11 julio, 2021

Domingo 15 (B) del tiempo ordinario

 El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | «Jesús llamó  a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos»

Domingo 15 (B) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mc 6,7-13): En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

___________________________

«Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos» Rev. D. Jordi SOTORRA i Garriga (Sabadell, Barcelona, España)

Hoy, Domingo XV (B) del tiempo ordinario, leemos en el Evangelio que Jesús envía a los Doce, de dos en dos, a predicar. Hasta ahora han acompañado al Maestro por los caminos de Galilea, pero ha llegado la hora de comenzar la difusión del Evangelio, la Buena Nueva: la noticia de que nuestro Padre Dios nos ama con un amor infinito y que nos ha traído a la vida para hacernos felices por toda la eternidad. Esta noticia es para todos. Nadie ha de quedar al margen de la enseñanza liberadora de Jesús. Nadie queda excluido del Amor de Dios. Es necesario llegar hasta el último rincón del mundo. Hay que anunciar el gozo de la salvación plena y universal, por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre por nosotros, muerto y resucitado y presente activamente en la Iglesia.

Equipados con «poder sobre los espíritus inmundos» (Mc 6,7) y con un bagaje casi inexistente -«Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: ‘Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas’» (Mc 6,8)- inician la misión de la Iglesia. La eficacia de su predicación evangelizadora no vendrá de influencias humanas o materiales, sino del poder de Dios y de la sinceridad, de la fe y del testimonio de vida del predicador. «Todo el impulso, la energía y la entrega de los evangelizadores provienen de la fuente que es el amor de Dios infundido en nuestros corazones con el don del Espíritu Santo» (San Juan Pablo II).

Hoy en día, la Buena Noticia no ha llegado todavía a todas partes, ni con la intensidad que era necesaria. Se ha de predicar la conversión, hay que vencer a muchos espíritus malignos.

Quienes hemos recibido la Buena Noticia, ¿lo sabemos valorar? ¿Somos conscientes de ello? ¿Estamos agradecidos? Sintámonos enviados, misioneros, urgidos a predicar con el ejemplo y, si fuera necesario, con la palabra para que la Buena Nueva no falte a quienes Dios ha puesto en nuestro camino.

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2021-07-11)

10 julio, 2021

San Crstóbal, Mártir

 Hoy es la fiesta de San Cristóbal, patrono de los transportistas

 

San Cristóbal de Licia es una figura muy importante en la historia del cristianismo de Oriente y Occidente; y aunque las dificultades para conocerlo y entender su papel histórico son reales, se sabe con bastante certeza que vivió durante el gobierno de Decio, tercer emperador romano, alrededor del año 250 de la era cristiana.

Su famosa leyenda, que es conocida sobre todo en Occidente y que podría haberse inspirado tanto en historias reales de mártires cristianos como en algún personaje de la mitología griega, cuenta que Cristóbal portó sobre sus hombros a un chico, al que no conocía, a través del río caudaloso que atravesaba una y otra vez, de un lado al otro, llevando gente que no era capaz de vencer la fuerza de las aguas. A Cristóbal le resultaba más fácil cruzar dada la fuerza y altura que poseía. Aquel niño desconocido que le solicitó ayuda, antes de desaparecer, le reveló que era Cristo, a quien él intentaba ayudar ayudando a otros.

Precisamente, al considerar esta historia, uno puede comprender mejor el porqué de su nombre “Christophoros”, que en griego quiere decir “portador de Cristo”. Desde el siglo IV San Cristóbal fue representado con el niño Jesús sobre sus hombros y llevando un bastón con hojas.

En la baja Edad Media se popularizó la creencia de que bastaba mirar su imagen para que cualquier viajero se librara del peligro durante su travesía; y es que a Cristobal se le considera patrón de peregrinos, viajeros, motoristas y transportistas en general.

La tradición conserva la idea de que fue un hombre corpulento, de gran estatura que probablemente se desempeñó como soldado del Imperio Romano; también se dice que tenía un alma caritativa y trataba de ayudar a los cristianos cautivos.

La tradición señala, además, que San Cristóbal fue bautizado en Antioquía y de allí se dirigió a predicar a Licia y Samos. En esa ciudad fue tomado prisionero por el rey Dagón, por órdenes del emperador Decio, y tras resistirse a abdicar de su fe aunque fuese torturado, se ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo gracias a este Santo.

San Cristóbal es un santo muy popular; lo es en tal medida que poetas modernos como Federico García Lorca y Antonio Machado lo han cantado con inspirados versos. Su estatua, generalmente colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo, en España.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-san-cristobal-patrono-de-los-transportistas-57266)

09 julio, 2021

La Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia

 Hoy se celebra a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia

El 9 de julio de cada año se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, proclamada Patrona de Colombia por el Papa Pío VII en 1829. En esa ocasión, el Pontífice también le otorgó a la Patrona de los colombianos su propia fiesta litúrgica. Posteriormente, en 1919, Nuestra Señora de Chiquinquirá sería coronada canónicamente por decreto del Papa San Pío X.

El Santuario de la Patrona de Colombia, declarado Basílica en 1927 por el Papa Pío XI, es visitado cada año por miles de fieles, en especial durante los días cercanos a la Fiesta central. En el recinto se encuentra el lienzo con la imagen de Nuestra Señora, hoy custodiado devotamente por los hermanos dominicos. En la imagen podemos apreciar a la Virgen María en su advocación del Santo Rosario, acompañada de San Antonio de Padua y San Andrés Apóstol.

La imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá es una pintura perteneciente al arte colonial colombiano más antiguo; está pintada sobre una manta de algodón de más de un metro de longitud, encuadrada en un marco adornado con el escudo nacional de Colombia. La Virgen María sostiene en sus brazos al Niño Jesús. Además, el cuadro está adornado con dos coronas, dos rosarios, el cetro, la Cruz de Boyacá -máximo galardón que concede la República de Colombia-, la Orden de San Carlos y la Orden del Congreso; lo rodean 30 semicircunferencias con escudos de la Santa Sede, la Provincia de los dominicos y algunas diócesis del país; del cuadro pende un rosario y dos rosas de plata.

Se afirma que la voz “Chiquinquirá” proviene del Chibcha “Xequenquirá”, que significa «lugar pantanoso y cubierto de nieblas» o también «pueblo sacerdotal», en alusión a las prácticas rituales precolombinas que se realizaron alguna vez en la Isla de la laguna de Fúquene.

