20 julio, 2022

Historia de la devoción al Niño Jesús

8 datos sobre el Divino Niño que tal vez desconocías

 

¡Oh!, Divino Niño, Vos, sois
el Hijo de Dios Padre,
y, a quien desde tiempo los católicos
han honrado Vuestra Santa
infancia pues, a esta edad,
desbrozabais sólo inocencia
y amabilidad. San Francisco de Asís,
os recordó por vez primera
en la Navidad, de aquél tiempo
con José y María, en un pesebre
y entre pastores, ovejas, bueyes
y asnos él mismo la Santa Misa
de la medianoche celebró
y un bello sermón de Nochebuena
dijo, la gran bondad recordando
de Vos, Hijo de Dios Padre,
al haceros, en Belén Hombre
por salvar nuestra pecadora alma;
¡oh!, Divino Niño, “Vivo Amor y Luz de Dios Padre”.

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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Oraciones al Divino Niño Jesús

Súplica para Tiempos Difíciles

Divino Niño Jesús
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón paternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme. Amén.

Un minuto con el Divino Niño Jesús

¡Bendíceme Divino Niño Jesús!
Y ruega por mi sin cesar.
Aleja de mí el pecado hoy y en todo momento.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí.
Si cien veces caigo, cien veces levántame.
Si yo te olvido, tú no te olvides de mí.
Si me dejas Divino Niño, ¿qué será de mí?
En los peligros del mundo, asísteme.
Quiero siempre vivir y morir bajo tu mano.
Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión y ¡no me dejes Divino Niño!
Y, al final, de mi vida recíbeme y llévame junto a Ti.
Divino Niño Jesús, que tu bendición me acompañe siempre. Amén.

Oración al Divino Niño Jesús

Divino Niño Jesús, Dios de mi corazón y
modelo de mi conducta, estate siempre conmigo
para separarme del mal y hacerme semejante a Ti,
haciendo que crezca en sabiduría y gracia
delante de Dios y de los hombres.

¡Oh dulce y pequeño Niño Jesús,
yo te amaré siempre con todo mi corazón!
Divino Niño Jesús, Bendíceme
Divino Niño Jesús, Escúchame
Divino Niño Jesús, Óyeme. Amén.

20 de Julio

Divino Niño Jesús

Historia de la devoción al Niño Jesús

Millones de creyentes han hecho la experiencia de pedir favores a Dios por los méritos de la infancia de Jesús y han conseguido maravillas. Desde tiempos muy antiguos los católicos han tenido mucha devoción al Divino Niño Jesús, y han honrado su santa infancia, considerando esta edad de Jesucristo como una maravilla de inocencia y amabilidad.

Ya hacia el año 1200 San Francisco de Asís dispuso recordar con mucha solemnidad la Navidad haciendo un pesebre lo más parecido posible al de Belén y celebrando así entre pastores, ovejas, bueyes y asnos la misa de la medianoche, y haciendo él mismo un hermoso sermón de Nochebuena recordando la gran bondad del Hijo de Dios al quererse hacer hombre en Belén por salvar nuestra alma.

Más tarde San Antonio de Padua fue un devoto tan entusiasta del Niño Jesús que según las imágenes que de él se conservan, mereció que el Divino Niño se le apareciera.

Otro santo al que se le presenta en las imágenes teniendo entre sus brazos al Niño Jesús es San Cayetano, el cual lo que necesitaba pedir lo pedía por los méritos de la infancia de Jesús.

Modernamente los santos que más contribuyeron a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

Santa Teresa de Jesús le tenía un amor tan grande al Divino Niño que un día al subir una escalera obtuvo tener una visión en la que contemplaba al Niño Jesús tal cual había sido en la tierra. En recuerdo de esta visión la santa llevó siempre en sus viajes una estatua del Divino Niño, y en cada casa de su comunidad mandó tener y honrar una bella imagen del Niño Jesús que casi siempre ella misma dejaba de regalo al despedirse.

Millones de creyentes han hecho la experiencia de pedir favores a Dios por los méritos de la infancia de Jesús y han conseguido maravillas. Y nosotros vamos a hacer lo mismo. Queremos honrar la infancia de Jesús y darle gracias por haber nacido en Belén para salvarnos.

Desde hace unos trescientos años la devoción al Niño Jesús se ha extendido rápidamente por Europa, América, Asia, Africa y Oceanía. Las gentes empezaron a experimentar que cuando piden favores a Dios por los méritos de la infancia de Jesús consiguen maravillas.

Existen alrededor de todo el mundo muchas figuras e imágenes representando al Niño Jesús mediante las cuales se han obtenido grandes milagros. Entre las más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia, entre otros.

En el año 1636 Nuestro Señor le hizo a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento esta promesa: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración será escuchada”.

