htm)

30 septiembre, 2020

San Jerónimo, Traductor de la Sagrada Biblia

 

 Fotografía pictórica: "San Jerónimo escribiendo" de Caravaggio | Domestika

 ¡Oh!, San Jerónimo, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
 y su amado santo, y, el que, la Sagrada Biblia tradujisteis,
la estudiasteis y practicasteis para el mundo todo, honor
haciendo al significado de vuestro nombre: “sagrado nombre”.
Vuestra vida la pasabais a Cicerón, Virgilio, Horacio, Tácito,
Homero y Platón leyendo y memorizando. Pero, de aquél sueño
que sólo vos, conocéis, dijisteis: “Nunca más me volveré
a trasnochar por leer libros paganos”. Y, dicho ello y con
amor, al desierto marchasteis penitencias muchas haciendo
por vuestros pecados. Y, sabia decisión tomasteis pues, “El Libro
Sagrado”, tradujisteis para el pueblo, y entonces brilló
“La Vulgata”, en toda la Iglesia Católica, por quince siglos.
Vuestros últimos años en la tierra de Jesús, y Belén
vivisteis, conventos levantando y prestando vuestra sabiduría
y vuestro apoyo espiritual. Os preguntó un día el Niño Jesús:
“Jerónimo ¿Qué me vais a regalar en mi cumpleaños?” Y, vos,
respondisteis: “Señor os regalo mi salud, mi fama, mi honor,
para que dispongas de todo como mejor os parezca” Y, el Niño
Jesús, os dijo: “¿Y ya no me regalas nada más?” ¡Oh! mi
amado Salvador, -exclamasteis-, por Vos, repartí ya mis bienes
entre los pobres. Por Vos, he dedicado mi tiempo a estudiar
las Sagradas Escrituras. ¿Qué más os puedo regalar? Si
quisieras, os daría mi cuerpo para que lo quemaras en una
hoguera y así poder desgastarme todo por Vos” Y, el Niño
os dijo: “Jerónimo: ¡regálame tus pecados para perdonártelos!”
Y, al escucharlo, vos, de emoción llorasteis y exclamasteis
impresionado:“¡Loco debéis estar de Amor, cuando me pedís esto!”.
Y, os disteis cuenta de que, lo que más desea Dios, es que,
le ofrezcamos los pecadores, un corazón arrepentido, contrito
y humillado. Santo Patrono de todos aquellos que, enseñan
a comprender y entender las escrituras. Vuestra alma voló al
cielo, dejándonos la Palabra Eterna de Dios Vivo. Y, por ello
y mucho más, coronado estáis hoy, con corona de luz y eternidad,
como justo premio a vuestra entrega total de amor, fe y esperanza;
¡oh!, San jerónimo, “viva fuente de Luz del Dios Vivo y Eterno”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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30 de Septiembre
San Jerónimo 

Doctor de la Iglesia
Traductor de la Sagrada Biblia

Martirologio Romano: Memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, que, nacido en Dalmacia, estudió en Roma, cultivando con esmero todos los saberes, y allí recibió el bautismo cristiano. Después, captado por el valor de la vida contemplativa, se entregó a la existencia ascética yendo a Oriente, donde se ordenó de presbítero. Vuelto a Roma, fue secretario del papa Dámaso, hasta que, fijando su residencia en Belén de Judea vivió una vida monástica dedicado a traducir y explicar las Sagradas Escrituras, revelándose como insigne doctor. De modo admirable fue partícipe de muchas necesidades de la Iglesia y, finalmente, llegando a una edad provecta, descansó en la paz del Señor (420).

Etimología: Jerónimo = Aquel que lleva nombre santo, viene del griego. El IV siglo después de Cristo, que tuvo su momento importante en el 380 con el edicto del emperador Teodosio que ordenaba que la fe cristiana tenía que ser adoptada por todos los pueblos del imperio, está repleto de grandes figures de santos: Atanasio, Hilario, Ambrosio, Agustín, Crisóstomo, Basilio y Jerónimo.

Este último nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340; estudió en Roma y allí fue bautizado. Su espíritu es enciclopédico: su obra literaria nos revela al filósofo, al retórico, al gramático, al dialéctico, capaz de pensar y escribir en latín, en griego, en hebreo; escritor rico, puro y robusto al mismo tiempo. A él se debe la traducción al latín del Antiguo y del Nuevo Testamento, que llegó a ser, con el titulo de Vulgata, la Biblia oficial del cristianismo.