San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron una especial cercanía a esta advocación. San Juan XXIII, por ejemplo, con la intención de pedir por la buena realización del Concilio Vaticano II, ofrendó a través del Nuncio apostólico lo que se denomina un “cirio de purificación” para ser encendido ante la imagen mariana.

En 1986, San Juan Pablo II visitó la Basílica y consagró Colombia a la Virgen María, pidiendo que conceda “el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos”. Y Aún resuenan, por su actualidad, aquellas palabras, invocando a la auténtica paz, esa que nace de la justicia inspirada en el Evangelio y jamás de las armas: “Que cese la violencia y la guerrilla. Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica. Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad”.

Nuestra Señora de Chiquinquirá es también patrona del estado Zulia en Venezuela y de la ciudad de Caraz en Perú.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-celebra-a-la-virgen-de-chiquinquira-patrona-de-colombia-99151)

Santos Mártires de China, San Agustín Zhao Rong y Compañeros

20 de septiembre: santos mártires coreanos, al martirio por contagio - Alfa  y Omega

 ¡Oh!, Santos Mártires de China, San Agustín Zhao Rong y Compañeros
Mártires, vosotros, sois los hijos del Dios de la vida, y sus amados santos,
y que, en toda la China y en diferentes tiempos, testigos fueron del
Evangelio de Cristo, y que, con vuestras palabras y vuestras obras
predicasteis y confesasteis vuestra fe, sufriendo por ello persecución
y martirio, entregando vuestras almas al cielo, participando así,
del banquete de la gloria eterna, conjuntamente con un incontable
número de fieles laicos. ¡Política no, religión sí!, porque predicasteis
sólo amor, fraternidad, paz y justicia. ¡Sí!; los sicarios de la fe, os
mataron el cuerpo, pero, jamás pudieron con vuestras santas almas
que hoy están con quien deseaban estar por los siglos de los siglos:
¡Cristo Jesús! Así, un día, los Tártaros Manciù, invadieron Fujian
y mostrándose hostiles a la religión cristiana, dieron muerte a San
Francisco Fernández de Capillas, sacerdote de la OFP, convirtiéndose
en Proto mártir de la China. Hacia la mitad del siglo Diez y ocho,
otros cinco misioneros españoles, fueron asesinados en la época
de los emperadores Yung-Cheng y de su hijo K´ien-Lung. Ellos son:
San Pedro Sans i Iordà, O.P., Obispo, San Francisco Serrano, O.P.,
Sacerdote; San Joaquín Royo, O.P. Sacerdote; San Juan Alcober,
O.P., Sacerdote; San Francisco Díaz, O.P. Sacerdote; muertos
en Fuzhou. En el siglo veinte, el Emperador Kia-Kin, severos
decretos en su contra publicó y siguiendo su fidelidad a Cristo
murieron: San Pedro Wu, San José Zhang-Dapeng. El impío y falaz
Virrey del Sichuan, hizo decapitar a San Juan Gabriel Taurin
Dufresse, M.E.P., Obispo, y a vos, que siendo sacerdote diocesano
y tras haber sido eficiente soldado escolta de vuestro obispo,
quedasteis impresionado por su paciencia y os bautizasteis,
y luego, os ordenasteis sacerdote, para luego ser arrestado,
sufriendo crueles torturas y suplicios para después morir
para gloria de Cristo. Os acompañan en vuestra gloria: San
Giovanni da Triora, O.F.M., San José Yuan, San Francisco Regis
Clet, San Tadeo Liu, San Pedro Liu, San Joaquín Ho, San Augusto
Chapdelaine, M.E.P., San Lorenzo Bai Xiaoman, San Chapdelaine,
Santa Inés Cao Guiying. Los Mártires de MaoKou: San Jerónimo
Lu Tingmei, San Lorenzo Wang Bing, Santa Àgueda Lin Zao. Los
mártires de Qingyanzhen: San José Zhang Wenlan, San Pablo Chen
Changpin, San Juan Bautista Luo Tingying, Santa Marta Wang-Luo
Mande,San Juan Pedro Néel, San Martín Wu Xuesheng, San Juan
Zhang Tianshen, San Juan Chen Xianheng, Santa Lucía Yi Zhenmei.
San Gregorio Grassi, San Francisco Fogolla, San Elías Facchini,
San Teodorico Balat, San Andrés Bauer, San Antonino Fantosati,
San José María Gambaro, San Cesidio Giacomantonio, Santa María
Ermellina de Jesús, Santa María de la Paz, Santa María Clara,
Santa María de Santa Natalia, Santa María de San Justo, Santa
María Adolfina, Santa María Amandina. San Juan Zhang Huan, San
Patricio Dong Bodi, San Juan Wang Rui, San Felipe Zhang Zhihe,
San Juan, Zhang Jingguang, San Tomás Shen Jihe, San Simón Qin
Cunfu, San Pedro Wu Anbang, San Francisco Zhang Rong, San
Matías Feng De, San Pedro Zhang Banniu, San Santiago Yan Guodong,
San Santiago Zhao Quanxin, San Pietro Wang Erman, San León Mangin,
San Pablo Denn, San Remigio Isoré, San Modesto Andlauer, Santa
María Zhu, San Pedro Zhu Rixin, San Juan Bautista Zhu Wurui,
Santa María Fu Guilin, Santa Bárbara Cui Lian, San José Ma Taishun,
Santa Lucía Wang Cheng, Santa María Fan Kun, Santa María Chi Yu,
Santa María Zheng Xu, Santa María Du Zhao, Santa Magdalena Du
Fengju, Santa María Du Tian, San Pablo Wu Anjyu, San Juan Bautista
Wu Mantang, San Pablo Wu Wanshu,San Ramón Li Quanzhen,San Pedro
Li Quanhui, San Pedro Zhao Mingzhen, San Juan Bautista Zhao Mingxi,
Santa Teresa Chen Tinjieh, Santa Rosa Chen Aijieh, San Pedro Wang
Zuolong, anta María Gou Li, San Juan Wu Wenyin, San Zhang Huailu,
San Marcos Ki-T´ien-Siang, Santa Ana An Xin, Santa María An Guo,
Santa Ana An Jiao, Santa María An Linghua, San Pablo Liu Jinde,
San José Wang Kuiju, San Juan Wang Kuixin, Santa Teresa Zhang He,
Santa Lang Yang, San Pablo Lang Fu, Santa Isabel Qin Bian, San
Simón Qin Cunfu, San Pedro Liu Zeyu, Santa Ana Wang, San José
Wang Yumei, Santa Lucía Wang Wang, San Andrés Wang Tianqing,
Santa María Wang Li, San Chi Zhuze, Santa María Zhao Gou, Santa
Rosa Zhao, Santa María Zhao, San José Yuan Gengyin, San Pablo Ge
Tingzhu, Santa Rosa Fan Hui, San Alberico Crescitelli, San Luis
Versiglia, y San Calixto Caravario, entregasteis vuestras santas
vidas, para luego como almas santas volar al cielo, y ser coronadas
de luz como justo premio a vuestra entrega increíble de amor y fe;
¡Oh!, Santos Mártires de China, “viva fe de la Iglesia del Dios Vivo”.