(http://es.catholic.net/jovenes/135/1972/articulo.php?id=14269)

19 julio, 2022

Santas Rufina y Segunda, Mártires de Roma

 


 

¡Oh!, Santas Rufina y Segunda, vosotras, sois las hijas
del Dios de la Vida, sus amadas santas y mártires,
que, nacidas en Roma y bajo los dominios de Valeriano,
terrible perseguidor de cristianos, vuestros novios,
que “cristianos”, se decían, apostataron de su fe
en el Señor Jesús, por temor a la muerte. En cambio,
vosotras, de valor llenas, jamás abjurasteis de Él,
y os marchasteis lejos del mundo. Y, los que, hasta
ayer os habían declarado su amor “hasta que la muerte
os separara”, terminaron denunciándoos. Y, así,
cuando os llevaron delante del gobernador, con todo
el amor del mundo y con vuestros corazones ardientes
os ratificasteis a viva voz gritando: “¡cristianas
de por vida!” ¡Maravilla de maravillas! Y, claro, el impío,
fuera de sí, y de furia lleno y sin juicio previo alguno,
 ordenó que os cortaran vuestras cabezas, pensando que así,
acabarían para siempre con vosotras. ¡Y, sí! os mataron
el cuerpo, pero jamás nunca vuestras almas, que raudas
y prontas marcharon hacia el Dios de la Vida. Y, Él,
en su amor infinito, os coronó con coronas de luz, como
justo premio a vuestra grande entrega de amor a Cristo;
¡Oh!, Santas Rufina y Segunda, “viva fidelidad a Cristo Vivo”.

© 2022 Luis Ernesto Chacón Delgado
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19 de Julio
Santas Rufina y Segunda
Mártires de Roma

Martirologio Romano: En la vía Cornelia, a nueve miliarios de la ciudad de Roma, santas Rufina y Segunda, mártires (s. inc.).

Etimológicamente: Rufina = Aquella de cabellera pelirroja o rojiza, es de origen latino.

Etimológicamente: Segunda = La número dos, es de origen latino

Un hombre llamado Nicodemo fue a visitar a Jesús de noche. De él aprendió que, a menos que no se “nazca de nuevo”, nadie puede ver las realidades de Dios.

La reconciliación y el perdón se cuentan entre esas limpias fuentes que abren a un nuevo nacimiento.

Esta dos chicas nacieron en Roma bajo el emperador Valeriano, que llevaría a cabo una terrible persecución contra los cristianos.

Eran jóvenes. Estaban prometidas con sus novios, llamados Armentario y Verino.

Ellos eran también cristianos, pero apostataron de su fe en el Señor Jesús por miedo a la muerte. Consiguieron de la autoridades el libelo, un documento especial para estos casos.

Pensaban que iban a hacer como ellos. Las dos chicas tuvieron que salir de Roma porque sus prometidos se pusieron muy pesados y eran un incordio continuo.

Se marcharon a Etri, en donde había una finca de recreo. Era un chalet a las afueras de la gran urbe.

Sus novios las descubrieron y las denunciaron ante el gobernador Aequesilao.

Ante su presencia, con todo el amor del mundo y naciendo de nuevo, ratificaron que eran cristianas. Y sin ningún juicio, les cortaron las cabezas tal día como hoy del año 257.

(http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=11352)

18 julio, 2022

San Arsenio Monje

 

 

¡Oh!, San Arsenio, vos, sois el hijo del Dios de la vida
y su amado santo y, el que, brillo disteis al significado
de vuestro nombre: “fuerte, valeroso y valiente”. Fuerte,
en el combate de la fe, valeroso, en el silencio de los días
y de las noches del desierto, y, valiente, en la palabra
y el buen consejo; pues, vuestros dichos y refranes, hasta
hoy, el caminar iluminan de vuestros fieles. Cierta vez,
la voz de Dios, escuchasteis que os decía: “Apartaos
del trato con la gente y huid a la soledad”. Y, en el acto,
al desierto marchasteis a orar y a penitencia hacer, todo
por el mundano hombre, que falto de si, se entrega a
sus devaneos y falsías. Allí, rica herencia os dejó y vos,
dijisteis: “antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí
en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas
que me impidan adquirir las riquezas del cielo”. Y, a ellas
renunciando, a los pobres las disteis. La gente, en oración
constante os veía siempre de manera especial, las noches
todas. Y, más, los sábados, la noche caída, de rodillas
y con los brazos en cruz, os desmayabais repentinamente.
“Muchas veces he tenido que arrepentirme de haber
hablado. Pero nunca me he arrepentido de haber guardado
silencio”. Decíais vos, y agregabais: “Siempre he sentido
temor a presentarme al juicio de Dios, porque soy un
pecador”. ¿Para qué abandoné el mundo y me hice religioso?
Y, os respondíais: “me hice religioso porque quiero santificarme
y salvar mi alma. Si esto no lo consigo, he perdido totalmente
mi tiempo”. Pedíais consejos espirituales a monjes que
eran muchísimo más ignorantes que vos. Os preguntaron
un día, el por qué lo hacíais y respondisteis: “Yo sé idiomas,
literatura, filosofía y política, pero en lo espiritual soy un
analfabeto. En cambio estos religiosos que no hicieron
estudios especiales, son unos especialistas en espiritualidad
y de ello saben mucho más que yo”. Un religioso os preguntó
por qué los sabios del mundo son tan ignorantes en lo que
se refiere a la santidad, y en cambio tanta gente «ignorante»
progresa en lo espiritual, y respondisteis: “Es que la ciencia
infla y llena de orgullo, y en un corazón orgulloso Dios no hace
obras de arte en santidad. En cambio los humildes conocen
su debilidad, su ignorancia, y su insuficiencia, y ponen toda su
confianza en Dios, y en ellos sí hace prodigios de santificación
Nuestro Señor”. ¿Dónde podremos encontraros ahora Arsenio?
¡Duda no cabe!: coronado de luz todo, en el paraíso eterno,
!oh¡ San Arsenio, «vivo amor por el Dios de la Vida y del Amor».