Jerónimo es de una personalidad fortísima: en cualquier parte a donde va suscita entusiasmos o polémicas. En Roma fustiga los vicios y las hipocresías y también preconiza nuevas formas de vida religiosa, atrayendo a ellas a algunas mujeres influyentes patricias de Roma, que después lo siguen en la vida eremítica de Belén.

La huída de la sociedad de este desterrado voluntario se debió a su deseo de paz interior, no siempre duradero, porque de vez en cuando reaparecía con algún nuevo libro. Los rugidos de este “león del desierto” se hacían oír en Oriente y en Occidente. Sus violencias verbales iban para todos. Tuvo palabras duras para Ambrosio, para Basilio y hasta para su amigo Agustín que tuvo que pasar varios tragos amargos. Lo prueba la correspondencia entre los dos grandes doctores de la Iglesia, que se conservan casi en su totalidad. Pero sabía suavizar sus intemperancias de carácter cuando el polemista pasaba a ser director de almas.

Cuando terminaba un libro, iba a visitar a las monjas que llevaban vida ascética en un monasterio no lejos del suyo. El las escuchaba, contestando sus preguntas. Estas mujeres inteligentes y vivas fueron un filtro para sus explosiones menos oportunas y él les pagaba con el apoyo y el alimento de una cultura espiritual y biblica. Este hombre extraordinario era consciente de sus limitaciones y de sus propias faltas. Las remediaba dándose golpes de pecho con una piedra. Pero también se daba cuenta de sus méritos, tan es así que la larga lista de los hombres ilustres, de los que hizo un breve pero precioso resumen (el De viris illustribus) termina con un capítulo dedicado a él mismo. Murió a los 72 años, en el 420, en Belén.

(http://www.es.catholic.net/santoraldehoy)

29 septiembre, 2020

San Miguel San Gabriel y San Rafael Arcángeles

 

 Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael - ZENIT - Espanol

 ¡Oh!, Santos Arcángeles
Miguel, Gabriel y Rafael

“¿Quién como Dios?”:
¡Miguel Arcángel!
“¡Dios es mi protector!”:
¡Gabriel Arcángel!
“¡Medicina de Dios!”:
¡Rafael Arcángel!
¡Oh!, Santos Arcángeles
guardianes del Dios
eterno, en el Amor la
Justicia y la Verdad.

¡Dios, Proteción y Medicina!:
¡Miguel, Gabriel y Rafael!
¡Oh!, Santos Arcángeles.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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¡Oh!, Santos Arcángeles
Miguel, Gabriel y Rafael,
Vosotros, sois, los hijos
Del Dios de la Vida,
Y Sus amados Arcángeles
Que custodiáis Su eterna
Vida y estáis a Su servicio exclusivo
Y Adoración perpetua
Por los siglos de los siglos.
A Dios, acompañáis desde
La creación misma, y, seguís
Los pasos del hombre
Su amada criatura
¿Cuántos mensajes para él?
A cada instante
Y a cada nada, el tiempo todo.
No en vano vuestros
Nombres significan:
“¿Quién como Dios?”
¡San Miguel Arcángel!
“¡Dios es mi protector!”
¡San Gabriel Arcángel!
“¡Medicina de Dios!”
¡San Rafael Arcángel!
¡Oh!, Santos Arcángeles
Miguel, Gabriel y Rafael.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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29 de Septiembre
San Miguel
San Gabriel y San Rafael
Arcángeles

Hoy celebramos la fiesta de los tres Arcángeles que nombra la Sagrada Escritura. La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc = el principal. Y ángel. O sea “principal entre los ángeles. Arcángel es como un jefe de los ángeles.

San Miguel

Este nombre significa: “¿Quién como Dios? O: “Nadie es como Dios”.

A San Miguel lo nombre tres veces la S. Biblia. Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel a donde se dice: “Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno”.

En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: “Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo”.

En la Carta de San Judas Tadeo se dice: “El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo: ‘Que te castigue el Señor’”. Por eso a San Miguel lo pintan atacando a la serpiente infernal. La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.

San Gabriel

Su nombre significa: “Dios es mi protector”.

A este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: “Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos” (Dan. 9). Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad. Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta: “Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios” (Luc. 1, 19).

San Lucas dice: “Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’”.
San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.

San Rafael

Su nombre significa: “Medicina de Dios”.

Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa. Su interesante historia está narrada en el día 7 de febrero. San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Miguel_Gabiel_Rafael.htm)

28 septiembre, 2020

San Wenceslao de Bohemia

 

San Wenceslao de Bohemia, Mártir | Radio Estrella

 

¡Oh!, San Wenceslao de Bohemia, vos, sois el hijo
del Dios de la Vida y su amado santo. Hijo del rey
de Bohemia, Ratislav, vuestra abuela, Santa Ludimila
se encargó de educaros inculcándoos mucho amor
y servicio al Padre Celestial. Cuando vos, erais joven
perdisteis a vuestro padre en una de las batallas
contra los magiares y vuestra madre, asumió el poder
instaurando políticas anticristianas y secularistas
convirtiendo a vuestro pueblo en un caos total. Pero,
vuestra abuela Ludimila, os persuadió para que
asumieseis el trono y así, salvar el cristianismo. En
medio de esto, los paganos la asesinaron por considerarla
un peligro para sus oscuros intereses: “crear un reino
sin leyes y sin Dios”. Y, vos, esperabais en secreto
su obra maravillosa. De pronto, Él, os mostró su poder,
eligiéndoos a través de vuestro pueblo, como su rey.
Y, ya en el trono, apoyasteis la “Ley de la Iglesia”
e instaurasteis el orden social, imponiendo castigos
 a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud,
gobernando siempre, con justicia y misericordia. Pero,
del bien que vos, sembrasteis, el mal, carne hizo, y la
codicia por el poder surgió de Boleslao, vuestro hermano,
quien planeó vuestra muerte, asesinándoos de una puñalada.
Y, creyó el incauto, que al hacerlo, acabaría con vos,
sin saber que, os convertiría en “santo mártir de la fe”,
por Cristo Jesús. Así, vuestra alma, voló al cielo, para
coronada ser, con corona de luz, como justo premio
a vuestra entrega grande de amor y fe. Hoy en San
Vito, el pueblo todo, os venera con grande fe. “Santo
Patrono del pueblo de Bohemia y de Checoslovaquia”;
¡Oh!, San Wenceslao de Bohemia, “vivo amor por Cristo”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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28 de septiembre
San Wenceslao de Bohemia
Mártir

Dios nuestro, que impulsaste al santo mártir Wenceslao a anteponer el reino de los cielos a un reino terrenal, concédenos, por su intercesión, que tengamos valor para dejar lo que nos impida unirnos a ti de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.

Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia.

Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Wenceslao.htm)

27 septiembre, 2020

Domingo XXVI (A) del tiempo ordinario

 

 El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | "Vino Juan  a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él"

Domingo XXVI (A) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 21,28-32): En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue.

»¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en Él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en Él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en Él».

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«¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» +Dr. Josef ARQUER (Berlin, Alemania)

Hoy, contemplamos al padre y dueño de la viña pidiendo a sus dos hijos: «Hijo, vete hoy a trabajar en la viña» (Mt 21,29). Uno dice “sí”, y no va. El otro dice “no”, y va. Ninguno de los dos mantiene la palabra dada.

Seguramente, el que dice “sí” y se queda en casa no pretende engañar a su padre. Será simplemente pereza, no sólo “pereza de hacer”, sino también de reflexionar. Su lema: “A mí, ¿qué me importa lo que dije ayer?”.

Al del “no”, sí que le importa lo que dijo ayer. Le remuerde aquel desaire con su padre. Del dolor arranca la valentía de rectificar. Corrige la palabra falsa con el hecho certero. “Errare, humanum est?”. Sí, pero más humano aún —y más concorde con la verdad interior grabada en nosotros— es rectificar. Aunque cuesta, porque significa humillarse, aplastar la soberbia y la vanidad. Alguna vez habremos vivido momentos así: corregir una decisión precipitada, un juicio temerario, una valoración injusta… Luego, un suspiro de alivio: —Gracias, Señor!

«En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios» (Mt 21,31). San Juan Crisóstomo resalta la maestría psicológica del Señor ante esos “sumos sacerdotes”: «No les echa en cara directamente: ‘¿Por qué no habéis creído a Juan?’, sino que antes bien les confronta —lo que resulta mucho más punzante— con los publicanos y prostitutas. Así les reprocha con la fuerza patente de los hechos la malicia de un comportamiento marcado por respetos humanos y vanagloria».