© 2021 Luis Ernesto Chacón Delgado
_______________________________________

9 de julio
Mártires de China
San Agustín Zhao Rong y compañeros (119)
(+ 1815 ) ( + 1648 – 1930)

Martirologio Romano: Santos Agustín Zhao Rong, presbítero, Pedro Sans i Jordá, obispo, y compañeros, mártires, que en distintos lugares de China y en distintos tiempos fueron testigos del Evangelio de Cristo con sus palabras y con sus obras, y, por haber predicado y confesado la fe, sufrieron persecución, mereciendo por ello pasar al banquete eterno de la gloria (siglos XVII/XVIII).

Etimológicamente: Agustín = Aquel que es venerado, es de origen latino.

Desde los más remotos orígenes del pueblo chino (hacia la mitad del tercer milenio antes de Cristo) el sentimiento religioso hacia el Ser Supremo y la piedad filial y devota hacia los antepasados difuntos son las características más relevantes de su cultura milenaria.

Esta nota de neta religiosidad se encuentra, más o menos, en los chinos de todos los siglos, hasta el nuestro, cuando bajo el influjodel ateísmo occidental, algunos intelectuales, especialmente los educados en el exterior, han querido desprenderse, como algunosde sus maestros occidentales, de cualquier idea religiosa.

El Evangelio se anunció en China en el siglo V y, a primerosdel VII, se erigió allí la primera iglesia. Durante la dinastía T´ang(618-907) la comunidad de los cristianos estuvo floreciente durante dos siglos. En el XIII la comprensión del pueblo chino y de sus culturas, que supo tener un misionero como Juan de Montecorvino, lograron que se pudiera dar impulso a la primera misión católica en el «Reino del medio» con sede episcopal en Beijin.

No es de extrañar que, especialmente en la época moderna (es decir, desde el siglo XVI, cuando las comunicaciones entre oriente y occidente comenzaron a ser en cierto modo más frecuentes), haya existido por parte de la Iglesia Católica el deseo de llevar a este pueblo la luz del Evangelio, a fin de que ésta enriqueciese aún más el tesoro de tradiciones culturales y religiosas tan ricas y profundas.

Así pues, a partir de las últimas décadas del siglo XVI, varios misioneros católicos fueron invitados a China: se habían elegido con gran esmero personas como Matteo Ricci y otros, teniendo en cuenta, además de su espíritu de fe y de amor, sus capacidades culturales y sus cualidades en diversos campos de la ciencia, en especial de la astronomía y de la matemática. De hecho, gracias a éstos y al aprecio que demostraron los misioneros por el notable espíritu de investigación presente en los estudiosos chinos, pudieron establecerse relaciones de colaboración científica muy provechosas. Éstas sirvieron a su vez para abrir muchas puertas, incluso las de la corte imperial, y para así entablar relaciones muy útiles con varias personas de grandes capacidades.

La calidad de la vida religiosa de estos misioneros fue lo que indujo a no pocas personas de alto nivel a sentir la necesidad de conocer mejor el espíritu evangélico que los animaba y, luego, de instruirse en los postulados de la religión cristiana: lo cual se hizo de manera conveniente a sus características culturales y a su modo de pensar. A finales del siglo XVI y primeros del XVII, fueron numerosos los que, una vez adquirida la debida preparación, pidieron el bautismo y llegaron a ser cristianos fervientes, manteniendo siempre con justo orgullo su identidad de chinos y su cultura.

El cristianismo se vio en aquel período como una realidad que no se oponía a los más altos valores de las tradiciones del pueblo chino, ni se superponía a ellos, sino que los enriquecía con una nueva luzy dimensión.

Gracias a las óptimas relaciones existentes entre algunos misioneros y el mismo emperador K´ang Hsi; gracias a sus servicios prestados por restablecer la paz entre el «zar» de Rusia y el «hijo del cielo», o sea el emperador, éste promulgó en 1692 el primer decreto de libertad religiosa, en virtud del cual todos sus súbditos podían seguir la religión cristiana y todos los misioneros podían predicarla en sus vastos dominios.

Como consecuencia, la acción misionera y la difusión del mensaje evangélico se desarrollaron notablemente y fueron muchos los chinos que, atraídos por la luz de Cristo, pidieron recibir el bautismo.

Pero desgraciadamente la cuestión espinosa de los «ritos chinos», irritó sobremanera al emperador K´ang Hsi y preparó la persecución (fuertemente influenciada por la del vecino Japón), que en unos sitios más en otros menos, abierta o solapada, violenta o velada,se extendió prácticamente con sucesivas oleadas desde la primera década del siglo XVII hasta la mitad del siglo XIX, matando a misioneros y a fieles laicos y destruyendo no pocas iglesias.

Fue exactamente el 15 de enero de 1648 cuando los Tártaros Manciù, habiendo invadido la región del Fujian y mostrándose hostiles a la religión cristiana, dieron muerte a San Francisco Fernández de Capillas, sacerdote de la Orden de los Frailes Predicadores. Después de haberlo encarcelado y torturado, lo decapitaron mientras rezaba con otros los misterios dolorosos del Rosario.

San Francisco Fernández de Capillas ha sido reconocido por la Santa Sede como Proto mártir de China.

Hacia la mitad del siglo siguiente, el XVIII, otros cinco misioneros españoles, que habían ejercido su actividad entre los años 1715-1747, fueron también asesinados como resultado de una nueva ola de persecución iniciada en 1729 y con secuaces más encarnizados en 1746. Era la época de los emperadores Yung-Cheng y de su hijo K´ien-Lung.