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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19 de julio
San Arsenio
Monje
Año 450

Arsenio significa: fuerte, valeroso, valiente.

San Arsenio fue uno de los monjes más famosos de la antigüedad. Sus dichos o refranes fueron enormemente estimados. Las gentes hacían viajes de semanas y meses con tal de ir a consultarle y oír sus consejos.

Cuando el emperador Teodosio, el Grande buscaba un buen profesor para sus dos hijos, el Papa San Dámaso le recomendó a Arsenio, que era un senador sumamente sabio y muy práctico en los consejos que sabia dar. Y así durante diez años tuvo que estarse en el palacio imperial tratando de educar a los dos hijos del emperador, Arcadio y Honorio. Pero se dio cuenta de que el uno era demasiado atrevido y el otro demasiado apocado, y desilusionado de ese fracaso como educador de los dos futuros emperadores dispuso dedicarse a otra labor que le fuera de mayor utilidad para su santificación y salvación.

Y estando un día orando, en medio de una gran crisis espiritual, mientras le pedía a Dios que le iluminara lo que debía hacer para santificarse, oyó una voz que le decía: “Apártese del trato con la gente, y váyase a la soledad”. Entonces dispuso irse al desierto a orar y a hacer penitencia con los demás monjes de esa soledad.

Cuando llegó al monasterio del desierto, los monjes, sabiendo que había estado viviendo tanto tiempo como senador y como alto empleado del Palacio imperial, dispusieron ponerle algunas pruebas para saber si en verdad era apto para esa vida de humillación y mortificación. El superior lo recibió fríamente, y al llegar al comedor, no lo hizo sentar a la mesa sino que lo dejó de pie, junto a su mesa. Luego en vez de pasarle un plato de comida, le lanzó una tajada de pan al piso, y le dijo secamente: “Si quiere comer algo, recoja eso”. Arsenio se inclinó humildemente, recogió la tajada de pan y se sentó en el suelo a comer. El superior, al observar este comportamiento admirable, lo consideró lo suficientemente humilde como para ser recibido como monje y lo aceptó en el monasterio, diciendo a los demás religiosos: “Este será un buen hermano”.

Arsenio había pasado toda su vida en el alto gobierno y en lujosos palacios, tratando con gente de mundo, y conservaba algunas costumbres mundanas que los otros monjes no hallaban como corregírselas, porque le tenían mucho respeto. Entonces dispusieron irlo corrigiendo indirectamente, y poco a poco. Así por ejemplo, él acostumbraba montar la pierna, mientras estaba rezando en la capilla. Y los demás para quitarle la tal costumbre, le dijeron a un monje joven que mientras rezaban tuviera la pierna montada, y que ellos le llamarían la atención por eso. Y así lo hicieron, regañando fuertemente al joven por esa actitud. Arsenio entendió muy bien la lección y se corrigió.

San Arsenio se hizo famoso por sus penitencias extraordinarias. Un día llegó un alto empleado del imperio a llevarle un documento en el cual se le comunicaba que un senador riquísimo le dejaba en herencia todas sus grandes riquezas, y que se fuera a reclamarlas. El santo exclamó: “Antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas que me impidan adquirir las riquezas del cielo”. Y renunció a todo esto en favor de los pobres.

Con frecuencia pasaba toda la noche en oración. Los sábados al anochecer empezaba a rezar de rodillas con los brazos en cruz y permanecía así hasta que caía por el suelo desmayado. Tenía 40 años cuando abandonó el palacio imperial donde tenía todas las comodidades, para irse a un tremendo desierto, donde todo faltaba. Desde los 40 años hasta los 95 años estuvo orando, ayunando y haciendo penitencias en el desierto, por la conversión de los pecadores, la extensión de la religión y el perdón de sus propios pecados.

Como hombre de mundo y de política que había sido, sentía una gran inclinación a tratar con la gente y a charlar con los demás, y en cambio hacía todo lo posible por retirarse del trato con todos, y vivir en la más completa soledad. Cuando un día el superior le llamó la atención porque no se prestaba a quedarse a charlar con las numerosísimas personas que iban a consultarle, le respondió: “Dios sabe que los quiero con toda mi alma y que gozo inmensamente charlando con ellos, pero como penitencia tengo que abstenerme lo más posible de las charlatanerías. El Señor me ha dicho que si quiero santificarme tengo que hacer la mortificación de apartarme del trato con las gentes”. En verdad que a cada persona la lleva Dios a la santidad por caminos diversos. A unos los hace santos haciendo que se dediquen totalmente a tratar con los demás para salvarlos, y a otros les ha pedido que con el sacrificio de no tratar tanto con la gente, le ganen también almas para el cielo.