Metidos ya en la escena, quizá echemos de menos la presencia de un tercer hijo, dado a las medias tintas, en cuyo talante nos sería más fácil reconocernos y pedir perdón, avergonzados. Nos lo inventamos —con permiso del Señor— y le oímos contestar al padre, con voz apagada: ‘Puede que sí, puede que no…’. Y hay quien dice haber oído el final: ‘Lo más probable es que a lo mejor quién sabe…’.

(http://evangeli.net/evangelio/dia/2020-09-27)

26 septiembre, 2020

San Cosme y San Damián Mártires

 

San Cosme y San Damián. Patronos de los médicos y farmaceutas

 ¡Oh!, Santos Cosme y Damián, vosotros, sois los hijos
del Dios de la vida y sus amados santos, que, médicos
siendo, siempre a curar y recetar sin cobro alguno os
dedicasteis a los desposeídos y pobres de vuestra época,
el tiempo todo, tanto que, de vosotros decían “los no
cobradores”. Y, en medio de aquella amorosa tarea noble
el precioso e inmortal legado de Cristo compartíais
con vuestros pacientes. Gemelos hermanos, amados
y queridos erais en vuestro tiempo, y cuando el mal quiso
dañaros, Dios, jamás os olvidó, tanto que, cuando os
echaron a la mar para desapareceros, una ola gigante
os devolvió a tierra firme, sanos y salvos. Y, cuando,
vivos quisieron quemaros, las llamas, no os tocaron
para nada. Y, así, de rabia, desesperados y fuera de sí,
vuestros impíos verdugos os cortaron vuestras cabezas
pensando que así, con vuestras vidas terminaran, pero,
vuestras benditas almas al cielo volaron para coronadas
ser de luz como justo premio a vuestra vida de amor,
para alegría de tierra y cielo. Y, como sucede siempre
a los discípulos de Dios; junto a la tumba de vosostros,
empezaron a obrarse milagrosas curaciones. Y, estando
Justiniano de Constantinopla, emperador, padeciendo
de una gravísima enfermedad, se encomendó a vosostros
santos mártires. Y, claro, ¡oh milagro! fue curado
de manera inexplicable. Y, luego, con ministros y todo,
marchó personalmente a vuestras tumbas a daros las
gracias. Y, con justicia, y como premio a vuestro martirio
os levantaron aquí, en la tierra y, en honor vuestro, dos
hermosos templos, uno en Constantinopla y otro en Roma,
Santos Patronos de todos los médicos católicos, ¡Aleluya!
¡oh!, Santos Cosme y Damián, “vivos amores del Dios Vivo”.

© 2020 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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26 de Septiembre
San Cosme y San Damián
Mártires
Siglo III

Quiera Dios enviarnos muchos médicos generosos que, a imitación de Cosme y Damián, se dediquen a recetar gratuitamente a los pobres, y a aprovechar su ascendiente para propagar la santa religión de Jesucristo. Qué hermoso fuera que hubiera muchos médicos así.

“Lo que habéis recibido gratis, dadlo también gratuitamente” (Jesucristo Mt. 10, 8).

Cosme significa “adornado, bien presentado”. Damián: domador. Estos dos santos han sido (junto con San Lucas) los patronos de los médicos católicos. En oriente los llaman “los no cobradores”, porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres.

Eran hermanos gemelos y nacieron en Arabia, en el siglo tercero. Se dedicaron a la medicina y llegaron a ser muy afamados médicos. Pero tenían la especialidad de que a los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio.

Las gentes los querían muchísimo y en muchos pueblos eran considerados como unos verdaderos benefactores de los pobres. Y ellos aprovechaban su gran popularidad para ir extendiendo la religión de Jesucristo por todos los sitios donde llegaban. Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó muchísimo porque estos dos hermanos propagaban la religión de Jesús. Trató inútilmente de que dejaran de predicar, y como no lo consiguió, mandó echarlos al mar. Pero una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Entonces los mandó quemar vivos, pero las llamas no los tocaron, y en cambio quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar. Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador.

Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, Cosme y Damián, empezaron a obrarse maravillosos curaciones. El emperador Justiniano de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Con sus ministros se fue personalmente a la tumba de los dos santos a darles las gracias.

En Constantinopla levantaron dos grandes templos en honor de estos dos famosos mártires y en Roma les construyeron una basílica con bellos mosaicos.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Cosme_y_Damian.htm)