San Pedro Sans i Iordà, O.P., Obispo, martirizado el 26 de mayo de 1747 en Fuzhou.
San Francisco Serrano, O.P., Sacerdote,
San Joaquín Royo, O.P. Sacerdote,
San Juan Alcober, O.P., Sacerdote,
San Francisco Díaz, O.P. Sacerdote, los cuatro fueron matados el 28 de octubre de 1748 en Fuzhou.

Una nueva fase de régimen de persecución en relación con la religión cristiana se desató posteriormente en el siglo XIX.

Mientras algunos Emperadores de los siglos precedentes habían autorizado el catolicismo, el Emperador Kia-Kin (1796-1821) publicó en cambio numerosos y severos decretos en contra. El primero se remonta al 1805; dos edictos del 1811 iban dirigidos contra aquellos de entre los chinos que hacían los estudios para recibir las órdenes sagradas y contra los sacerdotes que propagaban la religión cristiana. Un decreto del 1813 exoneraba de cualquier castigo a los apóstatas voluntarios, es decir, a los Cristianos que declaraban espontáneamente que abandonaban la fe cristiana, pero amenazaba a todos los demás.

En este período sufrió el martirio el San Pedro Wu, laico catequista, chino, nacido de familia pagana, recibió el bautismo en 1796 y pasó el resto de su vida anunciando la verdad de la religión cristiana. Todas las tentativas para hacerlo apostatar fueron vanas. Emitida contra él la sentencia de muerte, fue estrangulado el 7 de noviembre de 1814.

Siguió sus pasos en la fidelidad a Cristo el San José Zhang-Dapeng, laico catequista, comerciante, bautizado en el 1800, llegó a ser después el alma de la misión en la ciudad de Kony-Yang. Encarcelado, murió estrangulado el 12 de marzo de 1815.

Este año (1815) se promulgaron otros dos Decretos, en los que se aprobaba la conducta del Virrey del Sichuan, que había hecho decapitar a Mons. Dufresse, de las Misiones Exteriores de París,y a muchos cristianos chinos. Siguió una persecución más exacerbada.

Son de este período los siguientes mártires:

San Juan Gabriel Taurin Dufresse, M.E.P., Obispo, arrestado el 18 de mayo de 1815, conducido a Chengdu, condenado y ajusticiado el 14 de septiembre de 1815.

San Agustín Zhao Rong, Sacerdote diocesano chino que, siendo antes uno de los soldados que escoltaron a Mons. Dufresse desde Chengdu hasta Beijin, había quedado impresionado por la paciencia de éste y había pedido ser contado entre los neófitos: una vez bautizado, se le mandó al Seminario y después se ordenó sacerdote. Arrestado, sufrió crueles suplicios y después murióen 1815.

San Giovanni da Triora, O.F.M., Sacerdote, hecho prisionero junto con otros en el verano del 1815, después condenado a muerte y murió estrangulado el 7 de febrero de 1816.

San José Yuan, Sacerdote diocesano chino, el cual, habiendo escuchado a Mons. Dufresse hablar de la fe cristiana, quedó prendado de la belleza de ésta y después llegó a ser un neófito ejemplar. Más tarde, ordenado sacerdote y, como tal, entregado a la evangelización en varios distritos; fue apresado en agosto de 1816, condenado a la estrangulación y matado de esta suerte el 24 de junio de 1817.

San Francisco Regis Clet de la Congregación de la Misión que, después de haber obtenido el permiso para ir a las misiones de China, se había embarcado para el Oriente en 1791. Llegado allí, llevó durante treinta años una vida sacrificada de misionero: sostenido por un celo incansable, evangelizó tres inmensas Provincias del Imperio Chino: Jiangxi, Hubei, Hunan. Traicionado por un cristiano, fue arrestado y llevado a prisión donde sufrió atroces suplicios. Mediante sentencia del Emperador fue matado por estrangulación el 17 de febrero de 1820.

San Tadeo Liu, Sacerdote diocesano, chino, que se negó a apostatar, diciendo que era sacerdote y quería ser fiel a la religión que había predicado. Condenado a muerte, fue estrangulado el 30 de noviembre de 1823.

San Pedro Liu, catequista laico, chino, arrestado en 1814 y condenado al exilio en Tartaria, donde permaneció casi veinte años. Vuelto a la patria, fue de nuevo apresado y estrangulado el 17 de mayo de 1834.

San Joaquín Ho, catequista laico, chino, fue bautizado a la edad de casi 20 años. En la gran persecución del 1814 había sido prendido con muchos otros fieles y sometido a crueles torturas. Desterrado a Tartaria, allí permaneció unos 20 años; regresado a la patria fue nuevamente apresado y rehusó apostatar. A continuación, una vez confirmada la sentencia de muerte por parte del Emperador, fue estrangulado el 9 de julio de 1839.

San Augusto Chapdelaine, M.E.P., sacerdote de la Diócesis de Coutances. Habiendo ingresado en el Seminario de las Misiones Exteriores de París, se embarcó directamente a China en 1852; llegó a Guangxi a finales del 1854. Arrestado en 1856, torturado, condenado a muerte enjaulado, expiró en febrero de 1856.

San Lorenzo Bai Xiaoman, laico, chino, obrero modesto, que acompañó al San Chapdelaine en el asilo que habían ofrecido al misionero y fue con él apresado y conducido al tribunal. Nada pudo hacerlo apostatar. Fue decapitado el 25 de febrero de 1856.

Santa Inés Cao Guiying, viuda, había nacido de antigua familia cristiana; habiéndose dedicado a la instrucción de las muchachas jóvenes convertidas por el B. Chapdelaine, fue arrestada y, condenada a morir enjaulada, fue ajusticiada el 1 de marzo de 1856.

El 28 de enero de 1858, por orden del mandarín de MaoKou (en la provincia de Guizhou), fueron matados tres catequistas, conocidos como Mártires de MaoKou:

San Jerónimo Lu Tingmei,
San Lorenzo Wang Bing,
Santa Àgueda Lin Zao.

Se pidió a los tres que renunciaran a la religión cristiana. Como su respuesta fuese negativa, fueron condenados a la decapitación.

El 29 de julio de 1861 sufrieron el martirio simultáneamente dos seminaristas y dos laicos, de los cuales uno era cultivador y la otra una viuda que prestaba sus servicios como cocinera en el seminario. Se los conoce como Mártires de Qingyanzhen (Guizhou):

San José Zhang Wenlan, seminarista,
San Pablo Chen Changpin, seminarista,
San Juan Bautista Luo Tingying, laico,
Santa Marta Wang-Luo Mande, laica.