Por muchos siglos han sido enormemente estimados los dichos o frases breves que San Arsenio acostumbraba decir a las gentes. Desde remotas tierras iban viajeros ansiosos de escuchar sus enseñanzas que eran cortas pero sumamente provechosas.

Recordemos algunos de sus dichos

“Muchas veces he tenido que arrepentirme de haber hablado. Pero nunca me he arrepentido de haber guardado silencio”. “Siempre he sentido temor a presentarme al juicio de Dios, porque soy un pecador”.

El religioso debe preguntarse frecuentemente: “¿Para qué abandoné el mundo y me hice religioso? y responderse: Me hice religioso porque quiero santificarme y salvar mi alma. Si esto no lo consigo, he perdido totalmente mi tiempo” (Esta frase ha conmovido a muchos santos. Por ej. San Bernardo la tenía escrita así en su habitación: “Bernardo: ¿a qué viniste a la vida religiosa? – Quiero salvar mi alma y santificarme”).

San Arsenio pedía consejos espirituales a monjes que eran muchísimo más ignorantes que él. Le preguntaron por qué lo hacía y respondió: “Yo sé idiomas, literatura, filosofía y política, pero en lo espiritual soy un analfabeto. En cambio estos religiosos que no hicieron estudios especiales, son unos especialistas en espiritualidad y de ello saben mucho más que yo”.

Un religioso le preguntó por qué los sabios del mundo que conocen tantas ciencas y han leído muchos libros son tan ignorantes en lo que se refiere a la santidad, y en cambio tanta gentecita ignorante progresa tan admirablemente en lo espiritual, y el santo respondió: “Es que la ciencia infla y llena de orgullo, y en un corazón orgulloso Dios no hace obras de arte en santidad. En cambio los humildes conocen su debilidad, su ignorancia, y su insuficiencia, y ponen toda su confianza en Dios, y en ellos sí hace prodigios de santificación Nuestro Señor”.

Arsenio era muy conocido por su presencia venerable. Alto, flaco, bien parecido, con una barba larguísima y muy blanca, su hermosa figura descollaba majestuosamente entre los demás monjes. Y su santidad superaba a la de los demás compañeros. Las gentes lo veneraban inmesamente y sus consejos han sido apreciados por muchos siglos. Que Arsenio ruegue por nosotros y nos consiga una santidad como la suya.

De toda palabra indebida que diga una persona, tendrá que rendir cuentas el día del juicio. (Jesucristo, Mt. 12,36).

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Arsenio_7_19.htm)

17 julio, 2022

Domingo XVI (C) del tiempo ordinario

 

Texto del Evangelio (Lc 10,38-42):En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».

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«Hay necesidad (…) de una sola [cosa]» Rev. D. Bernat GIMENO i Capín (Barcelona, España)

Hoy vemos a un Jesús tan divino como humano: está cansado del viaje y se deja acoger por esta familia que tanto ama, en Betania. Aprovechará la ocasión para hacernos saber qué es “lo más importante”.

En la actitud de estas dos hermanas se acostumbra a ver reflejadas dos maneras de vivir la vocación cristiana: la vida activa y la vida contemplativa. María, «sentada a los pies del Señor»; Marta, atareada por muchas cosas y ocupaciones, siempre sirviendo y contenta, pero cansada (cf. Lc 10,39-40.42). —«Calma», le dice Jesús, «es importante lo que haces, pero es necesario que descanses, y más importante aun, que descanses estando conmigo, mirándome y escuchándome». Dos modelos de vida cristiana que hemos de coordinar y de integrar: vivir tanto la vida de Marta como la de María. Hemos de estar atentos a la Palabra del Señor, y vigilantes, ya que el ruido y el tráfico del día a día —frecuentemente— esconde la presencia de Dios. Porque la vida y la fuerza de un cristiano solamente se mantienen firmes y crecen si él permanece unido a la verdadera vid, de donde le viene la vida, el amor, las ganas de continuar adelante… y de no mirar atrás.

A la mayoría, Dios nos ha llamado a ser como “Marta”. Pero no hemos de olvidar que el Señor quiere que seamos cada vez más como “María”: Jesucristo también nos ha llamado a “escoger la mejor parte” y a no dejar que nadie nos la quite.

Él nos recuerda que lo más importante no es lo que podamos hacer, sino la Palabra de Dios que ilumina nuestras vidas, y, así por el Espíritu Santo nuestras obras quedan impregnadas de su amor.