El año siguiente, el 18 y 19 de febrero de 1862, dieron su vidapor Cristo otras 5 personas, conocidas como Mártires de Guizhou,a saber:

San Juan Pedro Néel, Sacerdote de las Misiones Exterioresde París,
San Martín Wu Xuesheng, catequista laico,
San Juan Zhang Tianshen, catequista laico,
San Juan Chen Xianheng, catequista laico,
Santa Lucía Yi Zhenmei, catequista laica.

Mientras tanto habían ocurrido, en el campo de la política, algunos episodios que tuvieron notables repercusiones en la vida de las misiones cristianas.

En junio de 1840 el Comisario imperial de Guangdong, queriendo con razón suprimir el comercio del opio, que estaba en manos de los ingleses, había hecho arrojar al mar más de veinte mil cajas de esta droga. Este había sido el pretexto de la guerra inmediata, con victoria de los ingleses. Terminada la guerra, China debió firmar en 1842 el primer tratado internacional de los tiempos modernos, al que siguieron muy pronto otros con América y Francia. Aprovechando la ocasión, Francia sustituyó a Portugal como potencia protectora de las misiones y como consecuencia se promulgó un doble decreto: uno del 1844, por el cual se permitía a los chinos seguir la religión católica, otro del 1846, mediante el cual se suprimían las antiguas penas contra los católicos.

La Iglesia pudo entonces vivir abiertamente y ejercer su acción misionera, desarrollándola también en el ámbito de la educación superior, universitaria y de la investigación científica.

Al multiplicarse los diversos Institutos culturales de alto nivel y gracias a su actividad muy apreciada, se establecieron gradualmente lazos cada vez más profundos entre la Iglesia y China con sus ricas tradiciones culturales.

Esta colaboración con las autoridades chinas favoreció de un modo creciente la mutua estima y participación en aquellos valores que deben regir siempre toda sociedad civil.

Transcurrió así un siglo de expansión de las misiones cristianas, con la excepción hecha del período en que se abatió sobre ellas la desgracia de la insurrección de la «Asociación de la justicia y de la armonía» (conocida comúnmente como de los “Boxers”), que ocurrió al principio del siglo XX y causó el derramamiento de sangre de muchos cristianos.

Es sabido que en esta revuelta confluyeron todas las sociedades secretas y el odio acumulado y reprimido contra los extranjeros de los últimos decenios del siglo XIX a causa de las vicisitudes políticas y sociales que siguieron a la «guerra del opio» y a la imposición de los así llamados «Tratados desiguales» por parte de las Potencias Occidentales.

Sin embargo fue muy distinto el móvil de la persecución a los Misioneros, aunque fueran de nacionalidad europea. Su matanza fue determinada por una causa puramente religiosa: fueron matados por el mismo motivo con que lo fueron los fieles chinos que se habían hecho cristianos. Documentos históricos indiscutibles ponen en evidencia el odio anticristiano que impulsó a los “Boxers” a asesinar a los Misioneros y a los fieles locales que se habían adherido a su doctrina. Respecto a ellos se emitió un edicto el 1 de julio de 1900, en el cual se decía, en síntesis, que ya había pasado el tiempo de las buenas relaciones con los Misioneros europeos y sus cristianos: que los primeros debían ser repatriados inmediatamente y los fieles obligados a la apostasía, bajo pena de muerte.

Como resultado de esto tuvo lugar el martirio de algunos misioneros y de muchos chinos que se agruparon en los siguientes grupos:

a) Mártires de Shanxi, muertos el 9 de julio de 1900, que son Frailes Menores Franciscanos:

San Gregorio Grassi, Obispo,
San Francisco Fogolla, Obispo,
San Elías Facchini, Sacerdote,
San Teodorico Balat, Sacerdote,
San Andrés Bauer, Hermano Religioso;

b) Mártires del Hunan Meridional, muertos el 7 de julio de 1900, también Frailes Menores Franciscanos:

San Antonino Fantosati, Obispo,
San José María Gambaro, Sacerdote,
San Cesidio Giacomantonio, Sacerdote ( 4 julio).

A los mártires franciscanos de la Orden Primera se añaden siete Franciscanas Misioneras de María, de las cuales 3 francesas,2 italianas, 1 belga y 1 holandesa:

Santa María Ermellina de Jesús (en el siglo: Irma Grivot),
Santa María de la Paz (en el siglo: María Anna Giuliani),
Santa María Clara (en el siglo: Clelia Nanetti),
Santa María de Santa Natalia (en el siglo: Juana María Kerguin),
Santa María de San Justo (en el siglo: Ana Moreau),
Santa María Adolfina (en el siglo: Ana Dierk),
Santa María Amandina (en el siglo: Paula Jeuris).

De los mártires chinos de la familia franciscana forman parte también 11 Franciscanos seglares, todos chinos:

San Juan Zhang Huan, seminarista,
San Patricio Dong Bodi, seminarista,
San Juan Wang Rui, seminarista,
San Felipe Zhang Zhihe, seminarista,
San Juan , Zhang Jingguang, seminarista,
San Tomás Shen Jihe, laico, sirviente,
San Simón Qin Cunfu, catequista laico,
San Pedro Wu Anbang, laico,
San Francisco Zhang Rong, laico agricultor,
San Matías Feng De, laico neófito,
San Pedro Zhang Banniu, obrero laico.

A ellos se añaden algunos fieles laicos chinos:

San Santiago Yan Guodong, agricultor,
San Santiago Zhao Quanxin, sirviente,
San Pietro Wang Erman, cocinero.

Cuando la rebelión de los “Boxers”, iniciada en Shandong, difundida luego en Shanxi y en Hunan, llegó también al sudeste de Tcheli, en aquel entonces Vicariato Apostólico de Xianxian, confiado a los Jesuitas, los cristianos matados se cuentan por millares.

Entre éstos se encuentran 4 misioneros jesuitas franceses y 52 cristianos laicos chinos, hombres, mujeres y niños, el más anciano de ellos tenía la edad de 79 años, mientras que los dos más jóvenes sólo 9 años. Todos sufrieron el martirio en el mes de julio de 1909; muchos de ellos fueron matados en la Iglesia del Pueblo di Tchou-Kia-ho, donde se habían refugiado y estaban en oración junto con los dos primeros de los misioneros que a continuación se enumeran:

San León Mangin, S.J. sacerdote,
San Pablo Denn, S.J., sacerdote,
San Remigio Isoré, S.J., sacerdote,
San Modesto Andlauer, S.J., sacerdote.