Descansar en el Señor solamente es posible si gozamos de su presencia real ante la Eucaristía. ¡Oración ante el sagrario!: es el tesoro más grande que tenemos los cristianos. Recordemos el título de la última encíclica de san Juan Pablo II: La Iglesia vive de la Eucaristía. El Señor tiene muchas cosas que decirnos, más de las que nos pensamos. Busquemos, pues, momentos de silencio y de paz para encontrar a Jesús y, en Él, reencontrarnos a nosotros mismos. Jesucristo nos invita hoy a hacer una opción: escoger «la parte buena» (Lc 10,42).

Pensamientos para el Evangelio de hoy

  • «Marta, bendita seas por tus buenos servicios; cuando llegues a la patria celestial todo esto allí ya no existirá: allí sólo habrá lo que María ha elegido» (San Agustín)
  • «La palabra de Cristo es clarísima: ningún desprecio por la vida activa, mucho menos por la generosa hospitalidad; sino una llamada clara al hecho de que lo único verdaderamente necesario es escuchar la Palabra del Señor, que es eterna y da sentido a nuestra actividad cotidiana» (Benedicto XVI)
  • «Meditar lo que se lee conduce a apropiárselo confrontándolo consigo mismo. Aquí, se abre otro libro: el de la vida. Se pasa de los pensamientos a la realidad (…). Se trata de hacer la verdad para llegar a la Luz: ‘Señor, ¿qué quieres que haga?’ (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.706)

(https://evangeli.net/evangelio/dia/2022-07-17)

16 julio, 2022

Nuestra Señora del Carmen Advocación Mariana Patrona de los marineros

Hoy es fiesta de la Virgen del Carmen, protectora a la hora de la muerte

 ¡Oh!, Nuestra Señora del Carmen, Vos, sois la Virgen
“Bienaventurada del Monte Carmelo”, monte en el que Elías
logró, que el pueblo de Israel, a dar culto volviese
al Dios Vivo y eterno que, más tarde, algunos, buscando
la soledad se retiraron para hacer eremítica vida, origen
dando a vuestra orden de contemplativa vida, que os tiene
como “Patrona y Protectora”, Santa Madre de Dios. Desde
los ermitaños establecidos en el Monte Carmelo: “Los
Carmelitas”, por su profunda devoción a Vos, Santísima
Virgen, conocidos son porque ellos, la nube interpretaron
de la visión de Elías, como símbolo Vuestro. Cinco siglos
antes de la proclamación como santísimo dogma, el
misal Carmelita contenía una Misa para Vos, “Inmaculada
Concepción”. Con Elías, profeta, que la pureza de la fe
en el Dios único y verdadero defendió; Vuestra Orden,
“frutos vivos de la fe” ha dado como: Santa Teresa de Ávila,
San Juan de la Cruz, Santa Teresa del Niño Jesús y Santa
Teresa Benedicta de la Cruz, en los tiempos modernos.
Los Carmelitas desde siempre han difundido vuestra devoción,
señalándoos como modelo de oración, contemplación
y de dedicación a Dios, porque Vos, creísteis que Jesús,
Verbo encarnado, el cúlmen es, del encuentro del hombre
con Dios. Los marineros, mucho antes de la cibernética
de las estrellas, para marcar su rumbo en la mar dependían
y por ello, a Vos, se os dirigen como, “Estrella del Mar”,
que guía por las aguas tortuosas y difíciles de la vida, hacia
el puerto seguro que es Cristo Jesús, Dios y Señor Nuestro.
Y, el día aquél en que, por la invasión de los sarracenos,
obligados se vieron a abandonar el Monte Carmelo, Vos, Madre
de Dios, os aparecisteis mientras cantaban el “Salve Regina”
y os prometió ser para vosotros su “Estrella del Mar”. Y, así,
acompañasteis y acompañáis a vuestros hijos, esparcidos
sobre la faz de la tierra, vistiendo hábito en honor a Vos,
porque sus vidas os pertenecen a Vos, y por Vos, a Cristo Jesús;
¡Oh!, Nuestra Señora del Carmen, “Viva Estrella del Mar de Dios”.

© 2022by Luis Ernesto Chacón Delgado

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16 de julio
Nuestra Señora del Carmen
Advocación Mariana
Patrona de los marineros

Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para hacer vida eremítica, dando origen con el correr del tiempo a una orden religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios.

Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

En las palabras de Benedicto XVI, 15,VII,06:
“El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein). Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña» (Oración de la colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta]. Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración.

La estrella del Mar y los Carmelitas

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Los Carmelitas y la devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo

La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: “Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo”. En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.

La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron.

España
Entre los lugares en que se venera en España la Virgen de España como patrona está Beniaján, Murcia. Vea ahí mas imágenes.