He aquí los nombres y edades de los laicos cristianos chinos:

Santa María Zhu, de unos 50 años,
San Pedro Zhu Rixin, de 19 años,
San Juan Bautista Zhu Wurui, de 17 años,
Santa María Fu Guilin, de 37 años,
Santa Bárbara Cui Lian, de 51 años,
San José Ma Taishun, de 60 años,
Santa Lucía Wang Cheng, 18 años,
Santa María Fan Kun, de 16 años,
Santa María Chi Yu, de 15 años,
Santa María Zheng Xu, de 11 años,
Santa María Du Zhao, de 51 años,
Santa Magdalena Du Fengju, de 19 años,
Santa María Du Tian, de 42 años,
San Pablo Wu Anjyu, de 62 años,
San Juan Bautista Wu Mantang, 17 años,
San Pablo Wu Wanshu, de 16 años,
San Ramón Li Quanzhen, de 59 años,
San Pedro Li Quanhui, de 63 años,
San Pedro Zhao Mingzhen, de 61 años,
San Juan Bautista Zhao Mingxi, de 56 años,
Santa Teresa Chen Tinjieh, de 25 años,
Santa Rosa Chen Aijieh, de 22 años,
San Pedro Wang Zuolong, de 58 años,
Santa María Gou Li, de 65 años,
San Juan Wu Wenyin, de 50 años,
San Zhang Huailu, de 57 años,
San Marcos Ki-T´ien-Siang, de 66 años,
Santa Ana An Xin, de 72 años,
Santa María An Guo, de 64 años,
Santa Ana An Jiao, de 26 años,
Santa María An Linghua, de 29 años,
San Pablo Liu Jinde, de 79 años,
San José Wang Kuiju, de 37 años,
San Juan Wang Kuixin, de 25 años,
Santa Teresa Zhang He, de 36 años,
Santa Lang Yang, de 29 años,
San Pablo Lang Fu, de 9 años,
Santa Isabel Qin Bian, de 54 años,
San Simón Qin Cunfu, de 14 años,
San Pedro Liu Zeyu, de 57 años,
Santa Ana Wang, de 14 años,
San José Wang Yumei, de 68 años,
Santa Lucía Wang Wang, de 31 años,
San Andrés Wang Tianqing, de 9 años,
Santa María Wang Li, de 49 años,
San Chi Zhuze, de 18 años,
Santa María Zhao Gou, de 60 años,
Santa Rosa Zhao, de 22 años,
Santa María Zhao, de 17 años,
San José Yuan Gengyin, de 47 años,
San Pablo Ge Tingzhu, de 61 años,
Santa Rosa Fan Hui, de 45 años.

El hecho de que este considerable número de fieles laicos chinos haya ofrecido la vida a Cristo juntamente con los misioneros que les habían anunciado el Evangelio y se habían prodigado por ellos pone en evidencia la profundidad de los vínculos que la fe en Cristo establece, reuniendo en una sola familia personas de razas y culturas diversas, estrechamente hermanados entre sí, no ya por motivos políticos, sino en virtud de una religión que predica el amor, la fraternidad, la paz y la justicia.

Además de todos los matados por los “Boxers” hasta ahora mencionados, debe recordarse también al San Alberico Crescitelli, sacerdote del Instituto Pontificio de las Misiones Exteriores de Milán, que desarrolló su ministerio en el Shanxi Meridional y fue martirizado el 21 de julio de 1900.

Años después, al nutrido ejército de los Mártires arriba recordados iban a unirse algunos Miembros de la Sociedad Salesiana de S. Juan Bosco:

San Luis Versiglia, Obispo,

San Calixto Caravario, Sacerdote.

Fueron asesinados juntos el 25 de febrero de 1930 en Li-Thau-Tseul.

Todos ellos fueron proclamados santos de la Iglesia el 1 de Octubre del año 2000 por el Papa Juan Pablo II.

Reproducido con autorización de Vatican.va

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=33162)

08 julio, 2021

San Isaías, Profeta

 Hoy se conmemora a Isaías, el profeta que anunció la venida de Cristo

¡Oh!, San Isaías Profeta, vos sois el hijo del Dios
de la vida, el Mensajero del Señor y como tal su
“engreído” y amado santo. Vos anunciasteis vívidamente
al “Cordero de Dios”, Aquél que quita los pecados
del mundo siete siglos antes, por ello; a vos; os
debemos gratitud inmensa por aquella Buena Nueva
hasta hoy, y por los siglos de los siglos. Sois
además héroe nacional para Israel, por lo maravilloso
de vuestro mensaje, la elegancia de vuestro estilo,
la viveza de vuestras imagenes y la belleza literaria
de vuestras profecías que os convirtieron en un clásico
de la literatura de aquél pueblo. Vuestro modo de hablar
y comportarse os presentan como un hombre de cultura
superior. Vos, en el Capítulo seis de vuestras profecías
narráis como Dios os llamo: “Ví al Señor Dios, sentado
en un trono excelso y elevado y miles de serafines
lo alababan cantando: “Santo, Santo es el Señor Dios
de los ejercitos, llenos estan el cielo y la tierra
de Tu Gloria”. Yo me llene de espanto y exclame: “¡Ay
de mí que soy un hombre de labios impuros y vivo enmedio
de un pueblo pecador y mis ojos ven al Dios Todopoderoso!”.
Entonces voló hacía mí uno de los serafines, y tomando
una brasa encendida del altar la colocó sobre mis labios
y dijo: “Ahora has quedado purificado de tus pecados.”
Y oí la voz del Señor que me decía:”¿A quién enviaré?
¿Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes?” Yo le
dije: “¡Aquí estoy Señor, envíame a mí!”. Desde ese momento,
vos, os llevasteis a las a las gentes los mensajes de Dios,
pidiéndoles que se apartarán de su vida de pecado
y empezaran una vida agradable a Dios. Pero, como Dios
dijo: “Teniendo oídos, no querrán escuchar”. Y la nación
de Israel, fue llevada después presa a un país extraño.
Y, sobre Emmanuel, dijisteis así: “He aquí que la Virgen
concebirá y dará a luz a un niño al cual llamarán Dios
con nosotros”. Así avisasteis siete siglos antes, el nacimiento
de Jesús de María Virgen. También el temible rey de Nínive,
Senaquerib, atacó a Jerusalem y amenazaba con destruirla
y matar a todos, pero vos, animasteis al piadoso rey
Ezequías diciendole: “Prudencia y clama. Confíen en Dios,
que la ciudad no caera en manos de los enemigos”.Y sucedió
que al ejercito invasor le llegó una epidemia de disentería
y murieron miles y miles y el rey Senaquerib invasor, se alejó
salvándose la ciudad. Vuestro libro es el más largo de
los setenta y tres que componen la Bilbia. En él,
hallamos muchos datos de lo que será la vida del Mesías
y es la primera biografía de Jesús, escrita siete siglos
antes de que naciera nuestro Redentor. Vos, sois sin duda
alguna después de Jesucristo y del gran Moisés, el más
grande profeta de todos los siglos. Sois en grado sumo
el profeta de la “Confianza en Dios”, porque vos queréis que,
aunque las situaciones de la vida sean terribles, jamás
dejemos de confiar en Dios, que llegará con su gran poder
a ayudarnos y defendernos. El Salvador que anunciasteis
viene de la familia de David, y es portador de paz y de justicia,
cuyo oficio es encender en la tierra el amor hacia Dios.
Fuisteis un genio religioso de portento, que ejercisteis
inacabable influencia en la verdadera religión y cuyos
escritos los leen y meditan hoy en todo el mundo los
que seguimos a Cristo Jesús, Dios y Señor Nuestro. Y, así
luego de haber entregado en extraordiria y brillante lid
vuestra profética santa vida, en manos del impío Manasés,
vólo vuestra alma al cielo para coronada ser con corona de luz;
¡Oh!, San Isaías Profeta, “vivo siervo del Dios de la Vida y del Amor”.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado

__________________________________________


08 de julio
San Isaías
Profeta

Isaías fue el “profeta de la Confianza en Dios”, considerado entre los más grandes profetas porque fue él quien anunció al Mesías, es decir, quien despertó las ansias por recibir al heredero del trono de David, portador de paz y de justicia, camino verdadero para llegar a Dios, Jesús.

En el Antiguo Testamento, Isaías destaca por la riqueza de su lenguaje, expresión del llamado “siglo de oro” de la literatura hebrea; sobre todo por belleza de sus textos que resaltan la importancia de las profecías referidas al pueblo de Israel, los pueblos paganos y a los tiempos mesiánicos y escatológicos.

Isaías, cuyo nombre significa “Dios salva”, nació en Jerusalén en el año 765 A.C. y parece que perteneció a una familia aristócrata. Tanto la manera como se expresa, como la forma como se conduce a la hora de actuar, lo presentan como un hombre de una cultura y sabiduría poco comunes.

Ningún otro profeta describió con tanta claridad la figura de quien habría de ser el Redentor de la humanidad, ni nos proporciona tantos datos sobre lo que sería la vida del Mesías o enviado de Dios. Además, escribió el libro más largo de la Biblia -en las ediciones modernas suele ocupar unas 70 páginas-, y dada la penetración de sus descripciones, es posible afirmar que escribió “la primera biografía de Jesús”, 7 siglos antes de su nacimiento.

El capítulo 53 del libro de Isaías es el retrato dramático y denso de la pasión y muerte del Mesías. El Profeta logra penetrar con sus palabras el núcleo mismo del dolor que habrá de redimir a la humanidad; y cada lector se convierte, por esa profundidad que le viene del Espíritu Santo, en una suerte de testigo ocular de la Pasión y Muerte de Jesús. Los pasajes se suceden dejando en claro que los sufrimientos del Enviado de Dios serán el pago a cuenta por nuestros pecados.

Pero la magnitud de lo relatado allí no puede desvincularse de lo que Isaias expresó en el capítulo 6 de su libro profético. Allí se narra cómo Dios lo llamó -y, por extensión, cómo nos llama a todos nosotros-: “Vi al Señor Dios, sentado en un trono excelso y elevado y miles de serafines lo alababan cantando: ‘Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos, llenos están el cielo y la tierra de Tu Gloria’. Yo me llené de espanto y exclamé: ‘Ay de mí que soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo pecador y mis ojos ven al Dios Todopoderoso’. Entonces voló hacia mí uno de los serafines, y tomando una brasa encendida del altar la coloco sobre mis labios y dijo: ‘Ahora has quedado purificado de tus pecados’. Y oí la voz del Señor que me decía: ‘¿A quién enviaré? ¿Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes?’ Yo le dije: ‘Aquí estoy Señor, envíame a mí”’.

Finalmente, según una antigua tradición judía, Isaías murió martirizado por el rey Manasés de Judá.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-san-isaias-el-profeta-que-anuncio-la-venida-de-cristo-52948)

07 julio, 2021

Beata María Romero Meneses, Hermana de los Pobres

 Hoy es la fiesta de la Beata Sor María Romero, que vivió plenamente la misericordia

07 de Julio
Beata María Romero Meneses
Religiosa Salesiana

La Beata María Romero Meneses fue una religiosa salesiana que dedicó su vida al servicio de los más pobres y que fue canonizada por el Papa San Juan Pablo II. De los 75 años que vivió, cuarenta y seis fueron de arduo trabajo lleno de amor y cuidado por aquellos que sufren, cuyos rostros reflejan a Cristo sufriente.

La vida de la Beata María Romero está llena de ejemplos sencillos de cómo practicar la caridad y de qué manera, quienes somos cristianos, debemos comprometernos en hacer de este mundo, muchas veces injusto, un lugar mejor, un adelanto del Reino de Dios. Para eso, no es necesaria ni la violencia ni avivar rupturas, ni los discursos grandilocuentes, ni las arengas estrepitosas. La sencillez evangélica nos llama a otras cosas.

Sor María nació en Granada, Nicaragua, el 13 de enero de 1902. Fue hija de un político muy reconocido de su país, Félix Romero Arana, quien se desempeñó como ministro de Hacienda en el gobierno de José Santos Zelaya. Su madre fue de origen español, doña Ana Meneses Blandón, mujer de profunda devoción y sensibilidad.

En 1910 llegaron a Nicaragua las misioneras de Don Bosco, Hijas de María Auxiliadora (FMA), congregación que conquistaría su corazón y a la que se vincularía para siempre. Gracias a ellas, María sintonizó inmediatamente con la figura del gran apóstol de la juventud, Don Bosco, en quien encuentra la encarnación de los ideales más profundos de su espíritu.