América
Es patrona de Chile; en el Ecuador es reina de la región de Cuenca y del Azuay, recibiendo la coronación pontificia el 16 de Julio del 2002. En la iglesia del monasterio de la Asunción en Cuenca se venera hace más de 300 años. Es además venerada por muchos en todo el continente.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/31890/nuestra-seora-del-carmen.html)

15 julio, 2022

San Buenaventura Cardenal y Escritor

 

Puede ser una imagen de 1 persona y texto que dice "SAN BUENAVENTURA "EL GOZO ESPIRITUAL ES LA MEJOR SEÃAL DE QUE LA GRACIA HABITA EN UN ALMA" 15 de julio"

 

¡Oh!, San Buenaventura, vos, sois el hijo del Dios de la Vida
y su amado santo, y, que, a la vida vuelto por San Francisco
con aquella famosa y preciosa frase: “Juan: ¡Buena Ventura!”.
Y, así, os quedasteis con ella para siempre, hasta convertiros
en el maravilloso “Doctor seráfico”, que sois. Vos, que en santo
amor ardíais por el Dios de la Vida, vuestros sermones, escritos
trabajos y estudios, a Él, os lo ofrecisteis. En “Itinerario del
alma hacia Dios”, bellísimo libro vuestro y muestra perfecta
del bien obrar, donde sutilmente mostráis, cómo el hombre,
alcanzar debe su ascenso hacia la Casa del Padre Eterno.
Vos, con humildad las tareas sencillas del convento realizabais
a la sazón joven Cardenal hecho, con amor puro y alegría
y que, junto a vuestro amabilísimo trato conciliador, os
ganabais a toda la gente de vuestro tiempo. El meditar en la
pasión y muerte de nuestro Señor jesucristo, os llevaba a menudo
a esforzaros por amor y, a cumplir las palabras que Él,
alguna vez dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde
de corazón”. Vuestro amor a María Virgen, recomendabais
complementarlo con el rezo del Santo Rosario y el Ángelus.
¡Qué hermoso! debió haber sido, cuando se os encargó
escribir la biografía del fundador de vuestra orden, San
Francisco de Asís, que, hasta Santo Tomás de Aquino, un día
se apeó a vuestra celda, y os vio, como “ido” de este mundo
y exclamó para sí: “dejemos que un santo escriba la vida
de otro santo”. Al final de vuestra santa vida ¿dónde
os fuisteis San Buenaventura? ¿dónde? Y, mayor ni mejor
respuesta hay: ¡al cielo os fuisteis todo coronado, con
corona de luz y gloria, como premio a vuestra increíble
entrega de amor, fe y misericordia sin fin. Inocencio,
Papa, en vuestro entierro dijo de vos: “Su amabilidad
era tan grande que empezar a tratarlo era quedar ya
amigos de él para siempre. Y su unción al predicar
y escribir era tan admirable, que escucharlo o leer sus
escritos, era ya empezar a sentir deseos de amar a Dios
y conseguir la santidad”. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡oh!, San Buenaventura, “vivo Amor por el Dios de la Vida”.

© 2021 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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15 de julio
San Buenaventura
Religioso, Cardenal y Escritor.
Año 1274

San Buenaventura: pide a Nuestro Señor que nosotros lo amemos como lo amaste tú.

Un nombre profético

Nació en Bañoreal, cerca de Vitervo (Italia) en 1221. Se llamaba Juan, pero dicen que cuando era muy pequeño enfermó gravemente y su madre lo presentó a San Francisco, el cual acercó al niñito de cuatro meses a su corazón y le dijo: “¡BUENA VENTURA!”que significa: “¡BUENA SUERTE. BUEN EXITO!”. Y el niño quedó curado. Y por eso cambio su nombre de Juan por el de Buenaventura. Y en verdad que tuvo buena suerte y buen éxito en toda su vida.

Un doctor muy especial

En agradecimiento a San Francisco su benefactor, se hizo religioso franciscano. Estudió en la universidad de París, bajo la dirección de famoso maestro Alejandro de Ales, y llegó a ser uno de los más grandes sabios de su tiempo. Se le llama “Doctor seráfico”, porque “Serafín” significa “el que arde en amor por Dios” y este santo en sus sermones, escritos y actitudes demostró vivir lleno de un amor inmenso hacia Nuestro Señor.

Los que lo conocieron y trataron dicen que todos sus estudios y trabajos los ofrecía para gloria de Dios y salvación de las almas. A sus clases concurrían en grandes cantidades gente de todas las clases sociales y sus oyentes afirmaban que mientras hablaba parecía estar viendo al invisible. Su inocencia y santidad de vida eran tales que su maestro, Alejandro de Alex, exclamaba “Buenaventura parece que hubiera nacido sin pecado original”.

Escrúpulos peligrosos

Él no veía en si mismo sino faltas y miserias y por eso empezó a padecer la enfermedad de los escrúpulos, que consiste en considerar pecado lo que no es pecado. Y creyéndose totalmente indigno empezó a dejar de comulgar. Afortunadamente la bondad de Dios le concedió un valor especial, y observó en visión que Jesucristo en la Santa Hostia se venía desde el copón en el cual el sacerdote estaba repartiendo la Sagrada Comunión, y llegaba hasta sus labios. Con esto reconoció que el dejar de comulgar por escrúpulos era una equivocación.

Escritor famoso

Buenaventura, además de dedicarse muchos años a dar clases en la Universidad de París donde se formaban estudiantes de filosofía y teología de muchos países, escribió numerosos sermones y varias obras de piedad que por siglos han hecho inmenso bien a infinidad de lectores. Una de ellas se llama “Itinerario del alma hacia Dios”. Allí enseña que la perfección cristiana consiste en hacer bien las acciones ordinarias y todo por amor de Dios. El Papa Sixto IV decía que al leer las obras de San Buenaventura se siente uno invadido de un fervor especial, porque fueron escritas por alguien que rezaba mucho y amaba intensamente a Dios.

Una noticia muy alagadora. San Buenaventura fue nombrado Superior General de los Padres Franciscanos, y el Papa le concedió el título de Cardenal. Y aunque era famoso mundialmente por su sabiduría, sin embargo seguía siendo muy humilde y se iba a la cocina a lavar platos con los hermanos legos (dicen que la noticia de su nombramiento como Cardenal le llegó mientras estaba un día lavando platos en la cocina) y Fray Gil, uno de los hermanos legos más humildes, le preguntó un día: “Padre Buenaventura, ¿un pobre ignorante como yo, podrá algún día estar tan cerca de Dios, como su Reverencia que es tan inmensamente sabio?”

El gran sabio le respondió: “Oh mi querido Fray Gil: si una pobre viejecita ignorante tiene más amor de Dios que Fray Buenaventura, estará más cerca de Dios en la eternidad que Fray Buenaventura”. Al oír semejante noticia, el humilde frailecito empezó a aplaudir y a gritar: “Ay Fray Gil borriquillo de Dios, aunque seas más ignorante que la más pobre viejecita, si amas a Dios más que Fray Buenaventura, estarás en el cielo más cerca de Dios que el gran Fray Buenaventura”. Y de pura emoción se fue elevando por los aires, y quedó allí suspendido entre cielo y tierra en éxtasis. Es que había escuchado la más halagadora de las noticias: que el puesto en el cielo dependerá del grado de amor que hayamos tenido hacia el buen Dios.

La simpatía de San Buenaventura

Este gran doctor, que por 17 años fue Superior General de los Padres Franciscanos y recorrió el mundo visitando las casas de su comunidad y animando a todos a dedicarse a la santidad, y que fue el hombre de confianza del Sumo Pontífice para resolver muchos casos difíciles, y que dirigió en nombre del Papa el Concilio de Lyon y tuvo el honor de que la oración fúnebre el día de su entierro la hiciera el mismo Sumo Pontífice, tenía una cualidad especialísima: una exquisita bondad en su trato, una amabilidad que le ganaba los corazones, un modo conciliador que lo alejaba de los extremos, de la extrema rigidez que amarga la vida de los otros y de la relajación que deja a todos seguir por el camino del mal sin corregirlos.

Sus virtudes preferidas eran la humildad y la paciencia, y la meditación frecuente en la pasión y muerte de Cristo lo llevaba a esforzarse por cumplir aquel consejo de Jesús: “Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón”. Su crucifijo lo tenía totalmente desgastado de tanto besarle las manos, los pies, la cabeza y la herida del costado. Su amor a la Virgen María era intenso y por todas partes recomendaba el rezo del Angelus (o de las tres Aves Marías).

Un santo elogia a otro santo

A San Buenaventura le recomendaron que escribiera la biografía de su gran protector San Francisco de Asís (la cual resulto muy hermosa) y dicen que cuando estaba redactándola, llegó a visitarlo el sabio más famoso de su tiempo, Santo Tomás de Aquino, el cual al asomarse a su celda y verlo sumido en la contemplación y como en éxtasis, exclamó: “dejemos que un santo escriba la vida de otro santo”, y se fue. Así que estos dos sabios tan famosos no se trataron en vida pero se admiraron mutuamente.

Muerte solemne

En el año 1274 se celebro el concilio de Lyon (o reunión de todos los obispos católicos del mundo). Terminando el Concilio con gran éxito, todo dirigido por San Buenaventura, por orden del Sumo Pontífice, el santo sintió que le faltaban las fuerzas, y el 15 de julio de 1274 murió santamente asistido por el Papa en persona. Todos los obispos del Concilio asistieron a sus funerales y caso único en la historia, el Santo Padre ordenó que todos los sacerdotes del mundo celebran una misa por el alma del difunto.

Un elogio muy especial

El Papa Inocencio V predicó la homilía en el entierro de San Buenaventura y dijo de él: “Su amabilidad era tan grande que empezar a tratarlo era quedar ya amigos de él para siempre. Y su unción al predicar y escribir era tan admirable, que escucharlo o leer sus escritos, era ya empezar a sentir deseos de amar a Dios y conseguir la santidad”. Bello elogio en verdad.