En 1921 recibió el hábito religioso -hizo el noviciado en El Salvador- y pasó a llamarse Sor María Romero. Sus votos perpetuos los realizó en 1929. Tiempo después, fue enviada a Costa Rica. Allí sirvió como asistente en consultorios médicos, trabajó en internados de jóvenes y en la Asociación de Ayuda a Necesitados. Dicha asociación estaba integrada por familias que alguna vez vivieron en condiciones infrahumanas y que después apoyaban a otras familias en mayor necesidad. Además, Sor María se encargaba de la capacitación de las jóvenes y señoras en estado de abandono, a quienes instruía en las labores domésticas como cocina, costura y otros oficios. También ofrecía, a precios simbólicos o de forma gratuita, prendas de vestir nuevas y usadas que ella misma recolectaba; y repartía canastas con alimentos básicos.

Su ideal fue amar profundamente a Jesús y a la Virgen María, y su alegría más grande, acercar la verdad del Evangelio a los niños, a los pobres, a los que sufren, a los marginados, a todos aquellos a quienes Dios ama con pasión. Su recompensa: ver florecer de nuevo la paz entre los que se hallaban enfrentados y la fe recuperada en quienes tenían una vida “perdida”.

Falleció el 7 de julio de 1977. En el año 2002 fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II, al comprobarse el milagro de la niña costarricense María Solís, quien por las oraciones ofrecidas a la Beata por su madre, nació sana, a pesar de que los exámenes practicados durante la gestación indicaban que la pequeña nacería con labio leporino y otras deformaciones. De esa manera, María Romero se convirtió en la segunda mujer nacida en Centroamérica en ser beatificada.

(https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-la-fiesta-de-la-beata-sor-maria-romero-que-vivio-plenamente-la-misericordia-27351)

 

06 julio, 2021

Santa María Goretti, Vírgen y Mártir

Hoy se celebra a Santa María Goretti, la dulce mártir de la pureza

 

¡Oh!, Santa María Goretti, vos, sois la hija del Dios
de la Vida y, su amada santa, que huérfana de padre,
vuestra madre a trabajar se dedicó, dejándoos a vuestros
menores hermanos a cargo vuestro, labor que hacíais
con alegría y amor; asistiendo semanamente a clases
de catecismo. A los once años, hicisteis vuestra primera
comunión haciéndoos el propósito de morir, antes que cometer
pecado alguno. ¡Y, así, fue! Un tal Alejandro Serenelli,
se enamoró perdidamente de vos, y os proponía casi siempre
indecentes conductas, que vos, rechazabais. Pero, un día el
mal tomó cuerpo en él, y os buscó, pero vos, os negasteis
a ceder en sus malas pretensiones, advirtiéndole que, lo
que pretendía, pecado era y que, vos, jamás accederíais.
Y, entonces, vuestro agresor ignorando vuestras palabras,
os atacó salvajemente con cuchillo en mano, clavándoos
por catorce veces. Así y todo, herida de muerte, os llevaron al
hospital de San Juan de Dios, donde os operaron sin
anestesia, soportando los dolores que a su vez, ofrecíais
al Dios Vivo. Antes de morir, vos, alcanzasteis a recibir
la comunión y la unción de los enfermos e hicisteis
público vuestro perdón a vuestro agresor. El criminal,
condenado fue a treinta años de prisión, no dando muestras
de estar arrepentido. Pero, después, en un sueño, vos,
os aparecisteis a vuestro asesino, y le dijisteis que él
gozaría también del cielo. Y luego, sucedió el milagro:
Serenelli completamente cambió, volviéndose hacia Dios
y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación
de sus pecados. Más tarde, y después de veinte y siete años,
liberado fue y, acudió a perdón pedir a vuestra madre,
quien, no solo lo perdonó sino que, lo defendió en público
diciendo que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella
no tenía porque no hacerlo. Vuestra fama se extendió cada
vez más y fueron apareciendo muestras de santidad, fruto
de vuestra cercanía a Dios y a vuestra devoción a la Madre
de Dios. Os canonizaron en la Plaza de San Pedro, ante
un gentío innumerable, por Pío Doce, Papa, y asistieron
a ella, vuestra madre, dos hermanas y un hermano vuestro.
Así, con vuestra corta y pero inmaculada vida, corona de luz
ganasteis, como muy justo premio a vuestro amor y misericordia.
¡Maravillosa, pequeña y dulce mártir de la pureza de Dios!
¡Oh!, Santa María Goretti, “viva pureza del Dios de la Vida”.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
_______________________________________

6 de julio
Santa María Goretti
Virgen y mártir

Santa María Goretti nació en Corinaldo, Italia el 16 de octubre de 1890 hija de Luis Goretti y Assunta Carlini, ambos campesinos. María fue la segunda de seis hijos.Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de ésta quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.

A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alejandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con doce años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.

El 5 de julio de 1902 Serenelli fue en busca de María quien estaba sola en su casa y al encontrarla la invitó a ir a una recámara de la casa a lo que María se negó por lo que aquél se vio obligado a forzarla. María se negaba advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones por lo que éste la atacó con un cuchillo clavándoselo catorce veces.

María no murió inmediatamente, fue trasladada a la hospital de San Juan de Dios donde los médicos la operaron sin antestcia porque no había y durante dos horas la santa soportó el sufrimiento ofreciéndo a Dios sus dolores. Antes de morir, un día después del ataque, María alcanzó a recibir la comunión y la unción de los enfermos e hizo público su perdón a Serenelli.

El asesino fue condenado a 30 años de prisión donde al principio no daba muestras de arrepentimiento. La tradición cuenta que después de un sueño donde María le dijo que él también podía ir al cielo, Serenelli cambió completamente volviéndose hacia Dios y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de sus pecados.

Después de 27 años de cárcel fue liberado y acudió a pedir perdón a la madre de la santa, quien no solo lo perdonó sino que lo defendió en público alegando que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella no tenía porque no perdonarlo. La fama de María Goretti se extendía cada vez más y fueron apareciendo las muestras de santidad, que fue fruto de su cercanía a Dios y su devoción a laVirgen María.

Después de numerosos estudios, la Santa Sede la canonizó el 24 de junio de 1950 en una ceremonia que se tuvo que realizar en la Plaza de San Pedro debido a la cantidad de asistentes que se calculaban en más de quinientas mil personas. En la ceremonia de canonización acompañaron a Pío XII la madre, dos hermanas y un hermano de María. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/María_Goretti.htm)