(http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Buenaventura_7_15.htm)

14 julio, 2022

San Camilo de Lelis Fundador de la Comunidad Siervos de los Enfermos

 

 Hoy es fiesta San Camilo de Lelis, patrono de los enfermos y los trabajadores de salud

 

¡Oh! San Camilo de Lelis, vos sois el hijo del Dios de la Vida,
fundador de la «Comunidad Siervos de los Enfermos»
y su amado santo. Vos, que, habíais abrazado la carrera militar
os dejasteis llevar por los vicios, pero más tarde convertido
de aquella vida, os entregasteis al cuidado de los enfermos
a los que servisteis como al mismo Cristo, haciendo grande
honor al significado de vuestro nombre «Camilo», que significa
aquel que es el mensajero de Dios. De manera providencial
os apareció una llaga en un pie, que os hizo dejar la carrera
de las armas e iros al Hospital de Santiago en Roma para
dedicaros a ayudar y atender a otros enfermos, mientras vos,
buscabais vuestra propia curación. Sin daros cuenta, adquiristeis
el vicio del juego y luego os expulsaron del hospital, perdiendo
todos vuestros ahorros, y quedasteis en la más grande miseria.
Felizmente para vuestro consuelo, tiempo atrás, en un naufragio,
habíais hecho a Dios la promesa de haceros religioso franciscano,
pero no lo habíais cumplido y estando en desgracia, empezasteis
a llorar y pedisteis perdón por vuestros pecados, e hicisteis la
promesa de cambiar, pidiendo admitido ser como franciscano, pero
por cosas de Dios, en el convento se os abrió de nuevo la llaga
en el pie, y fuisteis despedido y yendo al hospital os curasteis
además os admitieron como aspirante a capuchino. Allí, os apareció
de nuevo la llaga, marchándoos también de allí, y os dedicasteis a
atender enfermos, tanto que os nombraron asistente general del
Hospital. Os dirigía espiritualmente San Felipe Neri, estudiando
teología y así, luego os ordenaron sacerdote. Vos, tratabais a cada
enfermo como si se tratara de Nuestro Señor Jesucristo en persona.
Soportasteis durante treinta y seis años la llaga de vuestro pie,
pero jamás nadie os vio triste o malhumorado. Antes de partir,
fundasteis «Comunidad Siervos de los Enfermos», llamados hoy
«Padres Camilos». Y, cuando os llegó la hora, voló vuestra alma al cielo
para coronada ser con corona de luz, como premio a vuestro amor y fe;
¡Oh! San Camilo de Lelis, “Vivo Amor de Dios en los enfermos”.

© 2022 by Luis Ernesto Chacón Delgado
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14 de Julio

San Camilo de Lelis
Fundador de la Comunidad Siervos de los Enfermos

Martirologio Romano: San Camilo de Lelis, presbítero, que nació cerca de Teano, en el Abruzo, y en su juventud siguió la carrera militar, dejándose arrastrar por los vicios propios de una juventud alegre y despreocupada, pero convertido de su mala vida, se entregó al cuidado de los enfermos incurables hospitalizados, a los que servía como al mismo Cristo. Ordenado sacerdote, puso en Roma los fundamentos de la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos. (1614)

Etimológicamente: Camilo = Aquel que es el mensajero de Dios, es de origen hebreo.
Breve Biografía

Nació en Abruzos (Italia) en 1550. Siguió la carrera militar, igual que su padre. Le apareció una llaga en un pie, que lo hizo dejar la carrera de las armas e irse al Hospital de Santiago en Roma para que lo curaran. En el hospital de Roma se dedicó a ayudar y atender a otros enfermos, mientras buscaba su propia curación. Pero en esa época adquirió el vicio del juego . Fue expulsado del hospital y en Nápoles perdió todos los ahorros de su vida en el juego, quedando en la miseria.

Tiempo atrás, en un naufragio, había hecho a Dios la promesa de hacerse religioso franciscano, pero no lo había cumplido. Estando en la más completa pobreza se ofreció como obrero y mensajero en un convento de los Padres Capuchinos, donde escuchó una charla espiritual que el padre superior les hacía a los obreros, y sintió fuertemente la llamada de Dios a su conversión. Empezó a llorar y pidió perdón por sus pecados, con la firme resolución de cambiar su forma de actuar por completo. Tenía 25 años.

Pidió ser admitido como franciscano, pero en el convento se le abrió de nuevo la llaga en el pie, y fue despedido. Se fue al hospital y se curó, y logró que lo admitieran como aspirante a capuchino. Pero en el noviciado apareció de nuevo la llaga y tuvo que irse de allí también. De nuevo en el hospital de Santiago, se dedicó a atender a los demás enfermos, por lo que fue nombrado asistente general del hospital.

Dirigido espiritualmente por San Felipe Neri, estudió teología y fue ordenado sacerdote. En 1575 se dio cuenta que ante la gran cantidad de peregrinos que llegaban a Roma, los hospitales eran incapaces de atender bien a los enfermos que llegaban. Fue entonces que decidió fundar una comunidad de religiosos que se dedicaran por completo a los hospitales.

San Camilo trataba a cada enfermo como trataría a Nuestro Señor Jesucristo en persona. Aunque tuvo que soportar durante 36 años la llaga de su pié, nadie lo veía triste o malhumorado. Con sus mejores colaboradores fundó la Comunidad Siervos de los Enfermos el 8 de diciembre de 1591. Ahora se llaman Padres Camilos. Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años.

Fue canonizado en 1746 por S.S. Benedicto XIV.

(http://www.es.catholic.net/op/articulos/31875/camilo-de-lelis-santo.html)